Desirée
Alda D´Amico es Magíster en Gestión Política (Universidad
Católica de Córdoba-Georgetown University) y Becaria de
CONICET. Es miembro de la Red de Vecinos y Asociaciones de San
Vicente,
un grupo de vecinos y organizaciones de ese popular barrio
cordobés cuyo objetivo es promover el desarrollo socio-cultural
de la zona a partir de la acción participativa y solidaria
en red.
En el marco del Seminario-Taller Renovación
urbana en la ciudad construida: los barrios peri-centrales
de la ciudad de Córdoba, cuya exposición
se inaugura el próximo jueves 26 de noviembre en
la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño
de la Universidad Nacional de Córdoba, tuvimos
con ella la entrevista que a continuación reproducimos.
cdlc: ¿Cuál es el origen del Barrio San Vicente
y cuales fueron las particularidades históricas de su
desarrollo?
Al
hablar de San Vicente, en primer lugar debemos decir que
hacemos referencia a un barrio ubicado en la zona este
de la ciudad de Córdoba. A diferencia de otros barrios
de reciente fundación, éste forma parte de las primeras
iniciativas urbanizadoras existentes en Córdoba, que datan
de fines del siglo XIX y fueron desarrolladas en el marco
del naciente modelo agroexportador.
Concretamente,
San Vicente fue fundado el 19 de junio de 1870 por Agustín
Garzón, es decir, a través de una iniciativa privada que
dio nacimiento a uno de los primeros pueblos
que por entonces rodearían el casco céntrico citadino.
Decimos “pueblos” debido a que en ese momento la ciudad
estaba encerrada en el conocido “pozo” o “embudo” que
por muchos años la caracterizó. De este modo, los actuales barrios-pueblos
próximos al centro estaban alejados del municipio, presentando
en algunos casos ciertas características
rurales y autonomía en cuanto a sus necesidades en
materia de infraestructura, redes sociales, etc.
En
este sentido, cabe señalar que San Vicente no fue ajeno
a esta tendencia, tanto es así que durante los primeros
años el barrio era conocido por sus quintas de hortalizas
y frutales, pobladas principalmente por familias de la
clase alta cordobesa que compraban sus viviendas para
vacacionar o descansar en la zona.

Antigua casa Riera Vives. Exponente de las quintas de
San Vicente
Este
paisaje comenzó a matizarse con el tiempo, adoptando un
perfil particularmente heterogéneo. Esto es, la consolidación
del ferrocarril y de las primeras oleadas migratorias
transatlánticas, así como la llegada de las primeras industrias
al barrio (curtiembres, hornos de Cal Serrano, ex molinos
Leticia, entre otras)
propiciaron un cambio importante en la composición
socio-demográfica y habitacional. Esto se evidenció en
la llegada de obreros, que se instalaron
próximos a las industrias que había en los bordes de San
Vicente, y de algunas casitas precarias y rancherías posibilitadas
por la baja en los precios de la tierra generados tras
la competencia de diversos agentes inmobiliarios existentes
en la zona.
Esta
tendencia se fue consolidando, sobre todo entre las décadas
del ’40 y ’60, momento en que, acorde al modelo sustitutivo
de importaciones, se instalaron en el barrio las industrias
pesadas de tipo metal-mecánicas. Así San Vicente vivió
un momento de particular desarrollo adquiriendo un carácter
fuertemente industrial, cuyos máximos exponentes se evidenciaron
por ejemplo en las antiguas industrias Czaky (conocidas
popularmente como “Chasqui”), las industrias Whelam, entre
las principales.

Ex Industrias Czaky
Aunque
éstas representaban una importante fuente de desarrollo
socio-económico para los cientos de trabajadores que vivían
de estas empresas, con el tiempo entraron en crisis. La
crisis socio-política
que se sucedió entre la década del ‘70 y ‘80 fue degradando
la zona. Se produjo el cierre
de muchas de las principales fuentes intensivas de trabajo,
que sufrieron su última “estocada” en la década del ‘90,
con la apertura indiscriminada de importaciones. De esto
modo, aunque algunas industrias subsistieron, San Vicente
fue adquiriendo un perfil crecientemente comercial, como
es el que lo caracteriza en la actualidad.
