
Hace unos años se conoció
un documental (que se encuentra en Internet con facilidad)
sobre la vida de Louis Kahn. Se llama Mi
Arquitecto, aunque es su sugestivo subtítulo
–“El viaje de un hijo”- el que explica su punto de vista.
Nathaniel, hijo natural de Kahn, reconstruye la vida
del arquitecto ya fallecido desentrañando en esa búsqueda
su propio origen como hijo. El primer entrevistado será
ni más ni menos que Phillip Johnson, tal vez el encargado
de recrear y sintetizar la cultura arquitectónica estadounidense
del siglo XX. Casi en el comienzo de la película, un
Johnson muy anciano, recortado sobre el fondo de su
Glass House, recuerda a Kahn con el cariño que solo
permite la proximidad. En muy pocas palabras nos dirá
que a diferencia de PJ, que conseguía clientes por “números,
fama y todo eso, Lou (Kahn) lo hacía para ser artista;
estaba dedicado
a trabajar en el arte”. Y para afirmar aún más su
idea rematará con una frase síntesis: “Él era su propio
artista, era libre comparado conmigo”.

Esta mirada sobre la
profesión, que convierte a la arquitectura en un posible
camino para el arte, parece habilitar un tipo de arquitecto
que, devenida la condición de artista en cualidad, encuentra
una forma de libertad expresiva desligada de las ataduras
de modas y mercado. Más allá de la idealización
de este arquitecto-artista libre de la convenciones
para explorar caminos más personales y expresivos, es
cierto que la “gran arquitectura” se acerca mucho a
esa arquitectura
exploratoria que logra perdurar su tiempo y ofrece,
a aquellos lo suficiente sensibilizados, la posibilidad
de vivir la “experiencia del espacio”. En este sentido,
parece existir una diferencia entre esta “arquitectura
de autor” y otra, mucho más reproductiva, funcionalista
y de mercado, aún en sus mejores expresiones. Aunque
la condición del arte en la arquitectura, como hecho
cultural, encuentra su origen en un arquitecto que enfrenta
el desafío individual de explorar su propio lenguaje,
será el campo cultural donde se inscriba el que le da
marco y tal vez razón (como P. Johnson entendiendo la
sutil trascendencia de Kahn por sobre el resto de su
generación).
Más acá en tiempo y
espacio, el destino del arte en la creación arquitectónica
vuelve como tema cuando se visita la obra de Clorindo
Testa. Esa libertad que tanto envidiaba Johnson a Kahn
se pone nuevamente de manifiesto en la obra de Testa,
que invita con la misma libertad a recorrerla y, como
toda experiencia con el arte, a ubicarnos
en un lugar de exploradores, a ir tras el descubrimiento.
Cuánto de arte y cuánto de arquitectura parece ser el
juego de su obra, para comprobar que los dos, artista
plástico y arquitecto, conviven casi en estado de gracia.
Si su arquitectura
necesita “funcionar”, como las máquinas y los artefactos
o los juguetes, a su vez muchos
de los elementos cotidianos de nuestra cultura se nos
devuelven representados y ordenados de una manera diferente
y única en el espacio de Testa. Así, serán sus dibujos
de arquitectura los que reproducen en sí mismos ese
delicado equilibrio estético entre función y forma (basta
estudiar esa sección increíble del Banco de Londres
donde cada elemento de “uso” -baños, columnas, etc.-
encuentra en ese espacio bi-dimensional su posición
entre otros elementos que estructuran el espacio). El
clasicismo formal
-simetría, orden y remates- y su ruptura moderna -recorrido en
movimiento, diagonales y tensiones- conviven despojados de todo dramatismo en el espacio de Clorindo, de una
manera lúdica y relajada. Y su virtud es que todo
exceso nos encuentra
a nosotros, espectadores y usuarios, en el centro mismo
de la escena arquitectónica. La escala, la diferencia
entre el exterior arquitectónico y el espacio interior
adquieren en la obra de Clorindo un componente fuertemente
compositivo. Basta ver el carácter escenográfico de
su arquitectura en el paisaje -urbano o abierto. Volúmenes,
formas simples
pero compositivamente complejas, elementos formales
y el color de contraste. Casi escultura, la arquitectura
es referencia para sí y para su entorno. Y Clorindo
parece manejar a la perfección esa dualidad entre arquitectura,
contexto y espectador.

Pero lo más atrayente
de su obra es tal vez ese momento en que los elementos
de la arquitectura y obra plástica encuentran su propia
retórica y lenguaje. ¿Cómo hacer arte con aire acondicionado,
ventilaciones o torres de servicio? ¿Cómo convertir chapas, caños y ladrillos
en un espacio significativo? Algunas referencias
parecen ineludibles: el Centro Pompidou con su estética
de máquina lúdica, pero también, en otro orden muy distinto,
Berni y su arte con chatarra y otros elementos cotidianos
de nuestro mundo urbano. Como un Piazzolla de la arquitectura
argentina, Clorindo Testa parece tomar esos elementos
que conocemos de nuestra cultura constructiva popular
para hacer con ellos arquitectura y arte.

