Dos
años de café
Cuéntame
tu ciudad: Mar del Plata, Rosario, San Juan de Puerto Rico, Buenos
Aires (x 3), La Plata, Córdoba, Bariloche, Martínez,
Rubí, Bariloche, Milán, México DF, Bogotá
(x 3), Roquetas de Mar, Santiago, Medellín... (y Fontanarrosa,
y Simmel, y Prestinenza...).
En este mes
de noviembre se cumplen dos años de vida de café
de las ciudades. Como parte del "programa de festejos",
les pedimos a nuestros lectores que nos enviaran una reflexión
(también una foto, un dibujo, o un texto de otra persona)
sobre sus respectivas ciudades; sobre, por ejemplo, las esperanzas,
los miedos, los deseos, los peligros, los lugares, los recorridos
y derivas en la ciudad.
Tuvimos muchas
y muy buenas respuestas, que publicamos en el mismo orden en que
las recibimos. En conjunto, son un muestrario de las ciudades a
las que llega nuestro café,
de sus lectores, de sus intereses y miradas, de sus modos de expresión,
de sus éticas y estéticas. Un muestrario plural, desparejo
y variopinto como el mismo café.
MC
>
Mar del Plata
Guillermo De
Diego nos envía estas fotos de su ciudad, Mar del Plata (Argentina):

Edificio
Havana y Casino de Mar del Plata

Edificio
del Correo

Playa
con túnel vial
Somos
creativos, a falta de paisaje
Rosario tiene lindas minas y buen fútbol. ¿Qué
más puede pretender un intelectual?. Esa es mi respuesta cada
vez que me preguntan por qué vivo en Rosario. Hecho que, por
otra parte, no es demasiado curioso. Un millón doscientas mil
personas han tomado la misma determinación. Lo de las mujeres,
señores, es destacable. Más de una vez pensé,
y hasta lo
propuse, que si había que hacer una campaña publicitando
Rosario como destino turístico, a falta de mar, picos nevados
o juegos de azar, teníamos que hacer hincapié en lo
de las mujeres. Considerando, además, que ya pasó aquel
momento brillante de la ciudad, cuando se proclamaba Capital Mundial
de la prostitución y miles de turistas llegaban a la Chicago
Argentina en busca del luminoso barrio de Pichincha. Momento que,
por lógicas razones
cronológicas, no pude vivir, lo que me recuerda aquella frase
de Woody Allen: "Yo me perdí la Revolución Sexual por
dos meses".
Admito que nunca encontré una frase impactante para mi propuesta
publicitaria. La fellinesca "Rosario, la ciudad de las mujeres" suena
un tanto obvia y sin gracia. "Rosario, Capital Nacional de la Potra",
rotunda y aceptada rápidamente por la vulgaridad de mis amigos,
era sin duda burda y bastante peyorativa hacia el género femenino.
Buscar algo en torno a "loba", nos hubiera emparentado demasiado con
Roma. La idea quedó en la nada.
Este impulso mío de resaltar la belleza de las mujeres locales
se contrapone, paradójicamente, con una inquietante y reveladora
teoría que estoy por lanzar en breve mediante mi ensayo Somos
todos feos. Sostengo allí, valientemente, que el 90% de los
seres humanos nos dividimos, estéticamente, entre normales,
feos y horribles. Sólo hay, lo lamento, un 10% de bellos, que
son aquellos a los que se les paga por su condición de
hermosos, aparecen en las tapas de las revistas, desfilan en las pasarelas
y brindan sus nombres a perfumes costosos. No se les exige decir frases
ingeniosas, pensar o emitir opiniones profundas. Sólo se les
reclama que sean lindos. Cuando se generaliza diciendo "La mujer brasileña
es bellísima" o "El hombre argentino es muy buen mozo", se
habla, duro es admitirlo, de un 5% de nuestros habitantes. Pero toda
teoría tiene su excepción, mis amigos. Y debo aceptar
que la mujer rosarina (como la de Cali, Colombia) está muy
pero muy buena. Rebuena, dirían los chicos. Y aquí también
arriesgo un par de explicaciones a tal fenómeno natural. Primero:
la soja. Esta leguminosa (hoy por hoy alimento estrella a nivel mundial)
es la base nutricia de la mujer rosarina, la que la hace más
sólida, más maciza, más protuberante y más
sabia. Segundo: la pendiente de la ciudad hacia la costa. Desde la
época de las lavanderas, nuestras señoras han debido
bajar hacia el río, descender hacia el Paraná por calles
empinadas como Laprida o Rioja, lo que las obliga a echarse hacia
atrás buscando el equilibrio, comprimiendo los glúteos,
tensando los músculos del estómago y sacando pecho,
para sostener, además, el canasto de ropa sobre sus cabezas.
