Máster "La ciudad: políticas, proyectos y gestión"
La 5º
Edición se realizará en Barcelona, del 12 de
enero de 2004 al 2 de abril de 2004. El objetivo de este máster,
dirigido por Jordi Borja, es proporcionar una formación
complementaria enfocada hacia la acción, con el fin
de orientar los cambios en la gestión de los
procesos urbanos y estimular una reflexión innovadora
acerca de los contenidos e instrumentos de las políticas
de la ciudad.
Se trata
de formar e informar a los asistentes sobre la integración
y articulación de los diversos elementos que intervienen
en la planificación y gestión de los proyectos
y servicios urbanos, tanto a nivel teórico como práctico.
A través de la presentación de casos, se comentará
la experiencia de las ciudades europeas y americanas (del
norte y del sur). Ello ha de servir para mostrar a los asistentes
los elementos innovadores necesarios para afrontar con eficacia
la complejidad de las políticas urbanas con vocación
integral.
El máster
está estructurado en tres cursos de especialización
de unidad temática (4 módulos cada uno). Es
posible elegir solamente un curso o bien uno o más
módulos por separado. Cada módulo tendrá
20 horas lectivas (de 16 a 20 todos los días) y estará
a cargo del profesor responsable y de un equipo de profesores
colaboradores , la mayoría de ellos, con experiencia
práctica en gestión.
Además,
el curso incluye la realización de visitas a diferentes
instituciones (en un promedio de tres mañanas por
semana) con una exposición sistemática por parte
del responsable del servicio o del programa, que acerque a
los asistentes a la gestión cotidiana de la ciudad.
Por otra parte, se consideran 5 horas promediables de trabajos
dirigidos por módulo (un total de 30 hs por módulo).
El máster
esta destinado a funcionarios públicos o profesionales
vinculados a instituciones públicas de diferentes ciudades
europeas y latinoamericanas, dirigentes o técnicos
de organizaciones sociales y profesionales liberales o del
sector privado que deseen actualizar o reciclar sus conocimientos,
licenciados universitarios interesados en la elaboración
de proyectos y asesorías sobre la temática de
la ciudad, e instituciones, asociaciones o empresas de diferentes
países interesadas en adquirir todo el máster
o curso/módulo para enviar a técnicos, funcionarios,
docentes o investigadores becados.
Información
e inscripciones, en Les
HeuresFundació Bosch i GimperaUniversitat
de Barcelona, Palau de Les Heures - Llars Mundet,
Passeig de la Vall dHebron, 171 (08035) Barcelona. Contacto
en Les Heures: Teresa
Claus, teléfono 93 567 74 00, fax 93 428
63 70. Información académica: Mariela
Iglesias.
Ver
programa completo
del master.
Buenos Aires: comunas sí, pero no de cualquier manera
El
politólogo Luis Lehman, lector y amigo de café
de las ciudades, nos envía su opinión
sobre el proyecto oficial de Ley de Comunas de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires:
Demostrando
una pasión por la reforma política que lamentablemente
no tuvieron en los últimos años, un grupo de
legisladores se apresta a votar e imponer una Ley de Comunas
que no ha sido debidamente discutida por los vecinos y
sus organizaciones.
El proyecto
de ley prevé una división administrativa que
separa artificialmente a los barrios porteños, condicionando
el futuro de la ciudad por muchos años. Constitución
y Recoleta, por ejemplo, quedarán fragmentados en dos,
mientras que Belgrano terminará en la calle Pampa.
Tal vez el caso más extremo, y grotesco, sea el de
Parque Chacabuco, donde sus vecinos se repartirán en
tres comunas. Paralelamente a tanta división sin sentido,
nada se habla de intentar unificar las numerosas jurisdicciones
de las distintas reparticiones y servicios que surcan nuestra
ciudad.
Otro tema
poco claro es el de los objetivos y las competencias de las
nuevas comunas, ya que si a éstas no se le asignan
funciones específicas, sólo servirán
para repartir cargos entre punteros políticos,
repitiéndose la historia de los desacreditados Concejos
Vecinales.
Pero no
sólo creemos que es indispensable consensuar y aprobar
una ley de comunas seria. Nuestra ciudad, que ya lleva ocho
años de autonomía, todavía no tiene una
ley electoral propia. La ley nacional, de la que aún
dependemos, limita notoriamente las candidaturas independientes,
por lo que se sigue dándole la espalda a otro de los
reclamos de la ciudadanía.
