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  > Año 11 / Número 113 / Marzo 2012 > REVISTA DIGITAL / Aparece el primer lunes de cada mes
 
Número 11
"Urbanismo neoliberal y
ciudades, el caso de Valencia"

Reflexiones, balances y análisis
de las políticas urbanísticas
.

Curso “Gestión de la ciudad" (UOC) Versión en modalidad
semipresencial edición 2012

(+INFORMACIÓN)

 > SUMARIO
Planes y Política de las ciudades

Mejora de barrios desde la experiencia cotidiana

Diagnóstico participativo y propuestas desde la  perspectiva de género para dos barrios del
Gran Buenos Aires
I Por Adriana Ciocoletto y Blanca Gutiérrez Valdivia, Col·lectiu Punt6

Presentación

Como integrantes del Col·lectiu Punt 6 hemos trabajado desde hace varios años en distintos barrios de Cataluña y España en urbanismo y arquitectura, desde un enfoque de género que da prioridad a la vida cotidiana de las personas y que visibiliza la experiencia de las mujeres en las múltiples tareas que tradicionalmente han desarrollado. Por otro lado, desde el Centro de Política de Suelo y Valoraciones de la Universidad Politécnica de Cataluña investigamos y desarrollamos metodologías de análisis cualitativo para evaluar la relación entre las formas de convivencia y la configuración física de los espacios públicos de distintos barrios de la región, área metropolitana y ciudad de Barcelona, dentro del proyecto Inmigración Vivienda y Ciudad.

En este caso, hemos tenido la oportunidad de realizar un proyecto en dos barrios del  conurbano de Buenos Aires, Argentina, en el marco de un proyecto de cooperación financiado por el Centro de Cooperación para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Cataluña  y realizado con el Colectivo de Mujeres Las Juanas en MuMaLá, Mujeres de la Matria Latinoamericana, como contraparte en Argentina.

Barrio Caraza. Calles deterioradas y aceras invadidas por el coche.
Esta foto y las que siguen son de las autoras.

 

Ciudades inclusivas y seguras

La perspectiva de género aplicada al urbanismo significa poner en igualdad de condiciones las exigencias derivadas del mundo productivo y las derivadas del mundo reproductivo; es decir, las necesidades cotidianas para la vida de las personas. Estas exigencias deben situarse en el mismo nivel de importancia en las decisiones urbanas para construir ciudades inclusivas. Para ello, la planificación urbana tendría que permitir contar con la experiencia de las personas como base de análisis de la realidad y hacer un constante trabajo transversal, entre las diferentes escalas y disciplinas. (Col·lectiu Punt 6, 2011a). Las variables de análisis, espacios de relación, equipamientos, movilidad, vivienda, participación y seguridad (Col·lectiu Punt 6, 2008) deben analizarse en particular  para luego entrecruzarse y comprender la verdadera complejidad de la vida de las personas en las ciudades.

En América Latina, la seguridad de las mujeres en la ciudad ha sido un trabajo ampliamente desarrollado (Ana Falú, 2009) a través del programa “Ciudades sin violencia hacia las mujeres, ciudades seguras para todos y todas”, puesto en marcha en varias urbes, entre ellas Rosario, Argentina. El trabajo ha permitido, entre otras cosas,  realizar diagnósticos en tres barrios de esta ciudad y acciones simbólicas, como visibilizar los derechos de las mujeres a través de murales en espacios públicos degradados, hecho que favorece el uso igualitario.

El trabajo realizado por el grupo de mujeres de CISCSA  forma parte de la Red Mujer y Hábitat de América Latina, creada en 1989, la cual ha desarrollado experiencias en otras ciudades con una metodología en común (Red Mujer y Hábitat).

En Europa, la experiencia de Viena es uno de los pocos ejemplos conocidos donde se ha aplicado una visión transversal de género en la configuración de la ciudad. Desde el año 1998, la oficina de Planeamiento y  Construcción responde a los requerimientos de la vida cotidiana y especialmente las necesidades de las mujeres.  Se aplica en las áreas de vivienda, diseño de parques y juegos, equipamientos, seguridad en el espacio público, planes de movilidad y desarrollo urbano (Eva Kail, 2011).

En Cataluña, desde el año 2004, la Ley de Barrios incorpora la aplicación de la equidad de género en el uso de los espacios públicos y equipamientos, en proyectos de mejora de barrios con regresión urbanística. Más de 100 proyectos realizados presentan propuestas variadas que incluyen: programas sociales para reforzar la participación de las mujeres en las decisiones urbanas, rediseño de plazas y calles siguiendo criterios de género, revisar el nomenclador de calles y plazas, o rehabilitar un antiguo lavadero público (Zaida Muxí y Adriana Ciocoletto, 2011).

