El texto de la nota es parte del Proyecto de Investigación
SI de la FADU - UBA, titulado: "Forma y Sentido. Variaciones
en el habitar de la ciudad y densificación del sentido",
Laboratorio de Morfología. El objetivo general es poner
en evidencia nuestro estado de reflexión y producción
continuo acerca de la condición de constante mutabilidad
del espacio urbano, contrastando con algunas investigaciones
tradicionales respecto de esta temática. La mutabilidad
y permanencia de las formas, más las transformaciones
sociales en la ciudad o en la urbe, se cruzan a lo largo de
distintas fracciones de tiempo y así definen la morfología
urbana, resignificando, complejizando y saturando los sentidos,
y por consiguiente los contextos. Entendemos…
La
ciudad como las formas del trazado en relación con
el tejido edilicio construido, las calles, las manzanas y
las plazas, como una morfología emergente de las prácticas
sociales.
Y
lo urbano como las formas que toman los flujos, lo masivo,
lo global invadiendo lo particular y todos sus movimientos
casi siempre relacionados con el consumo.
Los
flujos son, la sociedad desagregada en grupos sociales, colectivos
de personas y los individuos. También el tránsito
vehicular y sus desplazamientos, la información y los
movimientos, las conductas colectivas, la movilidad y los
desequilibrios sociales. La Falta.
Entonces,
¿Cómo reflexionar y pensar estas "variaciones"
que suceden todo el tiempo en la dualidad de la ciudad y lo
urbano?
La ciudad y lo urbano no son lo mismo. Son procesos en constante
cambio, a velocidades muy diferentes. Esta velocidad,
conceptualizada como magnitud, relaciona los cambios con intervalos
de tiempo durante los cuales se producen estas variaciones.
Estas
transformaciones que suceden constantemente son inevitables,
son el resultado de la erosión que generan los impactos
del flujo urbano a distintas velocidades, sobre la ciudad.
Esas variaciones en la forma urbana se constituyen como un
devenir producto de la pulsión urbana.
Para verificarlas,
tomamos un fragmento del arroyo Maldonado, en Buenos Aires,
y la transformación del flujo de agua en flujo urbano.
El fragmento urbano elegido es la avenida Juan B. Justo entre
las avenidas del Libertador y Corrientes. La nueva morfología
de lo público y lo privado, de lo visible y lo invisible,
de la costumbre y la variación, de lo cotidiano
y lo explosivo, de lo que incluye y lo que excluye, de lo
que permanece y lo efímero, lo individual y lo masivo.
Las Variaciones
las entendemos como dispositivos (Michel Foucault, "El
juego de Michel Foucault", publicado en El discurso del
poder, Buenos Aires, Folios, 1983, p.184) que organizan los
conceptos y preceptos que emergen de las transformaciones
urbanas. Foucault desarrolla el concepto de dispositivo designando
como tal: "…en primer lugar un conjunto resueltamente
heterogéneo, que implica discursos, instituciones,
disposiciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias,
leyes, medidas administrativas, enunciados científicos,
proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas.
En síntesis, tanto lo dicho, como lo no dicho (…) El
dispositivo mismo es la red que puede establecerse entre estos
elementos".
DETENER – El tiempo no está presente.

DEVENIR
– El tiempo como sucesión infinita.


Variación 1 DETERIORO.
Constante
Transformación.
El tratado
más antiguo, "De Architectura" de Vitruvio,
del Siglo 1 a.C., dice que la arquitectura descansa en tres
principios: Firmitas, Utilitas y Venustas; la Firmeza, la
Utilidad y la Belleza. La arquitectura es definida, entonces,
como un equilibrio entre estos tres elementos y la permanencia
como un elemento a valorar. Las variaciones en este contexto
quedan relegadas a la resistencia y supervivencia de un edificio
al paso del tiempo. Estas transformaciones incluyen a todos
los edificios y a los que tienen un valor patrimonial. Respecto
de las prácticas nos referimos a la restauración,
preservación y reciclaje, en edificios de valor arquitectónico
y las intervenciones en los demás edificios del repertorio
construido.
Ubicamos
en este dispositivo el crecimiento urbano horizontal, donde
las transformaciones se registran como completamiento urbano,
como la construcción de la vivienda sobre el lote (Fernando
Diez, Buenos Aires y algunas constantes en las transformaciones
urbanas. Editorial de Belgrano. 1997), sea vivienda colectiva
o individual.
