
conocimiento, reflexiones
y miradas sobre la ciudad
r e v i s t a d i g i t a l
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el primer lunes de cada mes
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AÑO
7 - NUMERO 63 - Enero 2008
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Política
de las ciudades |
Gente
de Nou Barris
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La
transformación de la periferia en la Barcelona post-franquista
I
Por
Marcelo Corti |

Foto:
Archivo Histórico del Colegio Oficial de Arquitectos
de Cataluña. Deconocido
Sin la
difusión, la polémica ni el "prestigio"
de otras experiencias barcelonesas, las intervenciones urbanísticas
de integración social en el área de Nou Barris
son una de las caras más saludables del urbanismo de
la transición democrática. La dotación
de equipamientos, la generación de espacio público
y conectividad y, fundamentalmente, la visibilidad y calidad
de las intervenciones, transformaron en unas pocas décadas
este área anteriormente periférica y conflictiva
del nordeste de Barcelona en un sector integrado al conjunto
de la ciudad. El libro Gent
de Nou Barris, recientemente editado por el
Ayuntamiento de Barcelona, reconstruye la historia de la conformación,
desarrollo, conflictos y transformaciones de este distrito.
Primitivamente
un sector de labranzas y masías en las afueras de Barcelona,
alrededor del acceso por la Avenida Meridiana, desde fines
de siglo XIX el área comienza a asentar algunas pocas
parcelaciones de quintas, autoconstrucción marginal,
viviendas estatales de reubicación y un frustrado proyecto
de Ciudad Jardín, permaneciendo con un crecimiento
restringido durante la primera mitad de siglo XX. En la post
Guerra Civil, buena parte del enorme flujo de inmigrantes
peninsulares a Barcelona (llegados y llegadas de Murcia, Valencia,
Extremadura, Andalucía) se establece en el sector,
que pasa en poco más de una década, entre 1950
y 1963, de 100.000 a 220.000 habitantes. El desarrollo urbano
que acompaña este crecimiento es de muy baja calidad,
con déficits de equipamientos y servicios y nulo involucramiento
de la administración comunal (en una forma muy similar
a la de las periferias
urbanas latinoamericanas).
Barrios como Vilapicina, Roquetes, Verdún, Torre Baró,
Vallbona, etc., crecieron a base de loteos puramente especulativos
(sin servicios, sin espacios públicos, sin conexión
con su área circundante), zonas de autoconstrucción
marginal (en especial en zonas de pendientes escarpadas sobre
el Collserola) y conjuntos de vivienda de bajísima
calidad, privada o estatal (y en este caso, más apuntada
a liberar sectores de chabolas para operaciones de prestigio
en la ciudad formal o a liberar trazas de vialidades que a
resolver el problema habitacional). Nou Barris contenía
casi la cuarta parte del total de viviendas de Barcelona,
pero tenía el porcentaje más bajo de usos no
residenciales en toda la ciudad. Aun en 1969, el 13 % de las
viviendas de Roquetes no tenía electricidad y el 63%
carecía de agua corriente.

Año
1960. Foto: Archivo Histórico del Colegio Oficial de
Arquitectos de Cataluña. Desconocido
El alcalde
franquista José María de Porcioles (ideólogo
entre 1957 y 1973 de "la Gran Barcelona" y sus desarrollos
inmobiliarios gigantescos y especulativos) superpuso a esta
matriz de urbanización improvisada una sucesión
de proyectos de vialidades y derribos de patrimonio construido.
Paulatinamente, del aislamiento y la postergación
los vecinos del área fueron pasando a la acción
organizada, tanto en protesta contra las intervenciones
más disparatadas del porciolismo como en reclamo por
las reivindicaciones históricas de derecho a la ciudad.
La Asociación de Vecinos de Nou Barris (Nueve Barrios,
en catalán, tal la cantidad de vecindarios involucrada),
constituida tanto por organizaciones surgidas simplemente
de las comisiones de festejos barriales como por organizaciones
de claro contenido militante, impulsó acciones como
el secuestro de ómnibus para su ascenso a las zonas
altas de Roquetes (de manera de demostrar la posibilidad de
su funcionamiento normal), la férrea oposición
a la demolición de las casas baratas de Can Peguera
o al Plan Parcial Torre Baró-Vallbona-Trinidad (que
implicaba la demolición de 4370 viviendas), el corte
de avenidas en reclamo de escuelas o agua, o por el desnantelamiento
de las torres de alta tensión en Trinitat. Las reivindicaciones
de Nou Barris pueden considerarse entonces entre lo más
activo de los movimientos vecinales del último período
dictatorial y la transición democrática, fundamentales
para comprender tanto el urbanismo como la política
general de esos años. A los vecinos se va a sumar el
aporte técnico de los cuadros políticos
de la izquierda y de cuerpos profesionales como el Colegio
de Arquitectos. De este modo, al arribar la democracia y las
gestiones de Narcís Serra y Pasquall Maragall, se ponen
en marcha una serie de obras y acciones que responden a las
reivindicaciones vecinales.

