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AÑO 8 - NUMERO 75 - Enero 2009

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Todos Autor Sección
Título Subtítulo Ciudad
Número Revista
 > SUMARIO
Nuestros antepasados

Pedro Navaja

Violencia urbana y creación cultural de un mito latino I Por Marcelo Corti

 

Se han cumplido 30 años desde que la Fanya Records editara el álbum Siembra, de Ruben Blades y Willie Colón. Ese disco es uno de los acontecimientos más memorables de la historia cultural latinoamericana. Sus siete temas revolucionaron la música popular caribeña (a la que por comodidad pero no por exactitud de lenguaje se conoce habitualmente por su nombre comercial de “salsa”): canciones largas (para escándalo de los productores radiales y los DJs), con contenido social y elaborada poética, con arreglos musicales extraordinarios y sonoridades complejas pero fieles al sentido rítmico de sus fuentes. Que el disco haya sido editado en Nueva York no reduce sus meritos simbólicos sino que evidencia la complejidad de las interacciones que caracterizan lo “hispánico” en la cultura aluvional norteamericana y sus mutuas influencias con la cultura del sur del continente.

De entre sus temas, solo la bella y melancólica Dime responde a la cuota de “canción de amor”, necesaria para no hacer del todo extraño un producto que surgió ante la desconfianza de la industria. Buscando Guayaba puede ser leído en diversas claves, desde las románticas a las picarescas, pero sobresale su impúdica sensualidad; Ojos y Siembra son canciones de esperanza y de homenaje a la gente latina en todas sus expresiones, María Lionza introduce el mito rural de la Venezuela más profunda, llevada a los ranchitos y al santuario popular de la autopista del este por la gran inmigración. Plástico es una crítica demoledora a la superficialidad y snobismo de las clases acomodadas y el “medio pelo” latino, que culmina en una convocatoria a la unidad latinoamericana (incluyendo a una entonces inminente “Nicaragua sin Somoza”) y caracteriza en pocas palabras a la ciudad de la colonización cultural:

Era una ciudad de plástico de esas que no quiero ver
De edificios cancerosos y un corazón de oropel
Donde en vez de un sol amanece un dólar
Donde nadie ríe donde nadie llora
Con gente de rostros de poliester
Que escuchan sin oír y miran sin ver
Gente que vendió por comodidad
Su razón de ser y su libertad
”.

  

Y en ese conjunto de canciones extraordinarias, Pedro Navaja fue el más exitoso de los temas de Siembra. La canción tiene todo lo que necesita una buena historia: personajes creíbles, solidez argumental, drama y, por sobre todo, sabiduría narrativa y precisión en el uso y el sucederse de las palabras. La primera parte narra, en un crescendo lírico y musical, el encuentro ocasional de un gangster y una prostituta en una desierta avenida de Nueva York (“El Barrio” latino del este de Harlem, según todos los indicios, o el Bajo Manhattan, según el reporte radial en el final de la versión en vivo de 1989). Unas manos ambiguas en el bolsillo del gabán, unas zapatillas estratégicas y el diente de oro relumbrante describen al matón; un viejo abrigo y una cartera con una botella de aguardiente y un revolver para su defensa personal, a la callejera. Un encuentro inoportuno, unas decisiones erróneas y el sino trágico de la historia llevan al funesto desenlace y desencadenan, en el alegre coro del borracho que tropezó con los cuerpos, una segunda parte profusa en refranes, moralejas y consejos (“el mensaje de mi canción”), bajo la consigna general de que “la vida te da sorpresas”.

 

(¡Avelino, ven aquí!)