Las primeras
intervenciones sobre el área que rodea al arroyo Maldonado
y la traza de la avenida Juan B. Justo arrancan con la fundación
de nuevos trazados que funcionan como costuras entre los existentes
y los proyectados. Los contactos que se generan entre las
nuevas poblaciones, Villa Crespo, Villa Alvear, y Palermo
con sus bosques y sus edificios recreativos. Estos trazados
incluyen los loteos efectuados por la empresa de Antonio Devoto
y dieron origen (1888) a los barrios de Palermo Viejo ("Villa
Alvear"), Villa Malcolm, Villa Devoto y de otros barrios.
Hacia 1900, estos loteos ocupaban muchas páginas de
los diarios de mayor tirada con sus publicidades.
La
ciudad comenzaba a crecer constantemente.
No todos
los empresarios apelaron, como sí lo hizo Devoto, a
los conocimientos de un arquitecto de la talla de Juan Antonio
Buschiazzo. En muchos casos, el diseño del loteo fue
una mera repetición de la cuadrícula, sin toques
de imaginación espacial.
En los
archivos de los "rematadores", como se los llamaba,
empezó a acumularse la memoria del crecimiento urbano
de Buenos Aires, y la ciudad se multiplicó tantas veces
que cambió de escala sin un crecimiento proporcional
de sus espacios públicos.
"Los
nuevos barrios comenzaron a poblarse por inmigrantes recién
llegados, que habitaron casas y conventillos en su mayoría
realizadas como construcciones sólidas, de ladrillo,
terminadas al poco tiempo con fachadas de revoque símil
piedra" (Gustavo Brandariz, Buenos Aires, 1910: un
escenario de la Belle Époque).
En estos
nuevos barrios, todo era reciente: casas, calles, escuelas,
iglesias, y su gente...
Variación
10 METAMORFOSIS.
Fachadismo
/ Lo común.
Los fragmentos
urbanos se tematizan: el barrio del tango, el barrio
del diseño. La última relación entre
el ciudadano devenido a observador no participante, y el ciudadano
que pertenece a un barrio que cuenta con algunas huellas difíciles
de borrar, a veces impuestas, otras veces compartidas.
Las fachadas,
como piel, sufren una metamorfosis que las convierte en piezas
que se liberan del contenido original y ahora se articulan
en la serie de un tema que genera la imagen de una calle
o una pequeña área dentro de un barrio.
Son claros
ejemplos de esto la calle "Lanín" en Barracas,
la calle "Jean Jaures" en el Abasto y la calle "Caminito"
en La Boca.
Otras
veces, las fachadas se mimetizan por la función que
encubren, aquí impera el criterio de lo común,
en el caso de la avenida Juan B. Justo vemos fachadas conformadas
como muros cortina que tienen la misma altura y grandes vidrieras,
todos corralones de materiales de construcción.

Variación
100 IRRUPCIÓN.
Hitos
/ Monumentos / Referencias.
La ciudad
crece, se complejiza y densifica su sentido. Los hitos urbanos
se multiplican caprichosamente.
En la
misma Ciudad de Buenos Aires, en la plaza Naciones Unidas
del barrio de Palermo, se implantó una "obra
ambiental" en forma de flor. Es una flor mecánico-cibernética,
que se abre con la luz del sol y se cierra al anochecer con
un sistema de luces de color que la dotan de movimiento. La
"Floralis Genérica", de Eduardo Catalano,
ubicada en Figueroa Alcorta y Tagle, tiene como una de sus
características fundamentales su condición de
hipérbole; su tamaño es tal, que se ve desde
los aviones. Día a día se posiciona como símbolo
de Buenos Aires, la flor alude a lo natural, a la condición
sudamericana de lo natural por encima del artificio, y compite
con el ya instalado obelisco, que evoca lo fálico y
la vocación de la ciudad de asemejarse a "lo europeo".
¿Qué
flujos habrá debajo de la "Floralis Genérica"?
¿Qué
significado esconde esta flor, en "ésta"
Buenos Aires que parece girar "suspendida" en su
tiempo?
El flujo
no dejará de pasar a su lado, día a día,
instante a instante. Los nuevos hitos urbanos seguirán
floreciendo. Quizás sea el momento de interpretar
a Buenos Aires como una ciudad femenina, la Reina del
Plata, y plantear sus nuevos monumentos y referencias como
el puente de la mujer en Puerto Madero, los nombres de sus
calles que siempre son femeninos, inclusive la fuente de Lola
Mora como datos que afirman lo sensible y lo diverso por encima
del deber ser, del pensamiento único.

En el
caso del fragmento arroyo Maldonado/avenida Juan B. Justo,
nos encontramos con referencias interesantes como los puentes.
