> Ediciones Anteriores:  
Título Subtítulo
> Número Revista:  
        
 > Año 12 / Número 132 / Octubre 2013 / ISSN 2346-9080 > REVISTA DIGITAL

 > SUMARIO
Ambiente y Cultura de las ciudades

Hanói y Doha, ¿dos ciudades?

El uso o la omisión de los saberes previos I Por Zaida Muxí Martínez

Viajar, aunque sea con ritmo moderno, sin el supuesto glamour de los viajeros y viajeras históricas, aun nos puede servir para conocer, saber, comprender y reflexionar acerca de las personas y sus hábitats.

Dos ciudades tan contrastadas como Hanói y Doha me llevan a compartir unos pensamientos y reflexiones, como si pensara en voz alta.

 

Las ciudades necesitan unas condiciones mínimas para serlo, ya que su función es que las habiten los seres humanos, y como aún no somos robots necesitamos algunas condiciones físicas y ambientales. Las condiciones básicas y mínimas de un lugar para ser habitado, y convertirse en ciudad, son agua y tierra fértil.

Así, una cultura milenaria como la vietnamita sigue rindiendo culto y respeto a esos lugares y elementos que han posibilitado el desarrollo humano, y la supervivencia. Agua y tierra para cultivar.

Hanói, y gran parte de Vietnam, vive en un delicado equilibrio con un territorio donde el agua hace su máxima presencia, los asentamientos humanos han tenido que construirse trabajando el agua, aprendiendo de sus ciclos, de sus condiciones. Canales, carreteras o caminos elevados que hacen las veces de pequeños diques, van marcando un territorio. La característica de urbanización más permanente es la parcela estrecha y alargada, que responde a la forma de crecimiento suburbana, (Solà-Morales i Rubiò, Manual de Las formas de crecimiento urbano, Barcelona: Ediciones UPC. Laboratori d’Urbanisme, Colecció d’Arquitectura, 1997) que remite al origen de la división urbana del suelo atendiendo a la infraestructura, canal o camino.

Este patrón suburbano de crecimiento, parcela estrecha y con mucha profundidad, se repite aún hoy, cuando no sería tan evidente su razón técnica de crecimiento, pero es la tipología habitacional y comercial, que se ha desarrollado a partir de la parcela, la que hoy determina su continuidad. La organización del territorio en relación a su medio natural dejó una parcela y esta a su vez se resolvió con una tipología edificatoria que los vietnamitas consideran inmejorable y sobre todo propia. Casas que colmaran estos estrechos terrenos, dejando a veces un estrecho paso lateral para ventilación. Casas que crecen en vertical a medida que la familia se extiende, como mínimo tres generaciones y el lugar de trabajo que ocupa la planta baja.

Por supuesto que nuestra modernidad global comienza a dejar sus rastros y las nuevas elites optan por comprar sus apartamentos en torres aisladas en conjuntos enormes y cerrados en los que se recrea la fantasía globalizada del ocio permanente y perpetuo.

Sin embargo, la ciudad y su cultura resisten el embate; tienen un saber, una manera de vivir, que no sería posible en otro tejido o forma de ciudad. La forma de las ciudades y los hábitos de sus habitantes guardan una estrecha relación.

La cultura del agua que representa a este pueblo queda bien explicada por su teatro de marionetas, una fantástica  expresión de sus artes, valores e historia del diálogo con una naturaleza singular, como cada territorio. El escenario de las marionetas es un estanque de agua de donde surgen todos sus personajes. Dice la tradición que este arte se inventó para entretener a los niños en épocas de lluvias e inundaciones, que no son pocas, y que es cuando el trabajo agrícola da un obligado descanso. En esta representación, como en las calles y campos actuales, vemos hombres y mujeres representados en igualdad; a simple vista parecería que son las mujeres las que llevan más carga de trabajo, pero como no puedo demostrarlo, lo que si queda claro es la igual presencia de ambos en el espacio público.

Los azares de los viajes, que aun nos pueden suceder, nos llevaron a otra ciudad, si es que Doha puede llamarse así. Las primeras impresiones son contradictorias y desconcertantes, de noche y desde el aire se ven los altísimos edificios y las autopistas de una, supuestamente, ciudad moderna. Y por otro lado de cerca, en la proximidad, la primera impresión la recibes de esa vestimenta cárcel en la que están envueltas las mujeres. Vestimenta que contrasta con la de los hombres que, o visten occidental o en caso de llevar vestimenta tradicional, esta es blanca y ligera; la ropa de las mujeres es negra y de aspecto pesado. Es evidente que el vestido de las mujeres lleva más tela, es pesado, y no solo tapa todo el cuerpo de la cabeza a los pies, a veces dejando los ojos liberados, sino que no se lo pueden sacar. La túnica masculina es ligera, como un batón, con poca tela, lo que les molesta lo llevan en la mano.