De
este modo, en los últimos años es posible observar el
desarrollo de un importante “microcentro” que se extiende
a lo largo de la tradicional calle San Jerónimo la
cual actúa como un eje vertebrador del barrio, el cual
se ha visto poblado tanto por comercios familiares como
por pequeñas, medianas y grandes empresas de capital nacional
que han vuelto a prestar atención a la zona.

cdlc: ¿Por qué se habla de “la República de San
Vicente”?
Consolidado
en el imaginario de las generaciones más grandes y en
menor medida también en los más jóvenes, la historia de
“La República” rememora el espíritu de resistencia a la autoridad e importancia de la acción colectiva
de los vecinos en el marco de los tradicionales corsos
que se hacen históricamente en la zona y que, puntualmente
en este caso, rememoran el corso del año 1932. Según distintos
autores, el carácter relativamente acomodado de sus primeros
habitantes le imprimió al barrio un carácter festivo que se evidencia inclusive
desde los primeros años de su fundación. Tanta es su importancia
que, si bien hablamos de un simple festejo, hacia la década
del ´30 éste se había transformado en una importante fuente
de ingresos para la ciudad. Ésta puede ser una de las
principales razones por la cual, a pesar de la histórica
tradición del barrio de organizar mediante una comisión
de vecinos el corso, este año el comisionado municipal
de la época (Ricardo Belisle) decidió que los corsos no
se harían en el barrio sino en el centro.
Disuelta
la comisión sanvicentina por la
Municipalidad, y no obstante la prohibición
oficial, un grupo de jóvenes -principalmente de las familias
del centro del barrio- decidió realizar el corso. Llegado
el día (lunes 8 de febrero) sostiene Ordóñez Pardal que
“desde temprano empezó el santo y seña entre los vecinos
de San Vicente. ‘Esta noche habrá corso’ y la voz corrió como
reguero de pólvora. Numerosas comisiones de jóvenes de
ambos sexos recorren el barrio invitando a concurrir a
la calle San Jerónimo a las 18horas. No habrá palcos
ni guirnaldas para la iluminación, y el que tenga auto
que concurra con su familia, que se realizará el corso.
Si interviene la
policía, ‘ya veremos qué pasa’ es la contestación”.
Así
transcurren las horas y el corso efectivamente se realiza,
convocando incluso a las familias que se encontraban en
el corso oficial del centro, quienes se trasladan al barrio.
Frente a esta situación, el comisionado decide cortar
el alumbrado de la
calle San Jerónimo, sin embargo los vecinos
sacan electricidad desde sus domicilios y la resistencia
sigue. Ante esta situación, se manda a reprimir a la población
por medio de la fuerza pública.

Vecinas
disfrazadas en los corsos del barrio.
Si
bien, en un principio, el comisario Abel Gordillo Peña
decide actuar con serenidad evitando exacerbar aún más
los ánimos, un agente de la seccional primera detiene
al Sr. Ángel García. “Esto permitió que interviniera el comisario Gordillo Peña quien ordenó
la detención de ambos. Así las cosas, trajo como consecuencias
una reclamación colectiva por la libertad del Sr. García.
Más de quinientas personas acompañaron el detenido hasta
la puerta de la comisaría 5ª a los gritos de ¡viva la
libertad! ¡abajo la dictadura! (…) Como a las 22hs, el
señor García fue puesto en libertad y una manifestación
lo acompañó por calle San Jerónimo al grito de ¡viva la
República de San Vicente!”. De este
modo, había nacido el “mito” de “La República”, puntapié
para diversas iniciativas vecinales que llevarían en su
identidad esta acción vecinal.
cdlc: ¿Cuáles son sus características físicas
y sociales más importantes?
Actualmente
el barrio es uno
de las zonas más populosas de Córdoba, con una población
de 19.058 vecinos según datos del Censo del año 2001.
Existe una mayor concentración poblacional entre los 25
y 44 años y en segundo lugar entre los 45 y 64 años
En
cuanto a su perfil socio-económico el barrio sigue manteniendo
un carácter predominantemente obrero. Esta situación se
evidencia en que sobre un total de 14.657 personas de
14 años o más, entre los cuales 6.286 están ocupados,
el 47,24% forma parte de un sector obrero empleado en
el sector privado, seguido por un 27,76% que es trabajador
por cuenta propia, un 15,87% que es empleado del sector
público, y tan sólo con un 5,42% que es patrón, un 2,19%
que es trabajador familiar sin sueldo y un 1,52% que es
trabajador familiar sin sueldo.