Por eso,
ante tantas demandas y debates postergados, llama la atención
el abrupto interés de algunos legisladores. Según
la Constitución de nuestra ciudad, la Ley de Comunas
debería haber sido sancionada antes de 2001. ¿A qué
se debe ahora tanto apuro? Nos es lícito sospechar
que se busca evitar la participación de los diputados
electos hace unos pocos meses, marginando de esta manera a
los nuevos representantes de la ciudadanía. En un acto
desesperado, se pretende ignorar una vez más la nueva
relación de fuerzas surgida del voto popular.
Es necesario
que de una vez por todas se termine con la especulación
política, y las autoridades y los legisladores
se dediquen a cumplir el trabajo por el cual fueron elegidos:
gobernar y legislar para el bien común.
Luis
Lehmann es también Presidente de la Asociación
Vecinal del Barrio del Retiro:
los lectores interesados pueden contactarlo escribiendo a
info@barriodelretiro.com.ar
Buena oportunidad para ensayistas jóvenes
Rolo Chiodini,
amigo y colaborador de café
de las ciudades (ver sus notas sobre gastronomía
de las ciudades en los números 6,
7,
8
y 10
) nos acerca esta información:

La FURS
(Fundación para los Estudios Urbanos y Regionales)
en colaboración con el International Journal of Urban
and Regional Research y la editorial Blackwell de Oxford,
organiza el cuarto concurso internacional del mejor ensayo
sobre temas urbanos y regionales, a cargo de jóvenes
(hasta 35 años) académicos.
El ganador
del concurso obtendrá un premio de 1000 libras esterlinas.
Asimismo se otorgaran tres segundos premios y tres terceros
premios de 500 y 250 libras esterlinas respectivamente. Estos
premios están dirigidos a:
- ensayos
escritos en inglés de autores cuya lengua nativa
sea el inglés,
- ensayos
escritos en inglés de autores cuya lengua nativa
no sea el inglés
- ensayos
en Francés, Alemán, Italiano, Portugués
y Español.
Los ensayos
finalistas no incluidos en los tres primeros premios serán
premiados con libros Blackwell por un total de 700 libras
esterlinas. El ensayo que reciba el primer premio será
publicado en el International Journal of Urban and Regional
Research siguiendo los cambios requeridos por el Editor
y, si fuera necesario, se traducirá al inglés.
El ensayo
ha de tener una extensión máxima de 7000 palabras
(incluido notas y bibliografía) y debe ser acompañado
de un resumen de un máximo de 500 palabras en Inglés.
Los ensayos que sobrepasen el limite señalados serán
excluidos automáticamente. Serán aceptados los
ensayos en las siguientes lenguas: Inglesa, Francesa, Alemana,
Italiana, Portuguesa y Española.
El ensayo
deberá ir acompañado una nota indicando el nombre
completo del autor, la dirección, universidad u otro
lugar de trabajo (si lo hay), fecha y lugar de nacimiento,
nacionalidad, números de teléfono y fax e e-mail,
un breve Curriculum Vitae (máximo 100 palabras). Y
debe indicar el número exacto de palabras del ensayo.
Los ensayos
deben enviarse antes del 31 de mayo del 2004 a Nicoletta
Carmi como un documento adjunto (codificación
Basic Mime) o por correo (en documento "winword" en disquete)
a la dirección: FURS Essay Competition, Fondazione
Bignaschi, Via Olmetto 3, 20123 Milano, Italia. Se recomienda
la participación en este premio a aquellos candidatos
no premiados en las convocatoria anteriores, si bien tendrán
que presentar un nuevo ensayo.
Los ensayos
serán leídos por dos asesores anónimos,
quienes enviarán sus comentarios al Profesor Enzo Mingione,
quien organizará la última vuelta en una comisión
de tres expertos. Los resultados se harán públicos
y serán comunicados a los participantes antes del 31
de diciembre del 2004.
Para
más información contactar a Nicoletta
Carmi, teléfono 39-02-8057718, fax 39-02-8692565.
Objeción
de conciencia a la moratoria edilicia en Italia
El
arquitecto napolitano Francesco Buonfantino, integrante de
GNOSIS
architettura s.r.l., propone una respuesta
ética a la nueva condonación de construcciones
clandestinas en Italia. Reproducimos la carta que envió
recientemente a colegas e instituciones:

De la
nueva moratoria para construcciones clandestinas se ha dicho
y escrito mucho. Es sin duda antieconómica en cuanto
a cambio de una entrada inmediata de cierto dinero en las
arcas públicas, compromete a la comunidad a dotar a
los edificios condonados de servicios y calles que costarán
mucho más de lo ingresado. Es ciertamente antidemocrático
porque premia a quien ha infringido las leyes dañando
a quien las respeta, aunque serán justamente los impuestos
pagados por quienes han respetado las leyes (la mayoría)
los que pagarán las obras de urbanización indispensables
para las construcciones clandestinas. Es sin duda el enésimo
golpe al patrimonio urbano y ambiental de nuestra maltratada
nación.
