conocimiento,  reflexiones  y miradas sobre la ciudad
revista digital - aparece el primer lunes de cada mes

 

año 4- número 27 - Enero 200

Z    I   R    M   A
desarrollos urbanos y ambiente sostenible
Cultura de las ciudades  


El más inmundo Cartel de Buenos Aires
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Un insulto de Ford a la ciudad, y la consiguiente creación del premio de café de las ciudades a las malas y buenas prácticas urbanas (a imitación de la Fundación para el Progreso de Madrid), siendo Ford y la Fundación El Ceibo los respectivos ganadores del 2004.

Por Mario L. Tercco

Hace unas semanas se instaló sobre el edificio de Cerrito y Sarmiento un inmenso cartel publicitario de Ford: desde entonces me he estado preguntando de que manera podría castigarse la alevosa agresión que ese engendro le profiere al paisaje y, especialmente, a la cultura de la ciudad de Buenos Aires.

Así las cosas, una noticia llegada desde Madrid me ha dado una idea al respecto. El hecho es que la Fundación para el Progreso de Madrid dio a conocer la versión 2004 de su lista de buenas y malas prácticas urbanas: parece ser que la reforma de la M-30 ha sido el gran "horror urbano" del año, mientras que lo mejor resultó la ampliación de la red de Metro. Esta noticia madrileña me dio la idea de establecer (muy sobre la hora del año y a sola voluntad personal, modalidades que procuraremos evitar en próximas ediciones) un premio a las buenas y malas prácticas en la ciudad de Buenos Aires. El citado cartel de Ford se lleva con todo merecimiento el premio a las malas artes porteñas. Veamos por qué, con antes un poco de historia y de marco cultural.


¿Por qué en la Lugones no y en la 9 de Julio sí?

No entiendo mucho por que los defensores del paisaje urbano de Buenos Aires se centran tanto en las pantallas de la Autopista Lugones (que en definitiva podría asimilarse a cualquier strip del mundo, y que atraviesa un sector no del todo fotogénico de la ciudad), mientras que está fuera de todo debate el aquelarre publicitario que bordea al corazón de la ciudad: el cruce de la Avenida 9 de Julio con la calle Corrientes y la Diagonal Norte, el emblemático Obelisco y la Plaza que llamamos de la República. Ese cruce monumental, honrado con la toponimia patriótica de nuestra fecha patria y de nuestra aspiración republicana, está rodeado de cartelerías de toda laya, publicitando desde payasos hamburgueseros hasta pelados que arreglan controles remotos. Si los carteles de los cines y teatros de Corrientes al menos respetaban un ritmo vertical de fachada y correspondían a una estética epocal, los anuncios de los que hablamos responden a la única idea de que la arquitectura, los edificios, la ciudad, son solo un soporte para colgarle publicidad, y el ciudadano, el hombre de la calle Corrientes, el "hombre que está solo y espera" de Scalabrini Ortiz, un mero espectador pavloviano de los estímulos que le envía la publicidad. Ignoro cuando se produjo el desastre, pero supongo que fue muy poco después de abierto ese cruce urbano por excelencia: los dibujos de Prebisch de 1936 nos muestran una arquitectura racionalista y austera, componiendo severas alineaciones de fachadas con rigor urbano clásico; en cambio, mis primeros recuerdos de la esquina del Obelisco, apenas llegado a Buenos Aires en los ´70, ya incluyen la parafernalia cartelera. De la vocación parisina a la ciudad de los carteles: un espacio de estructura monumental transformado en un remedo triste de Picadilly Circus, Ginza o Times Square. Como diría el editor de este café, la artera mano del Cartel de Buenos Aires en guerra contra la ciudad.