Los resultados están a la vista, mis amigos, aunque no todos
al alcance de la mano. Usted no puede darse vuelta a mirar a una señora
en la peatonal Córdoba porque se pierde. Se pierde la que viene
de frente.
La exaltación de las mujeres, asimismo, se entronca en el recurso
rosarino de defender la ciudad rescatando el paisaje humano ante la
moderada oferta de atractivos geográficos mayores. Seamos realistas,
el Paraná boca arriba (como poetizó Pedroni) es enorme,
pero no es el mar y alrededor no tenemos ni siquiera mansas serranías,
como Córdoba. Entonces, cada vez que el rosarino habla de Rosario,
menciona nombres y apellidos: el Che Guevara,
Olmedo, Fito Paéz, Baglietto, el Gato Barbieri, etc. etc. etc.
Por ahí va la cosa. Más que nada por el lado de la Cultura.
Y sobre la cultura rosarina siempre hay una mirada curiosa, desde
otras latitudes. "¿Por qué en Rosario se produce un movimiento
cultural tan grande?", suelen preguntarme periodistas porteños,
por ejemplo, que llegan a Rosario y no encuentran lugar en los hoteles,
copados por un miniturismo atraído por la oferta de teatro
y espectáculos musicales, cuando no congresos o simposios.
"Porque en Rosario no hay otra cosa para hacer" contesto yo, medio
en serio, medio en broma. Lo que no es absolutamente cierto, pero
que algún viso de realidad tiene. Las ciudades turísticas
no se caracterizan por generar cultura. En Bariloche, digamos, la
gente tiene puesta su energía en alquilar esquís,
elaborar chocolate, ahumar ciervos y ofrecer perros San Bernardo con
los cuales sacarse fotos. En Mar del Plata la energía recaerá
en ofrecer barcas para pescar tiburones, organizar un Bikini-Open,
fritar cornalitos y vender choclos en Punta Mogotes. Siempre me pregunto
"¿Cuántos escritores dio Las Vegas?". Debe darse, además,
en ciudades como Rosario, un condimento de contagio. "Si de acá
salió Fito -se preguntará algún pibe, como el
mío, que toca el bajo- y salió Baglietto y salió
Litto Nebbia... ¿Por qué no puedo salir yo?". Los
proyectos artísticos no suenan, entonces, tan descabellados.
Como nadie se asombra en Rosario si un pibe apunta para futbolista
profesional. Todos conocemos varios, hijos de amigos, sobrinos o conocidos
que ha aparecido en las inferiores de Ñuls, Central o Renato
Cessarini.
En definitiva,
Rosario es como una Buenos Aires más chica, afortunadamente
más chica y con muchos menos habitantes. Soy, lo confieso,
uno de los tantos rosarinos que anhelan, egoístamente, que
no seamos millones. Nadie ha podido explicarme cual es la ventaja
de ser muchísimos, dónde radica el beneficio de ser
como San Pablo, o ciudad de México, exagerando. Rosario es
una ciudad de inmigrantes, marcadamente italiana, más tanguera
que folclórica, más comerciante que colonial, que
busca un perfil identificatorio a través de lo que hace y
produce, Pero claro, nuestra proximidad con Buenos Aires a veces
nos mimetiza con ella. Hablamos como los porteños, el tango
nombra a San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo pero ignora el
Monumento a la Bandera, no tenemos un cantito como cordobeses, tucumanos
o santiagueños y todo esto, en ocasiones, nos acompleja,
nos hace pensar que no somos diferentes ni reconocibles o que nos
falta una personalidad clara y avasalladora. En verdad, nunca me
desveló ese tema. "El estilo es la insistencia" dijo
alguien. Y es ocioso sentarse a esperar un estilo. Poco habría
producido yo si, antes de empezar a dibujar, hubiese pretendido
definir mi estilo. El estilo aparecerá con el correr del
lápiz. A mi juicio la identidad, como el movimiento, se demuestra
andando. Con una buena cuota de creatividad.
