conocimiento,  reflexiones  y miradas sobre la ciudad
revista digital - aparece el primer lunes de cada mes

 

año 5 - número 40 - Febrero 2006

Z    I   R    M   A
desarrollos urbanos y ambiente sostenible
Proyecto Mitzuoda  


Una ficción metropolitana contemporánea (por entregas).

De Carmelo Ricot, con Verónicka Ruiz

Ver entregas anteriores


Entrega 19: El amor asoma su sucia cabeza

Hipótesis de conflicto - El perseguidor - Preguntas capciosas - Efectos colaterales - Sólo en Buenos Aires – La tristeza de un jueves a la tarde

 

Claudio levanta la pierna derecha de Yanina y la pasa por encima de sus nalgas; ahora sus movimientos se hacen más parejos, trepado al vientre de la muchacha, cara a cara en la habitación romana del hotel de Haedo (no es ahora cuando los celos, es al dejarla, en la entrada del barrio, una sensación que empieza con una serie de imágenes, pasa a las rodillas que tiemblan y regresa a unas frases en serie que desfilan por un telón en blanco).

La toma de la espalda y la lleva contra el espejo del borde, la levanta y se yergue para mirarse, aprovechando sus ojos cerrados y quejidos. Lento y pausado su empuje, igualadas sus pieles por la luz mortecina, sus figuras se confunden y continúan desde la curva del encuentro, los sexos unidos en el coito furtivo, la transpiración que los baña (las frases hablan de Yanina ramera en el burdel de Lalo, los clientes violentos, el coito inseguro, el embarazo, la ficción, las mentiras, Claudio engañado).

Tras el giro, el cuerpo entero de Claudio descansa en el vientre de Yanina y, en un sentido más amplio, en la concavidad que forman sus piernas cruzadas, sus tetas abiertas y sus brazos cerrados sobre su cuello. Claudio reduce al mínimo su movimiento, y luego a nada, y es su amante la que lo lleva y lo trae con sus espasmos pero, ¿quién sostiene a Yanina, quien da aliento a sus gemidos?

En unas semanas, el límite de Claudio se había corrido, sutilmente, desde un genérico "no perjudicar mi matrimonio", pasando por "no perjudicar a mi familia", a un más ambiguo "no perjudicar a mis hijos". No es claro, no fue claro a Claudio con el tiempo, en que momento su romance clandestino con Yanina (o para ser más preciso, sus celos con respecto al pasado y presente de la camarera de Lalo, y sus acciones consiguientes) habían coincidido con la comprobación resignada, pasiva, del colapso de su matrimonio, del extrañamiento con Carmen. Habitualmente sólido en sus cronologías y recuerdos, Claudio solo ubica en los comienzos del otoño la certeza de la crisis con Carmen (y aun así, ¿la certeza del fin de un amor, la certeza de los problemas, el abandono conceptual del matrimonio...?), sin que en sus recuerdos se relacionen las acciones de inteligencia en el prostíbulo y en el barrio (destinadas a corroborar la verdad o falsedad de sus sospechas) con sus ausencias y las de Carmen, las discusiones sin salida, los silencios ominosos, el nulo pudor para ocultar las infidelidades, el hastío, las ternuras finales.

Un día, Claudio demoró a propósito la salida del hotel, a pesar del apuro de Yanina por llevar a su hermano al turno con el dentista. Yanina no demostró malestar, pero al volver por la ruta miraba el reloj y solo contestaba con monosílabos y palabras de compromiso las preguntas de Claudio (pero solo demostraba apuro y nerviosismo, no disgusto). Al llegar a la entrada del barrio, Claudio no se detuvo sino que se metió por la calle de tierra, prometiendo o amenazando, según se mire, "te llevo a tu casa y después al dentista". Yanina lo miró con extrañeza, pero, percibió o quiso percibir Claudio, sin contrariedad ni temor; solo se refirió con humor a los peligros que pasaría alguien con el auto de Claudio en ese barrio si no fuera por ir con alguien conocido. Al mismo tiempo, Claudio se ilusionó con la ausencia de cuestiones que ocultar con respecto al hermano de Yanina y su verdadero parentesco, tanto como por la idea de que, en caso de existir alguien que compitiera por ella, no era alguien que residiera en su barrio ni que allí tuviera informantes.