El puente es la pieza que manifiesta la dificultad del
arroyo, vincula dos lados, lo atraviesa.
Los primeros
puentes se construían de madera, como pasarelas para
peatones; luego aparecieron los puentes ferroviarios y finalmente,
en la actualidad, algunos quedaron bajo la avenida. En el
cruce de las avenidas Santa Fe y Juan B. Justo, el lugar más
ancho del arroyo Maldonado, durante el año 1870 se
construyó un puente. Muchos años más
tarde se entubó al arroyo y se dejó el puente
dentro del cañón del entubado. Las anchas columnas
del puente de 1,80m dificultaban el paso del agua cuando el
arroyo se inundaba durante las lluvias. Por eso, hace poco
tiempo se abrió la calle y se desarmó el puente
(Diego A. del Pino. Historia y Leyenda del arroyo Maldonado.
Editorial Lugares) y se apearon algunas de esas columnas para
facilitar el cauce del agua. Todavía siguen quedando
puentes enterrados, ya que los usaron para sostener
el entubado del arroyo Maldonado.
Otro puente
paradigmático es el que proyectó el arquitecto
Mario Roberto Álvarez. Este puente le da continuidad
a la avenida Juan B. Justo y resuelve un nodo donde se cruzan
las vías del ferrocarril, la avenida Córdoba
y la avenida Juan B. Justo. Fue producto de un concurso de
arquitectura y, construido en la década del ‘70, su
imagen emula una bajada de una autopista, y su impacto generó
un área residual con viviendas precarias y espacios
inutilizables a su alrededor.
En el
otro extremo, "El Planetario" también lo
entendemos como hito y monumento dentro del contexto e ideas
de parques y jardines que tiene el barrio de Palermo. Su forma
esférica, su materialidad texturada y su uso astronómico,
lo convierte en un referente dentro del verde. Este monumento
está ubicado a un lado del curso entubado del arroyo
Maldonado.
Variación
1000 IMPLOSIÓN.
Demoliciones
/ Mutaciones
En una
ciudad donde casi no quedan lotes vacíos, para
poder materializar y construir nuevos edificios en general
hay que demoler otros. Esto no pasa en la periferia, la ocupación
de nuevas tierras para convertirlas en barrios cerrados, urbanizaciones
y emprendimientos inmobiliarios casi siempre son materializados
sobre modelos de ciudad jardín.
Las demoliciones
generan toneladas de escombros que se llevan recuerdos particulares
del edificio demolido, del barrio de donde fueron extraídos,
sobre todo cuando estas demoliciones son paradigmáticas.
También existen demoliciones de edificios emblemáticos,
de casas y mansiones pertenecientes a una burguesía
fragmentada por el sistema de las herencias, pero existen
miles y miles de demoliciones anónimas de casas, pequeños
edificios, para ser reemplazados por edificios de propiedad
horizontal.
En Buenos
Aires fueron paradigmáticas las demoliciones del albergue
Warnes y las demoliciones de manzanas enteras para la construcción
de las autopistas de la última dictadura.
¿Cuáles
son las razones de esta variación que genera conductas
"demoledoras"?
La demolición,
en definitiva, nos confirma que somos modernos, por ello cuando
se realiza produce un extraño goce: el placer de la
ilusión de creer en un futuro mejor y borrar el pasado.
Es como instalar nuevamente otra utopía, la del progreso
que sanará las enfermedades de la urbe… pero sabemos
que se terminará a la vuelta de la esquina.

Ya no
importa si los escombros son parte arqueológica, parte
de la historia de un barrio o un ayuda memorias. Lo que importa
es la posibilidad de generar otro edificio que hable de su
contemporaneidad, que manifieste que lo anterior no era
necesario.
Para el
flujo urbano, la demolición posibilita manifestarse
explícitamente, sin metáforas. Los discursos
quedarán en los carteles publicitarios, en las imágenes
de miles de afiches y pantallas de TV, que nos cuentan como
todo sigue y demoliéndose. Las operaciones que realizan
las mutaciones operan desde la lógica de cortar una
parte y recambiarla por algo distinto, cortar y pegar,
esa es la variación.
El arroyo
Maldonado pliega dos cuestiones, su situación geográfica
como cauce de agua y su condición de frontera.
Además de límite fronterizo, fue uno de los
límites naturales de la ciudad. Debe su nombre a la
leyenda de "La Maldonado", una mujer que vino con
Don Pedro de Mendoza en el año 1536. Si bien algunos
dicen que fue abandonada a su suerte, la verdad es que no
fue así sino que escapó del fuerte de Buenos
Aires y luego de ser atrapada fue condenada, por haber escapado,
a morir devorada por las fieras. Pero nunca encontraron los
restos de su cuerpo que pudieron quedar esparcidos, ni huellas
de sangre ni de violencia cerca del árbol donde fue
atada a orillas del Arroyo.
