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y miradas sobre la ciudad
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AÑO
6 - NUMERO 58 - Agosto 2007
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> SUMARIO |
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Arquitectura
(y Planes) de las ciudades |
20
Ideas, 20 años
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La
prehistoria de una Buenos Aires fragmentada I
Por
Marcelo Corti |

Propuesta
para el Ensanche del Area Central (Reserva Ecológica);
Díaz, Ibarlucía, Gil, Silberfaden y Fernández
de Luco.
Resulta tentador restringir el análisis del Concurso
de las "20 Ideas para Buenos Aires", veinte años
después de su realización, a haber sido la expresión
porteña de una visión fragmentaria y postmoderna
del desarrollo de la ciudad. Lo fue, hay que decirlo, y ese
carácter puede retrospectivamente cuestionarse (como
coartada intelectual de la fragmentación híper-capitalista
de la ciudad, que es lo que ahora sabemos que encubría
la idea de "ciudad por partes") o justificarse,
si se lo entiende como una reacción epocal a
los fracasos de la planificación omni-comprensiva y
la monofuncionalidad urbana. Algo de ambas cosas podrá
aparecer en este texto, pero en realidad procuro usar el recuerdo
de las 20 Ideas para reflexionar sobre dos aspectos que considero
de interés:
- Las
particularidades del momento histórico
en que se realiza el concurso;
- La
fuerza de las ideas en la determinación del desarrollo
de la ciudad.
El concurso
de las 20 Ideas para Buenos Aires es convocado en 1986, durante
la anodina Intendencia de Facundo Suárez Lastra y siendo
Jacobo Fiterman el Secretario de Obras Públicas de
la Ciudad. Fue en el marco de un Programa de Cooperación
con la Comunidad Autónoma de Madrid, coordinado por
Eduardo Leira dentro de un marco definido por el Instituto
de Cooperación Iberoamericano. Un concurso similar,
las 50 Ideas para la Recuperación de Madrid, se había
realizado en la capital española en 1982, siendo Leira
Director Técnico de la Oficina del Plan.
Como datos
de contexto político y disciplinario, cabe resaltar:
presidencia de Alfonsín, vigencia de un ideario
socialdemócrata, con la transición española
a la democracia como modelo de modernización política
post-dictadura, precaria situación económica
con la crisis de la deuda externa, las primeras debilidades
del Plan Austral y un marcado desfinanciamiento estatal
para el planeamiento y la obra pública (en el marco
de la caída del Estado Benefactor). El Plan
Director
de Sarrailh y Odilia Suárez cumplía sus 25 años;
por un lado resultaba evidente el agotamiento de su horizonte
temporal y, por otro, los aires de la arquitectura y el urbanismo
se orientaban hacia otras vertientes (en la España
referente operaban como paradigmas de intervención
la acupuntura urbana, la descentralización política
y la democratización del espacio público;
aun faltaban 6 años para las Olimpíadas de Barcelona).
Los intendentes de la Dictadura, Cacciatore y (como mero "final
de fiesta") Del Cioppo, habían realizado apenas
unos años antes un sistemático despilfarro de
las arcas públicas y proyectos de diversa factura convergentes
en el ideario del "hacer", el "ennoblecimiento"
de la ciudad y, en general, los delirios de la razón
de derecha: demolición de sectores enteros de la ciudad
para construir autopistas elevadas, desalojo forzado de villas
de emergencia y en especial las del norte de la ciudad (Retiro
y las nunca retornadas de Belgrano y Colegiales, donde se
instrumentaron sendas urbanizaciones especiales), el malogrado
Ensanche del Area Central (cuya herencia es hoy la Reserva
Ecológica), el desalojo del Gasómetro, el Parque
de la Ciudad, un frustrado proyecto de relleno costero, etc.
También, la sanción del instrumento normativo
del Plan Director: el Código
de Planeamiento Urbano
de 1977, que con innumerables modificaciones persiste hoy
como el marco normativo de la construcción de la Ciudad.
Agotado
(aunque, como hemos sostenido en la nota
recordatoria de Odilia Suárez,
de ninguna manera irrealizado) su Plan, estructuralmente modificada
por la ideología cacciatoresca, e incluso marcada por
la incertidumbre sobre su futuro rol político
debida al contemporáneo anuncio del traslado de la
Capital al sur del país, Buenos Aires tenía
al menos la oportunidad de debatir algunos aspectos parciales
de su desarrollo urbanístico. Este "al menos"
tiene un barniz consolatorio, pero también introduce
una dimensión alternativa: en un contexto de desfinanciamiento
económico para la obra pública y de agotamiento
ideológico del paradigma urbanístico anterior,
la dimensión fragmentaria del Concurso de las 20 Ideas
permitía aventurar futuros desarrollos posibles de
algunas áreas estratégicas de la ciudad.