El acto en cuestión

Sobre un edificio clasicista francés (que en gran parte aparece abandonado, que ocupa algo más de la mitad de la cuadra, y cuya altura está unos 10 metros por debajo del promedio de la zona, y que por si fuera poco luce en su terraza un insólito chalet que asoma por sobre el anuncio en cuestión...), el anuncio abarca unos 50 metros por 15 metros de alto. Consta de tres partes:

  • Una fondo escenográfico simulando una ciudad futurista berreta, con densidad de downtown, donde algunos edificios parecidos a las oficinas de Catalinas Norte conviven con otros que combinan la estética de la torre AGBAR, el neogoticismo high tech y otras vertientes tardomodernas, variaciones del Chrysler, remates OVNI, alguna alusión metabolista y pasarelas en el espacio: un Hugh Ferris actualizado por Helmut Jahn, con un uniforme color azul vidriado. Este fondo se opone a la decadencia de su soporte borbónico, con la misma ironía y distorsión de escala que, a su vez, produce involuntariamente sobre estos pobres rascacielos el chalet Tudor de la terraza.
  • Sobre esta ciudad Potenkim, un cartelón con el escorzo de un auto y la leyenda "Ka, Fiesta, Focus, todo tiene un principio".
  • Y abajo, tapando las ruinas de la mansarda, otro cartel que interroga "¿Sentiste un Ford últimamente?", acompañado del logotipo oval.

Al costado, y sobresaliendo, el hotel República está coronado por otro cartel donde se muestra la base del Obelisco incrustada por un auto rojo: es un aviso de la aseguradora del banco HSBC, que ofrece "Mejor manejás, menos pagás".

La combinación es mortífera: una ciudad de chapa pintada que distorsiona y humilla a la ciudad real, la visión pajuerana de una ciudad futura que se supone más rica y moderna, cuando en realidad el futuro y la modernidad que ostenta es el "futuro" de 1920 actualizado a la imaginería de 1970. Quizás condicionados por su anunciante, los "creativos" han creado una visión naif de la ciudad posfordista, pero con los mismos vicios de la ciudad fordista. El producto es ofensivo a la ciudad de cuyo centro se aprovecha, una agresión insultante a la estética y al imaginario de Buenos Aires.


El lado bueno

El premio a la buena práctica del 2004 en Buenos Aires se lo lleva, en cambio, la campaña Basura Cero que organizan la Cooperativa El Ceibo y Greenpeace Argentina. Este programa procura introducir la cuestión ambiental en la agenda de los vecinos del barrio de Palermo, y promueve un proyecto de recolección y reciclaje del que participan vecinos, ONGs, promotores, recuperadores y acopiadores. Los organizadores de Basura Cero consideran (con razón) que el tratamiento de los residuos sólidos urbanos es un "grave y urgente problema ecológico a resolver", y proponen esta campaña de separación en origen. Se trata de un programa socio ambiental, por el cual El Ceibo "recupera Palermo y genera trabajo y conciencia ambiental". Buenos objetivos, sin duda, para la ciudad real, para los ciudadanos de carne y hueso que no habitan los rascacielos de chapa del Cartel de Buenos Aires.

MLT

Sobre el Cartel de Buenos Aires, ver la nota del número 12 y la carta de Pablo Morejón en el numero 16 de café de las ciudades.

Sobre los estropicios publicitarios en el espacio público de Buenos Aires, ver también la nota Piazza Navona, un rincón de Buenos Aires, en este número de café de las ciudades.

Sobre la Cooperativa El Ceibo, ver la nota del numero 11 de café de las ciudades.

Para más información sobre la Campaña Basura Cero en Palermo, contactar a Cristina Lescano, El Ceibo Trabajo Barrial, Paraguay 4742, Buenos Aires, (5411) 4775-5152, elceiborsu@yahoo.com.ar

Sobre los premios de la Fundación para el Progreso de Madrid,
ver la nota Lo bueno y lo malo de Madrid en el café corto de este número.

Glosario:

Para lectores no argentinos: berreta es una palabra del lunfardo argentino (hoy algo en desuso, reemplazada en algunos casos por trucho) que alude a baja calidad y escaso compromiso estético; es algo parecido al cutre español o al chimbo venezolano.