Respecto
a las características productivas de la zona, sobre un
total de 1.925 establecimientos, según la misma fuente
consultada, existen 1.007 comercios en el barrio, seguido
por 632 establecimientos que se dedican al área de servicios,
267 industrias, 2 establecimientos dedicados a actividades
primarias y 1
a otras actividades.
Si bien estos datos pueden haber variado debido
a la particularidad de la crisis del año 2001, existen
otras variables más estructurales que nos dan la pauta
de un barrio de clase media y media baja, en algunos
casos empobrecida.
Por
ejemplo si analizamos el nivel de instrucción de su población
podemos observar que sobre un total de 14.355 de personas
de 15 años y más, sólo 8.301 tienen estudios completos.
De esa población con estudios completos, el 19,06% tiene
estudios secundarios completos, seguida por el 18,31%
de estudios primarios completos, un 13,1% de nivel universitario
y finalmente, un 7,13% de estudios terciarios.
Finalmente,
en lo que respecta al índice de Necesidades Básicas Insatisfechas
(NBI), sobre un total de 5462 hogares particulares ocupados,
203 tienen NBI en vivienda, 158 hacinamiento, 136 con
capacidad de subsistencia, 31 con necesidades sanitarias
y 25 hogares con NBI escolaridad. Sin ánimos de ahondar
sobre una cuestión cuantitativa que puede ser más significativa
de comparar en términos relativos con el conjunto de la
ciudad, simplemente pretendemos mostrar cómo el barrio
presenta ciertas características socio-económicas que
lo identifican principalmente con una clase media y baja,
o en todo caso “nuevos pobres” (esto es, personas que
tienen, por ejemplo un buen nivel de instrucción o características
generales que los identificarían con la clase media, pero
que debido a la crisis socio-económica de los últimos
años han registrado una movilidad social descendente en la escala
de estratificación social) que encuentra consonancias
con el perfil histórico-estructural del barrio.

cdlc: ¿Cuáles han sido históricamente los
roles del mercado, el Estado y la organización o auto-organización
social en el desarrollo del barrio?
Como
señalamos previamente, si bien al principio el estado
en su nivel municipal cumplía un rol secundario hasta
la efectiva inclusión del barrio en el ejido urbano (en
el año 1888), desde su incorporación la situación no siempre
fue fácil. Si bien la relación varió según las redes sociales
de pertenencia de los distintos vecinos y su afinidad
con los signos partidarios, en líneas generales la acción
del estado se ha visto muchas veces condicionada por la
propia acción vecinal.
Esto
es, el asociativismo
casi siempre ha cumplido un papel relevante en el barrio.
Tanto es así que San Vicente ya evidencia uno de los primeros
antecedentes de asociaciones vecinales hacia fines de
siglo XIX. Desde aquellos tiempos hasta la actualidad,
si bien evidentemente el nivel de participación vecinal
ha ido variando de acuerdo al contexto macropolítico nacional
e internacional, aún es destacable la cantidad de organizaciones
y grupos en general existentes en el barrio, que trabajan
para la resolución de distintas problemáticas y necesidades
de la zona. En este sentido cabe
señalar la existencia de distintos espacios
culturales, bibliotecas, comisiones de vecinos, clubes,
grupos religiosos, comedores comunitarios, etc. Con
esto queremos reconocer el protagonismo que han tenido
históricamente los vecinos para lograr que sus demandas
sean escuchadas. De hecho, gran parte de la infraestructura
e instituciones existentes en el barrio encuentran sus
orígenes en múltiples demandas vecinales.

Antigua
fachada del Mercado Marcos Juárez
Es importante hacer algunos comentarios sobre el rol que
cumplió el Mercado Marcos Juárez (actual Centro Cultural
Municipal) en la zona. Como ya lo mencionamos,
en sus orígenes nuestro barrio presentaba un marcado carácter
rural. Frente a esta situación, y sumado a la ubicación
estratégica del barrio en el contexto del “desierto” que
por entonces caracterizaba el conjunto de la zona este
de la ciudad, no es llamativo que el mercado de San Vicente
haya tenido un importante protagonismo como núcleo proveedor
de alimentos para los habitantes del lugar y zonas aledañas.