Sobre
todo esto la prensa ha escrito mucho, recogiendo las contribuciones
de innumerables personalidades que han desarrollado y analizado
con atención los puntos arriba listados. Pero en cambio
un aspecto, probablemente considerado sin razón como
marginal, no ha sido todavía analizado de manera suficiente:
las moratorias sobre obras clandestinas generan una aceleración
innatural de la actividad edilicia que determina, a la
fuerza, la construcción de una pésima arquitectura.
Al estrago
ambiental se agrega entonces también el cultural. La
premura y las condiciones de fraude imponen la construcción
de arquitecturas descuidadas, construidas solamente para conseguir
el derecho a la condonación de la superficie abusiva,
para merecer el perdón del estado para la volumetría
edificada sin atenerse a ninguna planificación. Si
un ciudadano hubiese construido abusivamente una Casa en la
cascada (como aquella de Frank Lloyd Wright) o una villa sobre
el promontorio de Capri (como la Casa Malaparte de Adalberto
Libera) y ahora quisiera condonarla estaríamos ciertamente
en presencia de un daño al ambiente (también
se habría abierto entonces una discusión sobre
el daño efectivo que ciertas antropizaciones han producido
al territorio y hasta que punto estas sean expresiones de
alta arquitectura), pero por lo menos la comunidad habría
agregado a su patrimonio dos grandes arquitecturas.
Las formas
de esta moratoria, en cambio, han inducido a los especuladores
y a los simples ciudadanos que prueban de hacer pillerías
a poner en marcha una actividad edilicia caracterizada
por el apuro y por la absoluta indiferencia a la calidad
de la arquitectura. De este modo, más allá del
daño al ambiente, se produce un daño a la cultura
arquitectónica que resulta contaminada por centenares
de miles de metros cúbicos de construcciones absolutamente
indiferentes al desarrollo de un lenguaje común de
la arquitectura de calidad. Verandas, superparcelaciones,
insignificantes condominios, anónimas villas, todas
abusivas, surgen al lado y adentro de nuestros centros históricos
destruyendo aquel tejido homogéneo propio de la extraordinaria
arquitectura de nuestra ciudad.
La actividad
especulativa resulta así a menudo confundida por el
ciudadano como sinónimo de arquitectura moderna. Un
edificio contemporáneo de calidad es con frecuencia
realizado en contextos en los cuales toda la cultura italiana
de la moratoria ha producido un tejido de vergüenzas.
Probablemente también una arquitectura de Renzo Piano,
construida en Agrigento,
tendría
dificultades para conquistarse una identidad y terminaría
por ahogarse en el mar de "abusivismo" propio de aquellas
tierras.
Este es
el motivo, incluso antes que las razones políticas
o ambientales, por el cual un arquitecto debería
oponer objeciones de conciencia a quien le haga el pedido
de realizar los trámites de una moratoria para una
obra clandestina. La falta de seguridad jurídica ha
producido también, junto a otros infinitos daños,
la destrucción de una cultura arquitectónica
difundida, capaz de aceptar y reconocer la arquitectura contemporánea
de calidad. Los arquitectos, así como todos los proyectistas,
deberían negarse a realizar trámites para la
presentación a esta moratoria (sin los técnicos,
los ciudadanos no sabrían como manejarse).
Una objeción
de conciencia de todos los técnicos sobre la moratoria
de obras clandestinas constituiría un primer paso hacia
la inversión de la tendencia que llevaría a
los mismos proyectistas como protagonistas del renacimiento
de la cultura arquitectónica contemporánea.
Cultura que ha estado siempre entre los fundamentos de nuestra
sociedad.
Sobre
el tema, ver "La ciudad clandestina" en el número
8 de café
de las ciudades.
El negocio de recalificar el suelo en España, (y sobre
todo en Madrid...)
