N. de la R.: El presente
trabajo constituye una síntesis actualizada de la presentación
realizada por los autores en el IX
Coloquio Internacional de Geocrítica, organizado
por la Universidad
de Barcelona y llevado a cabo en la ciudad de Porto Alegre, Brasil,
a mediados de 2007. Asimismo, forma parte de los resultados de
investigación desarrollados en el marco de la Facultad de Arquitectura
de la Universidad
de Palermo.
El
área de Abasto de Buenos Aires se ha desarrollado históricamente
con un carácter abierto de su trama urbana, donde la calle, la
esquina o la plaza fueron instrumentos cívicos de cohesión social.
Sin embargo, en las últimas décadas se han instalado (como en
toda la ciudad) procesos que rompen esos patrones de crecimiento
mediante enclaves fortificados que encapsulan actividades, fragmentan territorios
y expulsan población.
En
este marco, hemos elaborado una propuesta de intervención basada
en un proceso colectivo
que tiende a resignificar al espacio público para prácticas solidarias.
Se trata de la implementación de un “Parque Social”, a modo de
red de nodos urbanos de inclusión que establece lazos de contención,
fortalece relaciones de vecindad, ofrece nuevas oportunidades
a la comunidad y busca recuperar valores sociales en pugna.

1.
Los procesos recientes de segregación de la ciudad
En
las dos últimas décadas se ha instalado en la ciudad de Buenos
Aires un proceso de aguda polarización de su trama urbana. La
aparición de inversiones inmobiliarias de gran escala, combinada
con el estímulo hacia el
englobamiento y conformación de grandes parcelas, entre otras
disposiciones fomentadas por la normativa
urbana vigente, subvirtió los patrones tradicionales
de crecimiento a partir de la generación de enclaves fortificados
que encapsulan actividades, fragmentan territorios y segregan
población. Es así como comenzaron a constituirse los “parques
cerrados”.
De
modo que se observa el surgimiento de una “nueva pobreza”, que
se sumó a la pobreza tradicional de las zonas degradadas de la
periferia y del interior de la ciudad consolidada. Asimismo, los
sectores altos buscaron “refugio” en fortificaciones amuralladas
de los suburbios de la ciudad (los “barrios cerrados”, los country
clubs, los clubes de chacras) o bien en desarrollos urbanos verticales
(las “torres country”) en las zonas tradicionales
de la ciudad consolidada.
Efectivamente,
si bien se observa la bunkerización de territorios, con alta
seguridad y aislamiento, también la
trama abierta de la ciudad se desarticula, se desdibuja y rompe
los criterios que históricamente la consagraron como tal.
Estas nuevas lógicas generan la ruptura de las estructuras socio-urbanas
sedimentadas a través del tiempo, la degradación cualitativa de
las preexistencias y el incremento de las demandas de movilidad
por medios privados.
La
crisis argentina de finales de 2001 produjo un fuerte cambio de
estado y sentido en las diferentes formas de manifestación popular
y de apropiación del espacio público. La ciudad de Buenos Aires
se constituyó en el epicentro
de los estallidos sociales a escala nacional. La calle fue
tomada por la ciudadanía como espacio resignificado para prácticas
deliberativas y solidarias, así como también para el vandalismo
y la desobediencia urbana. En este contexto de ebullición social
emergió un nuevo escenario para el espacio público.
A
partir de 2003, la ciudad de Buenos Aires inició un camino de
desactivación progresiva
de dichas prácticas, que se fue replicando en el resto del
país. Las acciones y movilizaciones sociales fueron perdiendo
fuerza efectiva. Es así como cierta estabilización de las variables
de la economía local colaboró, entre otros factores, con la merma
de parte de la actividad de los cartoneros, la desarticulación
de los clubes de trueque (sumada a otras razones de ejecución
interna), la desactivación de las asambleas barriales (a partir
de diversas instancias de negociación con los ahorristas perjudicados)
y la salida de las calles de los grupos piqueteros (en la medida
en que algunos grupos fueron sumados a fuerzas políticas tradicionales).
Transcurridos
siete años de aquella crisis institucional surgen en el campo
cultural argentino nuevas interpretaciones vinculadas a la
actualidad del concepto espacio público, en medio de su recurrente aparición en primer plano, tanto por los
efectos de la divulgación de las acciones de renovación de aceras,
embellecimiento y vallado de áreas verdes (la elevación del concepto
a la figura de ministerio en el gobierno local es otro dato relevante,
así como las numerosas programaciones de actividades culturales
al aire libre).

