Miradas
sobre Buenos Aires
Historia cultural y crítica urbana en un nuevo libro
de Adrián Gorelik.
...hay por
lo general una potencia prescriptiva en las aun más críticas
miradas sobre la ciudad, y es indudable que tal duplicidad se vincula
a rasgos estructurales de este objeto cuyos límites son evanescentes,
cuya abrumadora cotidianeidad involucra a la interpretación,
la comprende y mimetiza: un objeto vivo, que irrealmente parece
el mismo y siempre otro de sí.
Adrián
Gorelik, Miradas sobre Buenos Aires.

El libro
más reciente de Adrián Gorelik presenta
algunas particularidades destacables dentro de la notable producción
de este autor. Se trata del abordaje conjunto de, por un lado, una
serie de estudios culturales, imaginarios y representaciones
sobre la ciudad (cuestiones próximas a la faz de Gorelik
como crítico e historiador) en un período extenso,
que abarca desde fines de siglo XIX hasta los debates de las décadas
del setenta y ochenta y, por otro lado, de análisis de
las políticas urbanas que se desarrollan a lo largo de
poco más que una década, desde la polémica
intendencia de Carlos Grosso hasta la "Buenos-Aires-en-crisis"
del 2002.
A diferencia
de La Grilla y el Parque, de 1998 (un desarrollo de su tesis
de maestría, donde Gorelik analizaba las formas en que la
extensión de la cuadrícula y la proliferación
de barrios organizados alrededor de ciertos parques definió
la conformación de Buenos Aires entre las décadas
de 1880 y1930), este nuevo trabajo se presenta como la recopilación
de una serie de textos que fueron escritos entre 1991 y 2002, y
que fueran publicados originalmente en revistas como Punto
de Vista o presentados en encuentros internacionales.
El propio Gorelik explica su decisión de publicar estos textos
con mínimas correcciones como una forma (entre otros motivos)
de procesar "una especie de diario urbano de los noventa".

Hay una saludable
paradoja en estos textos. Aquellas cosas que la mayoría
de los interesados en la ciudad consideran como materia segura,
son en cambio objeto de perplejidad para Adrián Gorelik:
el mito de Buenos Aires como ciudad europea, por ejemplo, el de
su relativa prosperidad amenazada por emergencias provenientes "desde
fuera" de su territorio (sean las masas de octubre del ´45
o los cartoneros de la actualidad), o en general los conceptos canonizados
por lo que denomina "literatura autocomplaciente"de
Buenos Aires. En cambio, cuando comenta las sucesivas etapas del
devenir político de la ciudad en los ´90 (o como la llama
Gorelik, la "maquina de dualizar"), interpreta con llamativa
lucidez situaciones que en su momento resultaban de difícil
evaluación o se naturalizaban y distorsionaban en discursos
aparentemente profesionales. Gorelik establece en su libro un
campo común de interacción entre ambas instancias
de la ciudad, la de sus representaciones culturales y la de su evolución
política y urbanística, sacudiendo la comodidad de
las frases hechas, las abstenciones técnicas y las coartadas
políticas que abundan en el debate urbano más reciente.
Por contraste, Miradas sobre Buenos Aires evidencia la precariedad
de este pretendido debate, y alerta sobre la necesidad de revisar
los cómodos apriorismos conceptuales sobre los que se asienta
el sentido común de la disciplina y de las prácticas
de los distintos actores de la ciudad. Entran en esta crítica
funcionarios obnubilados por la promesa de inversiones para la ciudad,
profesionales y técnicos manejando cuerpos de ideas que inadvertidamente
pueden encubrir estrategias empresariales y comerciales (la ciudad
por partes, la preocupación identitaria y simbólica,
los programas de renovación urbana, etc.), y discursos políticos
aparentemente correctos y "progresistas" sobre descentralización,
espacios verdes, solidaridad territorial, etc., incluso cuando son
formulados por sectores vecinalistas.

