(los
mensajes para la columna de Mario L. Tercco
se envían desde Terquedades)
Alexis
Maximiliano nació el 26 de Diciembre de 1983 en la Maternidad
Santa Rosa de Vicente López, noveno hijo de María Teresa
y Horacio, quiénes por diferentes motivos no lo inscribieron
al nacer. Lo conocimos en noviembre de 2005, cuando
junto a Miguel Cruzalegui
comenzamos a atender los días jueves en las cercanías
del barrio Santa Rita, de Boulogne
y allí se acercó Alexis Maximiliano (Lolo para los amigos), junto a su madre, para contarnos que
creía imposible acceder a su DNI. No hacía mucho habían
enterrado a su hermano como NN, en el cementerio de
Boulogne.
Luego de esa entrevista me comprometí a acompañarlo
a la Defensoría de San Isidro, allí fuimos luego de
muchas charlas para explicarle que no tendría problemas
con la policía o con la justicia. El camino fue largo
y contamos con el apoyo de la Dra
Adriana Dellino, la asesora
letrada de la Defensoría de Familia de San Isidro, quién
trabajo en forma incansable para poder sortear todos
los obstáculos que iban surgiendo.
Para Lolo, como para miles
de chicos que nacen en la pobreza y viven en el marco
de la violencia, la vida nunca fue sencilla. Curso la
primaria hasta quinto grado, salió a la calle a temprana
edad y participó siendo apenas un niño en acciones delictivas
que iban a marcarlo para siempre. Es padre de familia,
pero no vive con sus hijos. Nunca trabajo y sueña con
internarse en una granja de rehabilitación, le gusta
jugar al fútbol pero su estado de salud hoy no se lo
permite.
A comienzos del año 2009 nos pidió iniciar un tratamiento
para abandonar el consumo de pegamento, pero una vez
más la suerte le era esquiva. Ningún centro de adicciones
podía darle un cupo al carecer de DNI, luego de arduas
gestiones y por intermedio del padre Jorge García Cuerva
conseguimos una entrevista en un centro de recuperación,
pero ese fin de semana un allanamiento masivo en su
barrio llevo inevitablemente una visita a su casa por
los antecedentes familiares y en su cuarto encontraron
latas de pegamento que la policía considero eran para
fraccionar droga. Hasta que se pudo demostrar lo contrario,
pasaron cuarenta días que tiraron por la borda aquella
posibilidad. El centro de recuperación ya había ocupado la
vacante disponible.
En
el año 2010 se logró la sentencia del Juez para inscribir
a Alexis Maximiliano Galván Becerra y desde entonces
realizamos los pasos correspondientes para lograr finalmente
acceder al DNI. Contamos con la enorme colaboración
de las autoridades del Registro Civil de la Maternidad
Santa Rosa, de Villa Martelli
y de Munro, quiénes nos orientaron para encontrar el expediente
con la autorización para la inscripción fuera de
término de Alexis Maximiliano. Fuimos junto a Guido
Alvarado, Luis Freitas y algunos
periodistas para compartir este momento de enorme alegría,
ahora comenzamos una etapa con el desafío de lograr
que Alexis Maximiliano pueda cambiar su racha, pueda
desintoxicarse y comenzar una nueva vida (ver video).
En
eso estamos, mientras en nuestro país vuelve a instalarse
el tema de la baja de edad para la imputabilidad, la
estigmatización de los adolescentes pobres y la represión
como única salida a este laberinto que es la economía
del delito. Hay miles de vidas en juego, hay también
testimonios que muestran donde hay que depositar el
esfuerzo para lograr que las personas puedan vivir dignamente.
Nosotros ya hemos elegido hace rato con quiénes y para
qué. Seguimos.
Jorge Alvarez, San Isidro
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Soy
un urbanista ingeniero, recibido en el ´72, lector y
seguidor de café
de las ciudades. Agradezco vuestra
dedicación y defensa de la ciudad; para el pasado 8
de noviembre, Día del Urbanismo, escribí unas líneas
que me gustaría compartir con ustedes.