Foto:
Archivo Histórico de Roquetes. Deconocido
Así,
se localizan equipamientos largamente esperados por los
habitantes, como escuelas, guarderías y dispensarios
(pero también bibliotecas, centros cívicos y
equipamiento avanzad, como el Polideportivo de Can Dragó);
se proveen los servicios básicos de agua, desagües,
gas y electricidad, se establece un servicio municipal de
asesoramiento para el mantenimiento y mejora de la vivienda
(considerando la pésima calidad de la construcción
de conjuntos como el de Ciudad Meridiana, por ejemplo), etc.
La premisa básica de las intervenciones fue dotar
a Nou Barris de la misma calidad urbana que a las zonas más
conocidas o más acomodadas de la ciudad (una de
las claves de la mejor política urbana barcelonesa).
Por supuesto
que la recuperación del espacio público tuvo
una alta prioridad, no solo por su inserción dentro
de las políticas generales del Ayuntamiento, sino por
la particular necesidad que tenía Nou Barris de una
conexión ente sus tejidos residenciales aislados,
pensados fuera de toda relación urbana. En esto fue
muy importante la realización del segundo cinturón
de Ronda, una vialidad estructural de la ciudad, como una
ruta enterrada con generación de una importante plaza
en la superficie, una reivindicación muy fuerte del
movimiento vecinal en Verdum, Canyelles y Roquetes. O la resolución
de los desniveles ocasionados por la construcción del
Metro, que separaban los barrios de Verdum y Prosperitat,
en la intersección de la Vía Julia y Valldaura,
con el diseño de la plaza Llucmajor. Dentro de esta
lógica de incorporación a las políticas
urbanas generales, la extensión del Metro para las
Olimpiadas de 1992 fue la ocasión para su llegada a
Nou Barris y la consiguiente mejora de su conexión
con las áreas centrales. Asimismo, al realizarse la
descentralización administrativa, el área fue
asignada a un Distrito
entero de la ciudad, que mantuvo el nombre de Nou Barris elegido
por los vecinos para su organización reivindicativa
(su primer Regidor, Antonio Santiburcio, fue un gran impulsor
y comunicador de la participación vecinal y la integración
urbana de Nou Barris).

Junio
de 1977. Foto Archivo
Histórico de Roquetes.
Desconocido.
¿Que pasó
con el movimiento vecinal en esta nueva etapa? Según
Gent de Nou Barris, la relación entre los vecinos
organizados y el Ayuntamiento democrático no estuvo
exenta de conflictos, aunque ya hubiera pasado la etapa de
la confrontación que caracterizó la relación
con los Ayuntamientos franquistas. El libro sugiere una cierta
desorientación o desencanto de las organizaciones
al pasar del enfrentamiento colectivo al más oscuro
y cotidiano trabajo en conjunto con los funcionarios municipales,
negociando la localización de servicios o participando
en la elaboración de los Planes Especiales de Reforme
Integral. Y en la actualidad, se refiere la aparente pérdida
de objetivos de las organizaciones: una vez realizadas las
aspiraciones originales de derecho a la ciudad, las reivindicaciones
relevadas entre los vecinos siguen siendo muy parecidas a
las de hace un cuarto de siglo. Ya no se piden espacios verdes
(Nou Barris es hoy una de las áreas mejor provistas
de verde en Barcelona , incluyendo el Parque
Central,
que recibió en 2007 el Premio Internacional de Diseño
instituido por Eurohypo AG, Topos y Architecture and Whonen),
pero sí guarderías y casales de ancianos. Los
autores sugieren la necesidad de proseguir incorporando equipamiento
de alta calidad y complejidad, como teatros, museos, centros
formativos o incluso organismos como el IGOP, Instituto de
Gobierno y Políticas Públicas, que ya funciona
en Nou Barris. Lo cierto que los vecinos reclaman lo que
ya conocen (límite de cualquier política
participativa). Pero quizás haya que buscar las causas
más profundas de esta desmovilización en "el
contexto global de atomización y fragmentación
social", como sugieren los mismos autores. Situación
que también se enlaza con la escasa disponibilidad
de viviendas a precios accesibles, una realidad de Nou Barris
y de toda Barcelona, que motiva la expulsión de
los más jóvenes hacia las nuevas periferias
metropolitanas....

Parque
Central de Nou Barris, en la actualidad
Correctamente intercaladas en el libro, las 37 entrevistas
a habitantes del barrio brindan a un tiempo una referencia
humana y un buen anclaje al relato de las movilizaciones
vecinales que conquistaron la calidad urbana para Nou Barris.