Todas estas prácticas han demostrado que una ciudad pensada desde la experiencia de las mujeres y la vida cotidiana es una ciudad inclusiva con todas las personas y favorece la sostenibilidad. La ciudad próxima que promueve la perspectiva de género garantiza los usos mixtos del suelo; prioriza una red cotidiana de equipamientos, comercios variados y suficientes; favorece, el uso de la bicicleta y una gran vitalidad social y cultural en las calles.

 

Situación existente y problemática

La República Argentina presenta una muy dispar distribución demográfica, con un tercio de su población concentrada alrededor de su capital, en un área que representa menos del 0.1% de su territorio continental. El actual Gran Buenos Aires fue producto de una urbanización explosiva y desordenada, ocurrida desde los años '50, cuando circunstancias macroeconómicas determinaron un intenso flujo migratorio interno. Estas áreas establecieron una periferia urbana formada por barrios carenciados o villas de emergencia donde se acentuó progresivamente una condición de pobreza y marginalidad social. El “Gran Buenos Aires” o conurbano bonaerense, sumado a la Ciudad de Buenos Aires, forma la llamada Área Metropolitana de Buenos Aires, hoy la novena megalópolis del mundo. Ocupa una porción de territorio que no supera el 1% del total del país, concentra a unos 12.000.000 de habitantes (41 % de la población del país) y más del 40% de su Producto Bruto Industrial. En cincuenta años el conurbano pasó de tener 900.000 habitantes a 8,6 millones y la tendencia continúa. La falta de planeamiento acompañando a este crecimiento urbano explosivo condujo a una grave carencia de servicios esenciales (Plan Urbano Ambiental).

El Municipio de Lanús forma parte de este conurbano. Con 453.500 habitantes es el municipio más densamente poblado del país, después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El índice de masculinidad del Municipio es del 91,4 (hombres cada 100 mujeres) siendo uno de los más bajos del conurbano (INDEC, 2010). Su ubicación geográfica en el margen Sur de la cuenca del Riachuelo, límite de la ciudad de Buenos Aires, favoreció el asentamiento de muchas familias trabajadoras provenientes del interior del país y de países vecinos en la década del '50 del siglo XX.

Villa Jardín y Caraza, en el municipio de Lanús, son barrios muy humildes, con un gran porcentaje de personas desocupadas, formados por muchas familias numerosas. Algunas personas reciben como único ingreso un subsidio por desempleo o por ser madres de familia numerosa. La marginalidad y la naturalización de la pobreza son marcas culturales profundas que caracterizan la problemática social del barrio.

Existe un sector del tejido social que participa en actividades organizadas con interés en la mejora de sus condiciones sociales y de convivencia. En Villa Jardín, desde hace cuatro años, y con la colaboración del colectivo Las Juanas, se organizan jornadas solidarias donde los vecinos y vecinas con los pocos recursos disponibles han intentado mejorar parte de algunos equipamientos y espacios públicos. También se realizan muchas actividades para mejorar las condiciones de vida y de nutrición de niños y niñas, como son los comedores populares y el seguimiento médico. Otra de las actividades que se llevan adelante es la detección y prevención de casos de trata de jóvenes para explotación sexual. Las “Madres en Red” trabajan también para prevenir las adicciones, dando talleres y capacitaciones sobre todos estos temas.

Estos barrios se caracterizan en general por dos tipos de asentamientos. Por un lado una tipología de barrio humilde, de casas en planta baja en su mayoría autoconstruidas que han ido creciendo a partir de las necesidades familiares y las posibilidades económicas. Por otro lado, los asentamientos precarios que ocuparon las tierras como villas de emergencia.

El problema general es de una muy baja calidad de viviendas y déficit urbanístico. Frente a la gran densidad del municipio existe una marcada carencia de espacios libres de uso público en condiciones. En el caso de Villa Jardín, presenta además una grave problemática medioambiental en el territorio. La gran contaminación de las aguas y de la tierra de la cuenca del Riachuelo, producto de arrojar desechos químicos y orgánicos durante más de 70 años, afecta gravemente la salud de la población del entorno. Este espacio ha sido ocupado por familias que construyeron de manera muy precaria su vivienda y que hoy viven allí. Por otro lado, existe también un déficit de equipamientos y servicios que afecta a los dos barrios, lo que implica una movilidad obligada hacia otros barrios en caso de que sea posible o directamente vivir con la falta de atención y servicios.