Imágenes
del área de Abasto, Buenos Aires
2.
El lugar de expresión de conflictos y disputas sociales
Definida
como “recipiente conceptual” por su capacidad de conexión de esferas
tan diferenciadas como la ciudad, la política o la sociedad, la
categoría de espacio público resulta ser en estos años
(entre la crisis y el boom turístico e inmobiliario) la depositaria
de una variada cantidad de discursos de muy diversos orígenes
y campos de interés. Sin embargo, y más allá de las posibles definiciones
del concepto, el espacio público sigue constituyendo el lugar de la expresión de los conflictos y disputas sociales, contra
todos los intentos de representación de la transformación urbana
ejecutados desde las voluntades del progresismo político.
Un
especial suceso es prioritario de ser citado como ejemplo, y es
doblemente pertinente por haber ocurrido en el área de intervención
del presente trabajo: el 30 de diciembre de 2004 se produce en
Buenos Aires una catástrofe
sin precedentes, que marcó una nueva etapa en la historia
de los modos de movilización popular y de acceso al espacio público:
se trata del incendio de la discoteca “República de Cromañón”.
En
términos de su repercusión urbana, los familiares de las víctimas
desarrollaron innumerables marchas por las calles en reclamo de
justicia y, además, cercaron el área en la que ocurrió el hecho
para erigir allí un santuario a sus deudos. Al margen de que la
entidad administradora de bienes del Estado Nacional (ONABE) les
cedió el predio en el que se construyó un paseo conmemorativo
(que también sigue en pie) frente a la discoteca incendiada,
los familiares no han abandonado su postura de mantener cerrada
la calle, a pesar de los reclamos de diferentes sectores sociales
del barrio.

Abasto.
Características del área de intervención
Referencias: 1-Predio que ocupara la discoteca República
de Cromañón, 2-Monumento conmemorativo en predio cedido por ONABE
(Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado), 3-Santuario
erigido por las padres de las víctimas de la catástrofe. Calle cortada, 4-Plaza Miserere, 5-Estación
terminal de Ferrocarril Once de Setiembre, 6-Predio solicitado
por la Asamblea barrial Balvanera
Sur al ONABE para la construcción de Centro Comunal, 7-“Plaza
del Mientras Tanto”, 8-Zona de viaducto ferroviario donde está
programada la primera etapa del Corredor Verde del Oeste, 9-Esquina
donde estuvo ubicado el Bar O`Rondeman, 10-Ex mercado de Abasto,
actual Centro comercial Abasto Shopping Center, 11-Hipermercado,
12-Conjunto de torres-country.
Este
hecho estableció un antecedente inusual en la vida de la ciudad,
que se mantiene vigente durante más tiempo que muchas demandas
de orden institucional. A su vez se ha sumado otro elemento al
suceso: el predio de la discoteca se encuentra a no más de cien
metros de una de las áreas de intercambio multimodal
de transporte público más importantes de la ciudad: la Plaza Miserere.
El corte de calle provocó el desvío de casi diez
líneas de ómnibus de pasajeros por una arteria que ya recibía
el flujo de otras tantas.
El
resultado fue la protesta de la Asamblea Barrial
“Balvanera Sur”, dado que el desvío del tránsito generaba un incremento
notable del nivel de contaminación sonora y vibraciones, con el
consiguiente deterioro de las edificaciones frentistas de la calle. Esa misma asamblea, una de las pocas que
se han mantenido desde su formación, realizó durante estos años
propuestas de carácter urbano de sumo interés para el área.
En
coincidencia, ellos solicitaron al ONABE la cesión de un predio
amurallado y en desuso equipado con galpones ferroviarios, a sólo
doscientos metros del santuario de “los pibes de Cromañón”, para
llevar adelante un centro comunitario de carácter público equipado
(entre otras funciones) con auditorio comunal, sector de actividades
deportivas, locales para el funcionamiento de las distintas instituciones
vecinales de contención social y un centro comunitario. Si bien
la entidad se negó a la cesión, los vecinos se abocaron a la tarea
de construir en un terreno no amurallado del mismo predio, caracterizado
por el abandono y la basura acumulada, una plaza pública en su
reemplazo, bautizada como “Plaza del mientras tanto”.