Tanto
es así que, aunque el primer mercado fue construido por
Samuel Palacios hacia el año 1886, ya hacia 1889 fue expropiado
por el municipio, el cual construiría la actual fachada
externa que aún mantiene el Centro Cultural. Al mismo
tiempo, y lo que es más importante, desde aquellas épocas
hasta 1980, el municipio regularía el espacio, el cual
durante muchos años estaría ocupado por distintas generaciones de familias que trabajaban en los puestos.
Socialmente hablando, según los testimonios de distintos
vecinos, éste representó en alguna manera un espacio de
sociabilidad para los habitantes del barrio, especialmente
aquellos próximos a la calle San Jerónimo,
configurando una serie de prácticas y relatos propios
de este espacio. En este sentido, es comprensible que
su cierre en la década del ’80, aunque haya sido fundamentado
por algunos como la conclusión de un ciclo natural frente
a la crisis de la época, para otros fue sentido como una imposición que de alguna manera puso fin a un territorio de valor
no sólo económico, sino también social y cultural para
la zona.
cdlc: ¿Cómo ha funcionado la remodelación
del antiguo mercado y su transformación en CPC?
El
Mercado se cierra en el año 1980 y el Centro Cultural
se inaugura el día 2 de julio de 1981. Aprovechando la
estructura del edificio se genera un proyecto de refuncionalización
a cargo del Arq. Miguel Ángel Roca, que conserva la fachada
externa del antiguo mercado (tras la intervención del
año 1925) y transforma su interior.
Al
igual que otros centros culturales, propios de esa gestión,
se genera toda la infraestructura necesaria para el desarrollo
de actividades culturales, previendo un teatro con boleterías,
camarines en subsuelo, sala de baile también en subsuelo,
bar, espacios para el dictado de talleres, un gran hall
de entrada con sillas de material, un lugar para la secretaría
central, así como otros espacios principalmente vidriados
y diferenciados con colores vibrantes en los que predomina
el rojo, verde, amarillo y blanco. En cuanto a las paredes,
evocan un bosque y el techo el cielo.

Fachada
posterior del Centro Cultural San Vicente.
Si
bien estéticamente el interior es llamativo, los usos
que se le han dado como Centro Cultural muchas veces han
presentado ciertos inconvenientes que refieren especialmente a la funcionalidad del
edificio. Algunos espacios aparecen con formas geométricas
interesantes, como los triángulos donde se dictan los
talleres; sin embargo, muchas veces son reducidos para
la cantidad de alumnos. Otra cuestión que se evidencia
es el oneroso mantenimiento que lleva la estructura, por
ejemplo en cuanto a la limpieza de vidrios que requieren
hidrolavadoras, escaleras -en algunos casos- muy elevadas
para cambiar luminarias, que no se condice con los magros
presupuestos que viene disponiendo el municipio para estos
espacios.
Más
allá de esta cuestión, y si retomamos el uso que se le
da a este espacio, cabe mencionar el dictado de talleres
culturales, servicio de registro civil, recursos tributarios,
a lo que se suma una sala de arte “Roberto Viola” y el
Museo y foto-galería barrial comunitario “Recuerdos Sanvicentinos”
inaugurado por nuestra comisión de vecinos con colaboración
de personal del Centro Cultural. A esto debemos sumar la biblioteca “Julio Díaz
Usandivaras” inaugurada por otra comisión de vecinos durante
el año 1985, así como un espacio que está alquilado a
una heladería y un espacio para dictado de talleres de
computación, entre las actividades principales.

cdlc: ¿Cómo han afectado al barrio los fenómenos
urbanos, políticos y sociales que caracterizaron la evolución
de la ciudad en los últimos 15 años, y en particular el
boom de la construcción con posterioridad al 2003?
Si
reflexionamos sobre las transformaciones acaecidas durante
los últimos 15 años, haciendo hincapié sobre todo en el
auge de la construcción desde el año 2003, debemos decir
que si bien San Vicente no ha estado expuesto al mismo
tipo de presiones e intervenciones como las que
se pudieron evidenciar en Nueva Córdoba, Alta Córdoba,
General Paz, Güemes, entre los principales barrios, tampoco
ha sido totalmente ajeno a este contexto.
