
Construyendo
ciudad junto al colectivo organizado
Por
Ariel Jacubovich
Ciudad
Roca Negra se plantea el
desafío de pensar un proyecto de arquitectura comunitaria
y equipamiento urbano junto a un movimiento social organizado,
indagando nuevas formas democráticas y participativas
de construir ciudad.
En
mayo de 2009 fuimos convocados por integrantes del Frente
Popular Darío Santillán y del M.T.D. (Movimiento de
Trabajadores Desocupados) de Lanús a pensar un proyecto
para el predio Roca Negra, que venía siendo ocupado
por la organización y donde se desarrollaban actividades
educativas, culturales, productivas y recreativas. Una
de las características distintivas del movimiento es
que se organiza de manera horizontal y que el ejercicio democrático para la toma de decisiones se
realiza de forma asamblearia.

Rol
del arquitecto: no-especialistas, no-humanos
En
estos contextos donde los sistemas de toma de decisiones
tienden a democratizarse, entendemos que el rol tradicional
del arquitecto y la figura del encargo podrían desplazarse
hacia campos donde la autogestión y la convivencia no
jerárquica entre especialistas y no-especialistas se
vuelvan determinantes. Surgen así
nuevos mecanismos de producción basados en
la conversación y el debate, en donde la representación
de los actores involucrados, humanos y no-humanos, pasa
a ser parte fundamental para el desarrollo de un proyecto.
Ahondar
en estas prácticas, volverlas sistematizables y productivas
es el desafío que nos plantea el trabajo dentro del
proyecto Ciudad Roca Negra.

La
participación simulada
Durante décadas, el urbanismo y la planificación
estuvieron ligados a las decisiones de oficinas técnicas
o departamentos de planificación. Sin embargo, en los
últimos años hemos visto emerger la idea de un urbanismo
consultivo, en un intento por democratizar las decisiones
que se toman sobre la ciudad. Así surgieron los
planes para Porto Alegre y el Plan
Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, que
fueron incorporando diferentes instancias de participación
ciudadana. Mediante audiencias públicas, consejos asesores
y presupuestos participativos se intenta transparentar
el sistema de toma de decisiones.
Estos procesos también fueron tomados
por la arquitectura. Existen varios ejemplos donde se
incorporaron mecanismos participativos en la determinación
arquitectónica de importantes edificios de diferentes
ciudades. Por ejemplo, en el proceso de reconstrucción
del Ground Zero
en Nueva York se implementó a través de Internet un
sistema de votación de los proyectos seleccionados en
el concurso que permitía a todo el mundo participar
de la conformación del futuro de Manhattan. Otros intentos
promueven la participación generando instancias de comunicación
entre los especialistas de una obra en construcción
y los ciudadanos, o volviendo visibles la información
de un proyecto a través de dispositivos que intentan
transparentar públicamente esos datos.
Sin embargo, todos estos ejemplos corren
el riesgo de volverse solamente mecanismos de legitimación
de la toma de decisiones sobre la ciudad y la arquitectura
ante una demanda cada más creciente de participación
por parte de la sociedad. El desafío tal vez sea cómo
lograr que los sistemas de involucramiento y participación
se vuelvan realmente mecanismos de generación de consenso
y no simplemente simulacros sobre el rol activo de los
ciudadanos. Y que, fundamentalmente, la participación
no se circunscriba solamente a abrir ciertas decisiones
al debate en la comunidad, sino especialmente a que
los recursos estatales y la gestión de estos recaigan
directamente en manos de los sectores populares organizados.

Transformar
los procesos autogestionarios en maquinarias proyectuales
Una
forma organizativa donde la participación se genera
más intensamente es en los procesos autogestionados
de producción de arquitectura. Es en estos sistemas
donde se articulan de manera imbricada las necesidades
y los recursos, al desplegar de manera innovadora
maquinarias productivas que requieren la conformación
de una organización específica. Como en el caso de las
fábricas recuperadas
que desde la crisis del 2001 han proliferado, o los
diferentes movimientos
sociales que vienen construyendo viviendas y hábitat
social; muchos de ellos a través del sistema
de cooperativas.
La autogestión implica que lo que se produce mantenga
una relación íntima con la forma de producción.
Estos
sistemas participativos muchas veces logran intervenir
en decisiones generalmente ligadas al gerenciamiento
de los recursos o a la organización de la construcción.
Sin embargo, habitualmente no inciden en el proceso
mismo de proyecto de la arquitectura, quedando las decisiones
de esta etapa delegadas al campo de los especialistas.