Rosario es una ciudad de creativos, mis amigos. Por algo Belgrano,
para crear la bandera, eligió Rosario.
Roberto
Fontanarrosa
"Roberto
Fontanarrosa, el Negro, humorista gráfico, escritor e hincha
de Rosario Central, nació en Rosario (Argentina) en 1944.
En 1968 publicó su primer chiste y
comenzó a hacer la página de humor de la revista Boom.
En 1972 se inicia la publicación de sus dibujos humorísticos
en la revista "Hortensia" de Córdoba, dando vida a personajes
como "Inodoro Pereyra" y "Boogie, el Aceitoso". Luego colaboraría
también con muchas otras publicaciones, entre ellas Clarín
y su revista dominical, Viva. Además, ha trabajado con Les
Luthiers en la creación de sus espectáculos y ha publicado
tres novelas y varios libros de cuentos. Todas las historias de
Fontanarrosa retratan el tiempo que nos ha tocado vivir y son una
muestra brillante del humor y el talento de este argentino que ya
tiene miles de seguidores en el mundo".
(Extractos de un texto
de Ana Von Rebeur, escritora).
> San Juan de Puerto Rico
Aner Cosme: Espero disfruten esta escena como parte de una parodia
de las calles en el área metropolitana en San Juan. ¡Felicidades!
> Buenos Aires
Guillermo Tella:
Quiero felicitarlos por la cuidada labor que realizan en café:
densa, nutrida, variada, ágil, sabrosa. Sumándome
a los festejos por las dos velitas, les envió esta reflexión:
Buenos Aires
ha puesto de manifiesto en las últimas décadas una
situación de fuerte tensión establecida entre la continuidad
de algunas tendencias tradicionales de reproducción territorial
y la ruptura de otras, ante a la emergencia de nuevas lógicas
de concentración de actividades, de movilidad intraurbana
y de apropiación del espacio. Desde esta perspectiva, el
nuevo escenario metropolitano presenta una articulación sistémica
establecida por dos sistemas de centralidad: (a) la de los centros
tradicionales, utilizados por los sectores bajos de la sociedad,
estructurados a partir de la continuidad que ofrece el transporte
público y de "la calle" como ámbito de integración;
(b) y la de las nuevas centralidades, apropiadas por los sectores
medios y altos, y estructuradas desde la lógica del automóvil,
donde el espacio privado es soporte de las prácticas sociales.
Ambos sistemas, de relativa autonomía e interacción
conflictiva, se articulan en un nodo dominante: el área central
de la ciudad, y ello explica el fuerte carácter monocéntrico
que aún ésta ostenta. De modo que ciudad compacta
o dispersa, ciudad abierta o cerrada, ciudad mono o policéntrica
constituyen temas que deben formar parte ineludible de una agenda
metropolitana.
> La Plata
José
Ariel Núñez: ¿porque amamos a una ciudad?
Pertenencia
No nací
en ella, pero nos adoptamos mutuamente.
Hoy la amo porque
es mía.
Me pertenece
Historia
Ella sabe de
mis pasiones, y mis sueños.
Sus esquinas,
portales, puentes, y cafés son parte de mi historia.
Es confidente..
Clima y lugares
Otoños
de amarillo y naranja, avenidas doradas en los atardeceres, flores
de primaveras y veranos, sol sobre la piel, o esos inviernos largos,
donde la lluvia tiene ese misterio cómplice de intimidad
y afecto compartido...
Es compañera
de anhelos y encuentros exclusivos.
Arte
Diálogo
silente entre mirada y obra en tus museos.
Intimo silencio
de luz y admiración.
Campana musical
de recitales y conciertos.
Es compañera
del arte...
Amigos
Compañeros
de escuela, de Universidad, del Club, nuestros amigos también
son parte de la ciudad. Lealtad y alguna vez decepción que
nos enseñó como en la pintura- el contraste
de valores de la vida...