En consecuencia, las calles conforman para las personas que viven en estos barrios el espacio de relación y socialización donde las niñas y niños pasan la mayor parte de su tiempo afuera de la casa, en espacios no adecuados e inseguros. Las mujeres (que son la mayoría de la población) son las que tradicionalmente desarrollan las tareas de cuidado del hogar y de las personas, utilizando de manera intensa las calles y por lo tanto sufriendo las consecuencias de la falta de servicios, accesibilidad, mantenimiento y seguridad.

Barrio Villa Jardín. Calle con acceso a las viviendas de pasillo.

 

Objetivos y Metodología utilizada

Los objetivos fueron potenciar la participación activa de la población en la mejora de las condiciones urbanas de sus barrios desde una perspectiva de género, aportar conocimiento a la contraparte incorporando el tema en sus acciones e intercambiar experiencias con otros grupos. Se realizaron un seminario de formación sobre Urbanismo con perspectiva de género, dos talleres participativos para el diagnóstico y propuestas de mejora del entorno del barrio, diversas reuniones con las partes beneficiarias y difusión e intercambio con personas expertas que trabajan en temas urbanos .

La metodologia utilizada en los talleres buscó como objetivos la sensibilización y lectura critica por parte del grupo para la realizacion de un diagnóstico participado del entorno cotidiano del barrio que habitan. A partir de aquí, se trabajó en determinar algunos criterios de mejora de su entorno, considerando aspectos  de la configuración del espacio.

Obtener la experiencia cotidiana del entorno urbano a partir de la experiencia de las mujeres del barrio fue la premisa sobre la cual se desarrollaron los talleres, en los que se utilizaron las siguinetes herramientas:

  • Charla informativa sobre la importancia de conocer la experiencia de las mujeres en la vida cotidiana del barrio
  • Ejercicio de taller para hacer conciente el conocimiento a traves de enumerar los elementos urbanos que intervienen en esta experiencia.
  • Recorrido a pie por el barrio para visualizar lo enumerado en el taller, agregar aquello que faltaba.
  • Ejercicio de mapa mental para visualizar la experiencia en el barrio y realizar una lectura critica. Elaborar resultados para realizar diagnóstico y propuestas de mejoras de forma participada.

 

Taller con un grupo de vecinas, vecinos y organizaciones del barrio.


Taller con un grupo de vecinas, vecinos y organizaciones del barrio.


En los talleres se buscó, más que un resultado final, iniciar un proceso que pudiera continuarse. Las actividades fueron dinamizadas por un equipo de dos mujeres (autoras del artículo), una sociologa y otra arquitecta, expertas en urbanismo desde una perspectiva de género, abordando el tema de manera conjunta e interdisciplinar.

Los talleres fueron de dos horas de duración aproximadamente, donde asistieron 17 personas en total. Por el objetivo del taller era importante que participasen no solo vecinas del barrio, sino también personas que realizan trabajo comunitario en el mismo,  entre las cuales se pudieran articular mejoras y la aplicación de esta metodología en otros barrios similares. En ambos talleres se ha dado prioridad a la voz y la experiencia de las mujeres que vivían en los barrios, pero han participado también integrantes del colectivo de mujeres Las Juanas y la organización Barrial Barrios de Pie, que han aportado con su conocimiento derivado  del trabajo comunitario realizado dentro del territorio. De esta última agrupación ha participado una representante del grupo de jóvenes que actualmente se encuentran realizando por iniciativa propia algunas mejoras en el espacio público y donde se ha detectado que existe una gran oportunidad de trabajar en conjunto de aquí en adelante a partir de las necesidades surgidas en los talleres.

 

La experiencia de la vida cotidiana  en los barrios de Villa Jardín y Caraza

La experiencia cotidiana de la gente que vive en estos dos barrios se enmarca en un entorno muy degradado físicamente, con una inversión pública prácticamente inexistente (salvo en sitios puntuales como en la cuenca del Riachuelo) y donde el uso social está muy condicionado por la seguridad. Las mujeres son quienes utilizan el espacio físico del barrio para desarrollar un extenso listado de tareas relacionadas con el cuidado del hogar y de la familia.  En esos trayectos y usos que hacen de sus barrios  son las que más padecen las consecuencias de la falta de recursos, ya que no es una elección sino una necesidad básica que hay que cumplir.

