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    > Año 10 / Número 107 / Septiembre 2011   > REVISTA DIGITAL / Aparece el primer lunes de cada mes
Número 9
"El derecho a la vivienda"
Reflexiones, análisis y políticas
urbanísticas en torno a la vivienda.

Curso“Gestión de la ciudad: Movilidad espacio público y medio ambiente”
(UOC-CPAU-UNNE-CdlC)
En marcha

(+INFORMACIÓN)

 > SUMARIO
NUEVA SECCION - POSICiones Cordobesas (II)

Patrimonio y después

Miradas desde el sur I Por Mariana Isabel Bettolli

Manzana jesuítica, calle Obispo Trejo al 200 Foto: Arq. Roger Berta

La Conservación del Patrimonio construido en la ciudad latinoamericana es, por estos días, un desafío al conocimiento específico, a la pertinencia en la toma de decisiones en una cierta y determinada circunstancia y definitivamente, un desafío al sentido común.

Para mapear algunas cuestiones referidas al Patrimonio es preciso, en primer lugar, acordar que Conservación del Patrimonio es tanto la actitud, como las acciones posibles en lo que a Patrimonio se refiere, en este caso el urbano arquitectónico, el patrimonio construido. 

Al respecto, la cotidianeidad demuestra que, en el ejercicio de esta disciplina, se manifiestan tanto las múltiples perspectivas desde donde es posible abordarla, como los campos de fuerza propios del poder, asimilables a los que tensionan la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, para conservar el patrimonio construido es necesario poder interpretar procesos complejos y a su vez descifrar una cierta “urdimbre formada por tramas de significación” (Waisman, 1997), que le otorga sentido al testimonio material situado por caso, tanto en el territorio, como en la ciudad o circunscripto a una parte de ella o a un edificio en particular. Lo cierto es que patrimonio construido no implica a una singularidad, aislada, sino más bien a un complejo, a un tejido tangible e intangible, gestado a lo largo del tiempo y asumido por una comunidad como un legado.

Afirmando esta condición es posible, como hipótesis, aplicar el concepto de interfaz a la conservación del patrimonio construido, develando la importancia de los ámbitos de interrelación en todo proceso que le es propio. Ya sea el proceso que hizo posible que un bien construido sea asumido por una comunidad como Patrimonio, como los sucesivos procesos que permitan su conservación en el tiempo, o no. En este caso los tres elementos a considerar en interacción son:

-un bien construido, o un conjunto de bienes, o la ciudad

-una comunidad, que obviamente incluye a los profesionales actuantes y

-la condición de Patrimonio lo cual significa que un bien tiene la capacidad de representar para la comunidad, una herencia que merece ser conservada.

Por lo tanto, la interfaz es lo que permite a un cierto bien construido, además de permanecer en el tiempo, de estar- ahí, sin afectar a la comunidad; ser para la comunidad un referente, un testimonio identitario, lo que cobra sentido.

De este modo, la potencia relacional que implica la interfaz es lo que puede desvirtuarse en el devenir de un cierto bien patrimonial y por lo tanto las actitudes y acciones que sostengan su Conservación deben reconocer las razones de ser de su condición de Patrimonio y revitalizarlas, renovarlas al momento de que se trate; sin obviar el natural proceso a que todo bien patrimonial está sujeto, por caso, el cambio o adaptación a nuevas condiciones que le otorguen sentido. La mencionada potencia relacional que implica la interfaz, es posible a través de acciones de gestión, de educación y concientización, de consideración del patrimonio como un recurso, entre otras posibles.

Calle Obispo Trejo al 200, esquina Caseros. Foto: Arq. Roger Berta

En este sentido, las prácticas concretas para la conservación del patrimonio construido parten de una realidad material, de ciertas preexistencias, que es necesario conocer, “estudiar” caso a caso, en profundidad y “reconocer” sus valores, para luego establecer “criterios” para su intervención.

En esta instancia, se podría asegurar que accionar en la conservación del patrimonio construido es llevar adelante un proceso proyectual que, como diferencia con otros posibles no pretende ser ex novo, sino que se genera a partir de ciertas preexistencias y que por lo tanto un Arquitecto es el profesional hábil para llevar adelante tal práctica. Además, la investigación-reflexión traducida en diversas estrategias para diferentes etapas del proyecto de conservación es hoy una necesidad. Particularmente en la instancia de la valoración, en la cual pareciera que “por lo general, se dejan de lado los estudios, análisis y resultados previos” (Gnemmi, 2005), valoración que es o debiera ser una construcción colectiva y de consenso general, además de una práctica profesional caso a caso.