Por
tener una ubicación estratégica próxima al centro de la
ciudad y disponer de todos los servicios mínimos de infraestructura
(tales como pavimentación, cloacas, tendido eléctrico,
de gas, etc.) muchos “desarrolladores” han arribado al
barrio comprando las antiguas casonas de la zona -típicas
casas chorizo y de otras tipologías con terrenos
de grandes dimensiones- las cuales han sido demolidas
total o parcialmente (incluso en contravención) para
dar origen a los nuevos proyectos.

Ex
casa quinta del barrio. Valor patrimonial medio. (Ord.11.190/06)
Si
bien esta situación aún no ha invadido el barrio, las
experiencias existentes hasta el momento han puesto en
alerta a distintos grupos de vecinos, entre ellos nuestra
propia Red, frente a intervenciones
desafortunadas que alteran no sólo el rico patrimonio
histórico cultural de la zona (reconocido inclusive por
el gobierno municipal en el año 2006 a partir de la ordenanza
11.190/06 y reforzada por la ordenanza 11.202/07, en las
cuales se detallan los distintos inmuebles de valor patrimonial
del barrio) y sus redes sociales frente al desplazamiento
de los vecinos, sino que además no cumplen con las mínimas condiciones de
habitabilidad necesarias para el desarrollo de la
vida humana. Esto es, en general se evidencian una serie
de construcciones precarias, con dimensiones sumamente
pequeñas, escasa ventilación, inexistencia de espacios
comunes como patios compartidos, inadecuadas condiciones
térmicas, entre otras deficiencias que emergen a la simple
mirada de cualquier vecino que no es especialista en la
materia.
Si
bien se podría contraargumentar que, a diferencia de otros
barrios, estas construcciones presentan estas características
debido al carácter “económico” de las construcciones,
por el contrario, muchas
de ellas son inaccesibles para la mayor parte de la población
de clase trabajadora que pretende vivir en ellas.
A esto debemos sumar como interrogante si existe la suficiente
infraestructura pública para cubrir la demanda que genera
la llegada de nuevos habitantes. Por el momento creemos
que prima cierta incertidumbre, ya que sólo con mencionar
el servicio de cloacas encontramos múltiples inconvenientes
frente a la situación de colapso cotidiano que experimenta
en esta materia el barrio y gran parte de la ciudad. Frente a este
panorama, la pregunta es: ¿cuál es la alternativa frente
a las tendencias históricas de expansión y crecimiento
de las ciudades?

Ex
casa quinta (ver imagen anterior) Fue demolida en contravención.
Nivel patrimonial medio Ord. 11.190/06
cdlc: ¿Cuáles han sido las estrategias individuales
y/o colectivas para la preservación de la trama social
y la identidad urbana de San Vicente?
Al manifestar los anteriores puntos,
los conceptos sobre los que centralmente ha trabajado
la Red
San Vicente son el de
renovación urbana y progreso barrial. De acuerdo a nuestro criterio,
si bien estamos conscientes del crecimiento de las ciudades,
entendemos que la renovación urbana exige una adecuada
planificación. Esto implica tomar en cuenta múltiples
dimensiones que requieren un trabajo interdisciplinario,
que tenga en cuenta tanto cuestiones materiales como simbólicas
implicadas en estos procesos de renovación urbana. Esto
es, entender a los barrios como constructos socio-políticos
de relaciones humanas, construidos y destinados para
las personas que habitan en ellos y que, por supuesto,
no están exentas de distintas tensiones e intereses.
Recuperar una visión multidimensional
de las construcciones, entendiéndolas como “objetos” insertos
en una trama de redes sociales, identidades, historias,
naturaleza, costumbres, entre otros aspectos significativos,
puede ser una forma de entender la importancia de cuestiones
que, aunque subestimadas muchas veces por su simplicidad,
son fundamentales para mejorar la calidad de vida. Si
bien creemos que esto supone un desafío para todas las
disciplinas, las cuales no sólo están limitadas por su
propio conocimiento disciplinar sino también por los propios
intereses acumulativos inclusive de sus demandantes, estimamos
que sólo en el trabajo en conjunto y la acción
colectiva está la capacidad de cambio.
