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  > Año 11 / Número 111-112 / Enero-Febrero 2012 > REVISTA DIGITAL / Aparece el primer lunes de cada mes
 
 
 
 
 
Número 10
"El proyecto urbano"
Reflexiones sobre las estrategias y gestión
de grandes intervenciones urbanas.

Curso “Gestión de la ciudad" (UOC) Versión en modalidad
semipresencial edición 2012

(+INFORMACIÓN)

 > SUMARIO
POSICiones cordobesas

Norah Lange, la mirada transversal

O como reunir una biblioteca I Por Carola Inés Posic

Somos grandes y nos casamos hace poco.  Como parte de la unión, hemos decidido reunir nuestros libros después de una corta deliberación sobre la inconveniencia de mantener independientes las bibliotecas. El verano y su inmovilidad han postergado la acción, sin embargo ya vamos percatándonos que hay muchos libros repetidos, algunos exactamente iguales, otros de ediciones distintas. Para Navidad, mis padres nos regalaron dos libros, uno no lo teníamos. El otro sí. Para no seguir multiplicando libros repetidos, fuimos a la librería de la ciudad en que nací a reponer el obsequio.

La librería, ubicada convenientemente frente a la plaza principal, es bastante moderna y amplia, con sus libros de mayor circulación en la entrada -esos de consumo rápido: autoayuda, política express, etc.- y los libros especializados al fondo. Como en toda ciudad chica, la librería está llena de gente y libros y se pueden conseguir títulos que en ciudades como Córdoba se encuentran ya agotados. En estos días, aprovechando las ventas de fin de año, habilitaron todo un entrepiso con ofertas. Hacia allí nos dirigimos con la tímida emoción que produce cualquier juego o búsqueda del tesoro, en la íntima espera de encontrar entre esos libros venidos a menos, alguno que merezca nuestra atención intelectual y, por qué no, la fantasía de algún incunable. Como deberíamos haber imaginado, muy lejos de la biblioteca de Alejandría, la mayoría eran compendios de recetas editados por algún periódico y muchas novelas de dudosa calidad entre manuales de como tener hijos, panqueques, mascotas o sexo tántrico.

De cualquier mesa de “saldos y retazos” siempre tengo por principio el impulso de llevarme algo, o por lo menos aplico toda mi voluntad en la tarea,  ya que -en este caso- los libros se nos presentaban como ofrenda, para otorgarles nuevamente el valor venido a menos. Y así fue que lo encontré. Aunque antes me topé, después de superar la sección de como tener plantas en departamento, con  Borges, Cortázar, Bioy Casares reproducidos una y mil veces en ediciones baratas, de bolsillo, de mini bolsillo, por entregas, y por supuesto, de luxe. Me quedé pensando en esa rara particularidad argentina, ese consumo cultural de clase media. ¿Serán tan leídos y demandamos que tienen el privilegio de tan prolifera reproducción? ¿O los tres pertenecen al Olimpo argentino, casi como si definieran nuestro campo cultural más allá de sus escritos, de sus palabras y, más aún, de quien o cuantos los leen? ¿Son un privilegio las ediciones baratas o, por el contrario, un descredito? Sin respuestas precisas me dirigí a un anaquel móvil, con libros iguales, chiquitos, de tapa negra y letra blanca. Uno de ellos me llamó la atención, al tiempo que el único y aburrido vendedor le anunciaba a otra posible clienta que quedaban pocos minutos para cerrar hasta el próximo año nuevo.  


Norah Lange es la sirena, el escritor Oliverio Girondo está en el centro.
 La acompañan como marineros: el escritor chileno Pablo Neruda (tercero desde la izquierda),
Conrado Nalé Roxlo, Evar Méndez y Emilio Pettoruti, entre otros, en la presentación de su libro 45 días y 30 marineros.


Norah Lange, rezaba en letras grandes, y mucho más chico el título: “Personas en la  sala”, edición  muy barata del Centro Editor de América Latina, que con precisa convicción tituló a la colección “Biblioteca Básica Argentina”. Hace ya un tiempo que “la voz” de Silvina Ocampo me acompaña en la lectura. Y digo la voz porque me produce una fascinación especial esa escritura tan personal, tan de primera persona y, por qué no, tan lateral que es imposible no intuir en ella su “ser en el mundo” desde su condición femenina. Aun cuando la cuestión de género, cuando se hace teoría explicativa, deja cierta confusión o malestar intelectual por sesgada o incompleta, creo entrever que “lo femenino” en tanto posición y rol parece construir, o mejor aún habilitar, una necesaria introspección, la creación de “lenguaje” en un campo inexplorado (esa sutil mirada en transversal sobre los discursos dominantes u oficializados los volví a encontrar en formas tan disimiles como los discursos filosóficos de Hannah Arendt o en la arquitectura de Lina Bo Bardi).