Si su
hormigón es urbano y expresivo, sus obras en la pampa
o en la llanura retomarán la arquitectura rural de chapa
y metal. Así, el tinglado -el galponcito argentino-
ese sencillo sistema de vigas reticuladas y chapa devendrá
en nuevas formas para alojar Bibliotecas o Auditorios;
el silo devendrá en miradores y cada detalle se resignificará para convertirse en sí mismo en composición
lúdica o elemento de diseño: gárgolas, canaletas,
ventanas de chapa, etc. Todo está a la vista, cada elemento,
caño, columna, aire acondicionado conviven y se componen,
las formas se expresan y el espacio nos invita simplemente
a que lo usemos. Sin embargo, cuando visitemos su obra,
nos quedará como en todo arte la íntima sensación de
que algún significado se nos escapa, que
alguna otra imagen se pliega en su amable arquitectura.
CIP
Carola
Inés Posic es comunicadora especializada en temas urbanos.
Es corresponsal en Córdoba de café
de las ciudades.
Celina
Caporossi es Arquitecta, Docente Investigadora de la
Universidad Nacional de Córdoba. De su autoría,
ver también en café
de las ciudades:
Número
73 | Planes y Normativa de las ciudades
Planificación
y crecimiento urbano en la ciudad de Córdoba
| Acuerdos, disonancias y contradicciones | Celina Caporossi
Número
92 | Lugares
En
busca del barrio | Reflexiones sobre San Vicente,
en Córdoba | Celina Caporossi
Número
102 | Proyectos de las ciudades (II)
Articulación
y conexión territorial en Catamarca | Propuesta
para la integración urbana de la Nueva Terminal
de Omnibus | Celina Caporossi, Marcelo Corti y equipo
de proyecto
Número
103 | Proyectos de las ciudades
Proyecto
4 Plazas: renovación del eje central del barrio
San Vicente en Córdoba | El barrio como unidad
de gestión y planificación integral |
Celina Caporossi
Número
118 | POSICiones cordobesas
Las
tres Cañadas | Preservar, consolidar y proyectar
| Celina Caporossi y Marcelo Corti
Las
fotografías son de la autora y fueron tomadas en el
Auditorio y la
Biblioteca del Campus de la Universidad del Salvador
en Pilar, proyectados por Clorindo Testa y Juan Fontana.
Sobre
la obra de Clorindo Testa, ver también en café
de las ciudades:
Número
98 | Arquitectura de las ciudades (I)
Testa
revisited (joya, nunca Chandigarh) | El Centro Cívico y la Biblioteca Legislativa
de Santa Rosa, en La
Pampa | Marcelo Corti
Sobre
la película “Mi arquitecto”, ver también en café
de las ciudades:
Número
21 | Cultura
¿Vulgar
o extraordinario?
| Mies van der Rohe y Louis Khan (y sus obras)
en el cine. | Mariona Tomàs
POSICiones anteriores:
Ver
la presentación
del número 104 y
las notas:
Número 120 I POSICiones
cordobesas
Algunas
reflexiones después de la visita de Jordi Borja I
Cómo producir ciudad en el nuevo contexto I Por Carola
Inés Posic
Número
119 I POSICiones cordobesas:
“Sacar,
poner, mantener” I
Un balance de las obras en el área del FC Mitre. IPor
Carola Inés Posic
Número
118 I POSICiones cordobesas
Las
tres Cañadas I
Preservar, consolidar y proyectar I Por Celina Caporossi
y Marcelo Corti
Número
117 I POSICiones cordobesas
El
poder de las palabras I
Ciudad y sostenibilidad
y Pepe Mujica en el Río + 20 I Por
Carola
Inés Posic
Número
116 I POSICiones
cordobesas
Cerrando
Barrios I
El debate sobre la normativa que regula los barrios
cerrados en Córdoba. I Por Carola Inés Posic
Número
115 I POSICiones
cordobesas:
El
Parque Tecnológico del Este I Pensar cómo
crecer.I Por Carola Inés Posic
Número 114 I POSICiones
cordobesas
Sobre
la concepción de “lo público” I Una relectura del
Diagnóstico para Córdoba de 1973. I Por Carola Inés
Posic
Número 113 I POSICiones cordobesas
La
sensación de un contrato roto I
De ciudades, trenes, tormentas y catástrofes I Por
Carola Inés Posic
Número 111/112 I POSICiones
cordobesas
Norah Lange,
la mirada transversal I O como reunir una biblioteca.
I Por
Carola Inés Posic
Número 110 I POSICiones
cordobesas
Córdoba
se va “de caravana” I … y vuelve hecha una urbe
latina. I Por Carola Inés Posic
Número 109 I
NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas
Renovarse
es vivir I Las
formas del crecimiento I
Por Carola Ines Posic
Número
108 I
NUEVA SECCION: POSICiones
Cordobesas
¡Es
tan difícil poder ver cine!
I Habemus Papam y el Director desbordado. I Por Carola Inés Posic
Número 107
I
NUEVA SECCION: POSICiones Cordobesas (I)
La paradoja de la conservación I El barco de Teseo
encalla en las costas del Suquía I Por Carola Inés Posic
Número 107 I NUEVA SECCION:
POSICiones Cordobesas (II)
Patrimonio y después I Miradas
desde el sur. I Por Mariana Isabel Bettolli
Número 106 I NUEVA SECCIÓN:
POSICiones Cordobesas
Los
deseos de Villa El Libertador I Sobre barrios, elecciones
y política I Por Carola Inés Posic
Número 105 | NUEVA SECCION
- POSICiones Cordobesas
Belgrano
de Alberdi: un pirata en primera I Fútbol
y Ciudad I Por Carola Inés Posic
Número 104 | Planes y Política
de las ciudades
El
lugar de todos | Consideraciones sobre el
área central de la ciudad de Córdoba | Fernando Díaz
Terreno
Número 104 | Arquitectura
y Política de las ciudades
Ciudad
frágil, Peatonal frágil
| Obras en Córdoba: ¿Ensañamiento o ignorancia?
| Inés Moisset