La geografía como herramienta de proyecto
Los talleres
de ámbito regional, "otra" manera de entender las
ciudades latinoamericanas.
Entrevista
a Marcelo Vila y Marcelo Lenzi
Todos
los años, el llamado de Marcelo Vila llega unos días
antes de las vacaciones de invierno: "el taller de este
año lo hicimos en Mendoza (o en Rosario, o en Córdoba...)
y nos gustaría que estés en la presentación
de los trabajos". Y así, todos los años participo
del entusiasmo y la creatividad de docentes y alumnos, con la presencia
de Jorge Moscato, titular del taller, de amigos invitados (este
año, Pablo Ferreiro y Jorge Sarquis entre otros) y, por supuesto,
de los chicos y chicas de la UBA y de la Universidad elegida para
el intercambio. Desde la mirada territorial, los sitios elegidos
para cada oportunidad son exactamente aquellos que están
a punto de concretar su transformación e integrarse a las
nuevas, inéditas dinámicas metropolitanas. Es el caso
de Potrerillos, en Mendoza, como señala Marcelo Vila al comenzar
la entrevista.

Docentes y alumnos de Buenos Aires y Mendoza frente a la
Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza,
magnífico edificio proyectado por Enrico Tedeschi.
MV:
Tenía interés en dos cosas: por un lado hablar de
esta experiencia académica, que excede la experiencia concreta
de este año y excede absolutamente los lineamientos académicos,
haciendo énfasis sobre lo que esto significa en la Facultad
de hoy. Lo segundo es un tema concreto, la discusión sobre
Potrerillos hoy, en el marco de lo que está sucediendo en
la Municipalidad de Luján de Cuyo, a la que corresponde Potrerillos;
eso también es interesante y es la otra dimensión
del trabajo.
cdlc:
¿Se puede generar, a partir de este tipo de experiencias, un
pensamiento regional sobre la arquitectura que trascienda las estructuras
de las facultades, o es muy ambicioso pensar en hacerlo solamente
a través de algunas cátedras?
MV:
La Facultad es un ámbito propicio para disparar nuevas
miradas acerca de las cosas, porque es un ámbito colectivo.
Eso hace que todas las conclusiones, los aprendizajes y certezas
se hagan desde lugares más ricos, porque suman la mirada
de muchos. El tema que específicamente nos "desvela"
o inquieta desde hace dos o tres años se resume en una inspiración,
muy obvia pero a la vez muy clara, y es la distinción física
que nosotros hacemos en las ciudades entre las estructuras culturales,
que en el caso de las ciudades latinoamericanas se expresan a través
de grillas o mallas de 100 metros por 100 metros, superpuestas
a los sistemas geográficos (de los que en general se
ha hablado desde el lugar de soporte). Considerando estos dos sistemas
que están presentes en la ciudad, nuestro gran esfuerzo es
tratar de entender a las ciudades desde el punto de vista de
la geografía, tratar de entender de que modo, alternativo
a otras escuelas del pensamiento urbano (que en general son europeas
y están relacionadas con este sistema de apropiación
cultural), se puede entrar a la ciudad por un lado sobre el cual
entendemos que no hay ningún tipo de reflexión hecha.
Es un tema absolutamente novedoso para ser entendido: el dato de
la geografía como herramienta de proyecto, como dato para
entender a las ciudades. Por otro lado, creo que desde el punto
de vista ideológico es lo más americano que tenemos,
con esta creencia que tenemos sobre la necesidad de poner en valor
nuestro sitio y nuestra región.

Proyecto para Córdoba.
cdlc:
Mientras
hablabas a mi se me ocurría asociar estos temas a la idea
de Koolhas sobre la bigness contemporánea; en un sentido,
es como oponer (no en un sentido confrontativo sino en el sentido
que vos planteabas, de lo propio americano) o presentar a la "bigness"
tecnológica y comunicacional de la ciudad global, la "bigness"
del territorio.
MV:
De hecho, la potencia más grande, la gran potencia que
tiene América se expresa en la geografía, en el
tamaño del Río de la Plata, en la llanura pampeana,
en el macizo cordillerano, en estas piezas de un valor y una potencia
geográfica que no existen en otras partes del mundo. Y lo
cierto es que todos esos datos hoy no son herramientas de proyecto,
no son tenidos en cuenta en el pensamiento de nuestras ciudades.