El antiguo
límite del municipio de Buenos Aires hacia 1870, afirma
Manuel Bilbao (Jurisconsulto e historiador, nació
en Santiago, Chile, en 1827 y falleció en Buenos Aires
en 1895; es autor de "Historia de Rosas"), era el
arroyo Maldonado, al cruzar el cual uno se encontraba con
un cabo y dos soldados de la provincia, lo cual lo convierte
en un lugar fronterizo, donde se instala en el imaginario
de aquella época cómo un lugar lejano y de
paso hacia el pueblo de Belgrano.
Hacia
1879, según Fernando Diez ("Buenos Aires: algunas
constantes...") puede observarse que se han fundado otras
ciudades alrededor de Buenos Aires: siete kilómetros
al norte, la ciudad de Belgrano, diez kilómetros hacia
el noroeste la ciudad de San Martín, cinco kilómetros
hacia el oeste la ciudad de San José de Flores y hacia
el sur, cruzando el Riachuelo, la ciudad de Barracas al Sur,
hoy Avellaneda. En 1880, con la organización nacional,
Buenos Aires es declarada Capital Federal de la nación
y en ese mismo acto se modifican los límites de la
Ciudad Federal (Odilia E. Suárez. La Autonomía
de Buenos Aires. Reflexiones desde un punto de vista territorial.
Centro de Documentación Urbanística y SICyT.
FADU - UBA. 1996). El límite norte de la ciudad estaba
trazado por el cauce del Arroyo Maldonado. En el nuevo territorio
urbano quedan incluidos los pueblos de Flores y Belgrano,
y por consiguiente el arroyo Maldonado queda incorporado al
ejido urbano.
A comienzos
del siglo XIX, según Vicente Cutolo, (Buenos Aires:
Historia de las calles y sus nombres. 1994) se efectuó
la rectificación y cambio del curso del arroyo en una
extensión de un kilómetro, hasta la desembocadura.
El primitivo arroyo atravesaba el camino de Santa Fe exactamente
a 164 varas al sur de la actual avenida Juan B. Justo, según
lo ha comprobado Cunietti - Ferrando. Esta rectificación
fue motivada por la necesidad de utilizar terrenos altos en
la construcción de un puente. En 1902 las autoridades
comenzaron a preocuparse por los desbordes del arroyo, proyectándose
su rectificación. Desde entonces se sucedieron trabajos
de saneamiento, limpieza y marcado de las orillas hasta la
zona de Villa Crespo.
El arroyo
continuó sin modificaciones hasta 1910, hasta que las
autoridades del ferrocarril del Oeste ampliaron sus talleres
de Liniers, desviando el lecho original más hacia el
norte. A partir de esta fecha comienzan a construirse pasarelas
de madera para transeúntes, debido a que se debían
unir los barrios que estaban en las dos riberas del arroyo.
Variación
10000 DENSIFICACIÓN.
Torres
/ Contenedores.
TORRES
Son objetos
morfológicamente esbeltos, de alto estándar
y confort, con infraestructura y equipamiento, servicios especiales,
dispositivos de seguridad y vigilancia privada, que han implicado
un proceso de densificación vertical y profundos cambios
en la modalidad de producción y gestión del
espacio residencial, más la consecuente valorización
selectiva de la ciudad.
Las torres
son también faros y miradores, que emergen en el tejido
construido como edificios de perímetro libre, no
se "tocan" con sus vecinos; por el contrario,
los repelen. Les proponen a sus habitantes una situación
de distancia hacia "los otros" edificios, y se convierten
en vecinos de control, que funcionan a la manera un panóptico
(Michel Foucault. Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión.
Editorial Siglo XXI. 1984), quebrando a través de la
relación de ver sin ser vistos la privacidad del lote.
El nuevo
paisaje que generan las torres no incluye soluciones de continuidad
con el viejo tejido existente, ya sean manzanas consolidadas
de edificios de 10 pisos o de casas chorizos y PH, las torres
siempre devienen en monumentos, son expresiones de poder social
y económico, funcionan en su interior como un barrio
cerrado, pero invaden por su desmesura la estructura del
barrio donde se implantan.