Celebrando
la ciudad
“Lo que le importa a mi Marco Polo es descubrir
las razones secretas que han llevado a los hombres a
vivir en las ciudades…”. Italo Calvino, Las ciudades invisibles
Según
la idea del creador del Día del Urbanismo, un Ingeniero
Urbanista Argentino, se debía tratar de una jornada
en que todos los ciudadanos del mundo gocen de un mismo
buen clima y por ello tienen, en sus respectivos lugares,
un motivo más para pasarla bien.
Además
esta situación, más allá del difundido cambio climático,
no se ha modificado tanto como si lo han hecho las urbes
en general, impactadas notablemente por los grandes
acontecimientos de nuestro tiempo, principalmente los
derivados de los avances científicos y tecnológicos
en información y comunicación y con éstos los asuntos
productivos, comerciales, financieros, energéticos,
de transporte, entre tantos.
Una
forma adecuada de celebrar la ciudad sería preguntarnos
como nos sentimos habitándola o como vamos asimilando
sus cambios vertiginosos. Partiendo de aceptar la ciudad,
la nuestra y todas, como un gran albergo de una gran
madre que nos provee del espacio físico pero que también
representa la convivencia, lo social, lo gregario, es
en definitiva, el escenario del yo, de nosotros y los
otros.
La
ciudad, milenaria
y permanente construcción humana, desde que los hombres
dejamos de ser nómadas para organizarnos parental
y socialmente en tanto ciudadanos propietarios que van
construyendo un ESTADO. Luego vendrían las repúblicas,
mas tarde las naciones pero siempre, desde el inicio
de la civilización estuvieron y estarán las ciudades,
con sus príncipes y sus mendigos, con sus grandezas
y sus miserias, naciendo, viviendo y muriendo, alegres
y sufrientes, las urbes de siempre y las metrópolis
modernas atraviesan los tiempos escenificando la condición
de esa complicada especie que es la humanidad.
La
ciudad, actor protagónico fascinante de singladura permanente,
habita en nosotros en la misma medida en que nosotros
habitamos en ella y es, además, un ser excepcional que
se encuentra presente como actor y como tema, en la
gran mayoría de las obras de los artistas de todas las
artes, de pensadores e intelectuales de toda laya, de
científicos y tecnólogos así como en casi todas las
manifestaciones populares. Algunas de singular belleza
o de alto nivel, otras no tanto, pero la gran musa permanece
presente, aun sin nombrarla. Hay quienes la retratan,
otros la estudian, otros dicen lo que refleja de nosotros
y de lo que sentimos, otros pintan o relatan ese paisaje
urbano en que nos miramos y nos encontramos.
En
el esplendor de la república griega, el
estado fue la polis, la ciudad y ya se sabía que
en ella sucedería lo mejor y lo peor de lo que es capaz
la humanidad. A ese contraste, hoy lo llamamos, lo local
y lo global, simbólica denominación para decir del marcado
desequilibrio que hay entre atraso y pobreza por un
lado y progreso y opulencia en el otro costado.
Más
allá del reconocido rol de las ciudades, resulta técnica
y literariamente posible hacer una enumeración de los
grandes problemas que nos toca sufrir por las malas resoluciones urbanas en general y urbanísticas
en particular, la gravedad de la congestión del tránsito,
los hacinamientos residenciales y de servicios, los
déficits de infraestructura
de servicios y de los equipamientos comunitarios, la
contaminación del hábitat urbano y de su entorno rural,
la destrucción y el descuido del paisaje, la incertidumbre
y la volatilidad de sus escenarios, las dificultades
de gestión y resolución individual y colectiva, la inseguridad
personal, vehicular, familiar, entre tantas calamidades
contemporáneas frente a las cuales suele ser fácil caer
en el desencanto y hasta en la desesperanza.