Gorelik elude
las simplificaciones y sobreentendidos que suelen suavizar y domesticar
los discursos disciplinarios, políticos y técnicos
sobre la materia urbana. Su evidente y admirable erudición
no está al servicio de una doctrina o ideología de
la ciudad, sino que interroga sin respuestas fáciles cada
una de las materias de su análisis. Ocurre algo particular
con su lectura: hay una multiplicidad de referencias que para la
mayor parte de los lectores pueden resultar complejas, por los alejadas
en el tiempo, por la diversidad de disciplinas involucradas, por
la mención de autores casi olvidados; sin embargo, el producto
resulta legible e interesante por el recorrido de ida y vuelta
entre lo cultural y lo político, entre la historia de
las representaciones urbanas y la actualidad de la ciudad, que plantea
Gorelik. No es que la lectura del libro invite necesariamente, y
mucho menos obligue, a recorrer e investigar autores: el lector
"cree" lo que está leyendo, lo importante es el
interrogante que en cada caso plantea Gorelik sobre la ciudad.
Por el lado
de las representaciones culturales, las visiones territoriales de
Ezequiel Martínez Estrada ("hicimos una gran ciudad
porque no nos animamos a hacer un gran país") y su contraparte
Bernardo Canal Feijoó (teórico de las "dos ciudades"
argentinas, la mediterránea concéntrica y la excéntrica
litoral), la modernidad criolla y clasicista de las fotografías
de Horacio Coppola, la evolución de la sociología
urbana como crítica a las ideologías reformistas
de la planificación, la implacable lectura de películas
del nuevo cine argentino como Mala época, el futuro
como pasado en la poesía de García Helder o en
los grabados de Félix Rodríguez. Por el lado político,
el paso de "la ciudad de los negocios" al escenario devastado
de la Buenos Aires de los cartoneros, con paradas intermedias en
el marketing urbano, la modernización de superficie
y los proyectos para salvar a Buenos Aires con un sistema de monumentos
("inflación simbólica", llama Gorelik a
estas deformaciones de la corriente identitaria) o con la llegada
de un Guggenheim.
Por más
que su autor reniegue de la funcionalidad de la crítica,
la lectura de Miradas sobre Buenos Aires es un buen prolegómeno
a la tarea de intelectuales, urbanistas y políticos en esta
Buenos Aires 2004, a la que quizás con demasiada ligereza
se comienza a interpretar como "la ciudad después
de la crisis". Una ciudad de representaciones cruzadas, de
Códigos de Convivencia y Palermos "hollywood",
de barrios chinos y áreas de oportunidad, de inseguridad
y turismo, de Radio 10 y "Buenos Aires 10". Un intrincado
complejo de representaciones y política, una ciudad aparentemente
alejada de los tiempos del "Estado sin deseos" y la mediación
ausente que describe Gorelik, pero necesitada aun de construir
una cultura urbana operativa, transformadora y replicable.
Mario
L. Tercco

Miradas
sobre Buenos Aires – historias culturales y crítica urbana,
de Adrián Gorelik (argentino, arquitecto y doctor en Historia),
acaba de ser publicado por Siglo XXI editores, de Argentina. Adrián
Gorelik es también subdirector de la revista Punto de Vista
(ver Bazar
Americano, que es su sitio web).
Esta
nota está ilustrada con grabados de Félix Rodríguez
incluidos en Miradas sobre Buenos Aires.
Sobre
Buenos Aires, ver por ejemplo las notas "Queremos cambiar el escenario,
porque la ciudad ya no nos acepta", entrevista a Gustavo Rodríguez
Karaman y Pablo Reynoso, "Muchos problemas, pero... ¿cual es el
problema?", "Mi Buenos Aires querido... (cuando yo te vuelvo a ver)",
"Buenos Aires en los `90 y otras consecuencias de la ciudad
global", entrevista a Zaida Muxí, en los números
2,
6, 9 y 24,
respectivamente, de café
de las ciudades.
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