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AÑO 7 - NUMERO 66 - Abril 2008

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Título Subtítulo Ciudad
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Planes y Políticas de las ciudades (I)

Aprobar y mejorar el PUA

Presentación en la Audiencia Pública del Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires I Por Marcelo Corti

N. de la R.: Esta nota reproduce el texto de la intervención del editor de café de las ciudades en la Audiencia Pública para la consideración del proyecto de Ley del Plan Urbano Ambiental (aprobado en primera lectura en diciembre de 2007), realizada en la Legislatura porteña el pasado 26 de marzo.




El proyecto que la Legislatura porteña aprobó en primera lectura a fines de diciembre pasado es la síntesis de más de 10 años de marchas y contramarchas sobre el mandato constitucional de que la Ciudad contara con un Plan Urbano Ambiental (PUA). Es la tercera de las presentaciones realizada por el Poder Ejecutivo, y la más sintética (o si se prefiere, la más escueta) de las tres. De un voluminoso trabajo inicial, donde se destacaba especialmente la profundidad y amplitud del análisis realizado, se pasó a una versión que prescindía de los programas de actuación y de ésta a la actual, que en la práctica constituye una versión ampliada del Capítulo 4 de la Constitución de la Ciudad y de los objetivos y criterios orientadores establecidos en la Ley 71 (de creación del Consejo del Plan Urbano Ambiental).

En 1996, al constituirse el primer Gobierno electo por el pueblo de la Ciudad, el mandato de la confección de un Plan tenía como sentido político dar por terminada una etapa que, en sus más groseras expresiones, llegó a considerar la ciudad como mero campo de desarrollo para negocios privados. Doce años después, terminada otra etapa política y tras muchas más frustraciones que logros en el campo de la gestión urbanística de la Ciudad Autónoma, el eje de la discusión se presenta más complejo. Buenos Aires hoy es un escenario de conflictos, intereses y oportunidades contrapuestos entre sí, en el cual en los últimos meses ha asomado como un actor insoslayable de la discusión urbanística la creciente movilización ciudadana y vecinal en reclamo de sus derechos urbanos. Así se han sucedido conflictos de base territorial acerca de cuestiones como la proliferación de edificios en altura, el derecho a la ciudad de los sectores más pobres, la preservación del patrimonio y la recolección y reciclaje informal de residuos. Esto, ante la desorientación de la política, el funcionariado, los profesionales e incluso los medios de comunicación.

El conflicto que originó el fracaso de los dos proyectos anteriores en la Legislatura es mucho más acotado que este reciente archipiélago de conflictos localizados o sectoriales, no siempre compatibles, no siempre solidarios; este proceso que aun no se termina de entender y que expresa la ausencia de políticas urbanas específicas en una jurisdicción que es urbana en su totalidad y que además define la agenda urbana de buena parte del país e incluso de la región. En definitiva, los proyectos anteriores cayeron porque un sector de ciudadanos y organizaciones interesados en la elaboración del PUA entendieron que se había prescindido de su participación (o en todo caso, que esta no había sido ejercida de acuerdo a lo que entendían era el mandato de la Ley 71). El resultado ha sido el fracaso de la Ciudad Autónoma en darse un Plan Urbano Ambiental; no es hoy relevante para el futuro establecer quienes han sido los responsables de este fracaso, o cuales han sido las cuotas de responsabilidad de cada sector. La pregunta que deben realizar los legisladores porteños al considerar la sanción definitiva de este proyecto es, en cambio, cómo contribuye la aprobación del PUA a la resolución de este escenario de conflictividad de base urbanística y cuales serían las consecuencias de una nueva dilación.




Continuar con la situación actual implica, en la práctica, continuar con el Código de Planeamiento Urbano derivado del Plan de 1962 y su propuesta de sustitución del tejido histórico de la ciudad; una idea de ciudad que hoy resulta obsoleta y que se agrava por el desquicio normativo que las sucesivas y contradictorias modificaciones han ocasionado a dicho Código. En ausencia de un nuevo marco de planificación, continuarán vigentes las políticas urbanas de la última dictadura y del neoliberalismo: las de recolección indiferenciada de residuos para su disposición en territorio provincial, las del transporte basado en el automóvil privado y sus infraestructuras viales, las de la expulsión de los pobres, las de la ciudad para quienes puedan pagarla.