Convencidos de la significatividad
de los procesos que implican el trabajo territorial, de
contacto con los propios vecinos y sus necesidades, durante
los últimos tres años desde que se constituyó nuestro
grupo, hemos venido realizando distintas actividades de
concientización y reconocimiento de nuestro patrimonio
barrial, así como trabajando sobre demandas concretas
que fueron surgiendo frente a problemáticas que afectaban
inmuebles con distinto valor patrimonial, identitario
y social para nuestra zona.
En esta dirección, se realizaron charlas
sobre temas patrimoniales, se difundió la temática en
distintos medios masivos y comunitarios propios de nuestro
grupo, se desarrollaron iniciativas legales y de contacto
con distintos agentes gubernamentales vinculadas al planeamiento
urbano, obras públicas, privadas y de patrimonio del municipio
y -en algunos casos también- a nivel provincial. Al mismo
tiempo, se realizaron actividades de difusión
de las ordenanzas que regulan la materia patrimonial del
barrio, así como gestiones para la reglamentación
de ciertos artículos de estos instrumentos legales. También
desde hace años se vienen desarrollando visitas guiadas
gratuitas por el barrio para el reconocimiento y preservación
de los espacios públicos y patrimoniales del barrio con
los vecinos, entre las principales iniciativas.

Visitas
guiadas por San Vicente organizadas por la
Red San Vicente
Entre las últimas actividades de las que participamos
como Red, las cuales encuentran correlato con las problemáticas
por nosotros abordadas, cabe destacar el Laboratorio de
Investigación Proyectual sobre “Renovación urbana en la
ciudad construida: los barrios peri-centrales de la
Ciudad de Córdoba” desarrollado en el
marco de la Facultad de Arquitectura,
Urbanismo y Diseño de la Universidad
Nacional de Córdoba. En esta oportunidad,
los vecinos que integramos la
Red nos encontramos con distintos especialistas
relacionados a la arquitectura para compartir nuestra
visión sobre el barrio, sus problemáticas socio-habitacionales
y la importancia del trabajo en conjunto (profesionales
relacionados al hábitat y vecinos) a partir del trabajo participativo y consciente de las realidades locales. Esto
pretendió lograr una primera aproximación para el desarrollo
de proyectos de renovación urbana sustentables y sostenibles
en el tiempo, y atentos a las distintas necesidades sociales
implicadas necesariamente en cualquier proceso de planeamiento.
cdlc: ¿Y cuales son en tal sentido las “amenazas”
pendientes sobre
el barrio.
Luego
de realizar este breve recorrido por el barrio, una de
las principales amenazas que persisten sobre la zona es
la falta de políticas
de planificación integral. Es decir, de políticas
que tengan en cuenta la complejidad que supone cualquier
territorio, en términos no sólo culturales, sino lo que
es aún más importante, para alcanzar una inclusión social más amplia de los propios vecinos.
A
esto debemos agregar ciertas representaciones
reduccionistas que, en muchos casos, persisten en
el imaginario social como es el pensar que el simple hecho
de edificar supone “el progreso” para el lugar. Tener
en cuenta otros aspectos materiales, como el aumento del
costo de vida, que inclusive generan estas “materialidades”
exige un trabajo minucioso de concientización que todavía
debemos consolidar. Esto a su vez encuentra relación con
la necesidad de reconocer que la calidad de vida supone
no sólo cuestiones materiales –evidentemente importantes-
sino también aspectos inmateriales que refieren a las identidades,
historias y otras cuestiones que nacen de las propias
relaciones humanas.
Por
todo ello insistimos que, si bien somos conscientes de
las limitaciones reales que nos impone el sistema socio-económico
y político actual, a pesar de las dificultades, estamos
cada vez más convencidos de la necesidad de revalorizar al ser humano como principal destinatario
y variable de cualquier política que se pretenda cualitativamente
superadora. Ese tal vez sea nuestro principal desafío…
Entrevista:
MC
El jueves
26 de noviembre de 2009 se inaugura en la Facultad
de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad
Nacional de Córdoba, la exposición de
los trabajos realizados en el marco del Seminario-Taller
"Renovación urbana en la ciudad construida:
los barrios peri-centrales de la ciudad de Córdoba"
(realizado el pasado mes de octubre. La exposición
se inicia con una presentación de los proyectos
y dos conferencias a cargo de los arquitectos Eduardo
Reese y Marcelo Corti sobre temáticas relacionadas.