De su experiencia cotidiana, las mujeres han priorizado los problemas detectados en las plazas y en las calles. Las plazas y parques en estos barrios, cuando existen, están en general en pésimas condiciones y se transforman en focos de inseguridad más que en sitios de encuentro y relación. La apropiación por parte de algunos colectivos relacionados con actividades delictivas como robo o compraventa de drogas es común. Además, el reclamo por la falta de juegos, bancos, mesas o iluminación en condiciones es una constante; en general sienten que no tienen un sitio en la calle donde reunirse. En su propuesta para mejorar estos espacios consideran importante cuidar tanto el mantenimiento como aspectos estéticos: la vegetación, la utilización de mobiliario que permita el uso por parte de distintos grupos, como juegos infantiles, y la ubicación de los bancos en relación a los juegos para las personas cuidadoras, en el sol y en la sombra para el descanso de la gente mayor, por ejemplo. Los bebederos y el baño público próximo a la plaza son otros elementos que consideran importante para poder utilizar el espacio en mejores condiciones.

Barrio Caraza. Espacio verde inseguro. Faltan iluminación, juegos, bancos…

Barrio Caraza. Plaza remodelada recientemente con juegos rotos.
Bancos y mesas para reunirse.


El problema que encuentran en la calle es la inseguridad y para ello lo primero que reclaman es más control policial; pero, también comprenden que es necesario mejorar los aspectos físicos para mejorar la seguridad. Los pozos que cortan las calles y la concentración de basura que degrada muchos lugares acrecientan el problema, debido a que generan espacios abandonados y con poca gente. Existe también la inseguridad por la falta de prioridad peatonal generada por la invasión y apropiación que el coche hace del espacio. Todo esto impide el desplazarse con autonomía e independencia por el barrio. Para ello proponen; además de mejorar el mantenimiento y la iluminación en las calles, generar sitios de encuentro donde gente diversa pueda reunirse y utilizar los espacios, con sitios de juego, bancos donde conversar o esperar a alguien, señalización peatonal en los cruces y accesos a equipamientos como la escuela, o el centro de salud. Las mujeres están de acuerdo en que en la medida que la comunidad viva y utilice la calle con un sentido de pertenencia puede disminuir la inseguridad.

 

Barrio Caraza. Calle con basural y vía del tren. Espacios abandonados.

Barrio Villa Jardín. Acera con piscina en la calle como extensión de la vivienda.

Barrio Villa Jardín. Esquina con una de las pocas señalizaciones encontradas.
Cruce al colegio.

Barrio Villa Jardín. Caminando por las calles.


De los equipamientos comunitarios valoran especialmente la proximidad de aquellos que usan con frecuencia (jardín de infantes, escuela, centro de jubilados, unidad sanitaria…) Pero a su vez los consideran en general deficientes por su falta de mantenimiento, de espacio para algunas actividades o de plazas (vacantes) como en el caso del jardín maternal. A la hora de hacer propuestas han priorizado el centro de la unidad sanitaria a partir de mejorar la atención del servicio y resolver el acceso de las ambulancia desde distintos puntos del barrio. Otro servicio que reclaman son los programas de asistencia para personas drogodependientes (especialmente jóvenes que consumen paco) y sus familias, que en este momento se encuentran desamparadas por el alto índice de consumo y la falta de medidas para revertir esta situación. Uno de los espacios mejor valorado ha sido “La Escuelita”, espacio comunitario gestionado por organizaciones sociales y liderado por mujeres. El edificio que ocupan para ello fue también valorado positivamente por un patio interior que permite el juego de niños y niñas de manera segura y próxima a las viviendas.

 

Barrio Caraza. Unidad sanitaria (Salita) y Jardín de infantes próximos en el barrio.

Barrio Caraza. Actividades en el centro de jubilados.

Barrio Caraza. Pista deportiva (Canchita) sin acabar.


Los comercios son pocos en general en estos barrios. A los existentes los consideran caros, pero valoran que se realicen ferias en la calle donde poder realizar la compra semanal y no necesariamente tener que desplazarse fuera del barrio, ya que es en general bastante complicado por la falta de oferta de transporte público.