Las ciudades fueron pensadas a partir de estructuras de pensamiento
que se manifestaron en grillas ortogonales de 100 metros por 100
metros y, como pudieron, estas grillas se fueron adaptando; la geografía
siempre apareció como un soporte. El desafío es pensar
de que modo este valor, que a mi juicio nos expresa tanto y nos
es tan propio, puede generar datos para construir la ciudad y
la arquitectura. En eso estamos, desde hace tres años,
con estas experiencias.
cdlc:
Y esto
se da en un contexto político donde se empieza a pensar (por
primera vez en mucho tiempo con cierta seriedad) en la idea de una
integración latinoamericana. Por cierto, a los tumbos, pero
como un dato de la realidad: de una u otra forma, con el Mercosur,
o con el ALCA, o con el sueño bolivariano de Chávez,
hay una idea de un pensamiento latinoamericano más amplio
que las realidades fragmentadas que tuvimos desde el siglo XIX.
MV:
Pero de todos modos a mí me interesa diferenciar lo central
de lo coyuntural. Nuestro país y nuestra cultura es muy amiga
de sumarse a estas discusiones coyunturales, del tipo "ahora
todos somos latinoamericanos", ahora somos todos "puro
diseño" o "industria nacional". Me voy de
tema, pero el otro día nos hicieron un reportaje en un diario
por el tema de la exportación de servicios; siempre los diarios
recortan los dichos y sacaron un copete sobre una frase que yo había
dicho que parece descontextualizada, pero es que en realidad a mí
también me pone nervioso que aparezca esta idea de exportar
servicios cuando el cambio del dólar al peso está
3 a 1. Lo cierto es que cuando uno hace arquitectura no vende placas
de yeso, no es que ahora te vendo la placa porque estamos 3 a 1
y después vos me la vendés a mí; uno construye
cultura, en definitiva hacer arquitectura es construir cultura
desde un lugar que uno ha elegido. Y en ese sentido es muy bienvenido
el marco político favorable, Kirchner, Lula, etc., pero nosotros
venimos pensando y creyendo en esto desde hace algún tiempo,
hace 3 años con esta inquietud de la geografía, y
6 desde que empezamos a vincularnos a otras facultades con los talleres
de ámbito regional. En ese entonces veíamos la ciudad
desde un lugar que no es tan nuestro, luego descubrimos que el mejor
lugar para ver nuestras ciudades, el más propio y el que
más se necesita para construir cultura desde una mirada propia,
era la geografía.
ML:
Este
año, antes de empezar el trabajo específico de Mendoza,
hicimos un breve repaso de la historia urbanística de esta
parte de América desde el siglo XIX hasta hoy, y leída
desde hoy, como una sucesión de ciclos: en el siglo XIX la
ciudad latinoamericana era una ciudad en crisis que había
que desarrollar con el concepto europeo, la ciudad del siglo XIX
no existe en Latinoamérica, el primer concepto urbanístico
que había era esta opción de operar y recuperar las
ciudades. Cuando este modelo muere como posibilidad de crecimiento
futuro, el Movimiento Moderno desarrolla situaciones nuevas que
en Latinoamérica pueden desplegarse sobre una geografía
apta para las nuevas ideas. Luego, en los `80 la vertiente cultural
de la ciudad morfo-tipológica que por ejemplo propone Aldo
Rossi vuelve a poner en valor a esa ciudad histórica, y casi
condena la construcción de una ciudad alternativa en
función de "la intocable ciudad": todas las otras
opciones de operación posterior al siglo XIX, chocan con
una ciudad intocable. En el lugar en el que estamos trabajando,
parados en Buenos Aires y en su Universidad (que tiene como columna
vertebral este pensamiento), con los primeros viajes de los foros
regionales fuimos ganando ese contacto con posibilidades de pensamiento
más basadas en la geografía. No porque nosotros no
tuviésemos una sino porque ésta no estaba explicita.
En esos viajes, primero a Santiago y después a Montevideo,
aparecen los primeros datos y empezamos a descubrir un pensamiento
sobre nuestra ciudad distinto al anterior. Fue allí que empezó
a nacer esta idea de la actuación sobre la geografía,
que 3 años después se desarrolló en Rosario.

Proyecto
para Rosario.
cdlc:
Aunque
en principio las conozco, por sus invitaciones, cuéntenme
alguna experiencia, los contextos, los resultados didácticos
y proyectuales.