Patria es visión
subjetiva, interna e íntima que tenemos del país,
de la Nación. La suma de hechos, de recuerdos, de lugares.
Mi ciudad es
mi novia, mi mujer, hijos, amigos, poesías, pinturas...
Mi ciudad, la
de ustedes, ....nuestra ciudad...
Esa, nuestra
patria...es mi ciudad
Gracias, y feliz
cumpleaños, café...
La Plata
Nació
como un final para ese eterno
enfrentamiento
de Interior con Buenos Aires
Dibujo
anticipado que un tiempo
fue novedad
y asombro de las gentes
Cruzada
por doquier por diagonales,
que cada
cinco cuadras florecen en sus plazas
Dibujo
de Benoit, genialidades
de épocas
pasadas, de una raza
de arquitectos,
y genios delirantes
Concebida
en un plano, en una traza
cuadrada
y simétrica, expectante
Hija de
masones y esperanzas
Carpetas
sobre mesas de café,
De esquinas
con reuniones informales
De juventud,
de sueños y de fe
Arte,
política, pasión, banalidades...
La Plata,
Museo, Universidad,
telescopio
que apunta a las estrellas
Mi nuevo
hogar, hoy mi ciudad
Mi novia
es ella.
>
Córdoba
Arq. Donny Yip
Valentin:
La Docta, fundada
en trasgresión, por Jerónimo Luis de Cabrera; fue
y será una ciudad de contrastes, tendiendo entre el Atlántico
o el Pacifico en la colonia; hasta tender entre ser del interior
o la gran metrópoli. Como experiencia: un pueblo, equipado
con todos los servicios de una gran ciudad. Tendiendo aun entre
la pampa llana y las primeras estribaciones de la cordillera, sus
famosas sierras; tendiendo entre ciudad industrial o agrícola. La
Docta, la ciudad de las universidades. Una mancha radiocéntrica
creciendo desigual, tendiendo hacia las sierras mas que a la pampa.
> Las ciudades...
Laura Corti:
respondiendo al pedido del café
y para sumarme a los festejos, envío un pequeño
extracto de un ensayo de Georg Simmel sobre las grandes urbes. El
texto tiene 101 años y forma parte de algunas reflexiones
del autor sobre la cultura moderna. Estuve leyendo algunos textos
de él por estos días y, más allá
de su atemporalidad, me pareció una escritura muy hermosa
y muy interesante para pensar algunas cuestiones actuales sobre
el espacio, las fronteras y la vida del "urbanita".
La esencia más
significativa de la gran ciudad reside en este tamaño funcional
más allá de sus fronteras físicas: y esta virtualidad
ejerce de nuevo un efecto retroactivo y da a su vida peso, importancia,
responsabilidad. Así como un hombre no finaliza con las fronteras
de su cuerpo o del ámbito al que hace frente inmediatamente
con su actividad, sino con la suma de efectos que se extienden espacial
y temporalmente a partir de él, así también
una ciudad existe ante todo a partir de la globalidad de los efectos
que alcanzan desde su interior más allá de su inmediatez.
Este es su contorno real, en el que se expresa su ser.
Georg
Simmel, 1903.
"Las
grandes urbes y la vida del espíritu", en
El individuo
y la libertad. Ensayos de crítica de la cultura. Barcelona,
Península, 1986.
> Martínez
Raúl
Rizzardi: Mandarles mis comentarios sobre Martínez, seria
equivalente a remitirle lo propio a García Márquez,
si fuera del caso de vivir en el mismo pueblo. Lo obvio por pudor.
No obstante, un comentario que no deja de ser un lugar común,
pero de vigencia permanente: como llegó la primavera,
espero encontrarlos a la orilla del río, mirando una salida
de luna llena. Cada vez mas seguido voy con Rosa a cumplir ese ritual.
> Rubí
Eulàlia
Formiguera: Tal y como nos pidieron, os mando una breve descripción
de mi ciudad: Rubí. Situada en la primera corona metropolitana
de Barcelona, es una de esas ciudades que lucha por conservar su
identidad, basada en las historias de la gente que ha ido acogiendo
a lo largo del tiempo.