Nos muestran
el fracaso del lote, el lote que defiende a rajatabla la propiedad
privada, sus reglas "no piensan" con equidad morfológica,
generan formas que se manifiestan en términos de altos
muros divisorios, gigantes falos de hormigón, tapizados
de balcones, cristales y equipos de aire acondicionado.
Las torres
vienen solas o mellizas, al principio fueron testigos del
progreso de las metrópolis, sobre ellas miles de superhéroes
pudieron salvar al mundo del mal. En la actualidad son más
prosaicas, sus metáforas se disponen a mostrarnos su
inaccesibilidad y nos muestran su verticalidad a la manera
de un exhibicionista.
Ahora,
la variación impone un velo a nuestra mirada.
Los cambios
sociales y culturales inducidos por las preferencias de consumo
de parte de la población enriquecida y sus nuevos mecanismos
de apropiación y uso del espacio urbano, más
el crecimiento de la inseguridad urbana, dan como resultado
una particular forma de interacción entre el espacio
privado y el público con connotaciones de segregación
sociales y territoriales muy marcadas.
Del otro
lado están los pobres y los excluidos, que transitan
la ciudad conformando un flujo nocturno, levantando los
residuos de todos, otros que no son cartoneros, interrumpen
el flujo urbano en los accesos de la ciudad armando piquetes
y marchas que reclaman la inclusión al sistema, pero
esto es de día y buscando la atención que les
permite estar por un día en la sociedad mediática.
Con la
urbanización de la avenida Juan B. Justo, resultado
de prácticas sociales (referencia a la Teoría
del Habitar de Roberto Doberti) y masivas de consumo, el barrio
se transforma y se manifiesta en la urbe y su nuevo objeto
emblemático de la residencia urbana será la
torre mirador. Nada inesperable para la lógica
del habitar en la urbe, pero si muy conflictivo para los vecinos
del barrio que se sienten invadidos. En los últimos
años se han manifestado en contra de esta desmesurada
metamorfosis como ha denominado Cristian Scarpetta (Clarín,
9/8/05, Cambios en Buenos Aires: planes para la avenida Juan
B. Justo) cuando cuenta que la Asociación de Vecinos
de Palermo Hollywood pide que el corredor de Fitz Roy, Juan
B. Justo, Córdoba y Santa Fe se recategorice para frenar
los proyectos. "Es necesario un cambio en el Código
de Planeamiento, que el sector se zonifique como U20, y limitar
la superficie construible a no más de tres pisos"
explica Daniel Porcelli, integrante de la entidad. Todos
estos emprendimientos le han generado un nuevo mote a este
eje del arroyo Maldonado y la avenida Juan B. Justo: Palermo
Boulevard.
Hace
unos meses este fenómeno de ciudadanos que luchan contra
la densidad urbana, ha aflorado en muchos barrios de la ciudad
de Buenos Aires como en barrios ubicados en el área
metropolitana, como es el caso de Olivos, San Isidro y otros,
a tal punto que el Jefe de Gobierno Telerman anunció
"que iba a suspender los permisos para edificar torres
en Caballito, Palermo, Núñez, Coghlan, Villa
Urquiza y Villa Pueyrredón. El decreto salió
publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad el martes
14 de noviembre de 2006. Pero los reflejos de las constructoras
fueron más rápidos: a la vez que le armaban
un corte de avenida para protestar, con obreros de casco y
todo, presentaron el mismo lunes 14 pedidos de permiso para
edificar torres y el martes otros 13, lo que equivale a presentar
un mes entero de trámites en 48 horas" (Suplemento
m2, Pagina
12,18/11/2006).

CONTENEDORES
La construcción
de grandes museos, estadios polideportivos, complejos de cine,
a estas moles denominamos "contenedores" (concepto
extraído de Roberto Doberti, Giordano, Petrilli, Fernández
Castro, Misuraca, D’Angeli, La incógnita del Gran Buenos
Aires. FADU UBA. Editorial CAPBA Distrito III. 1998), que
inyectan una enardecida y pretenciosa modernidad, trae en
si misma la muerte de la vida barrial ya sea de escala
doméstica o ciudadana.
Se niega
la dimensión personal, para recordarnos que somos parte
de un flujo, húmedo, mojado, conductor de las ideas
y valores de la globalización, alimentando el horror
al vacío. Así en soledad podremos gritar, aullar,
aplaudir, correr o asfixiarnos, pero siempre seremos estériles,
híbridos (Néstor García Canclini. Imaginarios
Urbanos. Eudeba. 1996) y generales.