Más información, en café
corto.
Sobre
el barrio San Vicente, ver la información contenida en
el blog
del Laboratorio de Investigación Proyectual de
la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de
la UNC, el Portal
de San Vicente y el sitio de la
Red
de Vecinos y Asociaciones de San Vicente
en la Web.
Sobre
Córdoba, ver también en café
de las ciudades:
Número
52 | Cultura de las ciudades (II)
Sustantivos
Colectivos 1. Barrio | Semiótica
de una intervención propuesta en el Barrio Alberdi de
Córdoba | María Griselda Angelelli
Número
62 | Economía y Cultura de las ciudades
Significaciones
sociales vinculadas a la vivienda
| El nuevo lujo, de la clase media a la clase alta;
el caso de Córdoba | Manuel Alazraki, Carmen Añamuro y María Emilia
Genaro
Número
73 | Lugares
Córdoba
siempre estuvo cerca… | La
ciudad de la Reforma Universitaria
y el Cordobazo | Marcelo
Corti
Número
73 | Planes y Normativa de las ciudades
Planificación y crecimiento urbano en la ciudad de
Córdoba | Acuerdos, disonancias
y contradicciones | Celina Caporossi
Número
73 | Historia de las ciudades
Ahí...,
abajo, entre los pastos (la Ciudad Docta)
| Córdoba en 1825, “forzada a replegarse sobre sí misma”
| Domingo Faustino Sarmiento
Y
sobre tramas sociales y urbanas en los barrios:
Número
77 | Política y cultura de las ciudades
(I)
Cergy-Pontoise | Caroline
de Saint-Pierre y el desarrollo de una ville nouvelle
francesa | Marcelo Corti
Número
28 | Lugares
La
preocupante boludización de Palermo Viejo | De la recuperación barrial al snobismo
gastronómico. | Carmelo Ricot
La
entrevistada sugiere la
siguiente Bibliografía:
BOIXADÓS,
María Cristina. (2000) Las
tramas de una Ciudad, Córdoba entre 1870 y 1895. Elite
urbanizadora, infraestructura y poblamiento. Ferreyra
Editor: Córdoba, Argentina.
CARREÑO,
Luis (2004) “Guía Turística de Barrio San Vicente. Una
recorrida por sus calles, su historia y su cultura.” Publicación
de la
Comisión de Vecinos de Turismo y Cultura
de Barrio San Vicente. Primera Edición. Córdoba, Argentina.
D´AMICO,
Desirée. (2008) Tesis de maestría. Redes
socio-políticas y desempeño organizacional en asociaciones
vecinales de los barrios-pueblos de la ciudad de Córdoba,
Argentina. Córdoba, Argentina. Trabajo inédito.
D´AMICO,
Desirée. (2008) Guía Turística de Barrio San Vicente.
Una recorrida por sus calles, su historia y su cultura.
Publicación de la
Red de Vecinos y Asociaciones de Barrio
San Vicente. Segunda Edición (revisada). Córdoba, Argentina.
FERRERO,
R. (1994) Topografía curiosa de Córdoba Alción
Editora: Córdoba.
KESSLER,
Gabriel y DI VIRGILIO, María Mercedes. “La
nueva pobreza urbana: dinámica global, regional y Argentina
en las últimas dos décadas” En: Revista de la CEPAL. Número 95. CEPAL. Agosto de 2008. MUNICIPALIDAD DE CÓRDOBA.
(2006) Barrios Bajo La Lupa (2003-2007). Observatorio
Urbano de la Ciudad. Publicación
en CD.
ORDOÑEZ
PARDAL, Pedro. (1988) “Historia de mi barrio. La
República de San Vicente”. Segunda Edición.
Edición propia del autor.
RETTAROLI,
J; EGUIGUREN, J; ÁLVAREZ, T; COHEN ARAZI, A; RUBIOLI,
J. (1997) Los barrios pueblos de la Ciudad de Córdoba. La ciudad
objeto didáctico. Ediciones Eudecor: Córdoba, Argentina