Como
fotografía de las relaciones
entre ciudadanía, fenómenos locales y presencia estatal puede
decirse que la posición del gobierno local durante estos tiempos
de transición política de la ciudad ha sido la de mantener silencio
respecto al corte de calle, evitando todo tipo de conflictividad.
Por el contrario, la “Plaza del mientras tanto”
fue desarmada de su apariencia artesanal y convertida (luego de
un cambio de imagen) en estandarte político del accionar del Ministerio
del Espacio Público, durante la gestión de Jorge Telerman.
3.
Dificultades y oportunidades para el área de Abasto
La
problemática de los centros históricos, como el Abasto, se ha
convertido en un tema central de debate en las políticas urbanas
de las ciudades latinoamericanas. Algunos de sus componentes de
degradación y deterioro lo constituyen: la pauperización creciente
de los estratos sociales menos favorecidos, el ajuste económico
que reduce las políticas sociales, la privatización de servicios
que retrae la presencia del Estado nacional, la tensión establecida
entre riqueza histórico-cultural y pobreza económico-social. Esto
acentúa el carácter contradictorio
que ostentan los centros históricos: el par polar establecido
entre preservación y desarrollo.
La
reciente demolición del Bar O’Rondeman, sitio tradicional de Abasto,
es un caso testigo que encierra estas problemáticas cruzadas.
Allí, el mítico cantante de tangos Carlos Gardel se inició como intérprete
y conformó su dúo junto a José Razzano. Sus habitaciones en planta
alta alojaron a artistas diversos desde 1910. El edificio había
sido preservado por la normativa urbanística (al igual que los
lotes anexos al antiguo Mercado del Abasto) en un polígono que
conformaba una de las tantas áreas de protección histórica que
posee la ciudad de Buenos Aires. En septiembre de 2005, una reglamentación
que no tuvo mayor difusión pública dictaminó la desafectación de la protección histórica a
todos los inmuebles de la mencionada área, y un par de meses después
el edificio histórico ya no estaba en pie.

El
demolido Bar O´Rondeman, en Abasto.
En
consecuencia, surgen como principales problemas a resolver en
Abasto los siguientes:
(a)
cómo encauzar las sinergias del lugar hacia un horizonte común, deseado
y legitimado, definiendo una estrategia de actuación que proporcione
un modelo de gestión del territorio;
(b)
cómo asegurar la viabilidad de las propuestas, identificando los recursos
para su ejecución e involucrando a los responsables de la toma
de decisiones; y
(c)
cómo desarrollar asociaciones participativas significativas público-privadas,
que involucren a todos los agentes sociales de la comunidad local.
El
área de Abasto en Buenos Aires debe interpretarse como un barrio
histórico, luego de la pérdida de las funciones de centralidad
que le dieran origen. El área inició hace unos años un ciclo de
revitalización a partir de la operación de reciclaje del viejo
mercado. Ha transitado un camino por el que atravesó desde un
estado de abandono absoluto hasta una
incipiente transformación en centro de atracción turística.
Sin embargo, aún conviven graves conflictos de inseguridad, marginalidad,
clandestinidad y degradación que requieren el aporte de ideas
y estrategias de gestión que impulsen su compleja reconversión.
En
los avances alcanzados por los diversos procesos de recuperación
y revitalización de los centros históricos se constata que, para
su sustentabilidad ambiental, social, cultural y económica, es
necesario desarrollar planes, programas y proyectos de carácter
integral y participativo, con los cuales se vayan generando principios
y pautas comunes de acción. Con lo cual, en el particular caso
de Abasto se plantearon diferentes campos a trabajar:
-
Estrategias de valoración:
reconocer al patrimonio
cultural del área como fuente de desarrollo y acervo potencial
de la identidad colectiva de la
ciudad. Con lo cual se deben atender problemáticas estructurales
tales como: degradación del patrimonio, despoblamiento y desempleo,
privatización de espacios públicos, tugurización y pobreza extrema,
pérdida y/o relegamiento de su centralidad, ausencia de políticas
de rescate, déficits en los procesos de gobernabilidad, falta
de conciliación de intereses entre la población residente y la
población “flotante”.
-
Estrategias de intervención:
desarrollar nuevas modalidades de intervención y tratamiento integral
del área, que la afiance como centro “vivo” de la ciudad, con la acción concertada de los actores
públicos y privados para lograr la sustentabilidad de su rehabilitación
y valoración. Esto implica políticas de “alivio” y superación
de la pobreza, mejora de las condiciones de habitabilidad, preservación
del medioambiente, democratización de la gestión pública, respeto
y tolerancia de las identidades étnico-culturales, y recuperación
de la centralidad.