Sin embargo, es evidente que la especificidad disciplinar en conservación del patrimonio construido, en más de una situación, lejos de ser un aporte ha distanciado e increíblemente enfrentado el pensar con el hacer en lo que a patrimonio se refiere; en tiempos en que lo multidisciplinar debiera caracterizar todo equipo de proyecto, es claro que el aporte de los especialistas no nutre el proceso de diseño sino más bien “aprueba” o “desaprueba” decisiones tomadas. Las razones de tal desencuentro posiblemente son, tanto el imaginario respecto a la rigidez en la perspectiva desde la cual se gestan los criterios de intervención, como preconceptos mutuos de las partes implicadas, o hechos concretos de la propia realidad. En síntesis, el equívoco de creer que conservar es “detener” el tiempo, convertir en “naturaleza muerta” todo aquel testimonio material heredado, asumido como patrimonio, que forme parte de la memoria colectiva y que de alguna manera identifique a una comunidad. Lejos de esta visión, la conservación del patrimonio construido es todo lo contrario, es una actitud o una acción absolutamente vital y como tal, cambiante en el tiempo. La propia materialidad de los bienes patrimoniales así lo demuestra y a su vez, los actores implicados y las ideas respecto a los mismos, también cambian y se modifican a lo largo del tiempo por lo cual, la toma de decisiones respecto al “después” del patrimonio; debe accionar en un sentido en el cual, el patrimonio construido sirva “para hacer con él alguna cosa que satisface una necesidad material, o de conocimiento o un deseo. Es la dimensión utilitaria del objeto histórico” (Ballart, 1997), el valor de uso posible, para una cierta comunidad. En tiempos en los cuales estamos comprometiendo seriamente los recursos del planeta en cuanto a su capacidad de atender a las necesidades de las generaciones futuras, no debiéramos soslayar la posibilidad de rehabilitar el cuantioso recurso material disponible en toda ciudad latinoamericana, monumental y no-monumental. Tendiendo a reforzar la idea de que la conservación del patrimonio construido es una acción de diseño y como tal implica dar lugar a lo que el diseño mismo trae aparejado como actividad humana:

-orientada al futuro,

-referida a la innovación, ya que en el acto proyectual se concibe algo nuevo,

-dirigida al logro de un buen uso de las preexistencias,

-resultado del juicio crítico, entre otras características que le son propias.

Lo antes señalado expone argumentos que explican por qué es importante articular acciones de proyectistas y conservadores fortaleciendo el trayecto para arribar a un proyecto de conservación que sostenga, renueve, profundice en cómo potenciar la interfaz que favorezca el buen uso de un cierto bien construido, por parte de la comunidad que lo valida como Patrimonio.

Museo jesuítico (izq) y casa Marca (der), hoy Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNC.
Dibujo del Arquitecto Miguel Angel Roca, proyectista del nuevo edificio, sede centro de la mencionada Facultad.



En síntesis, conservar el patrimonio construido demanda acciones, de especialistas y no-especialistas en la disciplina, comprometidos en concebir su práctica con las lógicas propias del diseño, actuando en equipos de trabajo multidisciplinares y desplegando capacidades para crear nuevas pautas culturales, nuevos modos de ver, de pensar y hacer; desarrollando “criterios de pertinencia… pertinencia no es un concepto estático, sino dinámico. La pertinencia como criterio de selección de la modernidad vinculado a la identidad trabaja a favor del cambio histórico, lo acelera.”(Rojas Mix, 2003)  Son los criterios de pertinencia los que nos permitirán asociar a la identidad con la noción de proyecto, ya que los rasgos identitarios son de construcción permanente e incluso, arriesga Rojas Mix, una construcción a futuro.

MIB

La autora es Arquitecta, FAUD-UNC. Actualmente desarrollando la Tesis de la Maestría en Conservación y Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico, FAUD-UNC. Profesora Adjunta de Historia de la Arquitectura II y Profesora Asistente de Introducción a la Historia de la Arquitectura y el Urbanismo A,  FAUD-UNC. Investigadora Categorizada en el Programa de Incentivos al Docente Investigador: Categoría III. Codirectora de Proyectos de Investigación con Subsidio SECyT-UNC, desde 2008 y miembro de equipos de Investigación desde 1994, en temáticas referidas a Historia, Teoría y Crítica de la Arquitectura.

Fuentes consultadas:

Ballart, Josep: El patrimonio histórico y arqueológico: valor y uso. Editorial Ariel, Barcelona, 1997.