Por ser pequeña
me tendré que presentar: me llamo Rubí, vivo cerca
de Barcelona y soy una ciudad acogedora. Acojo a quienes en vez
de 40 se van a pasar 30 años atados a su hipoteca. Acogí
a gentes de muchos lugares que vieron en mis fábricas un
futuro. Aunque crecí rápido y mal, todavía
conservo las callejuelas con aire de pueblo que abrigan la Iglesia
de Sant Pere y las plazas que permiten a niños, ancianos
y payeses (ya son pocos) jugar, tomar el sol y vender sus verduras.
Si me piden
el arduo esfuerzo de definirme, les diré que soy el calor
de las gentes que se conocen, que se hablan de balcón a balcón,
que se mezclan y que se encuentran en los bares.
>
Bariloche
María
Rosa Traficante: Felicidades en los dos años del café
de las ciudades y mucho éxito.
Bariloche
Siglo XXI: La ciudad renacerá y brillará como la naturaleza
que le hace de marco
Bariloche es
un hito en sí mismo, tiene grandeza y magnificencia por sí
sola. Como alguien dijo "Bariloche crece y avanza mucho más
por propia gravitación de un destino inevitable que por el
esfuerzo mancomunado de todos sus habitantes".
Una ciudad tocada
por la varita mágica de la naturaleza (en cuanto a sus cerros,
lagos y vegetación), contrasta con el trabajo hecho por el
hombre en cuanto a su diseño urbano y sus edificios.
Cuando hablo
de restaurar Bariloche la idea resulta alentadora, pero choco con
el problema de los que dicen: es una comunidad muy difícil;
los partidos están divididos en mil fracciones, los empresarios
y comerciantes solo quieren ganar dinero y no les importa nada de
la ciudad. ¿No es acaso lo que sucede en el país y en el
mundo?
Ante una energía
de compresión y egoísmo de sus habitantes sólo
van a atraer lo mismo; de ahí que no llame la atención
encontrar en el diario: "incendiaron un hotel en Bariloche", "los
estudiantes destruyen la ciudad"; ¿no es acaso lo mismo que desde
hace años vienen haciendo y permitiendo muchos de los que
la habitan?
Pero Bariloche
tiene fuerza y destino cósmico que hace que a pesar de todo
exista. Hay que perderle el miedo a aquellos que viven encerrados
en su torre de cristal, en su tiendita y no se preocupan en lograr
algo grande y entero que fluya de la misma forma que fluye el Universo.
Cuando pisé
por primera vez Bariloche, allá por la Semana Santa del 86,
fue muy fuerte el impacto que me hizo el casco urbano propiamente
dicho; "cada edificio es una cosa en sí misma", y además,
dentro de cada edificio hay una tendencia a fraccionarlo en mil
pedacitos y materiales diferentes; con escasa idea de unidad.
La impresión
que tuve, fue que en la parte central, es una ciudad gris y necesita
color, y también me sorprendió la poca presencia que
tiene de noche, además del poderoso contraste entre el Centro
Cívico y casi todo el resto de la edificación.
Aquí
y ahora me doy cuenta que el diseño de los edificios no es
ajeno a lo que fue pasando simultáneamente en su gente. Los
pioneros de Bariloche, los que le dieron su impulso inicial, abrieron
el juego e hicieron que Bariloche pasara de ser una aldea a ser
una ciudad pujante. Los edificios de entonces tienen:
- propuesta
totalizadora e integradora (Centro Cívico Bariloche, Hotel
Llao Llao, Catedral, Capilla de San Eduardo)
- van del todo
al detalle
- propuesta
contundente
- presencia
fuerte
- respeto del
paisaje
- proporción
y armonía
>
Milán
Sergio Brenna:
¿La Milán
del siglo XXI será la de la globalización mediática?
Milán
podría ser una de las ciudades más inquietas, más
inciertas, más casuales de Italia. Milán continúa
siendo, incluso en la sede académica, un ejemplo de cómo
no debe ser una ciudad de llanura. Si te pones a buscar las causas
del mal las encuentras en la ausencia de un pensamiento autóctono,
en la naturaleza de ciudad de reunión: reunión de
mercaderes, etapa de ejércitos, ciudad importadora de modas
extrañas, no una ciudad madre.