Y ahí  estaba Norah Lange, musa y diosa de nuestro olimpo literario. Hoy sería más conocida por el chisme de haber sido el primer amor de J.L. Borges y, acto seguido, la esposa de Oliverio Girondo;  después vendría su origen noruego, exótico como el color rojo de su pelo. 

 

La tarde de la calle, 1925, prólogo de J.L.Borges, ilustración de Norah Borges 


Pero hay que leer a Norah Lange. Woody Allen, en su maravillosa película “Medianoche en Paris”, se da el privilegio de reunir en una mesa a la vanguardia del siglo XX e imaginárselos “descargados de historia”, viviendo en un presente que siempre es más confuso e indeterminado. Buñuel ya  nos había contado en su libro autobiográfico los increíbles intercambios que se producían en un  mismo espacio-tiempo parisino entre Picasso, Dalí, García Lorca, etc., etc., y que posibilitaron la creación de todo un nuevo campo cultural. Para la misma época, Borges decía en sus conversaciones con Bioy Casares: “Yo pensaba: qué rico es Buenos Aires; pensar que a dos cuadras de esa casa (la de Ricardo Rojas) estaba la tuya, y a dos cuadras la de Xul (Solar). No es extraño que esa gente coexista en el espacio, sino en el tiempo".

Y en las veladas de sábado de las hermanas Lange en la calle Tronador estaban todos y se cruzaban todos. Como testigo mudo, como la foto fantasma de Hotel del Resplandor de Kubrick, la foto de la presentación del libro de Norah, 45 noches y 30 marineros, nos trae los ecos de esa vanguardia cultural local que definirá de alguna manera nuestra manera de entender “la modernidad”.

Y Norah Lange, muy querida, (Macedonio Fernandez, Alfonsina Storni y por supuesto Borges halagarán su persona con entusiasmo), escribe. Y cuando la leemos, nos trae en otros planos la escritura de Borges, quien le prologará y ayudará a editar su primer libro, al punto que crea el efecto de desdibujar las influencias.

Porque la escritura de Norah es envolvente. Construye una voz personal, un lenguaje del pensamiento, del relato con “uno mismo”, profundamente experimental. La palabra se subordina a esa construcción. Tridimensional, las ideas se convierten en palabras y se hacen objetos. Storni dirá en su poema dedicado a ella: “sabía reducir el mundo hasta cuadricularlo en una ventana” (Alfonsina Storni a Norah Lange, 1928). Ese universo autoreferencial, ese asombro por los sentimientos y vivencias propias, esa exploración interior en conjunto con la deconstrucción del lenguaje para volver a construir lo íntimo, hacen a la literatura de Lange profundamente atractiva aún fuera de su tiempo.

Una publicación de sus obras completas por la editorial Beatriz Viterbo en el 2006, al cumplirse 100 años de su nacimiento (1905-1972) y algunas reediciones de sus libros se enmarcan en un creciente interés por visibilizar aquellas producciones que en principio parece estar fuera de canon. Seguramente es justicia, además de permitir que un nuevo libro se acomode orgulloso en nuestra biblioteca.

CIP

 

Fragmento del comienzo de “Personas en la sala”, Norah Lange, 1950

Cuando los demás rememoraban la calle Juramento siempre me sorprendía la facilidad con que recobraban una fecha destina a perdurar, algún episodio sin interés, el júbilo aquietado de cuanto aconteció en ella. Apenas se apartaban de la casa donde vivimos dos años y, cuando lo hacían, era para alejarse de ella, definitivamente, hasta que un día cualquiera, sin querer, alguien la acercaba de nuevo.  Para mí, en cambio, aquella casa solo constituyó el sitio más cómodo y propicio para vigilar la otra. A medida que alguien se equivocaba con un recuerdo y una voz paciente corregía el color de un vestido, la noche que se llamó al médico, yo me distanciaba poco a poco, porque la calle Juramento siempre sería para mí -al menos en el primer momento, no bien escuchaba su nombre, aunque después pudiese ser otras cosas- una sala a la calle, con rincones apenas más penumbrosos, y tres rostros claros que parecían vivir a gusto. Esa sala no era la nuestra, y aunque yo recorriera la calle Juramento en busca de algo olvidado, a fin de perfeccionarlo y tal vez preferirlo, solo lograba asirme a esa media cuadra final que había bastado para transformarla en la calle predilecta, explicablemente predilecta.