Pajuerano es un mote despectivo, también algo en desuso, aplicado a los asombrados visitantes que llegaban desde el interior argentino a Buenos Aires (de p`ajuera, construcción verbal con la que se supone que los provincianos indicaban su origen, y nótese aquí la contradicción topológica entre ser "del interior" del país y al mismo tiempo ser "de afuera" de la gran ciudad).

 

Sumario

Página Principal

Tendencias (I)

El Urbanismo: una disciplina border line de frente a poderes inciertos (I)
"La participación debe ser real: los ciudadanos deben conocer realmente los datos del problema".
Por Maurizio Marcelloni

Dirigir una oficina de planificación es mucho más que ser un director técnico: significa dirigir una máquina que debe producir un plan y, al mismo tiempo, significa intentar enderezar todo aquello que en el ínterin acontece en la ciudad hasta el momento de la aprobación del nuevo plan.

Proyectos de las ciudades

Les Halles, el difícil equilibrio del proyecto urbano
Una opción conservadora en el corazón de París.

El problema es que no siempre estos múltiples intereses son compatibles: ni siquiera resulta sencillo englobar las distintas visiones parciales en una visión integral y superadora. Los resultados oscilan entre las soluciones de compromiso, la adopción de las pautas de las minorías militantes, o el abandono de áreas de la ciudad al mercado.

Política de las ciudades

El sistema urbano - regional de redes de servicios e infraestructuras
La visión sistémica de Pírez, Rosenfeld, Karol y San Juan.

El texto expresa la voluntad de sus autores de integrar dos perspectivas sobre los problemas urbano regionales que se han desarrollado de manera relativamente autónoma en el estudio de las infraestructuras y servicios: el de las redes como componentes materiales y el de los servicios como actividades sociales.

Cultura de las ciudades (II) 

Piazza Navona, un rincón de Buenos Aires
El espacio público, de los Apeninos a los Andes...
Por Rubén Gazzoli

En Roma, varias personas murieron por anteponerse a las máquinas que empezaban a cortar las fachadas de los edificios para ser luego transportadas. El movimiento verde italiano celebraba la decisión de que en el lugar se creara un espacio verde.

La mirada (clandestina)
    del flanneur

La prohibición de callejear en Montreal
Mercí de ne pas flâner.

La prohibición resolvería por si sola la discusión acerca de si el mall es un espacio público contemporáneo o no. Jeremy Rifkin cita el caso del dueño de un centro de compras en Florida, quien sostuvo no importarle "que la gente esté intentando salvar a las ballenas, pero no quiero que interrumpan a mis compradores para pedirles una firma".

Nuevo y exclusivo de
café de las ciudades

Proyecto Mitzuoda
Una ficción metropolitana contemporánea (por entregas)
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De Carmelo Ricot, con Verónicka Ruiz

Entrega 9: La elección del artista
Bullshit, así, sin énfasis. Cómo decir que no sin herir a los consultores. La ilusión de una experiencia arquitectónica. Ventajas de la diferencia horaria
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Mensajes al Café

Las más bonitas tarjetas de fin de año.

Café Corto

Infra, el encuentro de Doors of Perception en Nueva Delhi - Lo bueno y lo malo de Madrid - Empresa que huye sirve para otra muestra - Comunidad Web de Movimientos Sociales -Nueva edición de PORTUS - Gestión Socio-Urbana y participación ciudadana en políticas públicas - Posgrados de Economía Social y de Desarrollo Local en la UNGS - Itinerarios y rutas culturales - Derrida, Hitchcock y Nietzche en Ethos - Escenarios del turismo metropolitano en el VII Seminario Montevideo - Historia y Critica de la Arquitectura y del Urbanismo - Master en Gestión de la Ciudad.

 

Acerca de
café de las ciudades

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

Marca en trámite
Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño:
Laura I. Corti
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

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