Anticipando
la Fiesta
Mundial por los cuatro años y cincuenta números
de café
de las ciudades, pedimos a nuestros amigos y amigas que
nos alerten sobre desiertos y laberintos urbanos análogos
a los que postula este breve relato de Jorge Luis Borges (1899-1986).
Los dos reyes y los dos laberintos
Cuentan los
hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los
primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó
a sus arquitectos y magos y les mandó construir un laberinto
tan complejo y sutil que los varones más prudentes no se
aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa
obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla
son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar
del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey
de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped)
lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y
confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró
socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja
ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia
tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría
a conocer algún día. Luego regresó a Arabia,
juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos
de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribó sus castillos,
rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró
encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron
tres días, y le dijo: "¡Oh, rey del tiempo y sustancia
y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto
de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso
ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras
que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que
recorrer, ni muros que te veden el paso".
Luego
le desató las ligaduras y lo abandonó en mitad del
desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con
Aquél que no muere.
MC
(el que atiende)
El
relato integra la colección de cuentos El Aleph, de 1949.
Las propuestas de desiertos y laberintos urbanos donde deshacerse
de reyes molestos pueden ser enviadas a cartas@cafedelasciudades.com.ar,
al igual que las propuestas para nuestra Fiesta Mundial.
(continúa
en Laberintos y Desiertos urbanos)
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Paisaje
del Riachuelo, Buenos Aires.
La Corte Suprema argentina acaba de intimar a la Nación,
a la Provincia de Buenos Aires y a la propia Ciudad para que
presenten en 30 días un plan de limpieza integral de
este afluente del Río de la Plata (ver la nota Tres
versiones de Buenos Aires, de Mario L. Tercco,
en este número de café
de las ciudades).
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