Asambleas
de Proyecto
En
Ciudad Roca Negra, a lo largo de más de tres años venimos
desarrollando un proyecto que va transitando diferentes
instancias según varían las necesidades y posibilidades.
La primer instancia fue la de las “asambleas de proyecto”,
donde lo que se buscaba era llegar a un plan general
consensuado, generado en conjunto por la comunidad y
los arquitectos. Comenzamos a trabajar dejando de lado
el rol tradicional del arquitecto como proveedor de
formas y propuestas proyectuales, y nos avocamos a desarrollar
instrumentos de visualización y toma de decisiones que
se implementaban en estas asambleas, generando el marco donde a través de prácticas deliberativas el proyecto pudiera
emerger, a la vez que consensuarse de manera colectiva.
De esta forma se registraban y se ponían en relación
las necesidades y aspiraciones, así como la imaginación
sobre el lugar que manifestaban los que participaban.
A través de dispositivos interactivos diseñados para
la ocasión se concentraba el debate en visualizaciones
específicas de las posibilidades, mientras que se construían
las bases de los documentos arquitectónicos que se presentarían
en la próxima asamblea.

Objetos
de consenso y agrupaciones socio-técnicas
La
siguiente etapa, una vez consensuado provisoriamente
el proyecto general, fue la de la construcción de “Unidades”
o partes acotadas
y sectorizadas del proyecto: la plaza de juegos
pública, la cocina y comedor comunitario, el bachillerato
popular, los espacios culturales y de emprendimientos
productivos, los lugares destinados a recreación y los
accesos y circulaciones. Esta etapa, que dura hasta
la actualidad, se desarrolla articulando diferentes
actores, existentes o en algunos casos que es preciso
generar. Así, se ponen en relación una
compleja red de trabajo y cooperación que consta
de militantes y referentes de la organización, la cooperativa
de obra propia de Roca Negra (TraSinPat), el bachillerato popular para adultos con sus programas
de formación en oficios, los talleres de herrería y
carpintería del M.T.D., la gestión del Envión
(programa del gobierno de la provincia con sede en Roca
Negra), el Municipio de Lanús con la administración
del programa Argentina
Trabaja, colectivos de artistas militantes, el grupo
de arquitectos, la Universidad de Buenos
Aires donde el proyecto funciona como investigación
en la Facultad de Arquitectura y diferentes grupos que
varían según el caso; como en el ejemplo del Juego de
Plaza donde participaron desarrollando el proyecto chicos
de entre 3 y 12 años y adolescentes, junto a estudiantes
de la FADU.
Esta red no está conformada solamente por personas o grupos
sino que incorpora también recursos, herramientas y
cosas que se vuelven relevantes.
Tal es el caso de la bloquera “Darío Santillán”, que pasó a ser el motor material
de las construcciones, o de las imágenes con las que
trabajamos para traducir a partir de ellas ciertas cualidades
de los proyectos. Son imágenes encontradas en las paredes
de la Estación de tren conmemorando la masacre de Avellaneda
o producidas por colectivos de artistas para ocasiones
de protesta o de manifestaciones que tienen un significado
relevante para el Movimiento, y por ello propician su
uso como material de proyecto, convirtiéndose ellas
mismas en objetos de consenso.