En las
últimas décadas los espectáculos masivos,
sean estos deportivos, recitales de música o grandes
ferias, se han cristalizado como una práctica que
expresa a las masas. El flujo urbano encuentra allí
un gran cauce para su desarrollo. "…Restaurantes,
un mercado, cines, un centro cultural y una plaza con espacio
para espectáculos al aire libre. Todo esto estará
en el mismo lugar una vez que concluyan las obras de Palermo
Centro, un ambicioso proyecto que incluirá la recuperación
de los antiguos arcos de ladrillo a la vista que están
bajo la estación Palermo del ex ferrocarril San Martín,
así como de los viejos depósitos de vino que
se encuentran sobre Godoy Cruz. Un predio de tres hectáreas
delimitado por las avenidas Santa Fe y Juan B. Justo, y las
calles Paraguay y Godoy Cruz. Tras el quiebre de la bodega,
rememoró un vecino: "el lugar fue abandonado, llegaron
los travestis y esto fue una zona roja, por lo que comenzaron
a bajar los precios de las casas y ahora viene esto"
(Diario
de Arquitectura,
Clarín).
Variación
100000 SATURACIÓN.
Velocidad
/ Spam
El concepto
de spam (contracción de las palabras inglesas "spiced
ham", y hace referencia a un célebre sketch
del grupo británico Monty Python, en el cual iban a
un bar y lo único que había era jamón
picante, "spam". A medida que se quejaban y discutían
con el camarero, la conversación se iba perdiendo entre
una marea de "spam, spam, spamspamspam...", que
quedaba como única palabra inteligible del diálogo)
ilustra a esta variación que tiene que ver con fagocitar,
devorar, consumir, masticar, engullir. La palabra spam
que define hoy al correo electrónico publicitario,
repetitivo y no solicitado que inunda nuestras casillas de
correo en forma permanente, pretendemos, queremos resignificarla
y convertirla en el paradigma de las variaciones.
La idea
de constante saturación en el tiempo que transcurre
en ritmos intermitentes pero permanentes. El spam no se elige.
Sucede, atraviesa, y no hay manera de evitarlo. Es lo que
convierte a los ciudadanos en objeto de consumo.
¿Es
posible detener el spam?
El spam
le da sentido al contenedor a cielo abierto. La publicidad
que tapiza el tejido edilicio, todo lo construido.
El spam
invade y modifica, molesta, y nos obliga a habitar en el ejercicio
de su variación. En la ciudad, en las calles y las
manzanas, como en las autopistas, la publicidad engendra una
forma llamativa, que cambia permanentemente de colores, movimientos,
y de objeto.
Los carteles
de publicidad
trascienden las dos dimensiones y su corporeidad en movimiento
sugiere "vida propia": esculturas en tres dimensiones.
Estas
manifestaciones a manera de spam se encuentran sobre los puentes
de los trenes, sobre las medianeras de edificios como también
ocultando fachadas de edificios en desuso.
Al barrio
tradicional, con sus habitantes históricos, se le agregan
los nuevos habitantes "efímeros", los del
día, nómades que forman parte del flujo urbano
y de sus prácticas masivas de consumo, la telefonía
celular, Internet y las ventas a través de la web,
la "bancarización" con sus tarjetas de crédito
y débito, que generan un nuevo espacio semipúblico,
análogo al recinto de un cajero automático,
a la estación de peaje en las rutas o la garita de
seguridad en la puerta de un country o barrios cerrados.
Variación
1000000 COLAPSO.
Incendios/
Inundaciones / Explosiones
INCENDIOS
El incendio
forma parte de otro dispositivo en que se suceden las transformaciones
urbanas: catástrofes que se manifiestan en términos
de colapso.
Los sistemas
de control fallan y desencadenan acontecimientos que configuran
hitos en la historia de las ciudades y de la urbanidad.
Las historias
de incendios desencadenan a veces crisis y nuevas manifestaciones:
el flujo se acciona erosionando lo construido y ardiendo como
gomas de un piquete que denuncia y evidencia que lo urbano
no es siempre continente, no siempre está decidido
a esperar nuevas maneras de habitar, se impone.
Pensar
acerca de los aspectos metodológicos y técnicos
que nos llevan a un relevamiento pertinente para producir
conceptos y reflexiones acerca de la condición de constante
mutabilidad del espacio urbano, en contraste con las ideas
tradicionales de acumulación y elaboración de
datos en trabajos de investigación.
La mutabilidad
y permanencia de las formas y los fenómenos urbanos
en la ciudad y en la urbe son determinadas por una serie de
sucesos que definen la forma urbana.
¿Cómo
deberíamos relevar y pensar estas variaciones a lo
largo del tiempo?
¿Cómo
medir las nuevas categorías de estas variaciones?