En sentido contrario, la aprobación del proyecto que se considera no resolverá por sí sola los problemas de la ciudad, pero al menos habilitará un doble proceso que hoy resulta imprescindible comenzar:

- la inmediata revisión y mejoramiento del Plan una vez aprobado, en función del mandato de la Ley 71 que obliga a dichos procedimientos en períodos cuya máxima extensión es de 5 años (lapso que incluso puede ser más corto para una primera revisión si así se acuerda en el texto que se apruebe).

- el reemplazo del actual Código de Planeamiento Urbano por una normativa más adecuada a la evolución histórica de la ciudad, su trama y tejido urbano y sus tipologías constitutivas.

Este doble proceso de regulación urbana debe incorporar las mejores ideas que se han podido decantar durante la discusión de estos 12 años de Ciudad Autónoma: la incorporación orgánica de la participación ciudadana a los mecanismos de planificación y normativa, la posibilidad de que las Comunas definan aquellos aspectos de urbanidad barrial que no afectan la definición estructural de la Ciudad, la aplicación de políticas de suelo que permitan equilibrar los beneficios de la urbanidad y sus costos y resolver el debate pendiente sobre la utilización de los terrenos del Estado Nacional, los nuevos paradigmas de sostenibilidad ambiental en materias como la recolección, reciclaje y disposición final de residuos, movilidad integrada, espacios verdes y públicos y acceso a los frentes ribereños, la dialéctica entre el crecimiento económico de la ciudad y su calidad de vida, y el reconocimiento del rol metropolitano de Buenos Aires y el derecho de todos a vivir en la Ciudad. Muchos de estos criterios pueden incorporarse en modificaciones parciales del proyecto en consideración, incluso a partir de las propuestas que los ciudadanos y las organizaciones presentan a esta Audiencia Pública.

Con estos fundamentos doy mi opinión favorable a la aprobación definitiva del proyecto de Plan Urbano Ambiental en estudio, y recomiendo que se estipulen en su sanción plazos acotados y razonables para su primera revisión y para la elaboración del nuevo Código Urbanístico de Buenos Aires.

MC

Sobre el Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires y otros aspectos de la gestión urbanística porteña, ver también en café de las ciudades:

Número 63 I Planes de las ciudades (II)
Valija de Antonini Wilson 14 - Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires 1 I En el juego mediático, el planeamiento de la Ciudad pierde por goleada I Artemio Abba

Número 60 I Planes de las ciudades (I)
El Plan Urbano Ambiental: momento de decisión I Un marco legal imprescindible para Buenos Aires I Mario Sabugo

Número 21 I Planes
El Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires I Origen y situación actual. I Rubén Gazzoli

Número 56 I Política de las ciudades
La necesidad de políticas territoriales. I Asuntos pendientes de Buenos Aires. I Marcelo Corti

Número 47 I Planes de las ciudades
Cómo cambiar de una vez por todas el ya agotado (y además confuso) Código de Planeamiento Urbano de Buenos Aires I Apuntes para una normativa urbana (III). I Mario L. Tercco

Número 46 I Política de las ciudades (I)
El Planeamiento Urbano y las Comunas I Los caminos de la descentralización en Buenos Aires. I Hernán Cesar Petrelli

Ver también la nota del editor de café de las ciudades en el Diario de Arquitectura de Clarín del lunes 8 de enero.

Urbanidad contemporánea
El sprawl de Shanghai
La "corta marcha" de la clase media china a los suburbios I Por Marcelo Corti

El modelo iconográfico de esta dispersión metropolitana no es distinto del de otros procesos contemporáneos similares: casas con jardín en distintas versiones de estilos arquitectónicos historicistas, cadenas globalizadas como Starbucks y Pizza Hut como referencias de servicios y cultura. No obstante, las fotos de algunas de las propiedades mostradas en la nota hacen pensar en una mayor participación del modelo de vivienda agrupada con respecto a la residencia individual de la que predomina en otras "huidas" (en especial, la norteamericana que sirvió de modelo original). Las fotos de Greg Girard que ilustran la versión digital de la nota muestran la convivencia de mansiones individuales junto a edificios en altura y viviendas agrupadas de 4 o 5 pisos de altura.