Construcción
de ciudad
En
este contexto suburbano donde lo que existe son interminables
extensiones de viviendas, precarias y no, y de industrias
en funcionamiento o abandonadas luego de las políticas
de los `90, lo que escasea son las
condiciones que hacen que una ciudad sea el lugar donde
los extraños tiendan a encontrarse, donde los intercambios
sociales se produzcan de manera pública y productiva.
La decisión para Roca Negra por parte del movimiento
social de construir equipamiento comunitario
en lugar de vivienda, implica poner
el foco en lo público; en definitiva, lo que propicia
las buenas condiciones de urbanidad. Hacerlo a través
de la autogestión y en superposición a las lógicas tradicionales
del estado implica desarrollar un alto nivel de participación
y de organización por parte de los actores involucrados.
La
arquitectura como herramienta de transformación puede
aportar un conocimiento específico y a la vez mediar
en la construcción de las condiciones que hagan posibles
esta transformación.
AJ

Predio
de trabajo, educación y cultura popular
Por
Natalia Revale
Roca
Negra es un predio en donde antiguamente funcionaba
una fábrica que se presentó en quiebra a raíz de políticas
económicas de la última dictadura militar. Ante una orden de remate, en el año 2008,
el MTD –Movimiento de Trabajadores Desocupados– de Lanús
y el Frente Popular Darío Santillán organizaron
una movilización de los trabajadores y trabajadoras de los distintos talleres
que funcionaban en aquel momento en el predio, logrando
cancelar la iniciativa. Ese mismo año se
presentó el Proyecto de Expropiación, que declaró
susceptibles de expropiación a todos los bienes involucrados
considerados de utilidad pública.