Por la esquina del viejo barrio los vi pasar,
con el tumbao que tienen los guapos al caminar,
las manos siempre dentro ´el bolsillo de su gabán
pa´ que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.
Usa un sombrero de ala ancha de medio lao
y zapatillas por si hay problemas salir volao’,
lentes oscuros pa´ que no sepan qué está mirando
y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando.
Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va recorriendo la acera entera por quinta vez
y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que el día está flojo y no hay clientes pa´ trabajar.
Un carro pasa bien despacito por la avenida,
no tiene marcas, pero to’s saben que es policía.
Pedro
Navaja, las manos siempre dentro ´el gabán,
mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.
Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina,
no se ve un alma, esta desierta toa’ la avenida,
cuando de pronto esa mujer sale del zaguán
y Pedro Navaja aprieta un puño dentro ‘el gabán.
Mira pa´ un lao’, mira pal´ otro y no ve a nadie,
y a la carrera, pero sin ruido, cruza la calle.
Y
, mientras tanto, en la otra acera va esa mujer
refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.
Mientras camina del viejo abrigo saca un revólver (esa mujer)
y va a guardarlo en su cartera pa´ que no estorbe.
Un treinta y ocho “Smith & Wesson” del especial
que carga encima pa´ que la libre de todo mal.
Y Pedro Navaja, puñal en mano, le fue pa´ encima,
el diente de oro iba alumbrando toa´ la avenida,
(¡Se hizo fácil!)
mientras reía el puñal le hundía sin compasión,
cuando de pronto sonó un disparo como un cañón...
Y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía a la mujer
que, revólver en mano y de muerte herida, ¡ay! le decía:
“Yo que pensaba: hoy no es mi día, estoy salá,
pero, Pedro Navaja, tú estás peor: no estás en na´”.
Y créanme gente que aunque hubo ruido nadie salió.
No hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró.
Sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezó,
cogió el revolver, el puñal, los pesos y se marchó.
Y tropezando se fue cantando desafinao’,
el coro que aquí les traje y del mensaje de mi canción:
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" ay Dios...

"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" ay Dios...
Pedro Navaja matón de esquina
quien a hierro mata, a hierro termina
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios...
Maleante pescador, al anzuelo que tiraste,
en vez de una sardina, un tiburón enganchaste.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios
(I like to live in America)
Ocho millones de historias tiene la ciudad de Nueva York.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios
Como decía mi abuelita, el que último ríe, se ríe mejor....
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Cuando
lo manda el destino no lo cambia ni el más bravo,
si naciste pa' martillo del cielo te caen los clavos.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios.
En barrio de guapos cuidao’ en la acera.
Cuidao
camará' que el que no corre vuela.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios.
Como en una novela de Kafka el borracho dobló por el callejón.

  

La historia pergeñada por Blades es sólida por donde se la mire: habla del contexto socio-urbano más que de sus protagonistas, pero los lleva (en especial a Pedro) a la categoría de mitos; condensa y abre otras historias y referencias, desde el Mack the Knife brechtiano que supuestamente inspiró el nombre del protagonista (en otra velada referencia urbana, el reporte radial que cierra la canción aclara que su verdadero nombre es Pedro Barrios) y los pandilleros de West Side Story (también homenajeado en el final con una rápida cita del “I like to live in America”) al Juanito Alimaña con que Héctor Lavoe inauguró los homenajes del género a su himno más celebrado; elude prolijamente toda crítica moral o causalidad sociológica, y deja la “didáctica”, las lamentaciones y las ironías para esa especie de coro griego final. No es la menor de las eficacias de la canción el modo en que se contraponen la aséptica y cerrada descripción del episodio en la Avenida con la potencialmente infinita variedad de los epigramas corales. El casi tautológico leitmotiv “La vida te da sorpresas” se incorpora al habla popular latinoamericana como una severa letanía, a veces fatalista, a veces cínica, en una prueba de fuego del suceso de la canción. Y en una lectura política, el estereotipo demonizante del maleante latino y el tema de la inner city norteamericana violenta y desangelada es apropiada por la cultura latina con las herramientas del arte y del mito.

La canción pudo resistir incluso la “travesura” de Blades de crearle una absurda segunda parte, contradictoria de la primera, en venganza por la utilización del tema para la producción de una película sin su consentimiento. Sorpresas, continuación que hubiera demolido la capacidad simbólica de cualquier otra “primera” canción, es solo una divertida anécdota o un equivalente musical de las piruetas de aquellos vendedores callejeros que simulan intentar destruir el producto que venden solo para demostrar su extraordinaria resistencia. No exageraba Gabriel García Marquez al sostener que le hubiera gustado ser capaz de haber escrito una canción semejante.