-
Estrategias de administración:
la preservación y revitalización del área, por la complejidad
de su problemática, con una visión integral que la interprete
e inserte como parte del sistema urbano en su conjunto. Esto implica
la conformación de un marco jurídico que asigne
responsabilidades y competencias de actuación y asegure la
puesta en ejecución de mecanismos de gestión eficientes, que incluyan
la participación y concertación ciudadana. Involucra, además,
el desarrollo de mecanismos de financiamiento y promoción de la
inversión pública, privada y mixta.
-
Estrategias de recuperación:
la crisis por la que atraviesa el área en los centros históricos
compromete la calidad del hábitat. Con lo cual, se requieren políticas
y programas que promuevan la renovación urbana, la destugurización,
la recuperación ambiental, la seguridad ciudadana, la generación
de oportunidades de empleo, la participación vecinal y ciudadana,
el fomento de los vínculos de solidaridad y reciprocidad
entre los diversos actores, y la consolidación de los espacios
multiétnicos y pluriculturales que hacen a los centros ámbitos
vivos abiertos a la creatividad y diversidad.

Proceso
de formulación de diagnóstico y propuestas: sobre la mesa de trabajo,
diferentes integrantes del proyecto (especialistas, funcionarios,
vecinos, estudiantes) dan cuenta de los avances generados y participan
de los procesos de diagnosis y formulación de propuestas para
el área de Abasto.
Sin
dudas, en estas estrategias planteadas se instala al gobierno
local como un fuerte actor, para coordinar e implementar políticas
de desarrollo. Y en función de las posibilidades y factibilidades
de operatividad del presente proyecto en la coyuntura política
descripta, hemos considerado la posibilidad de establecer una
propuesta de construcción de una red ciudadana identificada con Abasto, cuya voluntad
de ejecución no esté sujeta ni dependa de las alternancias políticas
ni de manejos departamentales. En virtud de ello, se buscó articular
a diversos actores de la población local (habitualmente enfrentados
o no necesariamente cohesionados entre sí).
Uno
de los principales problemas de orden físico del área es la carencia
de espacios públicos y áreas verdes. Por otra parte, el barrio
dotado tradicionalmente del mayor circuito del teatro independiente
de Buenos Aires (hasta hace un par de años sumaban veintidós salas),
ha comenzado a verse disminuido en número por el cierre
de salas que no han podido adaptarse a las medidas de seguridad
requeridas luego de la catástrofe de Cromañón. Si es el espacio
público un “recipiente conceptual”, tal como se lo ha definido,
también representa por ese medio y por esa figura el ámbito donde
poder ubicar los puntos de encuentro necesarios, en beneficio
de la coexistencia y la mutua potenciación de las acciones.
4.
La construcción del “Parque Social Abasto”
Con
el propósito de ofrecer respuesta a esta multiplicidad de factores
en juego, comenzó a tomar forma un plan de acción que busca: por
un lado, generar una unidad de gestión territorial permanente
y, por otro, construir
un sistema de nodos de contención social para las familias
del barrio y de promoción cultural alternativo a los circuitos
tradicionales. De esta manera toma forma el “Parque Social Abasto”,
que recupera las preexistencias identitarias e instala a la comunidad
local como protagonista de la transformación.

Talleres
de discusión con la comunidad de Abasto. Numerosos espacios de
debate pusieron en evidencia las diferentes dimensiones problemáticas
del área de Abasto. En este caso, María Carman y Lucas Rubinich
reflexionan sobre la diversidad socio-cultural; en el Auditorio
de la Universidad de Palermo.
La
primera experiencia concreta destinada a generar nodos de inclusión
en áreas de segregación se desarrolló recientemente en el Barrio
La Estrella del municipio de San Miguel
(en el segundo cordón metropolitano de Buenos Aires), y se denominó
“Parque Social”. Su objetivo fue organizar a la comunidad local
para que sea capaz de recuperar por sí valores sociales en pugna,
tales como: competitividad y cooperación; solidaridad y compromiso; seguridad y recreación;
formación y trabajo; futuro y presente.