Giuseppe
de Finetti, Milán, 1951

Proyectos
de Daniel Libeskind, Zaha Hadid y Arata Isozaki para Milán
La trasformación
postfordista de las áreas industriales milanesas y su redestinación
a funciones residenciales o terciarias - comerciales es consecuencia
de una cultura urbanística esclava de las imagines más
efímeras de la economía de la opulencia y de la globalización
mediática (Foster, Ghery, Hadid, Isozaki, Liebeskind, Pei,
Pelli) que, como en la reconstrucción postbélica,
falsea los caracteres originarios.
>
México DF
María
de Lourdes Díaz Arteaga: les reitero el gusto de
ver fructificar vuestro esfuerzo. Tengo para nuestros amigos
unas breves reflexiones sobre la megalópolis que es la Ciudad
de México.
La amo porque
me ha enseñado... todo; festiva me ha cobijado y
dado identidad, familia, hogar, reposo.
Disfruto su Zócalo
vestido de ondeante tricolor perenne y sus señoriales
refugios, muestra de sus mejores ayeres.
Me ha hecho sufrir apreturas, incertidumbres y
desconsuelos, sin embargo juntos hemos pasado de ingenuos a
sofisticados "post modernos".
Dolida la
observo devastada por el indiferente egoísmo de sus
depredadores, pero aún con las entrañas corroídas,
a la distancia luce digna y bella.
Ejerce fascinación
en el extranjero a quien acoge alimentándole en su seno,
sin preguntarle origen, destino o si trae para la
paga.
>
Bogotá
Federico Zapata Ospina: un saludo de aniversario. Espero
que hayan vivido dos años de café
en café.
Bogotá.... Una ciudad para los abismos circulares
Abismal, caótica,
suicida, desnuda, frágil y atemporal. Esta ciudad de
sirenas y de andenes infantiles se hizo y se deshizo desde el hilo
grisáceo
de sus montañas, desprendida del cielo y de sus complejos
nos entrega a sus
hombrecillos delirantes saliendo por las ventanas, por los techos
y por los
alfombrados escondites del poder.
La Bogotá de los flujos entrecruzados se recorre así
misma en un orgasmo
asfaltado que gime escondida bajo los semáforos en rojo,
bajo las faldas
indiferentes y los pies en desuso.
Bogotá para estos y para nosotros, para los que llegan y
para los que nunca
vendrán, es y puede ser un viaje por los abismos laberínticos
que finalmente
todos llevamos en la imaginación... Bienvenidos sean, pues,
al
momento de todos los momentos.
> Roquetas de Mar (Almería)
Juan Pablo Yakubiuk
de Pablo:
Es difícil
hablar de una ciudad a la que pertenezco y trabajo hace solo seis
meses. Una ciudad que tiene elementos para ser una cosmópolis,
(crecimiento urbano, 130 nacionalidades empadronadas) pero también
todos los rasgos de un autentico pueblo andaluz y marítimo.
Contradicciones y fricciones servidas a la mesa. Todo un laboratorio.

>
Santiago
Celia Espinoza:
Felicidades por los dos años del café,
han sido sumamente enriquecedores.
...Y la ciudad
parece monstruosa, irreflexiva,
voy siguiendo
el destino calle abajo en una ciudad
ultramoderna,
tenemos smog, sida y democracia...
entonces en la
oscuridad, surge el cubo lógico de
la razón,
la configuración de m2...
y el aullido
de la noche... el llanto,
las sirenas...
los
borrachos de
espacio y tiempo...
el bruno del
alma... mientras se camina sin Dios, sin
esperanza por
callejuelas con antiluces macilentas,
todo parece violeta,
otra vez la luz y la graffiti
envuelven la
realidad desnuda de sentirse
humano, la razón
de albergar, acoger, abrazar,
nacer, morir...
en rápido espasmo, un alarido sublime,
Es el alma de
María que agoniza.