Claro que todo no sucedió enseguida. Así como para los demás nuestra casa era la que se hacía sitio, de inmediato, con su enumeración de voces recién conocidas, habituándose despacio a largas conversaciones de barrios y patios -las amistades imprevistas frente al buzón, o al cerrar una persiana, o al llegar de la estación en un coche victoria con la capota baja--, para mí adquiría significado después, mucho rato después, cuando ya no se hablaba de ella y yo había dejado de mirar la otra. Por eso durante mucho tiempo parecí distraída, como si llegara tarde cuando recordaba la nuestra, porque primero debía apartar la otra, entera e intacta en mí recuerdo para que no me molestara…

 

Poema Tarde a Solas, de Los Días y las Noches, 1926

Vacía la casa donde tantas veces
las palabras incendiaron los rincones.
La noche se anticipa
en el piano mudo
que nadie toca.
Voy a solas desde un recuerdo a otro
abriendo las ventanas
para que tu nombre pueble
la mísera quietud de esta tarde a solas.
Ya nadie inmoviliza las horas largas y cerradas
a toda dicha mía.
Y tu recuerdo es otra casa
grande y quieta
por donde yo tropiezo sola.
Y mis latidos forman una hilera de pisadas
que van desde su puerta hacia el olvido.

NL

 

Para más información sobre Norah Lange se puede consultar el sitio oficial de Lange y Girondo.

 

Carola Inés Posic es comunicadora especializada en temas urbanos. Es corresponsal en Córdoba de café de las ciudades; ver la presentación del número 104 y las notas:

Número 110 I POSICiones cordobesas
Córdoba se va “de caravana” I … y vuelve hecha una urbe latina. I Por Carola Inés Posic

Número 109 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas
Renovarse es vivir I Las formas del crecimiento I Por Carola Ines Posic

Número 108 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas
¡Es tan difícil poder ver cine! I Habemus Papam y el Director desbordado. I Por Carola Inés Posic

Número 107 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas (I)
La paradoja de la conservación
I El barco de Teseo encalla en las costas del Suquía I Por Carola Inés Posic

Número 107 I NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas (II)
Patrimonio y después
I Miradas desde el sur. I Por Mariana Isabel Bettolli

Número 106 I NUEVA SECCIÓN: POSICiones Cordobesas
Los deseos de Villa El Libertador I Sobre barrios, elecciones y política I Por Carola Inés Posic

Número 105 | NUEVA SECCION - POSICiones Cordobesas
Belgrano de Alberdi: un pirata en primera I Fútbol y Ciudad I Por Carola Inés Posic

Número 104 | Planes y Política de las ciudades
El lugar de todos | Consideraciones sobre el área central de la ciudad de Córdoba | Fernando Díaz Terreno

Número 104 | Arquitectura y Política de las ciudades
Ciudad frágil, Peatonal frágil | Obras en Córdoba: ¿Ensañamiento o ignorancia? | Inés Moisset

Cultura de las ciudades (I)
Un pequeño jardín 
Microfísica de un lugar en Pehuen Co I Por Luis Elio Caporossi

No creo que haya más de doce o quince pasos en el sendero entre la parrilla circular próxima a la casa y los Aloe Vera que marcan la entrada desde el mar, y bastante menos en sentido transversal. A pesar de esto, aquí ocurren eventos que paso a relatar y que ponen en consideración tanto la idea de dimensión como la de lugar. Más allá de los Aloe Vera se extiende un médano cubierto de olivillo silvestre, y luego la costanera y al fin el mar. En este caso, el Atlántico Sur. Digamos Atlántico simplemente, porque la única costa a tropezar si avanzamos rectamente es el Continente Antártico. Son doce pasos, seis mil kilómetros y luego, justo ahí, el Polo Sur. Desde la costanera, la vegetación que cubre el médano silvestre impide ver de qué trata el jardín. A este médano, a diferencia del jardín y no por desidia como sospechan los vecinos sino por propia decisión, lo hemos mantenido virgen de intervenciones. Quizás gracias a esto, a su manera ha prosperado: no solo mantiene intacto el plateado olivillo original, sino que en él crecen al azar varios pinos marítimos, descendientes naturales de los plantados por Avelino Martínez allá por el ´39.