Esto implica a la vez un reconocimiento de las realidades
de inmigrantes, como los que Gertrudis Mont recuerda viviendo
en cuevas en la montaña y dando como domicilio un bar
para recibir sus cartas; de la situación urbana a mediados
del siglo XX ("estaban las viviendas, pero no había
calles ni aceras", dice Pedro Marín); la "sensación
majísima" de Nicolás Berrocal al llevar
a su hija a la escuela de Trinitat Vella por la que había
peleado, o el recuerdo de Basilio Giménez: "Ahora,
si tengo necesidad de ir al servicio voy, tiro de la cadena
y ya está. Antes, teníamos que ir haciéndolo
por la montaña". O simples historias personales,
como la del extremeño Felipe Pantoja, peluquero y confidente
de los vecinos de Guineueta, o la andaluza Rosario Cobos,
que sintió "recuperar la infancia" cuando
aprendió a leer a los 50 años.
Muchos
de los más viejos vecinos critican la pasividad o relajamiento
actuales: "No soporto a la gente que mira mal a los
que vienen ahora. En nuestra época vinimos porque no
teníamos ni para comer, porque mis hijos no tenían
porvenir allí. Pues ellos vienen igual que nosotros.
Y si son negros, ¿no va la gente a la playa a ponerse morena?",
sostiene la misma Rosario. El mecánico Pepe Deferr
extraña el antiguo carácter obrero del barrio:
"Había gente que venía a mi taller con
su Simca 1000 y ahora que tienen un Audi ya no vienen más".
Pero el recuerdo y la mística de las luchas vecinales
que relata Gent de Nou Barris puede sintetizarse en
la frase de un vecino de Prosperitat, Isidre Ramos: "siempre
vuelvo a las historias de Nou Barris como un ejemplo de
lucha, de organización y de dinámicas políticas
y sociales que han dado sus frutos".
MC
Gent
de Nou Barris - 1897-2007 La transformació a ciutat,
Miquel García, Mariela Iglesias, Pere Llibre (investigación
histórico urbanística de Mariela Iglesias, Adriana
Ciocoletto y Ana Carolina Jacques, con dirección de
tesis por Jordi Borja; resumen y síntesis de Mariela
Iglesias; entrevistas por Miquel García y Pere Llibre);
Ajuntament de Barcelona y Pro Nou Barris SA, 2007, 240 páginas,
en catalán y castellano con traducción al inglés,
ISBN 978-84-9850-000-4
De
Mariela Iglesias, ver también en café
de las ciudades:
Número
9 I Lugares
Mi
Buenos Aires querido... (cuando yo te vuelvo a ver)
I Plaza de Mayo (II): las palmeras quemadas. I Mariela
Iglesias
De
Adriana Ciocoletto, ver también en café
de las ciudades:
Número
32 I Cultura de las ciudades
La
casa sin género es la casa del género
I Proyectar con otra visión. I Adriana Ciocoletto
I Ver
PDF I
Número
9 I Lugares
La
transformación del espacio representativo
I Plaza de Mayo (I), Buenos Aires, Argentina. I Adriana
Ciocoletto I
Sobre
el Parque Central de Nou Barris, ver información en
el sitio de Pro
Nou Barris
en la Web.
Ver
también el sitio del Distrito
de Nou Barris
en la Web.
Sobre
la periferia latinoamericana, ver por ejemplo en café
de las ciudades:
Número
16 I Tendencias:
La
extrema periferia I Ricardo de Sárraga
relaciona lo doméstico y lo barrial en un barrio de
Florencio Varela. I Marcelo Corti
Número
16 I Proyectos
Cinco
breves reflexiones sobre la experiencia y las enseñanzas
del proyecto Eixo Tamanduatehy I La necesidad
y voluntad política de desarrollar equitativamente
la ciudad. I Eduardo Reese
Número
2 I Entrevista
"Queremos
cambiar el escenario, porque la ciudad ya no nos acepta"
I Las comunidades productivas solidarias y
los nuevos movimientos de la periferia de Buenos Aires. I
Gustavo Rodríguez Karaman y Pablo Reynoso
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Planes
de las ciudades (I) |
El
derecho a la movilidad y la adaptación del espacio
público
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De
los modelos tradicionales de demanda a la planificación
integrada del transporte I
Por
Manuel Herce Vallejo |
La
adopción de medidas de moderación del
tráfico se inscribe dentro de políticas
integrales de gestión de la movilidad dentro
de la ciudad, con contenidos muy diversos, pero que
buscan facilitar por igual las diversas formas de movilidad
urbana, y, entre ellas, primar y potenciar aquellas
que son más respetuosas con la mejora del medio
ambiente urbano, lo que supone restringir al mínimo
imprescindible el tráfico de automóviles
privados, adaptando su uso al entorno urbano. Estas
políticas se establecen sobre la base del entendimiento
de que la movilidad de las personas y de las mercancías
en la ciudad utiliza muy variados sistemas de transporte,
que se complementan y no deben anularse unos a otros.