MV:
Hay dos lecturas posibles sobre estas experiencias. Una es la lectura
pragmática, coyuntural y organizacional, que no es la relevante:
esto es, meternos en cada sitio, pensar cada sitio, mirar desde
nosotros, tener la mirada del otro taller... Concretamente empezamos
con un viaje a otra ciudad a principios del año lectivo;
vamos con todo el taller y nos juntamos con otro taller de la otra
ciudad. Pasamos 3 días en común, tratamos de entender
cual es el problema, cual es la mirada posible sobre ese lugar,
y después de medio año de trabajar cada uno en su
sitio, volvemos a juntarnos (esta vez en Buenos Aires) para tener
una mirada en común. Ese es el mecanismo, pero es lo menos
importante. Quizás lo más importante sea esta situación
de construir un pensamiento urbano desde un lugar que no tiene
ninguna certeza, y día a día ir elaborando nuevas
conclusiones o nuevas explicaciones. Hay una certeza que vamos construyendo
juntos, y en especial con Marcelo: una especie de explicación
que vamos construyendo de la ciudad desde el agua. En general
nunca se le ocurre a uno explicar la ciudad desde el agua, y menos
nuestras ciudades, que uno siempre explica desde otro sitio. Todas
las experiencias que hemos realizado han estado en relación
con el agua y el valor que tiene eso es que, en nuestras ciudades,
el sistema de la malla o de la grilla es el sistema que confirma
las certezas, el sistema interior. Y en ese aspecto se parecen bastante
todas las grillas de todas nuestras ciudades. ¿En cuanto es diferente
el centro de Rosario al de Córdoba o al de Buenos Aires?
¿En que lugares se produce la diferencia real, la verdadera tensión?
En el borde: es en el borde donde este sistema cuadricular finalmente
toca su límite y donde este sistema de ordenamiento cultural
y conceptual se pone en crisis. Como en general en nuestras ciudades
estos sistemas de borde son "aguas", las aguas resumen
las mejores definiciones de la ciudad; en estos últimos recorridos
que hemos hecho, los de Buenos Aires, de Rosario, de Córdoba,
de Mendoza, encontramos unas explicaciones de la ciudad desde el
agua que son muy interesantes. Por ejemplo, la noción de
Buenos Aires como ciudad desde un río que, como a nosotros
nos gusta poner nombres a las cosas, decimos que es un río
imaginario, por varias razones. Primero, porque es un río
donde uno no percibe la otra orilla, con lo cual la relación
cultural que hoy tiene la ciudad de Buenos Aires es con un río
que no está, y efectivamente la ciudad nunca está
con el río, ni nunca estuvo (y dudo yo que alguna vez lo
esté...), porque este río que está en el borde
de la ciudad, es un río que no se sabe donde termina, no
tiene orilla. No se sabe si la orilla está en Uruguay, cuando
mirás para un lado, o está en Europa cuando mirás
para el otro lado; hay una dimensión de estar frente a un
sitio que es casi un lugar de recuerdos. No es un lugar productivo,
se sabe que se vino de allí en algún momento, pero
se establece una relación absolutamente cultural con un sitio
que se expresa físicamente en estos términos, de un
río que ni siquiera tiene orilla como para entender que en
definitiva es un río.
En Rosario,
también creo que la mejor explicación de la ciudad
se da desde el río: ese río es imposible de imaginar
sin barcos. Es un río que tiene una orilla distinta,
porque la situación de orilla del otro lado de Rosario no
se sabe si está a 300 metros, donde uno ve teóricamente
la otra orilla, o si está a 40 kilómetros donde efectivamente
está la otra orilla, que es la provincia argentina de Entre
Ríos, porque lo que está en el medio no es más
que un delta. Esa cuenca, que es la del Paraná, es nada menos
que una de las 3 grandes cuencas que atraviesan América de
Sur y permite sacar toda la producción regional al Río
de la Plata y de allí al Atlántico. La noción
de estar montado en esa estructura productiva, y ver pasar unos
barcos que miden 200 metros de eslora, define el carácter
de este lugar.
En
el caso de Córdoba, que también es maravilloso, la
primera noción es que el río a la vez tiene y no tiene
agua. Ese sitio es casi una calle urbana que por momentos tiene
agua y por momentos no, y la estructura de la ciudad en relación
a ese sitio presenta claramente una ausencia; hay una calle que
no está, que a veces tiene agua, y que pasa por el medio
de la ciudad. En Buenos Aires y Rosario los ríos son estructuras
de borde, en Córdoba atraviesa la ciudad y no es más
que una avenida líquida, como nos gusta llamarla a
nosotros.