Las nuevas
categorías, como demolición, hitos, torres y
contenedores, velocidad spam, inundaciones e incendios, relacionan
los cambios con las transformaciones que son inevitables.
Para esto es necesario desarrollar nuevas técnicas
de procesamiento de datos como de producción de
teoría y conocimiento.
Concepto del Tetraedro del fuego
El fuego,
desde tiempos ancestrales, ha servido al hombre para infinidad
de fines, pero al mismo tiempo su mala utilización
o la propagación involuntaria lo han convertido en
un riesgo.
¿Qué
es el fuego?
Podemos
definir al fuego como una serie de reacciones de oxidación
que para desencadenarse necesitan una energía de activación.
Estas reacciones son generadoras de luz y de calor. En todo
fuego intervienen una serie de elementos sin los cuales la
existencia del mismo fuego no serie factible.
Si nos
encontramos con la presencia de los tres elementos en las
cantidades idóneas y si las condiciones son las adecuadas,
entonces se originará el fuego. A esto se le suele
llamar combustión sin llama o incandescente.
Combustibles.
Son los
elementos que en presencia de comburente y una energía
de activación pueden iniciar una combustión.
Comburentes
Son los
elementos oxidantes de toda reacción de combustión.
El comburente más común es el oxígeno,
hay que recordar que este elemento se encuentra en la atmósfera
en un volumen del 21% aproximadamente. También hay
otros elementos oxidantes que pueden originar la oxidación
y combustión de ciertos elementos y materiales. Son
ejemplo de este último caso: la combustión de
hidrógeno en una atmósfera de cloro, o la de
aluminio o magnesio a temperatura elevada en una atmósfera
de nitrógeno.
Energía.
Es la
cantidad de energía necesaria que debe aportarse a
un sistema para que entre en reacción. El origen de
esta energía puede ser muy diverso.
Tetraedro
del fuego
Existe
otro elemento, "la reacción en cadena", que
interviene de manera decisiva en el incendio. Si se interrumpe
la transmisión de calor de unas partículas a
otras del combustible (desarrollada por la reacción
en cadena), no será posible la continuidad del fuego.

INUNDACIONES
La
contraparte del fuego: el agua.
Agua que
inunda barrios, que muestra al territorio pujando por su
naturalidad frente al artificio urbano. Ese agua (marrón)
generando barrios con bordes, volviendo visible a la mirada
más precisa la vulnerabilidad de ese fragmento urbano
que se inunda, rebalsa, que lo hace frágil.
Los accesos
a las casas y viviendas con más de 3 escalones denuncian
el problema. En los días de lluvia, el paisaje urbano
se transforma en paisaje meteorológico y el
flujo urbano deviene en la irracionalidad del agua y se tensa,
se intranquiliza, para que sucedida la inundación,
para que nada vuelva a cambiar, el barrio ha quedado estigmatizado.
El arroyo
Maldonado se convierte en un depósito de basuras y
desperdicios. Antes, cuando llovía, recibía
el agua de una gran superficie de terrenos del que era desagüe
natural y se transformaba en una enorme laguna de agua, era
pintoresco pero también muy temido por sus desbordes
y por ese motivo los terrenos adyacentes a él quedaban
desvalorizados (Diego A. del Pino. Historia y Leyenda del
arroyo Maldonado. Editorial Lugares).
Las autoridades
deciden entonces que el arroyo será entubado, como
solución definitiva a los múltiples problemas.
La obra se extendió entre 1929 y 1939. Luego de entubado
el arroyo, se construye sobre él una amplia calle,
primero de tierra, y en el año 1936 se resuelve construir
la actual Juan B. Justo y en su trayecto atraviesa los barrios
de Liniers, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Santa Rita,
Villa Mitre, Villa Crespo y Villa Alvear, Villa Malcolm y
Palermo.
Fue la
obra de mayor trascendencia que se realizara en esa época
en Buenos Aires, proyectada por Obras Sanitarias de la Nación,
como parte integrante de un amplio plan de desagües pluviales
de la ciudad.

Los desbordes
del arroyo y sus inundaciones continúan en algunos
tramos.
La problemática
pasa por la cantidad de precipitaciones, la perdida de la
capacidad de absorción del suelo debido al asfaltado
y la carencia de espacios verdes como a la limitación
del caudal subterráneo y también el oleaje producido
por el transito que no es cortado oportunamente los días
de intensa lluvia, siendo la causa de los mayores daños
ocasionados tanto a negocios como viviendas. Las inundaciones
también han causado pérdida de vidas humanas
en algunas ocasiones.