La mirada del flâneur
Constelación Christaller
Hexágonos sobre la Pampa I Por Carmelo Ricot

Para condiciones “ideales” de superficie geográfica llana y ausencia de accidentes naturales significativos, el economista alemán Walter Christaller desarrolló en su libro Los lugares centrales del sur de Alemania, de 1933, un modelo de anillos hexagonales definiendo hinterlands agropecuarios alrededor de aglomeraciones urbanas consideradas centros de servicios de distintas escalas. El esquema complementa y perfecciona la teoría del lugar central de von Thünen (y a su vez sería perfeccionado años más tarde por Lösch). Por un lado, transforma el modelo original de círculos en un modelo hexagonal que cubre la totalidad del espacio teórico. Por otro lado, introduce la idea de una jerarquía de centros complementarios pero con cierto grado de autonomía. Si bien la llanura pampeana se asemeja en su extensión indiferenciada a la geografía teórica de Christaller, la existencia de cuencas hidrográficas, las diversas calidades de la tierra y las interrupciones a homogeneidad del espacio introducidas por la infraestructura vial y ferroviaria introducen un factor de “distorsión” a dicho esquema.

Política de las ciudades (I)
Carta-Agenda Mundial de Derechos Humanos en la Ciudad
“La ciudad es una comunidad política en la que todos sus habitantes participan en un proyecto común de libertad” I Por Ciudades y Gobiernos Locales Unidos

El Consejo Mundial de CGLU, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, reunido el pasado 11 de diciembre de 2011 en Florencia (Italia), decidió adoptar la Carta-Agenda Mundial de Derechos Humanos en la Ciudad, a propuesta de la Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos. La Carta-Agenda es una iniciativa surgida del Foro de Autoridades Locales (FAL) por la Inclusión Social y la Democracia Participativa que se celebró en Caracas en 2006. A partir de los debates que tuvieron lugar en este marco entre gobiernos locales de todo el mundo, un grupo de expertos/as de distintos países redactó un primer borrador (2007-2008), que fue posteriormente discutido y enmendado por representantes electos/as, expertos/as y representantes de la sociedad civil de los cinco continentes (2009-2010).

Política de las ciudades (II)
Una chispa para despertar a los gobiernos locales
Sobre la Carta Agenda Mundial de Derechos Humanos en la Ciudad I Por Sebastian Tedeschi

Las características de este documento son novedosas. En primer lugar, se trata de un acuerdo inter-ciudades, no de carácter internacional, es decir su vigencia solo será en el ámbito del territorio de los gobiernos locales que adhieran a él. Claro está que estos gobiernos deberán aplicarlo en los marcos constitucionales de los países a los que pertenecen. En segundo lugar, se denomina Carta Agenda, porque además de un conjunto de derechos, la Carta propone un programa de acción para la realización de esos derechos en el corto y mediano plazo. Inicialmente se incluía un estándar de compromisos en uno, cinco y diez años, pero finalmente se optó por la referencia genérica del corto y mediano plazo. En tercer lugar, es un documento de fácil adhesión, pues no requiere el complejo sistema de aprobación y ratificación de tratados internacionales, tanto en el ámbito interno como en el internacional.

Cultura de las ciudades (II)
Un buen texto no se define por los aportes académicos que haga, sino por el número de veces que es citado I Por Fernando Carrión Mena

Las revistas en inglés e indexadas dan más puntos que un libro en español. También los puntos impulsan un sistema de complicidades con comités editoriales, lectores ciegos, indexaciones, acreditaciones, ponderaciones y demás elementos calificadores. De esta situación dos hechos a destacar: primero, los puntos determinan los temas, metodologías y enfoques más valorados, lo cual legitima ciertos conocimientos, homogeniza el pensamiento y disminuye la autonomía crítica. Segundo, tener una medida del conocimiento establecida por los centros hegemónicos del conocimiento mundial y no por las demandas de la realidad. Publicar un libro de autor tiene menos puntos que publicar en una revista indexada, porque los sistemas de difusión de las revistas son más dinámicos, demandados y tienen una institucionalidad dedicada a ello.