No
obstante, frente a ese eventual pesimismo, hay quienes
encuentran en la urbanidad y en sus institutos, señales
importantes de posibilidades presentes y futuras de
bienestar para el género humano. Así, ven a las urbes
como grandes y críticas masas sinérgicas cuyo destino
es ese plus de la calidad de vida.
Finalmente
y abusando un tanto la paciencia de quienes lean esta
líneas, quiero expresar mi firme convencimiento de que
hoy contamos con conocimiento y medios suficientes para
prevenir, resolver o mitigar, vía una adecuada planificación,
en gran medida, una gran parte de los problemas de las
ciudades, solo falta que haya vocación de estado y voluntad
política.
Pablo
Bracamonte, Córdoba
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En
estos últimos meses diferentes situaciones han salido
a la superficie en Argentina y han sido tomadas por los medios.
· La
usurpación de tierras de pueblos originarios que esta
vez se muestra con su cara más feroz: la represión y
el asesinato (reiteramos nuestra indignación ante los
desplantes y ninguneo del gobierno nacional hacia la
comunidad Qon y sus legítimos reclamos).
· La
concentración irracional de población en las grandes
ciudades y su consecuente falta de vivienda, trabajo,
etc., que ponen a grandes masas de familias trabajadoras
en situación de ser manipuladas por grupos políticos
y empresarios. Tal como se expresó en Villa Soldati
y otras, con tristes saldos de vidas humanas. Reiteramos
nuestro rechazo a la represión y criminalizan de la
protesta social propiciados por Macri y la Policía Federal.
· La
concentración de la tierra y el agua en pocas manos
y la falta de apoyo a la agricultura familiar y campesina
propician el trabajo esclavo en condiciones infrahumanas
al que son sometidos miles de trabajadores y trabajadoras
en el campo, tal como hemos visto en los últimos allanamientos
en San Pedro y Ramallo, que no son casos aislados sino inherentes al modelo
que defienden la Mesa de Enlace y las corporaciones
transnacionales.
Los
hechos mencionados no son situaciones aisladas o excepcionales,
son consecuencias generales del modelo agropecuario
instalado en Argentina. Que además se basa en el saqueo
de nuestros bienes naturales, el uso indiscriminado
de agrotóxicos, la contaminación
de los suelos, el calentamiento global, la concentración
del mercado de alimentos y el aumento de sus precios
y el desabastecimiento del mercado interno. Es un modelo
que lleva 200 años de evolución, que se consolidó luego
de la dictadura militar ´76-´83 y que se enraíza en
numerosos estamentos del estado y las universidades.
Las corporaciones como Monsanto,
Nidera, Dreyfus,
Syngenta, se han apoderado
del comercio de semillas y agrotóxicos,
así como de alimentos. Sus principales socios en Argentina
son la Mesa de Enlace (SRA, CRA, CONINAGRO y FAA), su
política se expresa en los grupos CREA y la AAPRESID.
Su principal cómplice es la conducción de la UATRE.
Los flagelos mencionados no pueden eliminarse sin una
transformación profunda del modelo, que no será sencilla.
El camino es la agricultura familiar, campesina, originaria,
donde la tierra y el agua no sean mercancías, sino elementos
vitales con los cuales el estado planifique el desarrollo
de nuestra patria, un campo poblado de pueblo arraigado
con tecnología adaptada a las necesidades de la producción
y no a los negocios de las corporaciones. Los ingresos
en divisas de retenciones e impuestos no tienen comparación
con las enormes pérdidas ecológicas, económicas, sociales
y culturales que el modelo ocasiona.