En
La
Vanguardia del 19 de octubre pasado José
Manuel Naredo (profesor ad honorem de la Escuela de Arquitectura
de Madrid y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas
de la Universidad Complutense, Premio Nacional de Medio Ambiente
2000) escribe esta nota sobre "El negocio de recalificar el
suelo":
El hecho
de que hoy se le añadan como poco tres ceros al precio
de un terreno por el mero paso de rústico a urbano
otorga nuevo sentido a la idea de Pío Baroja de que
"...en las ciudades, si Dios está en algún lado
es en los solares". Esta sorprendente multiplicación
del valor ligado a la transmutación del terreno en
solar parece algo milagroso, pero, en este caso, el milagro
pasa por la alcaldía. Es el alcalde, apoyado por los
concejales, quien tiene la llave de las recalificaciones,
bien a través del plan general del municipio o bien
alterando éste mediante planes parciales u otras figuras
de planeamiento. Y quien tiene la llave de las recalificaciones
la tiene también de las plusvalías millonarias
que éstas generan, siendo la construcción
el medio colaborador necesario para dar visos de realidad
al milagro, al posibilitar la transformación material
del terreno en suelo edificado. Desvelemos las claves de este
proceso y aproximemos el importe de las plusvalías
obtenidas. La encuesta de precios de la tierra, del Ministerio
de Agricultura, atribuye al suelo agrícola un precio
medio nacional de 0,8 euros/m2 para el año 2002. Sin
embargo, a principios del año en curso, la encuesta
de precios de la vivienda del Ministerio de Fomento fijaba
un precio medio de 1.402 euros/m2 construido. De ahí
que si, con estos precios, compramos una hectárea de
terreno rústico y conseguimos recalificarla como urbana,
el negocio depende de tres cuestiones adicionales. Primero,
de la parte del terreno que tengamos que ceder para infraestructuras
o usos no lucrativos. Segundo, del volumen construido vendible
que podamos incorporar en la parte edificable del terreno.
Tercero, del coste de construcción. Este último
dato es el menos incierto de los tres: aunque varíe
atendiendo a la calidad y tipología de la edificación,
podríamos fijar un coste medio razonablemente alto
de unos 1.000 euros/m2 de vivienda. Los otros dos dependen
de lo que atribuya el planeamiento en cada caso. No podrían
tacharnos de optimistas si suponemos que la superficie construida
vendible es sólo un 40% del suelo inicial. Con estos
datos medios, tras descontar el elevado coste de edificación
antes mencionado, tendríamos una plusvalía mínima
de 1,6 millones de euros por hectárea media recalificada,
es decir, unos 160 euros de plusvalía por metro cuadrado
del terreno. La importancia económica de este fenómeno
salta a la vista cuando el suelo urbano recogido por el catastro
(que excluye a Navarra y al País Vasco) ha venido creciendo
durante el último quinquenio a una media de 20,2 mil
hectáreas anuales: 6,2 mil en forma de solares y 14
mil en forma de parcelas edificadas. Como este crecimiento
registrado de esta superficie de parcelas edificadas y solares
excluye ya la superficie destinada a infraestructuras o usos
no vendibles, el porcentaje de transformación en superficie
construida estará muy por encima del antes mencionado.
La información del planeamiento reciente muestra que,
una vez deducida la superficie destinada a sistemas generales,
cada metro cuadrado de solar edificable origina por término
medio entre uno y dos metros cuadrados construidos. Por lo
que podríamos estimar que las recalificaciones de terrenos
registradas por el catastro originan una plusvalía
anual media de entre 100 y 150 mil millones de euros (a
precios del 2003), cobrando un protagonismo indiscutible en
la economía y la política españolas.
La importancia de esta cifra salta a la vista si se compara
con la renta disponible bruta o con el total de salarios pagados
anualmente en España (589 y 347 mil millones de euros,
respectivamente, en el 2002). La plusvalía estimada
alcanza un orden de magnitud tan impresionante que por mucho
que rebajemos nuestras estimaciones sigue siendo muy significativa.
Y el reparto de esta plusvalía entre políticos,
promotores y propietarios de suelo se opera en la trastienda
de los ayuntamientos con el visto bueno de las consejerías
y departamentos con competencias sobre este tema, ofreciendo
un buen caldo de cultivo para la corrupción.