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El
Apartheid revisitado
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"El
espejo sudafricano": los orígenes y la herencia
de un sistema vergonzoso I
Por
Marcelo Corti |
En
aquellas áreas, en particular en el centro de
algunas ciudades, donde se había desarrollado
una mezcla racial inaceptable para el régimen,
se llegó a la demolición de barrios completos
y la reubicación de sus pobladores (como ocurrió
con el Distrito VI de Ciudad del Cabo y sus 60.000 habitantes,
por ejemplo). A los negros desalojados se los despojaba
de su ciudadanía y se los localizaba en distritos
(a los que se asignaba el status de supuestos países
independientes) en los que en la mayoría de los
casos jamás habían estado. Para su alojamiento
se construían desangelados conjuntos de viviendas
en los que las calles ni siquiera tenían nombre.
En muchos casos, la clasificación racial y el
distrito asignado para la relocalización implicaron
la separación de matrimonios y familias enteras.
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Normativa
urbanística y exclusión social
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Raquel
Rolnik: "la regulación del uso del suelo en
Latinoamérica solo considera a los mercados de
clases medias y altas"
I
Entrevista
por Marcelo Corti |
Entonces,
¿donde se inserta el territorio popular? Hay dos paradigmas
básicos: en los intersticios de ese área
regulada siempre hay porciones no edificables, sean
áreas de protección ambiental, o con pendientes
muy agudas que no se pueden ocupar porque hay restricciones,
etc. Entonces, donde el mercado formal no puede ocupar
queda un vacío y se mete el mercado popular.
O si no, fuera de los límites de ese mercado,
en periferias distantes, abriendo fronteras en la zona
rural. Lo que es más chocante es que son las
propias políticas urbanas las que generan exclusión,
no su ausencia; ese modo de planificar es una política
excluyente que sirve para reservar las mejores áreas
para quienes tienen dinero suficiente.
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Valija
de Antonini Wilson 14 - Plan Urbano Ambiental de Buenos
Aires 1
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En
el juego mediático, el planeamiento de la Ciudad
pierde por goleada
I
Por
Artemio Abba |
Y
de no cambiar esta actitud social (gobernantes, medios,
instituciones intermedias, ONGs y sociedad civil), se
llegará al turno de la Audiencia Pública
del Documento PUA (continuando el "proceso de doble
lectura, compuesto por una primera aprobación,
a continuación una audiencia pública,
y por fin una aprobación definitiva", Sabugo,
2007) sin participación efectiva de la sociedad,
quedando las deliberaciones en cenáculos de vanguardias,
algunas bien intencionadas y otras no tanto, que pueden
hacerle perder validez a tan vital decisión para
la ciudad de cara al futuro.
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El
proyecto Latencias
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La
fusión de la red y la plaza en el mobiliario urbano
I
Por
el Taller Latencias Urbanas |
Ya
no es una cuestión de no-elección: miles
de las personas que viven en ella podrían elegir
vivir en otro lugar. Pero no lo hacen, hay algo que
las detiene, quizás por una secreta esperanza
de cambio. Por una secreta intuición de que aún
es posible habitar de forma completa. Pero esta inquietud
no nos lleva por un camino fácil, hay que encontrarla
sacudiendo nuestros miedos acerca de un futuro más
oscuro y descorazonador. Quizá estemos a tiempo,
o no. Proponemos una reformulación del uso del
espacio público, entendiendo que éste
ya no es sólo un espacio físico, sino
que se ha convertido en un espacio virtual pero que
nos relaciona y nos comunica.
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Buenas
y Malas Prácticas Urbanas 2007
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Rascacielos
diversos, abrazo ecológico e instalaciones brutales.
Los premios cdlc
a las Buenas y Malas Prácticas
Urbanas 2007.
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Augurios
para el 2008, recomendaciones, edificios
verdes, pedido desde Riobamba y protesta
cordobesa.
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UR
#02 – conversar - Parametro 272 - Svelando Kabul - Especialización
en Desarrollo Local en Regiones Urbanas, en la UNGS
- Gestión Local del Hábitat, en Rosario
- ¿Un mundo suburbano? - Imaginarios urbanos y participación
social, en Costa Rica - Madrid y Barcelona, en ligas
distintas...
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
Marca en trámite
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Diseño: Laura
I. Corti
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en Buenos Aires: Mario L. Tercco
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