Una ciudad “moderna” que reniega de su propio lugar, de sus conocimientos, solo despilfarro, y sin ser, ni siquiera de manera retórica, la ciudad de la declaración de los derechos del “hombre” que dio lugar a la modernidad.

A la medianoche, la temperatura de más de 30 grados centígrados sin humedad hace que cualquier ropa que lleves se convierta en algo que quema, el aire es como de un horno y tu ropa enseguida toma una temperatura increíble. Sólo de imaginar cómo será sentir sobre tu piel esos vestidos negros me recorre un repelús y me sobreviene una gran indignación.

Si en Hanói a simple vista se respira una igualdad, aquí es todo lo contrario, el control sobre las mujeres es omnipresente. Tanto es así que para pasar migraciones en donde a turistas hombres y mujeres se nos hace pasar de manera individual, nos fotografían sin gafas y te miran como sospechoso o sospechosa, supongo que mas como sospechosa. En este contexto llama la atención que una familia local pasa toda junta, el señor ligero de ropa, en bermudas, por ejemplo al igual que los hijos varones y las niñas menores, las mujeres todas tapadas. Será él quien enseñe el pasaporte y ellas pasan sin ser fotografiadas, sin hablar ni descubrir su rostro (obviamente).

Esta escena me ha llevado a reflexionar que por supuesto una mujer que es sólo un objeto no merece ni siquiera ser tenida en cuenta en el control de las personas que son las ventanillas de migraciones. Nunca pensé que este acto, muchas veces vejatorio, podía llegar a ser una evidencia de los derechos de las mujeres, o por el contrario su falta absoluta.

  

La ciudad, como supongo han de ser todos los paraísos globales del petróleo que nos llaman como cantos de sirenas, es una verdadera monstruosidad. Es el sueño del espacio "ideal" y la ciudad como maqueta: un poco de edificios salpicados al tuntún, replicando modelos esparcidos por todo el mundo, y ya tenemos una “ciudad”. Afiches de propaganda inmobiliaria que nos  muestra un paisaje global: césped y árboles de follaje caduco, paisaje universalmente falso e imposible en un lugar sin agua.

Volvemos al inicio, ¿cómo hacer ciudades de estas magnitudes,  sin consideraciones climáticas ni culturales, cuando el lugar no es idóneo? No hay agua ni tierras fértiles. Sí que hay petróleo, que todo lo puede pagar, pero no puede modificar el clima real, aunque sí que puede modificar las burbujas de habitar, inundando los edificios de aire acondicionado. Pero no olvidemos el mensaje de corrección política: los anuncios nos hablan de jeques preocupados por el futuro y que son pioneros en energías verdes limpias. ¿Dónde, cómo se puede enviar este absurdo mensaje si la primera regla para la ubicación de las ciudades está rota?

Amplias calles, con trabajadores foráneos bajo el sol abrasador que trabajan en su ampliación, ramos de torres genéricas, y algún cartel que anuncia la intervención de firmas constructoras, inmobiliarias y arquitectos globales. Que poca responsabilidad colaborar con estos monstruos.

Doha, y me atrevo a hacerlo extensivo a sus hermanas del golfo, es una ciudad del despilfarro y de la prepotencia. Tener el dinero para financiar una barbaridad no justifica su existencia.

La historia está llena de ciudades fantasmas cuyos habitantes no supieron o no pudieron habitar en equilibrio con su entorno natural. Y por el contrario, el ser humano ha sabido transformar históricamente los territorios desérticos en lugares habitables según unas características que podrían haberse considerado,  modificado, rediseñado para realizar ciudades mejores. Aprender de las viviendas cuevas, donde se vive bajo el nivel del suelo para garantizar una temperatura adecuada; trabajar el agua como elemento de compensación térmica y no gastarla en regar césped; los materiales opacos y de masa térmica para acumular calor y devolverlo al exterior por la noche y no la utilización de materiales reflejantes y finos, que multiplican el sol y transmiten el calor al interior; o aprender también de ciudades compactas de calles estrechas para generar canales de aire y sombra.

 

A diferencia de Hanói, que mantiene y reelabora saberes de la construcción de espacios habitables, en estas ciudades del desierto sus arquitectos, urbanistas, ingenieros y poderosos no han sabido recuperar ni transformar ningún conocimiento ni saber previo de adecuación a su entorno natural, geográfico y climático. Se han dedicado a copiar lo peor del modelo de crecimiento insostenible que hemos desarrollado en las ciudades contemporáneas. Construyendo así la antítesis de la ciudad como lugar de futuro, de libertad y de derecho.

ZMM

 

La autora es doctora arquitecta. Profesora ETSAB. Integrante del Col·lectiu Punt 6.