 

Cierro con una referencia local: en mi país, la Argentina, la dictadura y las corporaciones discográficas y mediáticas nos ocultaron durante arios años la existencia de Siembra. Recién en 1982, con la prohibición de difundir temas en inglés durante la Guerra de Malvinas y la oportunista tolerancia a los mensajes antimperialistas, comenzaron a difundirse ese y otros posteriores trabajos de Blades y Colón. La revelación nos permitió a muchos de nosotros constatar dos intuiciones que permanecían calladas: que la sonoridad caribeña podía ser vehículo para la poesía más elaborada; que la consistencia social y política del “mensaje de la canción” no tenía que ser obligadamente acompañada de opciones conservadoras o aburridas en la propuesta musical.

MC

 

Ver y escuchar en Youtube la versión en vivo de Pedro Navaja, por Rubén Blades y Willie Colón. 

La serie Nuestros antepasados es un homenaje a ciertas manifestaciones culturales precursoras de café de las ciudades. Los lectores/as están invitados a sugerir sus propios "antepasados" (solo se requiere justificarlos y demostrar por ellos una debida y auténtica veneración). El nombre de la sección repite el de la magnífica trilogía de Italo Calvino, que incluye las novelas El caballero inexistente, El vizconde demediado y El barón rampante. Ellos también, por supuesto, son nuestros antepasados.

 

Ver las notas anteriores de la serie:

Número 67 I Cultura de las ciudades – Nuestros antepasados (VIII)
Donde el zahorí lector oirá hablar de cierta celebérrima moneda I “Por la misma esquina de la plaza de Yanahuanca…” I Por Manuel Scorza

Número 62 I Cultura de las Ciudades – Nuestros Antepasados (VII)
La dolce vita I Roma, eco y escenario de una dulce decadencia I Marcelo Corti

Número 34 I Nuestros antepasados
Comala I La novela, el pueblo y la ciudad. I Ricardo Greene F.

Número 29 I Nuestros antepasados
Robocop I Detroit ya no es lo que era. I Marcelo Corti

Número 22 I Nuestros antepasados (IV)
Taxi Driver I ¿Me estás hablando a mí? I Marcelo Corti

Número 17 I Cultura Nuestros antepasados (III)
¿Dónde queda Springfield? I El hogar de los Simpsons I Marcelo Corti

Número 16 I Cultura Nuestros antepasados (II)
El cuarteto de Alejandría I La ciudad, y su Poeta. I Marcelo Corti

Número 15 I Cultura Nuestros antepasados (I)
Uno contra todos I El Manantial, un melodrama de la Arquitectura. I Marcelo Corti

 

 
La Intervencion Anti-Urbana
Un factor hegemónico I Por Norberto Chaves

Los proyectos urbanos reconocen un repertorio muy limitado de actores, generalmente concertados y en proceso de concentración. Y dicha centralización progresiva de la intervención urbana tiene sus orígenes en un proceso de cambios que ha alterado el propio concepto de ciudad al alterar su modo de vinculación con el sistema económico. El hecho urbano ya no es sólo el espacio en el cual concurren los distintos actores sociales para materializar su vida de relación y constituir una comunidad. Ya no es el mero contenedor y símbolo del intercambio, sino bien intercambiable él mismo, y esto altera estructuralmente el concepto de hábitat: la “plaza”, ámbito del mercado, ha devenido ella misma, mercancía. Y ha devenido mercancía no sólo como infraestructura física sino como puro nudo de flujos.

Política de las ciudades (II)
El estigma de vivir en la villa
“Los mil barrios (in)formales” de Buenos Aires, en dos libros recientes y un seminario I Por Marcelo Corti

Sobre 819 casos identificados, 363 son villas, 429 asentamientos y en 27 casos no se pudo identificar la tipología, ocupando algo menos de 6.500 hectáreas en donde habitan un millón de personas. Los autores sostienen que la informalidad se ha constituido en la principal forma de crecimiento poblacional en el Area Metropolitana de Buenos Aires, en gran parte debido a la dificultad que implica para los sectores populares el acceso al suelo urbano. También exploran los paradigmas de intervención en estos barrios: la erradicación sin alternativas (propia, aunque no exclusiva, de los gobiernos dictatoriales), la erradicación a conjuntos de vivienda construidos por el Estado y la regularización dominial en sus distintas variantes, incluyendo la radicación en viviendas de producción estatal.