Proyecto
para Córdoba.
Y en el caso de Mendoza, la última experiencia que tuvimos,
lo fantástico de "este agua" es que es fundacional:
la ciudad existe gracias a que unos tipos supieron distribuir agua
desde el hielo, y ahora tienen la posibilidad de acumularla, es
un bien preciado y todavía acumulado. En ese sentido, la
posibilidad de trabajar sobre este sitio, a 30 kilómetros
de la ciudad de Mendoza, es la de trabajar sobre un sitio donde
el agua dio carácter fundacional a una ciudad y ahora
permite un nuevo crecimiento de la ciudad.

El
embalse de Potrerillos, cerca de la ciudad de Mendoza.
cdlc:
Hubo una amistosa polémica con Jorge Moscato acerca de
si este lugar era o no un nuevo Carlos Paz, es decir, un sitio de
gran atractivo paisajístico y con potencial turístico
que establece una relación metropolitana con una ciudad importante,
como Carlos Paz lo hace con Córdoba...
ML
(entre risas generalizadas): ...Te dejamos tranquilo, estamos
de acuerdo con vos.
cdlc:
Pero
en realidad no se si me quedo más tranquilo, pensando en
algo que me dolió muchísimo la última vez que
estuve en Mendoza. La ciudad tiene ese centro maravilloso, con el
pasaje San Martín, la alameda, el sistema de plazas, pero
ahora llegó esta tendencia de la ciudad dispersa y hoy en
el centro de Mendoza no hay, por ejemplo, un solo cine: están
en los shoppings, en las afueras. Ya hay inmobiliarias que venden
barrios cerrados, que están justamente en ese camino a Potrerillos;
esto puede ser entonces un nuevo Carlos Paz como algo positivo o
puede ser otro episodio de la tendencia a la metropolitanización
fragmentada de las ciudades argentinas. ¿Cómo lo ven ustedes?
ML:
Viene
a cuento de lo que decía Marcelo, porque es otra situación
interesante dentro de lo que hacemos. Cada vez que nos movemos a
un sitio, el problema que fue centro del desarrollo del taller fue
el tema que, en ese momento, más condición de cambio
o de oportunidad tenía en cada ciudad que fuimos. De hecho,
cuando nos decidimos a trabajar en Rosario (con en esta condición
de "la otra orilla", donde aparecía esta
cuestión de la estructura continental con todo su conocimiento
cultural, y el lado insular con toda su potencialidad geográfica),
en ese momento estaba el puente Rosario - Victoria en construcción,
casi a punto de ser inaugurado. Nosotros trabajamos directamente
sobre la oportunidad que ese hecho inminente producía como
dato en la ciudad, la posibilidad latente de ese territorio en Entre
Ríos, a 40 kilómetros de distancia, que todavía
no estaba concientizado en el imaginario ciudadano de Rosario. En
Córdoba la propuesta fue producir una transformación
del área sur de la ciudad, que estaba en condiciones de ser
potenciada por la comuna, pero en términos de lo que significa
tradicionalmente revalorizar un barrio: nosotros le cambiamos la
escala al interpretar el río Suquía como una condición
estructural de la ciudad. En Mendoza, el agua apareció por
primera vez en el embalse de Potrerillos el verano pasado, el tema
es absolutamente novedoso para la ciudad de Mendoza y para toda
la región. Lo que más nos interesa es que en estos
talleres actuamos casi sobre la tierra virgen antes de que estas
cosas ocurran; estas situaciones que estamos estudiando tienen un
"germen" que puede llevar a otro nuevo fracaso al concretarse
las intervenciones territoriales. Nuestra operación en el
taller siempre sugiere otra propuesta casi en el punto de origen,
la posibilidad de mirar la situación desde otro lugar
antes que la intervención tradicional la haga irreversible.
Las discusiones en el taller siempre se dan en ese punto de gestación
inmediata.

Embalse
de Potrerillos.
MV: Lo
que sería interesante pensar es si no habrá un tercer
modelo... Estamos pensando en la ciudad tradicional y sus modelos
urbanos, o en este tipo de crecimiento disperso. ¿No habrá
otro modelo? ¿No habrá un modelo que de alguna manera
salga de estas lógicas? ¿Un modelo que use lógicas
geográficas, que lea los sitios, que entienda estos lugares
como originantes y a partir de eso organice los sistemas urbanos?