Pero la felicidad nunca es completa. Llegados a donde Yanina le indicó, a su casa (una construcción de ladrillos, sin revocar, grande, de apariencia sólida, en un terreno arbolado y con una casilla de madera en el fondo), un Fiat 1600 color azul, con rastros de algunos choques en sus puertas del lado derecho y la parte inferior de los guardabarros oxidada, estaba estacionado cerca de la entrada. Con toda naturalidad, con alegría de apariencia sincera, Yanina le agradeció la "molestia"y adujo la presencia de un primo hermano, propietario del Fiat, que sin dudas la llevaría al odontólogo con su hermano. Las palabras de Yanina dejaban absolutamente de lado la posibilidad de que, por más voluntad que su primo tuviera de ayudarla, una falla mecánica del auto o algún compromiso que fueran la razón de su presencia inesperada en la casa le impidieran acercarla al centro de salud. También, pero esto solo después lo pensó Claudio, parecían dejar de lado los riesgos que Claudio correría volviendo solo por el barrio y que habría evitado en el viaje de ida con la compañía de Yanina (salvo en el caso, pensó también Claudio, de que las fuerzas siniestras del barrio, al haberlos visto juntos a través de su sistema de informantes, ya lo hubiera registrado y procediera a darle inmunidad diplomática en su retorno a la ruta).

Claudio volvió a su casa muy nervioso, arriesgando incluso un accidente al aumentar la velocidad en la ruta por puro resentimiento con la situación. En los días siguientes, extrañamente para sus conocidos y empleados, pareció variar ostensiblemente su carácter con respecto a lo habitual conocido por todos: hosco, irascible como no se tenía memoria de verlo ni aun en los momentos de mayores complicaciones de la fábrica. Hasta al propio Jean Luc, quien pidió verlo por una "cuestión personal" y que parecía contrariado por alguna situación (también, como si ambos estuvieran signados por circunstancias paralelas, de modo opuesto a su habitual imperturbabilidad), lo recibió de manera distante y sin dar pie al Depredador a trasladarle su problema o inquietud. En ocasiones, parecía retornar a su actitud habitual, y entraba en diálogo con incluso los empleados más subalternos de su personal, pero en estos casos se trataba de una estrategia destinada a encontrar, en las respuestas a preguntas sobre sus vidas familiares, sus problemas y sus divertimentos, algunas pistas que por alguna asociación pensaba llegarían a darle respuesta a su duda. Con Yanina disminuyó los tiempos de intervalo entre sus citas, pero comenzó a desarrollar una serie de tácticas de interrogación que pretendían suplir la frustrada estrategia de haberla acompañado a su casa aquel día de la cita con el odontólogo. En una ocasión, después de una sesión particularmente satisfactoria en el hotel, aun jadeando y mojado en una mezcla de las dos transpiraciones, le preguntó de improviso algo sobre su hermanito, pero referido, como si fuera un error involuntario, a "tu hijo". Yanina le contestó muy sonriente, como extrañada por el supuesto error, sin nerviosismo aparente, pero Claudio, tras una efímera satisfacción, volvió a molestarse, esta vez por la idea de una Yanina muy en guardia y alertada por sus preocupaciones, y preparada para contestar con rapidez y eficacia a sus embates, a su especie de terrorismo coloquial.