 

De su autoría, ver también en café de las ciudades:

Número 15 | Tendencias 
Ciudades: lugar social o financiero Los desafíos para nuestro futuro. | Zaida Muxí 

Número 24 | Tendencias (II) 
Buenos Aires en los `90 y otras consecuencias de la ciudad global Macdonaldización y disneylandificación, en una entrevista a Zaida Muxí |Zaida Muxí

Número 49 | Política de las ciudades (I) 
Ciudad próxima Urbanismo sin género. | Por Zaida Muxí Martínez

Ambiente y Planes de las ciudades

Biodiversidad Urbana
Apuntes para un sistema de áreas verdes en la Región Metropolitana de Buenos Aires I Por Diego Garay y Leonardo Fernández

Si bien en la actualidad existe un interés creciente en las áreas verdes metropolitanas, expresado fundamentalmente en la opinión pública y en las ONG dedicadas a temas ambientales, prevalece la visión tradicional que se basa en un enfoque fragmentado de la temática, al extremo de leer cada espacio verde como una unidad carente de vinculación con el medio local y regional donde se inserta. Dicha situación se agrava ante las grandes carencias que padecen numerosos municipios de la Región Metropolitana, que de manera equivocada, interpretan la temática de espacios verdes como no prioritaria. Si entendemos que los espacios verdes, además de cumplir funciones ambientales, son ámbitos de sociabilidad, de representación, y constituyen elementos fundamentales en la construcción del paisaje de la Región, sin duda entonces, podríamos pensar en otra escala de valoración. Algunos municipios han realizado experiencias en este sentido; sin embargo, se han encontrado con graves dificultades al momento de fijar políticas y estrategias de gestión para sus espacios verdes.

Movilidad y Proyectos de las ciudades
Informe sobre el derribo del viaducto perimetral del puerto de Rio de Janeiro
La relación entre infraestructuras, espacio público y gestión urbana I Por Manuel Herce Vallejo

Es obvio que la construcción de un viaducto elevado detrae valor de su entorno; las fachadas de los edificios próximos pierden accesibilidad y ganan ruido y contaminación. Basta observar el espacio que se ha generado a su alrededor. El ejemplo de la perdida de actividades económicas en los bordes de los viaductos de la Linha Vermelha introducida brutalmente en los años ´70 en el barrio de São Cristóvão de Rio de Janeiro es posiblemente la prueba más contundente de ello, observando fácilmente la cantidad de edificios abandonados a ambos lados de esa autopista elevada en el recorrido hacia el aeropuerto de la ciudad. Por tanto, no es posible intentar recuperar un área urbana degradada sin demoler total o parcialmente las barreras físicas que quitan valor a los terrenos y edificios circundantes. Esa ha sido la causa, conjuntamente con reivindicaciones sociales urbanas contra las molestias provocadas por los atascos del tráfico, de la mayor parte de las demoliciones de viaductos comentadas anteriormente.

Ambiente y Política de las ciudades
Agenda Pendiente
Fernando Diez: medio ambiente y sociedad en los primeros 10 años del siglo XXI I Por Marcelo Corti

Los títulos de estas notas dan idea de la amplitud y trascendencia de estos asuntos: No subvencionar la basura, El derecho al espacio público, El incierto futuro de un mundo hecho de residuos, Economía versus Ecología, La dirección del crecimiento, El retorno de los trenes, Volver al centro, Las dos caras del turismo, De la epopeya industrial a la tragedia climática, etc. Como señala el prólogo de Héctor Guyot, todas ellas reflexionan sobre el modo en que los grandes cambios que vivió el mundo en las últimas décadas afectan nuestra vida cotidiana y nuestra relación con el entorno: “Hay en estos textos la sospecha de que estamos enfrentándonos a problemas nuevos con ideas viejas, que se muestran limitadas para dar respuesta a los tiempos que corren”. En su lectura se evidencia una apreciable capacidad para identificar y jerarquizar los problemas ambientales de nuestro tiempo y ligarlos a la matriz sociopolítica, económica y cultural, tanto en el orden planetario como en la escala regional desde la que escribe el autor.

POSICiones cordobesas
La centralidad en Córdoba
Cambios y permanencias I Por Celina Caporossi

El modelo de ciudad indiana planteó un ejercicio de dominio, real y simbólico, desde su centro hacia las afueras: alrededor del vacío central de la plaza mayor, principal espacio público del conjunto urbano. El origen colonial de la ciudad dejará asentado algunos elementos de configuración que perdurarán en las sucesivas etapas de crecimiento: la concepción de centralidad en tanto elemento ordenador y de sentido de lo urbano; la heterogeneidad de funciones urbanas; y una vocación hacia lo público definido en el carácter de lugar, ámbito conformado de intercambio social por excelencia. Estas características perdurarán a lo largo del tiempo y estarán presentes en las distintas etapas de crecimiento a modo de “genes” urbanos. Así, los sucesivos cambios de roles del centro fundacional, como su expansión, irán alternativamente concentrando funciones centrales y densidad a la par que acentuará su carácter simbólico. Por las características del soporte natural, por largo tiempo la ciudad quedará “enclaustrada entre las barrancas”, tal como la definió Sarmiento.