>
Medellín
Ximena Covaleda
B.: Lo tomé como un juego y me gusto el resultado, no
se a ustedes, feliz cumple...
me
gusta recordar mi ciudad en la distancia que hace todo un océano
repasar mis lugares favoritos: los barcitos de "carlose"*,
...el cine en el museo, la "manga y el muro"**, las escaleritas
para tomar cerveza y compartir historias o trivialidades. mi universidad
con bancos bajo los árboles, donde me podía pasar
todo el día sin ir a ninguna clase. el verde de los árboles
y las montañas. el centro con su ritmo siempre acelerado
y caótico; cine en el colombo, san alejo para ver artesanías,
los bares, el parque del periodista. la zona rosa; bares, parques
y comidas deliciosas. las casas de los amigos, mi casa familiar
recuerdos del "pueblito" como le dice un amigo que está
allá y me pregunta cuando pienso volver
porque la ciudad
donde vivo ahora me tiene atrapada y no me deja ir
* urbanización
Carlos E. Restrepo. Medellín- Colombia
** al decir
"manga", me refiero a una zona verde, el muro; es
un muro de ladrillo que prácticamente era mío"

>
Bogotá (II)
Fernando Antonio
Arias Romero:
Hablar de Bogotá,
en el 2004, es hablar de una ciudad que en 10 años logró
cambiar:
De ser una mugrienta cenicienta,
en bancarrota, con altísimos niveles de violencia, inseguridad, ineficiencia
administrativa, corrupción y absoluta falta de civismo, se
convirtió en coqueta señora, con la mayor inversión
en obras públicas de todo el pías, con bajos niveles
de violencia (paradoja increíble con el conflicto armado
del resto del país),con una recuperación extraordinaria
del sentido de pertenencia, con un cambio fundamental en la oferta
y condiciones de su espacio público....
Es cierto que
faltan muchas cosas, que existen desplazados, ventas ambulante,
desempleo....
Pero es innegable
que el cambio se siente... ahora hay planificación urbana, la
gente paga cumplidamente sus impuestos, por que ve la magnitud de
las inversiones que se hacen y sobre todo la gente aprendió
a querer a una ciudad que en décadas pasadas era "tierra
de nadie".
Vengan a Bogotá
y comprueben un gran milagro... de civismo.
> Bogotá (III)
Jesús
Martín-Barbero: Para celebrar con café
de las ciudades
en sus dos años, hago parte del "programa
de festejos" con un pequeño texto sobre la otra Bogotá
en formación / construcción por sus ciudadanos.
Otra Bogotá
En los últimos
años Bogotá está dejando de ser una de las
ciudades más violentas del planeta, y ello es fruto de una
de las experiencias de gestión urbana más innovadoras.
Partiendo de una campaña electoral sin partido y centrada
por entero en su propia capacidad de convocación, la doble
administración del ex rector de la Universidad Nacional,
Antanas Mockus, ha puesto en marcha un rico y complejo proceso de
lucha contra las violencias urbanas y de reinvención de la
política cultural. Dos hilos atraviesan y dinamizan de punta
a punta esa experiencia: una política cultural que
asume como objeto a promover y regular no las culturas especializadas
sino la cultura cotidiana de las mayorías, con un
objetivo estratégico: potenciar al máximo la competencia
comunicativa de los individuos y los grupos como forma de resolver
ciudadanamente los conflictos y de dar expresión a nuevas
formas de inconformidad que sustituyan la violencia física.
A esa nueva idea de política cultural se llega a partir de
la diferenciación de contextos, en cuanto repertorios
regulados de posibilidades de lenguaje y de acción. Entendimos
que la reproducción cultural tenia su propia lógica:
tal vez no era más potente que la reproducción económica
pero no era tampoco una súbdita elemental de aquella. Hay
claramente un sistema de límites que están culturalmente
definidos, cuyo aprendizaje y transmisión de una generación
a otra es implícito, ese es el contexto de la familia y de
la escuela. Pero, ¿qué pasa con los contextos que tienen
que ver con los desconocidos? Allí, en la regulación
de comportamientos donde no está de por medio la reproducción
cultural especializada (familia, escuela, iglesia) estaría
el lugar de la cultura ciudadana, que es aquella en
la que lo que está en juego no es ni la conciencia moral
del individuo ni la sanción jurídica de una ley sino
la necesidad que tenemos del reconocimiento de los demás.
