
Durante
las últimas semanas hemos sido testigos de dos
frentes que parecen contraponerse en posiciones irreconciliables:
quienes defienden la preservación arquitectónica, urbanística
e histórica del Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires y quienes
promueven la accesibilidad y la sustentabilidad
ambiental para la zona.
Si
nos situamos espacialmente en el entorno cercano de la
calle Defensa entre Hipólito Yrigoyen
y Brasil, en el barrio porteño de San Telmo, paradigma de la judicialización del planeamiento urbano, vemos que no
estamos hablando de una zona susceptible de ser mantenida en su
estado actual. La calle Defensa ya no
es lo que era antaño, es hoy una zona degradada con baldosas rotas
de materiales heterogéneos y veredas intransitables, sin árboles
ni mobiliario urbano, donde prevalecen
las barreras urbanísticas que impiden el disfrute del espacio
por todas las personas, tanto habitantes como turistas ávidos
de conocer, posean o no capacidades físicas diferentes. Allí, las condiciones
de circulación vehicular resultan incompatibles con la intensidad
y modos de la movilidad peatonal actual y los colectivos atentan
contra la integridad física de los peatones.
Tal
vez por ello la planificación urbana, retomada por la gestión
actual, pero producto de muchos años de estudios, vio en la mencionada
arteria un problema digno de ser tratado y entendió prudente incorporarla a un Proyecto Urbano más amplio,
llamado coloquialmente “Prioridad Peatón”.
El
Proyecto “Prioridad Peatón” no implica solamente mejorar la calidad
de vida de los habitantes y visitantes de la Ciudad a través del mejoramiento
y ampliación del espacio público y de las condiciones urbanísticas
y ambientales potenciadas por la reorganización del tránsito vehicular
(la reducción de la contaminación atmosférica
y auditiva y la minimización
de los riesgos de accidentes en vía pública), busca también
lograr la conectividad de la
Ciudad, desde Plaza San Martín hasta la
Ribera del Riachuelo, a través de senderos seguros
para el peatón, los ciclistas y todos los que con diversas capacidades
de movilidad, deseen y puedan transitarlos, en busca del paradigma
de una ciudad justa y sustentable.
A
contrario sensu de la críticas ligeras
de quienes hacen de la queja un arte circunstancial y acorde al
lugar que ocupen en la política contemporánea, de las averiguaciones
efectuadas a los fines de la presente nota surge que no
son exactas las apreciaciones sobre “peatonalización”,
atento que tanto en la
calle Defensa como en el proyecto de ley más
amplio (actualmente en tratamiento parlamentario) se habla solamente
de restricciones vehiculares consecuentes a darle al peatón (en
el sentido universal del término), en ciertas arterias, una prevalencia
a los fines que la Ciudad sea para él un lugar
digno de disfrute y convivencia. De acuerdo a las constancias
del expediente inicial y lo informado por la Dirección General de Planeamiento, tampoco es cierto
que se ha querido sacar el adoquinado,
ya que su recuperación -a diferencia de las gestiones anteriores-
ha sido uno de los postulados básicos del proyecto.

Y
llegar a este punto no es casual, sino la repuesta al análisis
de muchas variables que confluyen en las 14 cuadras de la calle Defensa que hoy
conocemos y que, sin lugar a dudas, ya no es la misma que en la
época de la colonia, donde solo había carruajes y las personas
con movilidad reducida no salían de sus casas.
Pensar
la Ciudad en los tiempos que corren es mucho más que proteger lo destruido como un
fin en si mismo: es pensar en términos de integración social; de cuidado del medio ambiente y sobre todo de
protección del individuo de hoy, que dista mucho de los criollos
de antaño. Por ello el arte del urbanismo no es sólo reponer baldosas
rotas cuyo color y entidad se desgastarán en el corto plazo, sino
buscar proyectos superadores que mejoren el espacio urbano para todos,
conservando la definición del paisaje urbano y el espíritu del
lugar.
Todos
los postulados anteriormente señalados se enmarcan en el tan nombrado
Plan Urbano Ambiental,
una ley marco actualmente con primera sanción legislativa y audiencia
pública realizada, que es producto de años de debates e intercambio
de opiniones entre los funcionarios, técnicos y, sobre todo, la
sociedad civil. El PUA
dedica gran cantidad de referencias a la necesidad de proteger
al peatón en su verdadera dimensión, como un componente más
del sistema de movilidad, tanto en el diagnóstico general como
en el análisis del transporte, la movilidad y el espacio público.
En su análisis de la situación actual, el Plan hace hincapié en
que en las áreas de centralidad la marcha del peatón sufre todo
tipo de obstáculos e impedimentos para circular con seguridad
y comodidad. A su vez, señala que las redes peatonales, entendidas
como espacios específicos con continuidad y dimensionado adecuado,
las áreas peatonales y las calles de convivencia deben ser incluidas
en las agendas y planes.
Vemos
entonces que las intervenciones pretendidas por la
Ciudad, tanto en la
calle Defensa, como en todo el proyecto urbano
tendiente a mejorar el área central, responden a políticas
públicas claras y fundadas, que ven al Desarrollo Urbano como
uno de las condiciones propicias para el Desarrollo Humano.
Finalmente,
podemos concluir que las dos posturas del inicio no
resultan entonces necesariamente antagónicas, sino que deben
ser compatibilizadas por las autoridades públicas como una de
las manifestaciones más evidentes del mandato social que han recibido.
Porque no sólo es deber
del estado local preservar o recomponer, sino además bregar por
el cumplimiento de las normas jurídicas existentes, partiendo
del Plan Urbano Ambiental como marco de contención y entendiendo
que las Leyes sobre Protección (APH) del Código de Planeamiento
Urbano (Ley 449) no son excluyentes de las leyes sobre Accesibilidad
Universal, tanto locales (Ley
962) como Nacionales (Leyes 22.431, 23.592 y 24.314),
sino que deben armonizarse para lograr una Ciudad de todos y para
todos.
GGO
La
autora es Abogada (UBA), Especialista en Derecho Administrativo
y Magister en Dirección y Gestión Pública Local. Ver su sitio
en la Web.
Sobre
el Plan Urbano Ambiental de la
Ciudad de Buenos Aires, ver entre otras notas
en café
de las ciudades:
Número
66 I Planes y Política de las Ciudades (I)
Aprobar
y mejorar el PUA I Presentación en la Audiencia Pública
del Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires I Marcelo Corti
Número
60 I Planes de las ciudades (I)
El
Plan Urbano Ambiental: momento de decisión
I Un marco legal imprescindible para Buenos Aires I Mario Sabugo
Sobre
la Ley de Accesibilidad de la Ciudad de Buenos Aires, ver
también en café
de las ciudades:
Número
11 I Política de las ciudades
La
accesibilidad es para todos I Buenos Aires,
sus proyectos y sus proyectistas. I Mariano García Valdivieso
Otras
miradas sobre Prioridad Peatón y el proyecto para la calle Defensa: la editorial
del diario La Nación del 25 de octubre y la Terquedad de Norberto Chaves
en esta edición de café
de las ciudades.