Yo creo que sí, que el desafío que tenemos nosotros
como cultura sudamericana es el de construir nuestros nuevos paradigmas.
El otro día estábamos hablando del modelo nac&pop
("nacional y popular"): creo que ese modelo estaba basado
en el modelo de la resistencia, de la modernidad apropiada desde
una relación de resistencia, en cambio yo me refiero a entender
el lugar desde otra mirada. ¿No habrá otra lectura que tenga
que ver con la posibilidad de lo propio, con hacer las cosas con
palos, con piedras? Yo creo que ese es el desafío de nuestra
cultura y de nuestra arquitectura. En términos de nuestras
ciudades, el combate más genuino y más propio que
tenemos, y el que mejor nos expresa, queda grabado en la geografía.
Con esto no digo que la geografía es todo, pero sí
que de alguna manera condensa el saber cultural de los pueblos.
Si uno lo lee, está ahí adentro, ese es el gran esfuerzo.
Esto es especialmente bueno en el ámbito de la Universidad,
sobre todo en la de Buenos Aires, donde el pensamiento de la Facultad
de Arquitectura en términos urbanos atrasa 15 o 20 años.
Nuestra discusión en términos urbanos parece la de
los ´80, la lectura de la ciudad sigue siendo morfo-tipológica,
y ni siquiera ha incorporado la discusión de la contemporaneidad
urbana, y menos aun el dato de la geografía, que yo sí
creo que es un dato absolutamente contemporáneo, relevante
y propio.
cdlc:
Me parece que en el caso de Buenos Aires, por ejemplo, toda esa
idea establecida de la "ciudad plana" empieza a ponerse
en crisis con el tema de las cuencas topográficas. Unos centímetros
más o menos sobre una cota de nivel implican barrios inundados,
catástrofes, amenazas ambientales. Ahora todos sabemos (no
solamente los profesionales, sino la gente común) que la
cuenca del Maldonado no es lo mismo que la línea de tierras
altas que pasa por Villa Devoto, que hay cuencas topográficas
que son imperceptibles pero intervienen dramáticamente en
la realidad urbana.
MV:
¡Y
que son las cuencas que llevan el agua desde la Cordillera hasta
el Río de la Plata! A mi me maravilló enterarme que
desde la Cordillera al Río de la Plata hay 500 metros de
desnivel en 1.000 kilómetros de extensión: en esa
extensión de la pampa desde el pie de monte de Mendoza, la
"caída de la azotea", la "pendiente del patio"
es del 0,5 por mil, medio centímetro por metro; esto es lo
que define esa estructura de planicie con cuencas por donde puede
escurrir el agua.

Mapa
topográfico de Buenos Aires.
cdlc:
Hoy
mismo estaba viendo con algunos alumnos el mapa topográfico
de Barcelona, que presenta una serie de acequias paralelas que van
al Mediterráneo, y favorecen una organización urbana
sin mayores complicaciones. En el caso de Buenos Aires tenemos unos
meandros, unos arroyos, una conformación topográfica
que contradice la cuadrícula. Otra cosa: es mentira que Buenos
Aires sea una extensión cuadriculada indefinida: la cantidad
de "volteretas" y cambios de trama que tiene esa famosa
cuadrícula... En barrios como Villa Devoto, Villa del Parque,
La Paternal, yo suelo perderme, yo no puedo entender que no haya
avenidas paralelas entre sí, no puedo entender que San Martín
y Francisco Beiró, estén a 100 metros entre sí
cuando se cruzan con Nazca y que en la General Paz estén
a 30 cuadras... Es una realidad que contradice esa famosa idea de
la llanura con su cuadricula ad infinitum.
ML:
Cuando hicimos el primer trabajo de taller en Santiago y luego vinieron
los chilenos a Buenos Aires, a todos nos quedó muy claro
que esta cuadrícula es una referencia que siempre es abstracta,
porque vos tenés como referencia unas coordenadas de avenidas
que son líneas en el espacio. Los chilenos preguntaban siempre
"¿adonde está el norte?", y ningún
porteño le podía contestar porque a nadie le interesa.