Propuesta
para el Ensanche del Area Central (Reserva Ecológica);
Testa, Jorcino de Aguilar, Genoud, Torcello y Van der Poll.
Las Bases del Concurso, confeccionadas por Dardo Cúneo
(entonces presidente del Consejo de Planificación Urbana)
presentaban una prolija síntesis de la evolución
urbanística de la Ciudad y de los diversos planes generales
y parciales que la habían tenido como objeto. Entre
las hipótesis básicas para una estrategia proyectual,
se mencionan la recuperación de la identidad urbana,
la reconstrucción del paisaje urbano, la recuperación
y formalización del espacio público, el "freno
de la disección evitando el zoning monofuncional"
y la creación de instrumentos de regulación
adecuados (entre los que se mencionan la creación de
un banco de tierras, el tratamiento de las plusvalías,
la desburocratización, descentralización y la
participación ciudadana). La redundancia que muestran
las otras hipótesis respecto a las ya citadas resulta
muy clarificadora respecto a la ideología urbana del
Concurso: integración en cambio de dispersión,
recuperación del sistema vial como paisaje y como lugar
urbano, determinación y diseño de los bordes
del fragmento urbano, determinación de fragmentos urbanos
Ciudad – Región, integración del tejido urbano
periférico, recuperación de la urbanidad barrial,
utilización del patrimonio acumulado, reconsideración
del papel de la arquitectura como señalador de la identidad
urbana.
Revisando
las áreas de intervención propuestas por las
Bases (que las caracteriza por "su falta de estructuración
urbana-arquitectónica") y los trabajos ganadores,
encontramos buena parte de las cuestiones urbanas que marcarían
el debate y la gestión en los años posteriores.

Propuesta
para el Ensanche del Area Central (Reserva Ecológica);
Marchetti, Astengo, Cañas, Bauza, Sinai, Binstock y
Smolevick.
La renovación de Puerto Madero aparece anticipada
en varios trabajos, aunque en todos ellos como parte de un
avance de la Ciudad sobre el Río (vale recordar que
en aquel entonces el área conservaba más la
memoria del frustrado Ensanche que el imaginario socio-cultural
de la incipiente Reserva Ecológica). Clorindo Testa
avanza desde La Boca con una suerte de megaestructura polifuncional;
Alberto Alvarez, Otero, Ferro y Paladino proponen un "contundente
y definitivo remate sobre el río" del eje monumental
de la Avenida de Mayo; Marchetti y otros reivindican la idea
de Ensanche, aunque con especial acento en las intervenciones
sobre el sector Este de Puerto Madero. Otros trabajos reivindican
especialmente la recuperación del contacto con el
río: Schaffner, Mármora y Martínez
proponen una intervención topográfica que oculta
los docks tras una contra-barranca artificial; Rita Schalen
se limita a espejar la Costanera Sur sobre el lado este de
la Laguna de los Coipos.