La mirada del flâneur
“Estación de lluvias”, ¿una aguafuerte tokiota?
El hilo metropolitano entre Arlt y Kawabata I Por Carmelo Ricot

Kawabata comienza su historia con un cierto toque feminista: “Ustedes no pueden imaginar la diferencia entre una multitud de esposas y una multitud de jovencitas estudiantes o de obreras de una fábrica. Las estudiantes o las obreras están reunidas por algo en común. En una palabra, han sido liberadas de sus hogares por ese algo. Pero una multitud de esposas está hecha de personas solitarias que han salido de sus casas como de salas de aislamiento. Si se tratara de un bazar de caridad o de un picnic que reuniera a compañeras de curso, uno podría decir que incluso las esposas pueden ser estudiantes de nuevo por un rato. Pero una reunión como ésta, que ocurre sólo por el amor de cada esposa por su marido, se conforma con personas solitarias”.  El ámbito en el que se reúne esta muchedumbre de soledades es una estación de tren suburbano (“Omori, por caso”). Una lluvia inesperada lleva a las mujeres a esperar a sus maridos con un paraguas, para protegerlos en el tramo final de su commuting al hogar. Pero entre todas las mujeres, un joven escritor recorre el camino inverso; él ha venido a acompañar a su esposa, bailarina en un teatro.

Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

En este número: Terquedad de Gentili y sus respuestas

 

Una calle homenajea a Roberto Segre, la ciencia según Monsanto y denuncia de Basta de Demoler sobre permisos de construcción.

 

Encuentros, Jornadas, Seminarios, Congresos: Espacio Público. Urbanismo y Movilidad, on line con la FIU - Cine y Ciudad en la FADU-UBA - Segundas Jornadas Internacionales del Paisaje CIP- FADU-UBA - VI Encuentro de Docentes e Investigadores en Historia del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad, en La Plata - Agua y planificación, El reto de fluir - Coloquio Latinoamericano de Conservación de Patrimonio Industrial, en San Luis Potosí - Webinarios del Lincoln sobre Casos Relevantes de Políticas de Suelo - III Tercer Encuentro Internacional Estado, política y transformaciones sociales en América Latina, en Mar del Plata - Vivienda Colectiva Sostenible, en Barcelona Convocatorias y Concursos: Convocatoria A+A | Homenaje a Clorindo Testa - Riesgos al Sur, Especial de Desastres y Sociedad en Argentina - Concursos Holcim de construcción sostenible - Anales 43, IAA - RIUrb Cursos y programas académicos: Master en Gestión de la Ciudad - Espacio público: políticas urbanas y ciudadanía – Maestría en Economía Urbana, en la Di Tella - Carrera de Urbanismo en la Universidad Católica de Chile Exposiciones y muestras: El genoma urbano, por Liliana Pérez Noticias y publicaciones: El conflicto del Riachuelo, por Gabriela Merlinsky - Observatorio Nacional de Datos de Transporte (ONDaT) en Argentina - Zona Urbana, ciudad en formato de radio - Revista PLANTEO Nº12 - Grandes Projetos Urbanos - Cuaderno Urbano 14 - Componente Participativo del Plan Integral de Movilidad de Rosario - Ciudades Inclusivas

 

 

 

 


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

*Marca en trámite

*Las notas firmadas no expresan necesariamente la opinión del editor.

STAFF
Editorial Café de las ciudades
ISSN 2346-9080
Director:
Marcelo Corti
Diseño: Laura I. Corti
Corresponsal en Córdoba: Carola Inés Posic
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco >

CONTACTO

Dirección: Honduras 5822 CP: C1414BNJ. CABA. Argentina
Teléfono/Fax: (54-11) 2070-1346
E-mail: editorial@cafedelasciudades.com.ar
URL: http://www.cafedelasciudades.com.ar

Al incluir un mecanismo de remoción, este material no puede considerarse spam.
Material protegido por la legislación autoral. Para su reproducción, consultar con el editor o con el autor en cada caso.
Copyright © 2002 - 2003 - 2004 - 2005
- 2006 - 2007 - 2008 - 2009 -2010 - 2011-2012 - 2013 café de las ciudades para todo el material producido para esta edición.
café de las ciudades / ISSN 2346-9080