Economía y Política de las ciudades
Sobre el conflicto agropecuario en la Argentina
Equidad regional, competitividad de las ciudades y calidad institucional: retos para una política económica de objetivos múltiples I Por Fabio Quetglas

Si no queremos caer en los riesgos de la "sobre-especialización" económica, no sólo debemos imponer tributos que socialicen la plus-renta agraria, también debemos fortalecer nuestras otras ofertas económicas. Si en un momento la existencia de bajos costos internos por un tipo de cambio elevado nos dio envión, no es lógico apoyar nuestra competitividad solo en una moneda devaluada. Y la competitividad como Nación depende de la competitividad de nuestras ciudades, que en muchos casos es notablemente insuficiente, sobre todo en el actual proceso de cambio de escala de muchas de ellas.

 
El Plan Estratégico Territorial y la construcción de la Argentina deseada
La búsqueda de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública I Por Marcelo Corti

No se trata ya de una mera apuesta neokeynesiana de generación de empleos y corrección de desajustes ocasionados por la economía neoliberal en sus diversas versiones, sino de una vocación política explícita y estructural. Voluntad y prudencia recorren la totalidad del texto; la misma portada describe el avance presentado como un "Proceso de construcción conducido por el Gobierno Nacional mediante la formación de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública". Un texto relativamente breve enuncia a la vez el carácter de proceso en el tiempo y de construcción de lineamientos, la conducción pública que se realiza de este proceso, la importancia de los consensos para su validación, y el rol que se asigna a la inversión pública como conformadora del territorio.

 
Una ciudad amiga de los niños y niñas
"Nos sentimos inseguros cuando las calles están calladas" I Por los Consejos de Niños y Niñas de la Ciudad de Buenos Aires

Para la renovación del mobiliario urbano, diseñamos varios objetos pensando en los deseos de las personas que llegan a un parque. Para los que desean encontrarse con otros diseñamos dos nuevos tipos de bancos públicos. Ellos son: los bancos charleros y los bancos materos. Para los que desean buscar formas en las nubes, los bancos resortines inclinados hacia el cielo. Y para los que quieren escuchar un cuento, los bancos cuenta-cuentos con dispositivos de sonido parecidos a los que hay en el Rosedal. También nos gustaría que en los espacios públicos coloquen teléfonos públicos de nuestra altura. Pensando en las calles nos gustaría que haya asientos en las esquinas para que los vecinos se sienten a conversar y nos cuiden -como en varias ciudades del mundo-, y que algunas veredas estén pintadas de colores.

 
Las movilizaciones ciudadanas en Salta y Tucumán
El Norte argentino en defensa de su patrimonio urbano arquitectónico I Por Marcelo Corti

La naturaleza del fenómeno y de su objeto merecen análisis más amplios: que liguen, por ejemplo, esta defensa de las identidades culturales a la cuestión Global vs. Local, uno de los debates más fuertes de nuestro tiempo. O desde la especificidad patrimonial, la búsqueda de una diagonal superadora entre la indiferencia elitista o comercial de alguna parte de la disciplina arquitectónica y la visión "té canasta" de algunos bienintencionados (como Sergio Kiernan haciendo el panegírico de la Torre Grand Bourg desde el M2 de Página 12). Desde la discusión urbana contemporánea, las noticias que nos llegan del Norte (el nuestro, en este caso...) traen a la memoria la muy reciente y también "espasmódica" (por la rapidez de su gestación, por la virulencia de las protestas, por sus consecuencias sobre la gestión urbana) polémica de "las torres".

Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

En este número: Terquedad de las clases medias (y sus críticos)

 

Consultas sobre escuelas peronistas, cuenca del Riachuelo y la naturaleza en la ciudad; un diario de viaje por Montevideo y un proyecto colectivo sobre hábitat e inclusión.

 

Metrópolis Saludables - A (des)construção do caos: propuestas urbanas para São Paulo - Cursos en ETHOS - Artificialmente Natural, en Santa Cruz de la Sierra - Mesa de trabajo de Antropología Urbana - Hábitat y Pobreza Urbana, en la FADU-UBA - Go Civic, concurso de arquitectura escolar en Prato - Jornadas KRAX 2008, en Barcelona - Gestión Local del Hábitat, en Rosario - Ciudad Inclusiva, en Rosario - Proyectar en ámbito fluvial, en Milán - Imaginarios urbanos y participación social, en Costa Rica - Taller de Teatro en Buenos Aires - Os Urbanitas, revista de antropología urbana - Del río no me río - Inflamable - Estudio del sufrimiento ambiental - Cómo ganar amigos (en una torre country)


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño:
Laura I. Corti
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

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