Gnemmi, Horacio: Aproximaciones a una Teoría de la Conservación del Patrimonio Construido. Desde los principios y fundamentos, Ed. Brujas, Córdoba, 2005.

Rojas Mix, Miguel: Educación superior: globalización y nuevas tecnologías, en Globalización, pertinencia e identidad. Conferencia cursos de verano CEXECI, 14-julio-2003,.

Waisman, Marina: El patrimonio es la construcción de la ciudadConferencia pronunciada en el Foro Iberoamericano de reflexión, Bs. As. Agosto, 1996, en revista Summa+23, enero/febrero, 1997.

 

Sobre Córdoba, ver también entre otras notas en café de las ciudades:

Número 73 | Lugares
Córdoba siempre estuvo cerca… | La ciudad de la Reforma Universitaria y el Cordobazo | Marcelo Corti

Número 73 | Planes y Normativa de las ciudades
Planificación y crecimiento urbano en la ciudad de Córdoba | Acuerdos, disonancias y contradicciones | Celina Caporossi

Número 73 | Historia de las ciudades
Ahí..., abajo, entre los pastos (la Ciudad Docta) | Córdoba en 1825, “forzada a replegarse sobre sí misma” | Domingo Faustino Sarmiento

Número 85 | Cultura y Política de las ciudades
El barrio San Vicente en Córdoba, Argentina | Entrevista a Desirée D´Amico | Marcelo Corti

Número 93 | Planes de las ciudades (II)
Córdoba: lineamientos de un plan | Un nuevo contrato social entre el estado, el mercado y la sociedad civil | Alejandro Cohen

Número 100 | Planes y Política de las ciudades
La insoportable levedad del hacer | La demolición de la Casa de las Tejas en Córdoba Celina Caporossi |

Número 103 | Proyectos de las ciudades
Proyecto 4 Plazas: renovación del eje central del barrio San Vicente en Córdoba | El barrio como unidad de gestión y planificación integral | Celina Caporossi

NUEVA SECCION
POSICiones Cordobesas
(I)
La paradoja de la conservación
El barco de Teseo encalla en las costas del Suquía I Por Carola Inés Posic

Sin la dinámica de renovación de los países centrales y con una historia más corta, en nuestras tierras las cuestiones que involucran al entorno construido de cada ciudad y sus problemáticas derivadas se van resolviendo, en la mayoría de los casos, sin un plan predeterminado  y con marcos normativos obsoletos. Renovación y sustitución de tejido,  arquitectura y tejidos a preservar, valor patrimonial, etc., parecen decidirse en función de lo que determina la propia práctica urbana, condicionada o promovida por la acción intermitente del mercado, los particulares y el propio Estado. El resultado, una transformación urbana no dirigida que suele acentuar desequilibrios territoriales y su correlato social. En las cuestiones relacionadas con la dupla aparentemente antagónica renovación/ preservación, parece jugarse la misma dicotomía que tan bien resume la conocida Paradoja de Teseo. Cuenta el mito que los atenienses conservaron el famoso barco de Teseo reemplazando las tablas estropeadas por unas nuevas. A medida que pasa el tiempo y el cambio de nuevas por viejas es mayor, la pregunta es: ¿sigue siendo el mismo barco?

Política y Planes de las ciudades
Jujuy: suelo, gobierno y territorio
“Acá la tierra se defiende a tiros” I Por Raúl Fernandez Wagner

Como ocurrió con el Parque Indoamericano, Jujuy expone nuevamente el problema más acuciante de la sociedad argentina actual. Pues la crisis del “acceso al suelo” ya no repercute solo por su dramatismo social o la inadmisible desigualdad, sino impacta también por el modo en que pone en crisis la gobernabilidad territorial. La cuestión es seria en términos político-técnicos, máxime cuando se insiste que es un problema de “falta de viviendas”, y no se percibe que el problema central para la población son las condiciones de acceso al espacio urbano, al suelo urbano, y luego la vivienda. Lo cual ocurre porque el espectacular crecimiento de la economía de los últimos años tiene como consecuencia valorizaciones extraordinarias del suelo urbano y rural con extendidas prácticas especulativas. Esto no se comprende y prevalece una concepción muy conservadora de la política territorial, que evita abordar sus causas profundas. Lo grave es que ello conlleva un desgobierno territorial, una desplanificación que conduce inevitablemente a situaciones que vulneran derechos humanos.