Una tarde en que decidió volver temprano a su casa para ayudar a Carmen con los preparativos de su viaje a Milán (la curadora volvía a encontrarse con el artista japonés para arreglar detalles del proyecto para su galería), tuvo por primera vez la audacia o inconsciencia de llamar, desde su propia casa, donde se encontraba Carmen con sus valijas y los niños, al celular que le había regalado a Yanina para el "festejo" de un determinado número de meses desde aquella primera tarde furtiva en el hotel. Por supuesto, el regalo tenía también el interés no demasiado oculto de controlar los movimientos de su amante, y a tal fin lo compró como parte de un paquete, lo dejó a su nombre y se ocupaba de los pagos mensuales, solo para tener acceso a los listados de llamadas que el plan le permitía revisar, por ser el titular. El vacío afectivo en que lo dejó no poder comunicarse (dejó, y luego se arrepintió, un mensaje en el contestador) y, al mismo tiempo, la aceptación, por algún motivo que no le resultó evidente, de que el afecto y respeto que aun se tenían mutuamente con Carmen no era obstáculo para la indiferencia mutua que también ostentaban, lo entristecieron a pleno. Salió al balcón, procurando que el aire fresco le devolviera parte de su estabilidad emocional; en sus pensamientos, cruzaban acciones contrapuestas que involucraban sucesivamente a Carmen y a Yanina, sin que ninguna de estas, pero menos aún su incertidumbre actual, le parecieran dignas de vivirse ni merecedora de los riesgos que en cada caso involucraban.

El llamado de Yanina entró a los cinco minutos; algo perturbado porque su ubicación en la terraza, con el ruido de Libertador y las ventanas cerradas por el aire acondicionado, lo aislaban acústicamente de Carmen pero no le impedían verla por la ventana del dormitorio, exasperada con las valijas (darse vuelta para hablar mirando a la avenida le parecía que despertaría alguna sospecha si Carmen lo miraba, aunque esto no había sucedido, pensó también con tristeza, en toda la tarde), la alegría de escuchar la voz risueña de Yanina le hizo olvidar sus culpas y temores, pero también lo estremeció de vértigo (y en esto no tenían nada que ver los 23 pisos sobre la Avenida ni la vista despejada hacia el horizonte uruguayo).

CR c/VR

Imágenes: obras del pintor noruego Edvard Munch en el sitio mundofree.com.

 

Próxima entrega (20): La forja de un rebelde

Propuesta del superior - Llegaba tarde a todo - Disciplina y cinismo - La luz y el aire del Sur - Adiestramiento de un servicio - Los pruritos morales - Doble agente


Carmelo Ricot es suizo y vive en Sudamérica, donde trabaja en la prestación de servicios administrativos a la producción del hábitat. Dilettante, y estudioso de la ciudad, interrumpe (más que acompaña) su trabajo cotidiano con reflexiones y ensayos sobre estética, erotismo y política.

Verónicka Ruiz es guionista de cine y vive en Los Angeles. Nació en México, estudió geografía en Amsterdam y psicología en Copenhague.



En entregas anteriores:

1: SOJAZO!
Un gobierno acorralado, una medida impopular. Siembran con soja la Plaza de Mayo; Buenos Aires arde. Y a pocas cuadras, un artista del Lejano Oriente deslumbra a críticos y snobs.

2: El "Manifesto"
Desde Siena, un extraño documento propone caminos y utopías para el arte contemporáneo.
¿ Marketing, genio, compromiso, palabrerío? ¿La ciudad como arte...?

3: Miranda y tres tipos de hombres
Lectura dispersa en un bar. Los planes eróticos de una muchacha, y su éxito en cumplirlos. Toni Negri, Althuser, Gustavo y Javier.

4: La de las largas crenchas
Miranda hace un balance de su vida y sale de compras. Un llamado despierta la ira de una diosa.
El narrador es un voyeur. Bienvenida al tren.

5: El Depredador
Conferencia a sala llena, salvo dos lugares vacíos. Antecedentes en Moreno.
Extraño acuerdo de pago. Un avión a Sao Paulo.

6: Strip tease
Ventajas del amor en formación. Encuentro de dos personas que no pueden vivir juntas pero tampoco separadas. Miranda prepara (y ejecuta con maestría) la recepción a Jean Luc.

 7: Nada más artificial
Extraño diálogo amoroso. Claudio parece envidiar a Jean Luc, pero sí que ama a Carmen.
Virtudes de un empresario, razones de una amistad.