Propuesta
para el Ensanche del Area Central (Reserva Ecológica);
Schaffner, Mármora y Martínez.
En la propuesta de Tony Díaz es perceptible la fuerza
del croquis corbusierano de la Cité des Affaires, aunque
en este caso destinado a un casi surrealista espigón
costero. Fontana, Pastor y Corti proponen conectores perpendiculares
que superan las barreras urbanas y se internan en el Río
como muelles: la propuesta se extiende en todo el desarrollo
ribereño y explicita que "La Ciudad llega al Río",
planteando así la idea de una intervención integral
sobre el frente costero.

La
Ciudad llega al Río; Fontana, Pastor, Corti.

Propuesta
para Retiro; Feferbaum, Naszewski, Doval, Schacter y Vela.
El aún en discusión Proyecto Retiro se
adelanta tímidamente en las intervenciones que abordan
el tema del "Paredón de Retiro" (sic). Quizás
es este el mejor ejemplo de la timidez conque los responsables
del planeamiento porteño afrontaban una cuestión
infraestructural de compleja significación. Los proyectos
del Estudio Solsona; Feferbaum y otros; y García y
Morzilli, se restringen, siguiendo el programa, a unas intervenciones
de oficinas sobre el borde este de la Avenida del Libertador,
sin abordar la cuestión de las parrillas ferroviarias.
En cambio, Antonini, Schon, Fervenza y Hall operan sobre la
totalidad del área, con la intención de hacer
desaparecer "esa valla urbana".

Propuesta
para Retiro; Solsona, Manteola, Sanchez Gómez y Santos.

Propuesta
para Retiro; Antonini, Schon, Fervenza y Hall.
El equipo de Alfredo Garay propone una Municipalización
de la Ciudad, alternativa a la Descentralización
(la memoria descriptiva publicada no amplía los términos
de esta oposición). Se considera el respeto de las
identidades históricas, la necesidad de institucionalizar
la participación ciudadana y de promover una adecuada
coparticipación entre los Municipios así
definidos, y se adelanta el reclamo por la elección
directa del intendente que resolvería la Reforma Constitucional
de 1994 (todo en el marco del referido proyecto de traslado
de la Capital).

Municipalización
de Buenos Aires; Garay, Fernández, Pastrana, Gigliotti,
Tiraboschi, D. Garay, Strático, Cerón y Pita.

Plaza
de Once; Mermoz, Klein y Calculli
Los proyectos plantean también la recuperación
de la Avenida de Mayo (Taller Solsona, con Hunter, Bouzada,
Schanahan, Simoni y Rud) que luego se intentará en
el Programa PRAM, e identifican otras áreas de oportunidad
o de recuperación de espacio público: el predio
del Mercado de Hacienda en Mataderos, el boulevard García
del Río en Saavedra y Núñez (González
Ferrari y Larosa; Dodero y otros), las Plazas de Once (Mermoz
y otros; García Soria y Campanga Pérez) y Flores
(Arregui, Chiurazzi y Díaz), el espacio cultural y
paisajístico de la Recoleta (Lepera y Vázquez
Mansilla). Dentro de esta lógica se inscribe el tratamiento
del tajo abierto por la traza de la frustrada autopista AU3
(Crespo, Lebrero, Miranda y Martini; Lisman y Murgía;
Cátedra Varas con Dahl Rocha, Feferbaum y Naszewski):
curiosamente, dada la intención "acupuntural",
o no (si se considera el temor reverencial a encarar grandes
proyectos urbanos o abordar las cuestiones infraestructurales
más profundas), no se aborda un tratamiento de la
autopista efectivamente construida por la dictadura, ni
de las conexiones de la incipiente red. Tampoco son objeto
de reflexión alguna las infraestructuras ferroviarias
(es cierto que aun funcionaban la mayoría de las líneas
nacionales), portuarias y aeroportuarias, ni la cuestión
del Riachuelo.

Propuesta
para Mataderos; Cajide, Farji, Gombinsky, Nasif, Ferrari,
Allievi y González.