Es una condición natural de cualquier ciudad, "vamos
para el norte, para el sur", pero acá nadie sabe, o
nos da lo mismo, son referencias que el habitante de Buenos Aires
no usa,

Mapa
topográfico de Barcelona.
cdlc:
Otra
cosa, con relación a lo que hablaba Marcelo Vila sobre esa
condición de río sin orillas que tiene Buenos Aires:
eso hace que hayamos reconstituido un río a través
de la Avenida 9 de Julio, esa situación de mirar de una "orilla"
a otra a través de la 9 de Julio es casi como la del Sena,
la del Arno, la del Támesis, ciudades donde al "otro"
lado de un río hay barrios de un carácter particular
(Sevilla y Triana, Roma y el Trastevere, donde la misma toponimia
alude a esa situación topológica), un corte de la
ciudad muy ancho pero que permite ver de una orilla a otra, y no
como nuestro Río de la Plata, tan inquietante en ese sentido...

Avenida
9 de Julio, en Buenos Aires.
ML:
Pero hay tanta resistencia a aceptar estas referencias a los meandros,
que un hecho fantástico como es la Vuelta de Rocha en La
Boca, un escenario natural de esta geografía, no llega a
ser el paradigma de las posibilidades de manejo de los ríos.
Siempre están los entubamientos, las canalizaciones, las
rectificaciones, la voluntad de "enderezar" los ríos.
Esa playa de barro de nivel variable que presenta el Río
de la Plata en Buenos Aires no es un dato de valor de la ciudad,
fue abandonado por otro dato que está en "esa otra"
orilla europea. Después encontramos que Uruguay tiene playas
de arena y nosotros juntamos el sedimento. La condición real
de la playa no es aceptada como posibilidad.
MV:
De hecho, uno de los proyectos de este año en Mendoza proponía
unos balnearios que trabajaban sobre la condición del nivel
del agua variable, desde dos lugares. Por un lado, esa condición
que se podría aprovechar en el Río de la Plata, en
el que el agua hoy está en un lugar y al día siguiente
puede estar "corrida" 300 metros, es una condición
de balneario o de relación con el agua muy difícil
de resolver, porque el nivel siempre está cambiando. En Potrerillos
hubo un proyecto que trabajó sobre esta condición,
porque que en realidad la represa tiene una variación de
los niveles de agua; un balneario es un programa muy factible en
este sitio porque en Mendoza no hay otros sitios para establecer
relaciones con el agua (el agua corre muy rápido como para
meterse), entonces la represa genera la posibilidad de tener balnearios,
y uno de los proyectos, de manera muy inteligente, trabajaba, en
un caso donde el agua entraba en una especie de bahía natural,
usando un edificio de equipamiento del balneario: la geografía
presentaba la posibilidad de tener 3 paredes, el edificio construía
la cuarta y contenía el agua (nos sentimos tentados a llamarlo
"el balneario brasileño"); en otro caso, cuando
la geografía establecía una relación plana
y lineal, el proyecto establecía una relación casi
más rioplatense, el edificio hacía el ejercicio de
ir a buscar el agua. Era un sistema de planchón que establecía
distintos niveles de cota de inundación para tener siempre,
según la distancia donde estuviera la cota del agua, una
relación directa con el agua.

Proyecto
para Potrerillos, Mendoza.
cdlc:
¿Cuales
son los próximos proyectos que piensan desarrollar en los
talleres regionales?
MV:
El primer proyecto o, mejor dicho, la primera intención,
sería explotar esa segunda inquietud que había mencionado
al principio: que hoy, lamentablemente, la discusión que
hay sobre Potrerillos es nula. Sería realmente interesante
que las autoridades municipales y los técnicos pudieran tener
una mirada distinta sobre ese sitio. Hasta ahora lo que hemos
visto en términos de planeamiento sobre este lugar reproduce
lecturas obvias de ciudades tradicionales. El gran desafío
a partir de este trabajo es: ¿Potrerillos no será la primer
posibilidad para leer la ciudad desde otro lado, para entender un
sistema de ordenamiento de la ciudad absolutamente distinto a la
reproducción irreflexiva de los modelos que conocemos? Parecería
que Potrerillos, en términos de dinámica urbana, es
un lugar que de aquí a 15 años va a estar consolidado,
en una u otra dirección; la oportunidad en términos
históricos es que desde las estructuras municipales, gubernamentales,
técnicas, se genere la posibilidad de descubrir cuales pueden
ser los lugares de oportunidad de este sitio. En términos
de dinámica urbana son muchos y con mucha fuerza; en términos
de forma urbana, gestión y lógica económica
podrían ser de un modo o de otro Ese es el gran desafío
y es aquello por lo que uno trabaja, en términos académicos
y conceptuales. En términos pragmáticos, el año
que viene sigue los talleres regionales continúan en la Patagonia.