8: Empresaria cultural
Carmen: paciencia, contactos y esos ojos tristes. Monologo interior ante un paso a nivel.
Paneo por Buenos Aires, 4 AM.

9: La elección del artista
Bullshit, así, sin énfasis. Cómo decir que no sin herir a los consultores.
La ilusión de una experiencia arquitectónica. Ventajas de la diferencia horaria.

10: Simulacro en Milán
La extraña corte de Mitzuoda. Estrategias de simulación. Las afinidades selectivas. Una oferta y una cena. La Pietà Rondanini. Juegos de seducción.

11: Más que el viento, el amor
Al Tigre, desde el Sudeste. El sello del Depredador. Jean Luc recuerda la rive gauche, Miranda espera detalles. La isla y el recreo. Secretos de mujeres. El sentido de la historia.

12: El deseo los lleva
La mirada del Depredador. Amores raros. Grupo de pertenencia. Coincidencias florales. Influida y perfeccionada. Un mundo de sensaciones. Abusado por el sol.

13: Acuerdan extrañarse
Despojado de sofisticación. Las víboras enroscadas. Adaptación al medio. Discurso de Miranda. Amanecer. Llamados y visitas. ¿Despedida final? Un verano con Mónica.

14: No podrías pagarlo
Refugio para el amor. Viscosas motivaciones. Venustas, firmitas, utilitas. Una obra esencialmente ambigua. La raíz de su deseo. Brindis en busca del equilibrio.

15: La carta infame
Estudios de gestión, y una angustia prolongada. Demora inexplicable.
La franja entre el deseo y la moral. Lectura en diagonal a la plaza. Sensiblería y procacidad.

Entrega 16: En la parrilla de Lalo
Paisaje periférico. Estudio de mercado. Sonrisa melancólica, proporciones perfectas.
Un patrón apenas cortés. Elogio del elegante. Suite Imperial. Desnudez y democracia.

Entrega (17): La investigación aplicada
Más de lo que quisiera. Temas de conversación. La insidiosa duda.
Estrategia del celoso. Peligros. La casa del pecado. Suposiciones y conjeturas.

Entremés - Solo por excepción (I) / La drástica decisión.

Entremés - Solo por excepción (II) / Los trabajos y los días

Entremés - Solo por excepción (III y última del entremés) / El experimento Rochester.

18: La afirmación positiva
Una visión panóptica. La eficacia de las caricias. No lejos de la fábrica.
Los motivos de su conducta. Hipótesis oportunista. Certero impacto del Artista Pop.

 

Accesos

deseo recibir esta revista
mi opinión sobre esta nota


Master en Gestión de la
Ciudad en el siglo XXI

Posgrado on-line para profesionales,
una colaboración entre la UOC
y café de las ciudades.


 

Sumario

Página Principal

Arquitectura de las ciudades

Medio siglo de arquitectura cubana (1953-2003)
Variaciones sobre el tema del comunismo.
Por Roberto Segre

Sin embargo, hasta la década de los años ochenta perduró el objetivo de privilegiar el
desarrollo del campo y de los asentamientos de los trabajadores rurales sobre las estructuras urbanas. Si por una parte Stalin rechazó el utopismo "urbanista" de Sabsovich y "desurbanista" de Miljutin y fortaleció el desarrollo de Moscú como capital de la URSS; la dirección del nuevo gobierno no se identificó con La Habana, ciudad considerada pecaminosa y representativa de los vicios del capitalismo, asumiendo un criterio de planificación territorial antiurbano..

Cultura de las ciudades (I)

La dorada cometa, el plateado viento
Sobre la competencia entre ciudades y las arquitecturas emblemáticas...
Un cuento de Ray Bradbury.

La alegría iluminó a la ciudad que había sido salvada otra vez por el magnífico Emperador de las Ideas. Corrieron a las murallas y las transformaron otra vez, cantando, no tan alto como antes, por supuesto, pues estaban cansados, y no tan rápidamente, pues como habían tardado un mes en modificar la muralla anterior, habían tenido que abandonar los negocios y las cosechas y estaban un poco mas débiles y eran un poco más pobres. Desde entonces los días se sucedieron horribles y maravillosos, encerrándose unos en otros como un nido de terribles cajas.