EXPLOSIONES
El 28
de febrero de 1977 (Túneles del siglo XVIII. Buenos
Aires, sin fecha. Instituto de Investigaciones Neohistóricas
Proyecto Patrimonio Histórico Convenio Conicet - Aguas
Argentinas SA. Buenos Aires y el Agua. Memoria Higiene Urbana
y Vida Cotidiana. Diciembre 2001), un grupo comando intentó
destruir el avión que decolaba en ese momento en Aeroparque,
llevando a bordo al dictador Jorge Rafael Videla. Por la mitad
de la pista de aterrizaje y en forma transversal, cruza el
arroyo Maldonado entubado que lleva sus aguas al Río
de La Plata.
Penetraron
por el túnel del arroyo y colocaron un potentísimo
explosivo que hizo un tremendo boquete en el techo
del túnel, aún puede verse desde adentro.
Cuando
el avión pasó sobre la posición de los
explosivos, los mismos fueron detonados; pero la carga principal
falló y sólo detonó la secundaria que
estaba situada a unos 15 metros al costado de la pista. Un
pequeño error de cálculo permitió que
ésta explosión no sea paralela al paso del avión,
sino que el mismo había ya sobrepasado la posición,
sin embargo la onda expansiva provocó un sacudón
al avión, acompañado de la proyección
de una gran cantidad de restos de hormigón armado,
que impactaron en el Fokker pero que no provocaron ningún
daño de consideración que impidiera a los pilotos
estabilizar el avión y realizar el despegue.
Consideraciones
finales.
EL
DEVENIR.
No se
puede definir a la ciudad solamente por lo que es, por lo
construido, sino por su poder de devenir. Esta concepción
basada en la dinámica de Deleuze (Gilles Deleuze /
Felix Guattari. Rizoma. Editorial Pre-Textos. Junio 2002)
refiere a un devenir cuyo objetivo es lo otro, lo radicalmente
otro. El devenir es un movimiento que se sitúa siempre
en el medio y en el centro, que no dibuja un árbol
evolutivo, sino un rizoma.
Este devenir
define las variaciones, actúa por contagio, por
infección y no por descendencia. Uno deviene a
otro por afinidad, por amistad, y no por filiación
o por parentesco. Nos pone en contacto con la pluralidad;
sin embargo, el devenir no nos relaciona con una pluralidad
indiferenciada y amorfa, sino con una pluralidad que presenta
un individuo especial, el Anormal, lo anómalo. (Todos
somos singulares, no hay una normalidad, por eso no somos
normales).
Por otra
parte el devenir siempre es un producto del deseo, es algo
irracional, y sin embargo querido.
En la
extensión de la ciudad las autopistas atraviesan áreas
diversas entre puntos de destino, pasan por barrios, villas,
áreas comerciales, pretenden dar continuidad a esos
puntos que vincula. Esto sucede hoy en la avenida Juan B.
Justo; vincula transversalmente a las avenidas de la ciudad.
Nuestra
ciudad y su área metropolitana conviven en el mismo
territorio y se disputan entre sí su dominio y su hegemonía.
El flujo urbano no se despliega sobre el territorio de acuerdo
a radios de acción o de segregación, sino utilizando
la forma del pliegue que vincula la ciudad virtual con
la ciudad material. Vincula todas las periferias con el
centro, ya que el centro es lo que direcciona y tracciona
a este flujo en constante movimiento, en constante cambio.
AA,
MAS, CR y AV
Los
autores son arquitectos e investigadores de la FADU
- UBA.
Todas
las imágenes han sido realizadas por Federico Menichetti
y Alejandro Abaca.
Sobre
el reciente desarrollo urbano alrededor de la Avenida Juan
B. Justo, ver la nota La
transformación de Palermo Nuevo, Pacífico y
el eje de Juan B. Justo – Int. Bullrich,
de Daniela Szajnberg y Christian Cordara, en el número
35de café
de las ciudades.
Sobre
las torres de Buenos Aires, ver las notas Los
deseos imaginarios del comprador de Torre Country y
La
génesis de Torre Country,
de Mario L. Tercco, en los números 33 y 34, respectivamente,
de café
de las ciudades.
Sobre
la publicidad urbana en Buenos Aires como spam, ver la nota
inicial de la serie El
Cartel de Buenos Aires
en el número 12, la carta
de Pablo Morejón
en el numero 16, el premio
ByMPU 2004 al "inmundo cartel" de Ford
frente al Obelisco en el número 27 y la gacetilla
sobre arte en la calle
en el café
corto de este número de café
de las ciudades.
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