Barrio
La Estrella es testimonio del
fuerte impacto de la crisis sobre la estructura socio-territorial
de la ciudad. Se trata de un
área de loteos populares abiertos, con viviendas de autoconstrucción,
precaria accesibilidad, ausencia de infraestructuras, alto nivel
de desempleo e importante deserción escolar y delincuencia juvenil.
Ante este escenario, los vecinos comenzaron generar colectivamente
instancias de toma de decisiones que ofreciesen respuestas suficientemente
vastas, factibles e inclusivas.
Para
revertir la situación crítica del barrio se propuso la recuperación
de un terreno baldío adyacente para emprender allí diversas actividades
de contención que permitan la reinserción de los jóvenes en el
sistema educativo, la generación de herramientas de acceso al
empleo y el desarrollo de microemprendimientos que potencien las
capacidades locales. De este modo la población local construyó
un rumbo deseable y puso a prueba las habilidades de gestión adquiridas
por los vecinos.
Luego
de un par de años de trabajo en el área de Abasto, a través de
instancias de participación
efectiva en las redes sociales y culturales de la zona y del
aporte académico conseguido con la formación
de grupos de alumnos y miembros representativos de la comunidad
local, trabajando tanto dentro de la estructura de grado de Arquitectura
como en la extensión universitaria a través de un programa de
investigación, se ha comenzado a ejecutar el “Parque Social Abasto”
como pieza central de la etapa de implementación de la investigación
en curso.
El
proyecto de Parque Social se constituye entonces como un dispositivo articulador de las diferentes iniciativas dispersas,
a partir del aprovechamiento de los recursos existentes en el
Abasto con la finalidad de la multiplicación
de las áreas de uso público en la diversa oferta de espacios
y núcleos privados e instituciones. En todos los casos, se busca
favorecer un sentido unitario para el proceso, enlazando al conjunto
de las tareas a partir del cumplimiento de un objetivo central
tomado como denominador común: la ampliación física y la mejora
cualitativa del uso del espacio público y la conformación por
ese medio de un sistema
abierto de cohesión social.

Propuesta
inicial del “Parque Social Abasto”
Referencias:
1-Casona Cultural Humahuaca, 2-Cumbre de Juegos Callejeros, 3-Revista
El Abasto, 4-El Bancadero Centro de Asistencia psicológica, 5-Abasto
Plaza Hotel, 6-Museo Carlos Gardel, 7-Universidad de Palermo,
8-Casa Abasto, 9-Teatro El Cubo Cultural, 10-Red de Artistas Plásticos
del Barrio de Abasto, 11-Fuerza Abasto, 12-O.S.P.A.C.A (Obra Social
de Empleados del Automóvil Club Argentino), 13-Teatro De la Fábula, 14-Circuito
Turístico Teatral y otras programaciones, 15-Milonga Bar El Morocho
del Arrabal, 16-Tanguería Restaurante Alma Tango.
5.
Lógicas y alcances de implementación del proyecto
Desde
el punto de vista de la implementación del proyecto se ha emprendido
una serie de fases concatenadas. La primera consiste en la reunión
de los diferentes grupos, instituciones e individuos participantes
a través de encuentros
programados. En ellos, cada uno de los integrantes de la red
expresa sus actuales proyectos en marcha, las ideas y propuestas
nuevas que aportar, así como disponibilidades y posibilidades
concretas para facilitar sus instalaciones edilicias, terrenos,
tiempos y otros recursos de orden físico, para ser incluidos en
el nuevo mapa barrial
y/o convertirse en recursos para proyectos de nuevos integrantes
de la red.
Seguidamente,
se trabaja sobre aquellas iniciativas que aún no cuentan con financiamiento
cierto, a fin de encauzar su grado de factibilidad. Eso está ocurriendo
en concreto con el proyecto de un circuito teatral (una experiencia
de teatro callejero a lo largo del barrio), desarrollado de manera
conjunta entre una compañía de teatro independiente y empresarios
del sector turístico; que está en la búsqueda de una línea de
subsidios del área de cultura del Gobierno de la Ciudad. De todos modos, la mayoría de los proyectos en marcha prevén su autofinanciamiento.