Propuesta
para el Boulevard García del Río; Dodero, Magariños
y Urruti.
Se encara, sí, el destino de áreas como Barracas
(Cátedra Erbin Lestard; Bugni y otros) y Agronomía
– Warnes (Ferrari y Larrosa, Blinder, Janches y Faena, Catedra
Varas). En Palermo
Viejo, Hampton y Rivoira proponen un abordaje de "pequeñas
intervenciones urbanas" para un barrio que todavía
podía ser descripto adecuadamente como "periférico
de baja densidad, alternativa residencial, recreativa y de
trabajo".

Pequeñas
intervenciones urbanas en Palermo Viejo; Hampton y Rivoira.

Propuesta
para la Recoleta; Lepera y Vázquez Mansilla.
La influencia de las 20 Ideas sobre la evolución posterior
de la Ciudad debe buscarse en el difuso campo de los imaginarios
urbanos más que en realizaciones concretas. Por
un lado, la propia endeblez conceptual y gestionaria de la
Intendencia, unida a los primeros estertores de privatización
y comercialización del espacio público (las
concesiones de Coconor y Costa Salguero son prácticamente
contemporáneas al Concurso e implican al menos una
década de demora en el objetivo de recuperación
costera) tornan ilusoria cualquier posibilidad de desarrollo
posterior de las Ideas.
Por otro
lado, la casi inmediata crisis del alfonsinismo y de los gobiernos
locales radicales en la Ciudad y la Provincia significaban
la proximidad de otros tiempos políticos en marcha,
luego concretados con el ascenso menemista y la sucesión
de proyectos e intervenciones de distinto tipo sobre el espacio
urbano. En ese devenir, no interrumpido con la autonomía
lograda finalmente en 1996, se evidencian las limitaciones
y las trampas del enfoque fragmentario. Según Adrián
Gorelik, "...las críticas al proyecto homogeneizador
se volvieron funcionales, en infinidad de proyectos de ‘renovación
urbana’, a la defensa del nuevo status fragmentado de la ciudad;
la ‘arquitectura de la ciudad’ se convirtió en coartada
para la creciente diferenciación de las partes; el
pluralismo y la descentralización devinieron en argumento
exclusivo de las virtudes del mercado frente a las aspiraciones
de la regulación modernista" (Figuras urbanas,
en Punto
de Vista
número 47, diciembre de 1993, recopilado en Miradas
Urbanas).