Lugares

Quebrada de Humahuaca, del patrimonio a la innovación
Los desafíos culturales, sociales y ambientales en el norte andino argentino.

La Quebrada es geografía e historia, paisaje en su sentido más amplio de conformación territorial, humana y productiva. El eje del Río Grande y otros valles y quebradas enhebra, una serie de pueblitos (muchos de ellos de origen prehispánico) que sirven a la producción agraria o minera en la región. Todos, de una u otra forma, con sus arquitecturas monumentales blancas y su edificación civil adobera, sus calles estrechas y de límites bajos, sus historias de transculturaciones consensuadas o impuestas, definidas o en curso.

La mirada del flâneur

La Juventud Alegre
Inicio de un viaje.
Por Carmelo Ricot

Nos guiamos por el rumor de la música, un eco impreciso de cantos, golpes de percusión y vientos. Doblando una esquina en esta búsqueda, nos topó de frente un grupo encabezado por una nutrida banda de músicos, seguidos por dos mujeres mayores vestidas a la usanza indígena y acompañadas por un grupo de jóvenes en actitud como reverencial, y por un grupo más numeroso de bailarines, algunos con rasgos propios de la región y otros con aspecto de turistas llegados de San Salvador, de Córdoba o Buenos Aires.

Cultura de las ciudades (II) 

El territorio como instrumento de la filosofía
La Grande, de Saer, entre la mirada y el conocimiento.

Avanzando sobre la huella de su maestro, el gran poeta entrerriano Juan L. Ortiz (posiblemente su mayor influencia literaria, además del objetivismo francés), Saer exacerba el carácter mítico del paisaje litoral y la potencialidad metafísica de esas disoluciones del agua y la luz, o de un atardecer sobre la pampa, propias de la geografía local. Las situaciones urbanas, los recreos, los barrios pobres, la Costanera y el Puente Colgante, trascienden su engañosa medianía provinciana e interactúan con las tensiones de los personajes.

Estética (y Política) de las ciudades

Estructura, ecología, economía, ética, estética, erótica
Seis proposiciones encadenadas para una teoría unificada de la ciudad. Por Mario L. Tercco

La dimensión erótica de la ciudad es, en esencia, resultado del encuentro entre la estructura urbana general (y sus componentes, por ejemplo, ecológicos, económicos, éticos y estéticos) con las percepciones y elaboraciones del individuo. También, el encuentro del espacio con la historia o con el instante, la liberación o encauzamiento de determinadas energías del territorio o del cuerpo. Es una dimensión donde predomina lo intelectual, el recuerdo, la asociación, la vaga promesa de algo infinito.

Mensajes al Café

Una propuesta para las murallas de Elche, algunas consultas y una necesaria aclaración sobre el complot contra Bolívar en Bogotá.

Café Corto

La columna de Bartolo: La última novedad en la segmentación social argentina - Seminario y Convocatoria del Docomomo Sur, en Porto Alegre - Concurso para un sitio de la memoria en la Universidad Nacional de Quilmes - Cursos y becas del Lincoln Institute - Convocatoria por los académicos iraquíes - Urbanismo y Sociedad del Conocimiento, en Viena - Dott, innovación social y diseño - Maestría en Economía Urbana - Encuentro Javeriano, en Bogotá - Encuentro sobre historia de la ciudad, en Mar del Plata - La Venecia Barroca - Congreso de la Asociación Internacional de Urbanismo - Convención Científica de Ingeniería y Arquitectura, en La Habana.

 

Acerca de
café de las ciudades

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

Marca en trámite
Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño:
Laura I. Corti
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

Las notas firmadas no expresan necesariamente la opinión del editor.
Al incluir un mecanismo de remoción, este material no puede considerarse spam.
Material protegido por la legislación autoral. Para su reproducción, consultar con el editor o con el autor en cada caso.
Copyright © 2002 - 2003 - 2004 - 2005 - 2006
café de las ciudades para todo el material producido para esta edición