A esa primera diferenciación de contextos, Antanas va a añadir
otra , teóricamente quizá no muy ortodoxa pero políticamente
clave, entre lo legal constituido por normas especializadas
de orden jurídico-, lo moral -perteneciente al mundo
individual de la satisfacción interior y de las culpas- y
lo cultural : autoregulación incorporada en hábitos
que acarrean derechos, deberes y placeres y cuya sanción
es colectivo-comunitaria. La idea de fondo es la de que lo cultural
(el nosotros) media y establece un contínuum entre lo moral
(individuo) y lo jurídico (los otros), como lo ponen de presente
los comportamientos que, siendo ilegales o inmorales son sin embargo
culturalmente aceptados por la comunidad . Fortalecer la cultura
ciudadana equivale entonces a aumentar la capacidad de regular los
comportamientos de los otros mediante el aumento de la propia capacidad
expresiva y de los medios para entender lo que el otro trata de
decir. A eso lo llama Antanas "aumento de la capacidad de generar
espacio público reconocido".
> Buenos Aires (II)
Ricardo D. R.
Watson :
Desde Eternautas
entendemos que no hay historia sin memoria, y que tampoco hay historia
si no hay una sociedad que la produzca y la cuente. Un poco eso
está en el origen de nuestros apasionados (¿y apasionantes ?)
recorridos patrimoniales por esta desconcertante, sugestiva y transculturada
Buenos Aires. Y el atrevimiento de querer formar una nueva generación
de «flàneurs» rioplatenses. Hasta ahora no nos ha ido tan
mal
> Buenos Aires (III)
Manuel Net:
Los felicito porque el café,
que ya ha recorrido un largo trayecto, no se ha enfriado... Les
mando una hoja del cuaderno de apuntes con personajes de la ciudad,
de una ciudad que probablemente ya pasó, porque se ve algún
caballo y alguna galera. Un abrazo.

>
La ciudad...
Luigi Prestinenza Puglisi (Roma): Augurios de feliz cumpleaños
a café
de las ciudades.
La ciudad es
la pantalla por excelencia en la cual se proyecta el propio mundo
interior, es el espejo de nuestra imaginación. O mejor, para
decirlo con una bellísima imagen de Edoardo Persico: es sustancia
de cosas esperadas. Pero, pensándolo bien, este rol de la
ciudad como espejo privilegiado de nuestro mundo interior es relativamente
reciente. Quizás se remonta a la segunda mitad del Ochocientos.
Dos cuadros de Manet, creo, señalan ese inicio. Son el Déjeuner
sur l' herbe, de 1863 y Olympia, de 1865. Ambos tienen como protagonista
la ciudad. Un protagonista ausente, si se quiere, porque en las
escenas representadas no aparecen ni edificios, ni calles, ni medios
de transporte, esto es, nada en general que se asocie con el tema
de la metrópolis. Sin embargo el tema urbano está
absolutamente explícito. Queda para ustedes descubrirlo.

Ver otros mensajes y saludos por los dos años de café
de las ciudades en Mensajes
al café.
El
domingo 28 de noviembre se celebrarán los dos años
de café
de las ciudades. Hay dos formas de participar:
Local: fiesta en Bartolomé Mitre 1466 (timbre blanco),
Buenos Aires, de 18 a 24 hs. Habrá diversas formas de arte
urbano, un concurso de cróquis, fotos o textos sobre el magnífico
paisaje visible desde la terraza, proyección en video de
películas memorables sobre ciudades idem, conversaciones
joviales con gente conocida o desconocida, encuentros inesperados,
sorpresas, café, bebidas y algo para comer. Entrada: 9 dólares
o 9 pesos, a elección (no es un homenaje a la ley de convertibilidad
argentina, que nos parece que fue un delirio, sino un descuento
a quienes elijan pagar en moneda local).
Global: ese día, los participantes podrán hacer
lo que quieran en cualquier ciudad del mundo y contarnos lo que
hicieron (también con croquis, fotos o textos) a cartas@cafedelasciudades.com.ar.
La consigna es quizás un poco amplia, pero no es para nada
autoritaria. Consultas, propuestas, sugerencias, información
sobre alojamiento, etc., también a cartas@cafedelasciudades.com.ar.
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