Según el PROSAP, por cada peso que es necesario invertir
en el desarrollo de una familia en el campo, en la ciudad
son necesarios 3 pesos. Es urgente un programa que impulsemos
entre las organizaciones sociales y políticas, sumando
fuerzas y luchas, desde el campo y la ciudad para lograr
la Soberanía Alimentaria. Desde el MNCI - Vía campesina proponemos los
siguientes ejes:
-
Reconocimiento por parte de la sociedad en su conjunto:
De
lo rural y de lo urbano, como formas de vidas diversas
y complementarias; cuyas relaciones se definen por la
solidaridad.
Del
mundo rural como espacio de vida cuya consolidación
requiere de presencia de una población enraizada, con
condiciones mínimas de permanencia, la más importante
es el acceso y uso de la tierra, el agua y demás bienes
naturales.
De que estos territorios y poblaciones diversas (pueblos
indígenas, campesinas, pescadores artesanales, pastoralistas,
trabajadores y asalariados rurales y otras), tienen
una importancia clave y es dar al conjunto de la sociedad
la provisión de alimentos y preservación de la naturaleza
y al patrimonio natural y cultural, la biodiversidad
que nos pertenecen a todos-todas.
De
la mujer como productora de vida, alimentos, arte, cultura,
conocimientos, valores y diversidad.
De
las organizaciones y Movimientos campesinos, de pescadores
artesanales, pueblos indígenas como instancias directas
de participación, diagnóstico y ejecución territorial
de políticas de desarrollo y luchas por las conquistas
de derechos civiles sociales y culturales
Debemos impulsar que los gobiernos provinciales, municipales
y nacional realicen:
Leyes de apoyo y estimulo que custodien y promuevan
estos modelos de producción y provisión de alimentos,
a las comunidades y los bienes naturales.
Leyes de suspensión de desalojos y garantizar el acceso
al agua.
Apoyo y Estímulo:
-
al desenvolvimiento de formas de economías de proximidades
que garanticen a las poblaciones urbanas alimentos sanos
de las poblaciones rurales de acuerdo a la diversidad
cultural (pueblos indígenas, campesinas, pescadores
artesanales, pastoralistas,
trabajadores y asalariados rurales). Garantizando el
desarrollo y acceso de tecnologías que se adapten a
los modelos culturales y productivos.
- de acceso de estas poblaciones del campo y de las
pequeñas ciudades a los bienes y servicios, priorizando
los que esos grupos y poblaciones consideren necesarios
para el ejercicio de su ciudadanía. Que además participen
en la gestión y administración de los mismos. Con énfasis
especial de acceder a los bienes y servicios que garantizan
los derechos básicos fundamentales, como la educación,
salud, comunicación y recreación.
- ampliación de ofertas de asentamientos en el campo
y a pequeñas ciudades, especialmente a los jóvenes,
para reducir los impactos negativos del éxodo rural
que van a los lugares más distantes, creando en el campo
las condiciones necesarias para el pleno ejercicio de
los derechos en las comunidades rurales.
- a las organizaciones y movimientos
diversos, respetando su autonomía o filiación cualesquiera
ellas sean, convocándolas a participar del diseño, programas
y ejecución de los mismos sin discriminación.
El
rol del estado en este programa es importante, en la
medida que transfiera los subsidios que se otorgan al
agronegocio hacia la agricultura
familiar y campesina, además de abastecer a los programas
sociales con producción campesina y desarrollar mecanismos
de acceso directo de las poblaciones urbanas pobres
a los productos campesinos a bajo costo.
Fortalecer la vida campesina y sus organizaciones creará
las condiciones para derrotar a la Mesa de Enlace y
las transnacionales y lograr la vuelta al campo de miles
de familias argentinas que se encuentran excluidas en
las ciudades.
Movimiento
Nacional Campesino Indígena, Argentina
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Agradecemos
los mensajes y el aliento de Roberto Eibenschutz
Hartman y Joao Teixeira y a todos
los suscriptos en el mes de enero.
Con
especial agradecimiento a todos los lectores y lectoras
de estos cien primeros números de café
de las ciudades