 
Buenas y Malas Prácticas Urbanas 2008: los premios
Barrio Alto Comedero (Jujuy) y Rellenos en el Río de la Plata I Por Marcelo Corti

La incómoda heterogeneidad del tejido urbano en la capital bonaerense fue votada no solo por platenses sino también por gente de otras ciudades donde se registran problemas similares. Desde Cataluña llegaron muchas críticas al inexplicable Parque Central de Poble Nou. Y en relación a la proliferación del juego en la Argentina (y su expresión física en los generalmente espantosos edificios que albergan la actividad), María Azucena Villoldo nos acercó un dato y una reflexión interesantes: "acerca de la atinada foto con la que ilustran el tema, ya que soy de Resistencia y reconozco la imagen como una de las "reescrituras" urbanas más vergonzosas que existen, por las dimensiones cívica y política que también implica. Ese hotel-casino que muestra la foto fue levantado -con "lujo asiático"- allí donde murió de pobreza el Hospital para la Madre y el Niño".

 
¡Basta de Demoler!
La protesta vecinal por el patrimonio construido en Buenos Aires I Por Adriana Perez Moralejo y Carlos A. Blanco

Definimos la ciudad como producto de su historia y geografía, con la impronta formada por las huellas de cada período, una suma de estratos en los que cada generación sucesiva ha dejado algo de sí. Comprendemos nuestro destino como una construcción colectiva que atañe a generaciones sucesivas unidas por un fuerte lazo de identidad y pertenencia común. Todos los bienes que consideremos patrimoniales, objetos arquitectónicos y espacio público, reflejan a la sociedad que los generó y comprendemos a través de ellos las luchas y conflictos en la historia del poder territorial. El planeamiento urbano es una herramienta de control de los efectos negativos del mercado: pone orden, establece límites a la propiedad privada mediante restricciones al dominio, interpreta derechos consagrados por la Constitución y restringe los del Código Civil.

 
Dos Aguafuertes Porteñas
La forma de vivir feliz y las sillas en la vereda I Por Roberto Arlt

La sinceridad provoca en el que la practica lealmente una serie de fuerzas violentas. Estas fuerzas sólo se muestran cuando tiene que producirse eso de: "Tú que me has metido en este dédalo, tú me sacarás". Y si usted es sincero, va a percibir la voz de estas fuerzas. Ellas lo arrastrarán, quizá, a ejecutar actos absurdos. No importa. Usted los realiza. ¿Que se quedará sangrando? ¡Y es claro! Todo cuesta en esta tierra. La vida no regala nada, absolutamente. Todo hay que comprarlo con libras de carne y sangre.
Y de pronto, descubrirá algo que no es la felicidad, sino un equivalente a ella. La emoción. La terrible emoción de jugarse la piel y la felicidad. No en el naipe, sino convirtiéndose usted en una especie de emocionado naipe humano que busca la felicidad, desesperadamente, mediante las combinaciones más extraordinarias, más inesperadas.

Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

En este número: Terquedad morfológica

 

Nuevo blog rosarino y los deseos de nuestros amigos y amigas para el año que empieza.

 

Bogotá Moderna - BEYOND MEDIA – VISIONS, en Florencia - Convocatoria de la Revista Transporte y Territorio - Simposio sobre Vigilancia, en Curitiba - Bienal de Arquitectura de Paisaje, en México - Curso de Planificación y Gestión Urbano-Territorial en Municipios 2009 - El IADEPP fue ganador del Premio al emprendedor solidario - Regularización de tierras en Argentina - Número 3 de cremortártaro - Autoridades de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos - Crónica de una toma de tierras.

 

 

 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

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Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

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