Cultura de las ciudades (III)
De Barcelona al Mundo
Prólogo a Luces y sombras del urbanismo de Barcelona I Por Manuel Castells

Sin proponérselo, en las últimas dos décadas, Barcelona se convirtió en un modelo que ha sido estudiado, debatido, criticado y adoptado en universidades y municipios de todo el mundo. Como todo modelo, tanto más cuanto que nadie pretendió modelizar nada, las simplificaciones han deformado la experiencia y las mitologías han llevado a importantes errores en las copias apresuradas de un original deformado. Y sin embargo, hay un caudal de innovación urbana que, pasado por el tamiz de un análisis riguroso y una evaluación honesta, merece ser comunicado y utilizado por quienes, en todo el mundo, incluida la nueva Barcelona, se enfrentan con la gigantesca tarea de adaptarse al crecimiento urbano y metropolitano sin perder la herencia de la ciudad como espacio de convivencia, creatividad y libertad.

Política de las ciudades (III)
Vida Urbana, Gestión y Liderazgo
Un estudio sobre las diez administraciones urbanas más grandes de la Argentina I Por Pedro Del Piero

La idea de realizar este estudio surgió a partir de un intercambio de ideas con  la Universidad Nacional de San Martin, no en vano una de las casas de estudio más prestigiosas y comprometidas con el desarrollo del territorio metropolitano. Desde la Fundación Metropolitana decidimos impulsar este estudio porque de las diez ciudades más pobladas de la Argentina, cinco se encuentran en el Area Metropolitana de Buenos Aires, el espacio sobre el que trabajamos desde hace diez años impulsando políticas públicas con el objetivo de lograr una mayor equidad, inclusión social y desarrollo sustentable. Indagar sobre la felicidad de quienes habitamos este complejo entramado urbano, la calidad de los gobiernos locales, la relación con la gestión urbana, saber cuál es la percepción sobre la calidad de vida y el grado de orgullo de quien vive en uno u otro espacio son elementos que no sólo permiten percibirnos  como habitantes, sino también como ciudadanos.

Arquitectura de las ciudades
Curutchescas
Historias personales de una casa a partir de El autor y el intérprete, de Merro Johnston I Por Marcelo Corti

El autor y el intérprete retoma el estudio de la Curutchet desde otra mirada: la relación entre Le Corbusier como proyectista y Amancio Williams como encargado local de la obra, relación que Merro Johnston asimila a aquella que se produce entre el compositor de una obra musical y el músico encargado de interpretarla. Merro Johnston encuadra esta relación con una explícita relación al estudio de Paul Ricoeur sobre La Poética de Aristóteles y sus tres momentos de la “mímesis”: la prefiguración (el contexto cultural del poeta y su universo de valores), la configuración (el tiempo de la creación, la elaboración del texto y la trama) y la refiguración (intersección del mundo del texto con el del lector). Williams resulta en esta lectura un atento y refinado lector de la poética corbusiana, que en su interpretación completa y afina. Al decir de Stravinski, citado en el libro, “la primera condición que debe cumplir quien aspire al prestigioso nombre de interprete es la de ser un ejecutante sin falla”.

Terquedades
Una mirada arrabalera a Buenos Aires
Terquedad del Subte, los manteros y el 2015 I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

El gobierno de la Nación se sacó de encima el “fardo” de otra empresa subsidiada y se evitó el costo político de aumentar la tarifa; su contraparte local encontró así la excusa perfecta para justificar un aumento: el traspaso no vino acompañado de ayuda financiera alguna. Cosa por otra parte absolutamente lógica, dado que el gobierno nacional no tiene por qué solventar los costos de movilidad de la jurisdicción más rica del país, aunque no tuvo problema en hacerlo durante estos 8 años. Período en el que, dicho sea de paso, muchos de los críticos de la actual reducción de subsidios protestaban, con toda razón, por la existencia de estos subsidios… De paso, el episodio sirve para ejemplificar también otras carencias: la ineficiencia del gobierno nacional en el área del transporte, la mala costumbre que tiene la administración porteña de omitir la convocatoria a audiencias públicas.

 

Saludos por el 2012, adiós al padre Pichi, denuncia de una intimidación y protección patrimonial en Buenos Aires.

 
 

 



 

 


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura I. Corti
Corresponsal en Córdoba: Carola Inés Posic
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco >

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