Siguiendo
la tradición comenzada en el número
27 con Dorotea, iniciamos el 2006 con una ciudad invisible de
Italo Calvino:
"Si queréis creerme, bien. Ahora diré cómo
es Ottavia, ciudad-telaraña. Hay un precipicio entre dos
montañas abruptas: la ciudad está en el vacío,
atada a las dos crestas con cuerdas y cadenas y pasarelas. Se camina
sobre tos travesaños de madera, cuidando de no poner el pie
en los intervalos, o uno se aferra a las mallas de cáñamo.
Abajo no hay nada en cientos y cientos de metros: pasa alguna nube;
se entrevé mas abajo el fondo del despeñadero.
Esta es la base de la ciudad: una red que sirve de pasaje y de sostén.
Todo lo demás, en vez de elevarse encima, cuelga hacia abajo;
escalas de cuerda, hamacas, casas hechas en forma de saco, percheros,
terrazas como navecillas, odres de agua, picos de gas, asadores,
cestos suspendidos de cordeles, montacargas, duchas, trapecios y
anillas para juegos, teleféricos, lámparas de luces,
macetas con plantas de follaje colgante. Suspendida en el abismo,
la vida de los habitantes de Ottavia es menos incierta que en otras
ciudades. Sabes que la red no sostiene más que eso"
(Ottavia, Las ciudades tenues 5, de Las ciudades Invisibles,
Italo Calvino, 1972).
¡Muchas felicidades a todos los amigos y amigas de café
de las ciudades!
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MC
(el que atiende)
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Rambla
de Mar del Plata, premio a una buena práctica del pasado
en el concurso de ByMPUS de café
de las ciudades. Los premios 2005 fueron para una
instalación anti-SIDA en el Obelisco de Buenos Aires,
como mejor práctica, y para un megaproyecto en Milán
como la peor (ambos, protestados...). En este número,
todas las propuestas, los comentarios y las polémicas.
Foto: Guillermo de Diego.
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