Propuesta
para Barracas; Bugni, de Antoni, Lamberg, Lavarello y Penedo
Sería sin embargo simplista reducir el papel de las
20 Ideas a un preludio más o menos ingenuo para la
fragmentación privatizadora. Desde la pregunta por
la articulación entre plan y fragmentos (no dilucidada
ni en el Plan Director ni en el aun vacante Plan
Urbano Ambiental),
hasta la constancia de la aparición de determinadas
cuestiones en el debate urbanístico, resulta evidente
el poder que el debate sobre la Ciudad tiene sobre sus
desarrollos.
Temas
ausentes en las 20 Ideas, como la cuestión de la vivienda
social, las consecuencias del Código de Planeamiento
Urbano sobre él tejido urbano (por ejemplo en la
discusión sobre las torres) y las condicionantes
medioambientales (espacios verdes, inundaciones, etc.)
son hoy parte de debates que, con seguridad, se prolongarán
en los futuros desarrollos urbanos.
No es
seguro, eso sí, la forma en que lo harán, con
que deseos coincidirán, y mucho menos, si el cumplimiento
de esos deseos traerá algo de felicidad: "ten
cuidado con lo que deseas en tu juventud porque lo conseguirás
en tu madurez", decía Goethe. Y ejemplifica
Bioy Casares: "las mujeres deseadas y los ideales,
¡ay!, se alcanzan"...
MC
Sobre
el Plan Director de Buenos Aires, ver también en café
de las ciudades:
Número
49 I Cultura de las ciudades
Odilia
Suárez I Cuando tuvimos Plan... I Marcelo
Corti
Sobre
Palermo:
Número
28 I Lugares
La
preocupante boludización de Palermo Viejo I
De la recuperación barrial al snobismo gastronómico.
I Carmelo Ricot
Número
35 I Tendencias (II)
El
Nuevo Orden Palermitano I Comienza la fase
de post-boludización. I Carmelo Ricot
Sobre
el Plan Urbano Ambiental:
Número
21 I Planes
El
Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires
I Origen y situación actual. I Rubén
Gazzoli
Número
55 I Planes de las ciudades
Andar
con pensamiento I Ciudad y urbe en tiempos
del Bicentenario I Mario Sabugo
Número
56 I Política de las ciudades
La
necesidad de políticas territoriales
I Asuntos pendientes de Buenos Aires. I Marcelo Corti
Sobre
el Código de Planeamiento Urbano:
Número
54 I Política de las ciudades
Las
políticas urbanísticas en su laberinto (II)
I El Código de Planeamiento Urbano de Buenos
Aires o la quimera de la Planificación: la densificación
vertical de la Avenida Pedro Goyena, en Caballito y Flores.
I Daniela Szajnberg y Christian Cordara
Número
53 I Política de las ciudades (I)
Las
políticas urbanísticas en su laberinto (I)
I El Código de Planeamiento Urbano de Buenos
Aires o la quimera de la Planificación: la densificación
vertical de la Avenida Pedro Goyena, en Caballito y Flores.
I Daniela Szajnberg y Christian Cordara
Número
47 I Planes de las ciudades
Cómo
cambiar de una vez por todas el ya agotado (y además
confuso) Código de Planeamiento Urbano de Buenos Aires
I Apuntes para una normativa urbana (III).
I Mario L. Tercco
Y
sobre Adrián Gorelik:
Número
25 I Cultura
Miradas
sobre Buenos Aires I Historia cultural y crítica
urbana en el último libro de Adrián Gorelik
I Mario L. Tercco
Fuentes:
Publicación "20 Ideas para Buenos Aires",
Comunidad de Madrid y Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires; summarios 119.
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Arquitectura
de las ciudades (I) |
URDIMBRES:
la favela es el lugar del puro devenir
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Una
estrategia de reconquista de la ciudad en la 12 DOCUMENTA
de Kassel I
Por
Jorge Mario Jáuregui |
El
campo de lo urbano contemporáneo define un espacio
de múltiples intersecciones, una urdidura donde
diferentes disciplinas se entrecruzan. Urbanismo, arquitectura,
paisajismo, psicoanálisis, filosofía,
arte, sociología, ingeniería, se interceptan
con las problemáticas del sujeto y con las cuestiones
legales referidas a la tenencia de la tierra y a los
aspectos de seguridad ciudadana. Lo que implica absorber,
fusionando categorías consideradas heterogéneas
o contradictorias. Implica también lidiar con
un universo probabilístico relacionado con flujos:
de informaciones, de personas, de vehículos y
de mercaderías.
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El
"desorden" urbano, según FIEL
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Los
problemas locales de la calidad de vida y el crecimiento
en las ciudades argentinas I
Por
Marcelo
Corti |
El
libro comienza con una apropiada reseña del creciente
proceso de urbanización mundial y de la cada
vez mayor importancia de las megaciudades en la composición
poblacional, señalando las diferencias entre
la urbanización de los países desarrollados
y subdesarrollados. Aunque menciona los problemas económicos
resultantes de su capacidad de atraer a la población
más pobre y los costos de la congestión
como un obstáculo para su desarrollo, la investigación