ML:
La próxima escala es Neuquen, y por supuesto Cipolleti, ciudades
que solo están separadas por un puente sobre el río
Limay.
MV:
Y
concretamente con el taller de Alejandro Delluchi, que es un viejo
conocido nuestro. Yo valoro la inteligencia aplicada, profunda,
que él tiene, y desde hace tiempo compartimos las inquietudes
por estos lugares de observación Ya hemos acordado que trabajemos
el año que viene en la Patagonia. El es decano de la Universidad
de Flores, que es una Universidad bastante pequeña, pero
está en Cipolleti y es la Universidad más austral
de la Argentina: son los tipos que están pensando la arquitectura
más al sur Yo tuve un par de invitaciones a unos talleres
que hicieron, ellos tienen en Cipolleti una escuela muy interesante
desde el punto de vista conceptual, pon la profundidad con que están
abarcando este tema. Además, para ellos es muy propio, su
lugar es el desierto patagónico y están pensando la
arquitectura desde ese lugar, eso es lo importante.
ML:
Una de las cosas que más esfuerzo nos ocasiona, no es solo
lo que pasamos en la UBA con esas estructuras de pensamiento atrasadas,
sino que en las estructuras de estos lugares donde llegamos hay
también un pensamiento muy pesado para mover, muy difícil
de transformar. En realidad es todo un esfuerzo, no solamente producir
estas cosas, sino inventar un espacio para poder hacerlo. En Buenos
Aires tenemos esta cosa estructural de formación de lo que
era la escuela de arquitectura de Buenos Aires, en el interior argentino
lo que hay es una especie de certeza sostenida en el tiempo, y en
la medida en que eso sirva para que se enseñe a través
de eso, está bien, permite modificaciones. Lo que sí
creo es que hay toda una corriente generacional que supera el ámbito
local e integra el ámbito regional de toda Latinoamérica,
y que tiene esa visión.
Entrevista:
MC

Proyecto
para Potrerillos, Mendoza.
Sobre
la producción profesional de Marcelo Vila, ver la nota "Lo
propio, lo austero, lo contemporáneo" en el número
6
de café
de las ciudades.
Sobre
Mendoza, ver la nota "La amable Mendoza" en el número
12
de café
de las ciudades.
El
Taller Urbano Geográfico realizado en Potrerillos, Provincia
de Mendoza, Argentina, durante el año 2004, contó
con este equipo docente:
· Buenos Aires:
Arq. Marcelo Vila, Director de taller
Arq. Polo Jaimes, Coordinador de taller
Arq. Marcelo Lenzi, Coordinador de taller
Arq. Gustavo Menendez, Docente
Arq. Jorge Dal Pozzo, Docente
Arq. Alejandro Ponte, Docente
Arq. Fernando Servidio, Docente
Arq. Lucas Zalcwas, Docente
Arq. Pablo Garcia Miramon, Docente
Arq. Guillermo Villamarín, Docente
Arq. Santiago Frias, Docente
Arq. Javier Tomchinsky, Docente
Arq. Silvina Bustos, Docente
Arq. Ariel Hamu, Docente
· Mendoza:
Arq. Julio Miranda, Director de taller
Arq. Mario Isgro, Director de taller
· Dirección Cordoba 2003
Arq. Miguel Angel Roca
Arq. Monica Bertolino
Arq. Carlos Barrado
· Dirección Rosario 2002
Arq. Manuel Fernandez de Lucco
Arq. Marcelo Barrale
· Docentes Talleres 2002/03 Buenos Aires
Arq. Belen Buscaglia
Arq. Carolina Faverio
Arq. Fernanda Gonzalez
Arq. Luciana Machado
Arq. Marisa Freire
Arq. Florencia Kersten
Arq. Milagros Carballo
Arq. Sebastian Peña
Arq. Matias Lanciano
Arq. Gustavo Feldman
Todos los trabajos se desarrollan en el marco de
la Cátedra Moscato - Diseño 5, FADU - UBA
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