Los
juegos callejeros en el “Parque Social Abasto”
Las
fases posteriores tienen que ver con la preparación
del entorno y herramientas que sustentan el proceso. Esto
implica la elaboración de un mapa que permita visualizar todos
los componentes de la red y sus ofertas. Una herramienta complementaria
es la confección de un
sitio en Internet que facilite trabajar en conjunto
con el mapa como una suerte de agenda local del espacio público,
una línea de tiempo que maneje grados de flexibilidad mes a mes
para realizar las programaciones respectivas. Podrán entonces
exponerse los diferentes eventos en diferentes áreas de interés,
a la vez que podrá identificarse en el mapa la variación de la
figura dinámica que tomará a lo largo del tiempo el Parque Social.
Se
enlazan así eventos de las asociaciones civiles, de los teatros
y centros culturales, de la red de instituciones sociales, de
grupos de vecinos, de artistas y de las universidades, de manera
de formar una red más amplia que permita la multiplicidad de actores,
a la vez que articule las actividades y agendas en un único espacio
de visualización, como así también la de otras iniciativas que
impulsen el mejor aprovechamiento del espacio público de la ciudad.
Las
actividades que en estos momentos se están comenzando a poner
en marcha son las siguientes: escuela de fútbol para niños, apoyo
escolar, apertura y visita a talleres de artistas de la zona,
el circuito turístico teatral, la cumbre de juegos callejeros,
festivales de música popular, talleres de capacitación, foros
de discusión, seminarios sobre el parque social, atención psicológica,
entre otras.
En
consecuencia, a partir de tareas de relevamiento sociourbano,
se logró en una primera instancia desarrollar una mirada diagnóstica
del sitio. Seguidamente, se construyó una modelización teórica
que pretendía generar redes de contención social, a partir de
los problemas detectados. A continuación, mediante talleres participativos
de discusión, se validó
la iniciativa con la comunidad local; actualmente, tal propuesta
se encuentra en proceso de implementación.
Desde
esta perspectiva, el proyecto del Parque se instala como herramienta capaz
de aportar una posibilidad efectiva de articulación social y de
reconfiguración urbana. Dado que se trata de un sistema abierto
e inclusivo, representa de la manera más horizontal posible las
relaciones entre los diferentes actores sociales por
fuera de estructuras jerárquicas. Esta figura, que expone
su confianza en la sociedad civil, aspira a construir una política
de la ciudadanía para comprender un escenario transformador con
sus propios medios.

Jornada
de debate en el “Parque Social Abasto”
A
modo de conclusión, en las tradicionales áreas consolidadas que
atraviesan agudos procesos de fragmentación, que acentúan los
problemas de exclusión y de segregación social, mediante tan aisladas
como pequeñas iniciativas locales, han comenzado a surgir nodos
urbanos de inclusión. De modo que, frente a un crecimiento diferencial
de la ciudad, resulta relevante sostener, consolidar y reproducir
esta incipiente experiencia de parques
sociales, que tienden redes de contención, que fortalecen
relaciones de vecindad, que ofrecen nuevas oportunidades a la población
y que permiten recuperar valores sociales en pugna.
GD
y GT
Los
autores son arquitectos y docentes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Palermo.
Ver
el sitio Web desarrollado en el marco del Parque
Social Abasto.
De
Guillermo Tella, ver también en café
de las ciudades:
Número
33 I Proyectos de las ciudades
El
Parque Social como instrumento de integración I Una
experiencia singular en San Miguel Oeste. I Guillermo C. Tella,
etc.
Número
53 I Política de las ciudades (II)
Un
urbanismo de abajo hacia arriba I Declaración
de Guadalajara sobre el futuro de la ciudad: los ciudadanos tienen
derecho a no estar satisfechos I Guillermo Tella
Número
55 I Tendencias (I)
Un
crack en la ciudad
I Rupturas y continuidades en la trama urbana de Buenos
Aires: entrevista a Guillermo Tella I Marcelo Corti
Sobre
los problemas de los centros históricos latinoamericanos, ver
la presentación del número
anterior de café
de las ciudades.
Sobre
normativa urbanística en Buenos Aires, ver también entre otras
notas en café
de las ciudades:
Número
62 I Planes y Política de las ciudades
Normativa
urbanística: la articulación entre planeamiento, participación
y gestión I Sobre los conflictos alrededor del
Código de Planeamiento Urbano de Buenos Aires I Marcelo Corti
Sobre
las torres country, ver también en café
de las ciudades:
Número
34 I Tendencias
La
génesis de Torre Country I Una tipología antiurbana
(II). I Mario L. Tercco
Número
33 I Tendencias
Los
deseos imaginarios del comprador de Torre Country I
Una tipología antiurbana (I) I Mario L. Tercco