parece apostar a la continuidad de su hegemonía:
"Las grandes ciudades han persistido aun en presencia
de grandes infortunios. En definitiva, la calidad de
vida y el desarrollo humano están intrínsecamente
unidos a las ciudades y, cada vez más, a las
grandes ciudades".
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Hidrógeno
y celdas de combustible: sueños y realidades
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La
tecnología de la segunda civilización solar
I
Por
Horacio R. Corti |
En
términos simples, la generación de bienes
y servicios mueve la economía de un país
y del mundo. Para generar esos bienes y servicios es
necesario contar con energía, que puede provenir
de recursos naturales disponibles en forma directa,
tales como la energía hidráulica, eólica
y solar, o indirecta, tal como el petróleo, el
gas natural o el carbón mineral, que deben extraerse
de los yacimientos. Estas energías se denominan
primarias, pues no requieren un proceso de transformación
para su empleo. Las energías secundarias son
las que se obtienen por procesos físicos, químicos
o bioquímicos, entre las que se encuentran la
electricidad y los derivados del petróleo que
se obtienen en las refinerías (naftas, diesel
y otros).
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Una
ciudad para comprender
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Buenos
Aires, campo de acción y reflexión I
Por
Jorge Sábato |
Pero
la Arquitectura urbana, la buena arquitectura urbana,
no es aquella que resuelve un edificio solo hacia adentro
como un objeto autónomo, aislado del contexto
por la línea de puntos del plano catastral, sino
que es aquella que toma conciencia de que el edificio
se hace a si mismo pero que a la vez también
hace a la ciudad. Esta construcción arquitectónica
de la urbe es la que podemos caracterizar disciplinariamente
como propia del diseño urbano. A la vez, todas
estas escalas son traspasadas por las condiciones determinantes
y voluntades de origen sociocultural, político,
económico y jurídico. Por último,
no confundamos el mapa con el territorio. Podemos reflexionar
sobre la ciudad en escala 1:10.000 o 1:1.000, pero no
se trata de ciudades distintas.
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Sobre
el futuro de la Villa de Retiro
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Carta
abierta al Jefe de Gobierno electo de Buenos Aires |
La
ejecución de futuras políticas públicas
no puede desconocer el efectivo goce de los derechos
económicos, sociales y culturales de los habitantes
de las villas. Asimismo, el Estado debe apuntar a la
regularización de las tierras y a la urbanización
integradora. Corresponde recordar que lo anterior no
lo exime de la responsabilidad de brindar o proveer
en todo momento, y hasta que ello suceda, de los bienes
y servicios básicos que hacen a la propia supervivencia
de quienes las habitan y que se encuentran a la vez,
-en términos económicos- en una posición
más desaventajada. Sobre este punto, existen
indelegables obligaciones estatales que no pueden ser
pasadas por alto, ni por el actual ni por el futuro
jefe de gobierno de esta ciudad.
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Proyecto
Mitzuoda
I
Una
ficción metropolitana contemporánea (por
entregas). I
De
Carmelo Ricot, con Verónicka Ruiz
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Epílogo
(tercera parte y final)
Lastima
que sea una cualquiera....
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Ecos
y repercusiones de Boedo Universal (incluyendo un relato
en San Cristóbal y un tango dedicado a Göttling),
preguntas por curtiembres y la fiesta de San Patricio,
y el Boletín de IFLA..
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Instant
Urbanism, situacionismo en Basilea - Cursos en ETHOS
- Ciudades y cine latinoamericano, en la Legislatura
de Buenos Aires - Seminario Presupuesto Participativo
y Planificación Participativa - XXII Jornadas
de Investigación Urbe y Territorio, en la FADU-UBA
- Bienal Internacional de Arquitectura, en Buenos Aires
- Seminario Hipótesis de Paisaje, en Santiago
- Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI, en Barcelona
- El Hogar Obrero, exposición en la FADU - Dott,
innovación social y diseño - Convención
de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, en La Habana
- Ciudad, periferia urbana y habitabilidad, coloquio
en Bogotá - Seminario Internacional de Ordenamiento
Territorial, en Mendoza - XII Seminario de Arquitectura
Latinoamericana, en Concepción y Chiloé
- Feria La Salada, una ciudad ocasional
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
Marca en trámite
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I. Corti
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en Buenos Aires: Mario L. Tercco
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