Estimado C:
aquí en Shekaira, jamás he vuelto a sentir dolor alguno,
aun cuando la total ausencia de tierra me incomoda. Podría
describirte la ciudad, hablarte de sus barrios y de sus mercados,
como se conjugan los colores y olores de especias, del tren subterráneo
de las mañanas o de los adoloridos campanarios de iglesia
y del vuelo de cigüeñas pero, amigo mío, nada
de eso existe.
Para que entiendas
el espíritu, el alma de Shekaira, te diré que éste
no se compara en absoluto a la mítica ciudad de Horizontes
Perdidos, no, eso es fantasía, cursilería pura, no,
imagina por un momento él más árido de todos
los desiertos, las dunas, el yermo, la muerte desoladora, luego
respira extensamente y piensa con exuberancia ¿cuál seria
su antónimo? Del mismo modo que en sentido figurado, la palabra
inversa a "nostalgia" es sin lugar a dudas "promisorio",
sin entrar en enjundiosas controversias idiomáticas, ya sabes
que siempre deteste mi idioma nativo, por complicado, me habría
gustado nacer en un país de esos donde una palabra tiene
millones de significados, o un lugar donde solo fueran necesarios
los vocablos de "te amo" y "perdóname ";
o su equivalente, pero como tú eres un hombre racional, por
lo tanto te hablaré de plutocracia y mercadotecnia; teje
entonces la siguiente ecuación:
Sahara es a
nostalgia como Shekaira es a promisorio.
(Sahara: nostalgia
= Shekaira: promisorio)
Shekaira, es
un sentimiento, todo poesía, el origen de todo el futuro
de la no-humanidad.
Se dice que
en el principio, el Ser, la Esencia de la Creación se movía
sobre las aguas y toda la humanidad existía en potencia en
el sueño del Amado, pero a vueltas de mucho tiempo, la misma
creación se destruyó a si misma en un proceso involutivo,
por esas increíbles teorías de evolución e
involución; que pobremente tratan de explicar la total destrucción
del universo, se dice que todo comenzó con la aniquilación
de la capa de ozono, se presume que fue la bomba atómica
y la manipulación genética Inter-Espacial, luego la
tierra se lleno de poluciones, ambiciones desmedidas, Guerras, y
al final Sahara: Nostalgia fue la gran urbe, generando lo que somos
ahora, seres del desierto con distinta capacidad de trabajo pulmonar,
sin oídos y piel parecida a los extintos lagartos... por
eso, es tan importante el descubrimiento de un remanente; acá,
en las coordenadas 0,0,0, (cero coma cero coma cero) podemos ver,
amigo mío, agua y el lujoso costo de una puesta de sol...
no, no te estoy platicando de los cuentos antiquísimos de
Ray Bradbury, ni de ciencia-ficción en general, es real,
aun cuando no hemos encontrado vestigios de vida, podemos ver el
cielo, en la luz podemos ver la luz...estoy sumergiéndome
despacio en este mar, mi piel responde en lo que los científicos
llaman síndrome fetal, estoy volviendo a la probeta de mi
gestación, la sensación acuosa de percibir agua por
primera vez es definitivamente inenarrable, puedo hablarte del azul,
ese color casi olvidado en nuestro entorno, porque nuestro aire
ya no contiene el nitrógeno que lo haga lucir así,
por lo tanto descomunal ha sido mi impresión al encontrarme
de bruces en Shekaira, te confesare algo mas, atardeceres y amaneceres
son iguales, puedo ver también algunos ejemplares de lo que
eran pequeñas embarcaciones de pesca, la madera parece intacta,
con remos y todos los implementos que te pueden permitir bogar mar
adentro, que recuerdos, parecen pequeñas cunas de personas
recién nacidas, ¿recuerdas los árboles, el pasto cortado,
el olor del café de grano recién procesado?... todo
ese pasado esta escondido en esta índiga visión que
me emboba, he llegado finalmente al corazón de Shekaira.
Otro día
hablaremos acerca de "El camino".
CE
La
autora es Técnica en Arquitectura y vive en Santiago.