¿Quiénes
somos?
El
MTD de Lanús, junto a otros MTDs, agrupaciones de trabajadores ocupados y centros estudiantiles
universitarios formamos el Frente Popular Darío Santillán:
una organización social y política que apuesta a la construcción de poder
popular sobre la base del anticapitalismo,
antiimperialismo y antipatriarcado.
Nos
proponemos una nueva forma de hacer política a través
de la acción directa, la democracia y asambleas de base, la formación, la autonomía
y autogestión: prácticas que permiten el desarrollo de nuevas relaciones
y valores humanos, prefigurando el cambio social por
el que luchamos en nuestras organizaciones de base.
Desarrollamos
nuestra labor desde nuestros espacios de trabajo, cooperativas,
universidades y barrios; en diferentes encuentros regionales
en el conurbano y el resto del país y reuniones periódicas
de los diferentes sectores que conforman la organización.
De esta forma se organizan plenarios nacionales, campamentos
de formación y encuentros de articulación con organizaciones
afines, con quienes compartimos nuestra política como
es el caso de la COMPA (Coordinadora de Organizaciones
y Movimientos Populares de Argentina).
Roca Negra es un espacio en el que convergen proyectos
territoriales locales y eventos culturales masivos. A su vez funciona como un espacio
donde nuclear muchas de las actividades que hacen al
desarrollo de la organización. Desde el año 2008 pensamos
en el desarrollo y crecimiento del
predio teniendo en cuenta las diferentes necesidades
y demandas barriales y de los compañeros y compañeras.
Pensando a Roca Negra desde la educación,
el trabajo y la cultura, venimos desarrollando diferentes
proyectos, todos teniendo en común la forma de organización
en asambleas, con delegados y grupos de trabajo.
Por
la mañana funciona una cooperativa de trabajo que garantiza
el funcionamiento general del predio, y TRASINPAT –Trabajador@s
sin patrón– cooperativa de obra y servicios para la
construcción. Funcionan a su vez pequeños grupos de
trabajo autogestivo a los
que llamamos productivos:
la fábrica de bloques de hormigón, el taller de herrería,
el taller de serigrafía 26 y el proyecto editorial El Colectivo, entre otros.
En
el ámbito educativo, el desafío mayor fue la apertura
en el año 2008 del Bachillerato Popular para adultos Roca Negra
que hoy continúa la lucha por la oficialización del
conjunto de bachilleratos populares de todo el país.
El bachillerato es concebido desde la educación popular
y tiene una orientación en organización comunitaria,
siendo el objetivo principal brindar a las y los estudiantes
un bagaje de herramientas que les permitan mejorar su
calidad de vida y en consecuencia la de su comunidad.
El proyecto está ligado a las actividades que desarrolla
la organización y se complementa con diversos espacios
de formación como los de salud y género. Se desarrollan
también talleres para jóvenes, de computación y electricidad.
Funcionan a su vez una primaria para adultos, un programa
para adolescentes y una escuelita de fútbol.
Hemos
organizado desde hace años corsos de verano con la idea
de ofrecer un espacio de esparcimiento para el barrio
y a su vez generar fondos que permitan sostener las
actividades anuales. A medida que el proyecto crece,
vamos ampliando las formas de financiamiento por medio
de la presentación de proyectos al Estado y al municipio,
la prestación de servicios de los diferentes grupos
de trabajo, así como la realización de eventos.
Cada
uno de estos ejes nos demanda nuevas formas de pensarnos
día a día y el desafío de organizarnos desde el trabajo
y la educación de forma articulada; ensayos que contribuyen
a pensar una sociedad diferente, para todos y todas.
NR
Ariel
Jacubovich es coordinador del proyecto Ciudad Roca Negra
y director de la investigación S.I. del mismo nombre
en la FADU-UBA. Dirige desde 2004 el estudio Ariel
Jacubovich | Oficina de Arquitectura, donde
desarrolla trabajos de experimentación en arquitectura
basado en la mediación productiva entre prácticas materiales,
sistemas de organización y ecologías contextuales. Ha
sido editor de la revista UR arquitectura y actualmente desempeña su labor docente como adjunto
de las materias Morfología Urbana y Arquitectónica en
FADU-UBA.
Natalia
Revale es artista plastica y docente. Sus prácticas
vinculan el arte, la educación y la militancia.
Es integrante del grupo Arde! Milita en el MTD de Lanús.
Participa en el espacio de cultura del Frente Popular
Darío Santillán desde el año 2005
y es parte del Bachillerato popular Roca Negra.
Créditos
Ciudad
Roca Negra:
Ubicación:
Monte Chingolo, Lanús, Provincia de Buenos aires.
Superficie:
2,5 hectáreas.
Año
de proyecto y construcción: mayo de 2009
a la fecha
Organizaciones:
M.T.D. Lanús, Frente Popular Darío Santillán
Desarrollado
por: ariel jacubovich | oficina de arquitectura
Proyecto:
Ariel Jacubovich, Inés Ariza,
Leandro Cappetto y Martín Alvarez.
Colaboradores
estudiantes y pasantes FADU: Martín Flugelman,
Pedro Magnasco, Paula Canavese, Florencia
Sciutto, Magdalena Tagliabue,
Lucia Cappetto, Libertad Baldiviezo,
María Victoria Recabarren,
Daiana Cazaubon,
Ana Lia Frank, Soledad Silva
Gonzalez, María Laura Gonzalez, Antonella
Crespo, Cecilia Segal y Rosario
Talevi.
Otras
propuestas para la periferia metropolitana sur de Buenos
Aires, en café
de las ciudades:
Número 94 | Proyectos de las ciudades (III)
La
urbanización de Villa Itatí | Inclusión urbana
en el conurbano bonaerense | Rodolfo Macera
Número 113 | Planes y Política de las ciudades
Mejora
de barrios desde la experiencia cotidiana | Diagnóstico
participativo y propuestas desde la perspectiva
de género para dos barrios del Gran Buenos Aires |
Adriana Ciocoletto
y Blanca Gutiérrez Valdivia, Col·lectiu
Punt6
Sobre
el Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires, ver también
entre otras notas en café
de las ciudades:
Número
74 | Terquedades
Una mirada arrabalera
a Buenos Aires | Terquedad del Plan Urbano
Ambiental | Mario L. Tercco
Sobre
el Ground Zero neoyorquino, ver la
presentación del
número 115.
Sobre
fábricas recuperadas:
Número
3 | Cultura
Fabrica
- Ciudad - Cultural | IMPA: una
fábrica recuperada por sus trabajadores es a la vez
un estimulante centro cultural | Marcelo Corti
Y
sobre construcción cooperativa de viviendas sociales,
ver el premio
al Barrio Monteagudo, del MTL en Parque Patricios,
en el Concurso ByMPUs 2006 de café
de las ciudades.