La información catastral antes mencionada ofrece el
detalle regional del aumento de suelo urbano y destaca el
mayor crecimiento en ciertas zonas del litoral mediterráneo
y en la Comunidad de Madrid. Esta última ofrece un
crecimiento espectacular del suelo edificado y de los solares
durante el quinquenio 1995-2000: según la información
catastral, estas dos rúbricas muestran un crecimiento
medio de 5.460 hectáreas anuales. Por otra parte, el
precio medio del metro cuadrado construido en la Comunidad
de Madrid se sitúa muy por encima de la media nacional:
alcanzó en el segundo trimestre del 2003 los 2.456
euros/m2, a la vez que el precio medio del suelo rústico
se situaba en Madrid por debajo de la media nacional, con
0,6 euros/m2 en el 2002. Pero mejor que insistir en el análisis
regional de los datos del catastro, preferimos cotejar esta
estimación con la obtenida a partir de los datos que
ofrece la cartografía del planeamiento sobre el suelo
urbano y urbanizable de la Comunidad de Madrid, que resultan
más ajustados a nuestro propósito. La información
del planeamiento referida al último quinquenio con
datos disponibles arroja para esta comunidad un crecimiento
de suelo urbano, urbanizable y destinado a sistemas generales
de 6.432 hectáreas anuales, con el siguiente desglose:
1.900 hectáreas anuales de suelo urbano, 1.280 de suelo
urbanizable y 3.200 de suelo destinado a sistemas generales.
Aplicando un coeficiente medio de transformación de
la superficie de solar en suelo construido de 1,6 para el
suelo urbano y de 0,4 para el suelo urbanizable, obtenemos
una plusvalía anual de 52.000 millones de euros anuales
para el conjunto de la Comunidad de Madrid, fruto de las recalificaciones
de terrenos registradas en su territorio. La plusvalía
así estimada supone algo más del 80% de la masa
de salarios y del 70% de la renta disponible de la Comunidad
de Madrid, y entre la mitad y un tercio de la plusvalía
anual antes estimada para el conjunto del país. De
ahí que la comunidad madrileña sea en nuestro
país la reina de las plusvalías; y que,
una vez recalificado casi todo el suelo rústico privado
del municipio de Madrid, el principal negocio se plantee fuera,
en los municipios del área metropolitana y en la comunidad
que los gobierna, lo que explica los recientes episodios político-inmobiliarios.
Desde antiguo se sabe que el negocio culmina cuando se consigue
recalificar terrenos reservados para usos verde-deportivos
o infraestructuras diversas en zonas céntricas de la
conurbación. La historia urbanística de Madrid
está plagada de ejemplos que van desde la compra y
recalificación del antiguo "cinturón verde",
que hizo la fortuna de Banús al instalar sobre él
los barrios del Pilar y de la Concepción, hasta los
diversos "triángulos de oro" y continuas recalificaciones
de cuarteles, conventos... y zonas ferroviarias. Ejemplos
que marcan un continuismo digno de mejor causa. Evidentemente,
la plusvalía media de 16 millones de euros por hectárea
recalificada que resulta de la estimación anterior
se ve ampliamente superada por las de ciertas operaciones
estrella como la que hizo urbanizable la ciudad deportiva
del Real Madrid, que además de producirse en zonas
muy valoradas, admiten importantes volúmenes edificados
por metro cuadrado de terreno.
Sobre
la ciudad deportiva del Real Madrid, ver "Un negocio galáctico"
en
el número
10 de café
de las ciudades.
Debate sobre rascacielos en París
La prensa
francesa ha difundido en las últimas fechas el debate
sobre los posibles cambios en la planificación urbanística
parisina. El Ayuntamiento de París está elaborando
un nuevo Plan Local de Urbanismo (PLU) que permita la construcción
de edificios más altos y de rascacielos. El alcalde
socialista de la capital francesa, Bertrand Delanoë,
lo ha justificado con la necesidad de construir 3.000 viviendas
en una ciudad que ha agotado sus 105 km2, generar
nuevas zonas de actividad comercial para promover el empleo
y "el deber de permitir a los arquitectos de talento
del siglo XXI construir en París". Cabe recordar
que París tiene, a diferencia de la mayoría
de las capitales de lo que el lenguaje administrativo francés
califica como "Inmuebles de Gran Altura", un escaso
número de edificios altos: 158. Este tipo de edificios,
en París intramuros, se concentran principalmente en
los arrondissements exteriores, cerca del periférico,
a excepción del más alto de ellos, la Tour Montparnasse.
Dichas
propuestas han sido mal acogidas por parte de la oposición
ecologista y conservadora en el consejo local, por no adecuarse
a las características de la ciudad. Por otro lado,
los profesionales de la administración de inmuebles
argumentan que los costes de mantenimiento de este tipo de
construcciones provocan que frecuentemente se acelere su degradación
y crezcan los peligros que suponen.
Traducido
y resumido por Josep Alías de un artículo de
Le Monde (ver
el artículo
original).
La
Mairie de Paris s'interroge sur l'édification de nouvelles
tours
L'éventuel
retour des gratte-ciel suscite un tollé parmi les élus
et dans les associations
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