 
Prólogo a La cuestión urbana interrogada
Transformaciones urbanas, ambientales y políticas públicas en Argentina I Por Nora Clichevsky

Y aquí lo más destacado, el mayor aporte del libro en su conjunto es cómo una cantidad importante de jóvenes investigadores (alumnos de diferentes posgrados y distintos tipos de becarios, de diferentes disciplinas) tratan los temas referidos a las cuestiones que proponen las cuatro mesas desde ópticas diversas, privilegiando, en la mayoría de los casos, los aspectos explicativos de los fenómenos estudiados más que su mera descripción. Y también que dicha explicación se realiza partiendo de diferentes enfoques teórico-conceptuales-metodológicos, aplicados a distintas realidades (en relación a los temas y a los territorios estudiados). Y en aquellos trabajos que son más descriptivos, dichas descripciones poseen en muchos casos marcos conceptuales implícitos que los hacen muy valiosos a la hora de analizar los aportes de los mismos a la cuestión del Taller; asimismo, poseen información excelente como para continuar trabajando sobre los temas estudiados y profundizar la reflexión en términos teórico-conceptuales.

 
Dispositivos de muerte
La responsabilidad por las políticas viales en la Argentina I Por Luis Elio Caporossi

Entendemos que en las condiciones planteadas anteriormente, y aun en el caso que los autos corran a velocidades permitidas por las normas actuales, cuya distancia de acercamiento es de  61 metros por segundo, la situación de sobrepaso queda fuera del rango de la capacidad  humana de manejo. Y esto sin considerar factores muy generalizados en la Provincia de Buenos Aires y en otras, como la ausencia de señalización, mal estado de la ruta, ausencia o mal estado de banquinas .Veinte argentinos mueren por día en accidentes de tránsito. Sin contar heridos. La  cifra es catastrófica, aunque su carácter de goteo permanente habilita un perverso acostumbramiento al que se naturaliza, bien como una fatalidad inevitable, bien como un hecho tan multicausal que, al no tener soluciones fáciles, justifica y refuerza la aceptación  y la anomia  Inversamente, entendemos que hay responsabilidades básicas de las políticas públicas, responsabilidades que muchas veces se invisibilizan por la amplia confusión entre gobierno y estado.

 
Veracruz petrolero
Fragmentos de Ciudad para Armar (VI) I Por María Berns

Los saludos van y vienen con los que llegan y parten. Cambian mesa, llegan los cantantes. Charla entre lecheros de veinte pesos, entre ojos y narices prominentes, bocas que se disputan las declaraciones. “Tenemos la tecnología para perforar en el mar.” “Hay miles de pozos en tierra que no han sido explotados.” “En Poza Rica, hay miles de balancines que desde 1930 dan aceite y siguen.” “¿Quieres que vengan los chinos a agujerear el mar?”Acercarse a un trabajador petrolero es una tarea difícil. La secretaria del sindicato de la sección  9, ubicada en el puerto de Veracruz, cumple eficazmente con su papel de contención al espacio detrás de la puerta de vidrio: una estructura laberíntica inaccesible a simple vista. Un hombre, que posiblemente pise los cuarenta, se desplaza en silla de ruedas, sin una pierna; se enfrasca en autoritarias conversaciones en su celular y alude a planes sin nombre urgiendo a su interlocutor a proceder inmediatamente. Su voz estridente no logra cambiar el rostro adusto de los que, sentados contra la pared, esperan su turno para pasar al interior del laberinto.

Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

En este número: Nueva Terquedad del suelo, entre la academia y la política.

 

Quetglas cuestiona a Scioli, Ricot cuestiona a los medios, un admirador de Fito cuestiona a Ricot y en Caballito se indignan con un shopping.

 

Encuentros, Jornadas, Seminarios, Congresos: Paisaje en el CMD - Las prácticas locales del urbanismo, en Carlos Paz - Paisaje Industrial, en Sevilla - Coloquio Injaviu 2011, “La Dignidad Humana en la Ciudad Latinoamericana” - Congreso Latinoamericano de Ecología Urbana, en la UNGS - X Congreso Argentino de Antropología Social Convocatorias y Concursos: Fotosafaris - Cuadernos de Vivienda y Urbanismo -  Mujeres y Derecho a la Tierra y a la Vivienda - Cuaderno Urbano - Urbe, revista de gestión urbana - Convocatoria de RIUrb Cursos y programas académicos: Master Laboratorio de la Vivienda del siglo XXI, en la UPC Exposiciones y muestras: Visit as art, María Berns en Veracruz Noticias y publicaciones: Buenos Aires - El Poder de la Anticipación, por Margarita Gutman - Para-formal - El autor y el intérprete. Le Corbusier y Amancio Williams en la casa Curutchet - Para pensar una Ley de Tierras

 

 

 

 


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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