Otro tema que les preocupa es el transporte público. El tren que pasa por Caraza tiene muy baja frecuencia y la estación presenta graves problemas por falta de señalización en los cruces y abandono, siendo un límite del barrio que se dificulta atravesar también, por los robos que allí se producen. Utilizan principalmente los colectivos o autobuses para desplazarse a otras actividades fuera del barrio (como el  trabajo remunerado) o equipamientos como el hospital. A veces son valorados positivamente y otras no, según su frecuencia y recorridos. Las paradas de autobuses son espacios importantes, ya que, es aquí donde deben pasar un largo rato hasta que el colectivo llegue. Por ello consideran  importante que se encuentren en buenas condiciones, bien mantenidas, iluminadas, con información de horarios y recorridos, y con posibilidad de sentarse y de recibir cobijo en días de lluvia, frio o de mucho sol. Pero estos sitios son también espacios donde se sienten vulnerables e inseguras, ellas o sus hijas e hijos, ante la posibilidad de que las roben, siendo importante que se ubiquen en lugares visibles donde puedan pedir ayuda, cerca de comercios o equipamientos, y con una buena visibilidad e iluminación.

 

Barrio Caraza. Estación de tren.
Falta de señalización en los cruces y límite peligroso del barrio.

Barrio Caraza. Parada de colectivo en esquina insegura durante la noche
por falta de actividad, iluminación y condiciones.

Barrio Caraza. Parada de colectivo considerada un buen ejemplo por las vecinas del barrio:
Marquesina, banco para la espera, visibilidad y calle concurrida.
 


La situación de las viviendas no se ha desarrollado en los talleres, ya que el tema excedía ampliamente las posibilidades del trabajo planteado, pero han podido resaltar la importancia de disponer de agua corriente en las casas. Por otro lado se ha planteado la gran dificultad de resolver el problema de la inseguridad en los casos de las viviendas de pasillo, donde quienes roban lo utilizan como sitios para escaparse y esconderse.

 

Conclusiones

El trabajo realizado ha sido acotado y seguramente se hubiera podido profundizar mucho más en cada uno de los aspectos enumerados, pero se ha conseguido concluir en que las necesidades  de las personas y principalmente de las mujeres con las que se ha trabajado no son distintas a otras. La diferencia principal está en cómo estas necesidades pueden ser resueltas. Estas necesidades pueden parecer obvias pero son poco visibles y de esto trata también este trabajo: de darles valor y prioridad.

La variable “seguridad” es la resultante de una multiplicidad de factores y situaciones que se entretejen. Se entiende seguridad como parte de los derechos humanos a una vida digna de respeto, independencia, libertades y elecciones (Col·lectiu Punt 6, 2011b).  Es innegable que en ciertas situaciones de exclusión urbana, social y económica se acrecienta la percepción de inseguridad, que en ocasiones coincide con los datos reales de delitos. Sin embargo, no se puede hablar de seguridad en relación solamente a los actos delictivos, sino que debe interpretarse y relacionarse con características físicas de los barrios que incrementan la percepción de inseguridad, generando la ocasión para el delito. Es cierto que las situaciones de inseguridad vividas en la calle, percibidas o reales, son un elemento que condiciona el uso del espacio público y que las mujeres se sienten especialmente vulnerables. No se debe olvidar que para las mujeres el peligro proviene en muchos casos de un entorno próximo, de su propia casa. Por lo tanto, la seguridad no es solo una cuestión cuantificada de delitos reales, sino su percepción que suele influir negativamente en las actividades cotidianas en el espacio público, y en ello influye de manera determinante la degradación del entorno, la falta de equipamientos, servicios y transporte público. Estos elementos son realmente los que dificultan el desarrollo de la vida cotidiana de los habitantes en general y de las mujeres en particular.

A diferencia quizás de otros barrios, pero también con similitud a tantos otros, la inversión pública ha tenido y tiene muy poca presencia. A partir del trabajo realizado se ha construido una herramienta que ha permitido generar el debate sobre los problemas de vivir en barrios degradados y la relación entre la calidad de vida de las personas con la configuración física del entorno.  Se considera que esto es una oportunidad para que desde las propias agrupaciones sociales involucradas se lidere un cambio que permita las mejoras necesarias a partir de procesos de participación con la comunidad y valorando siempre la experiencia cotidiana de las mujeres.

AC y BGV - CP6 

Adriana Ciocoletto es Arquitecta (1997) FADU-UBA,  Màster (2003) en La Ciudad Politicas Proyectos y Gestión - UB. Participa en la línea de investigación “Inmigración, Vivienda y Ciudad” en el Centro de Política de Suelo y Valoraciones de la Universidad Politécnica de Cataluña, en el análisis de los usos del espacio público. Es también docente del Máster Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI, FPC-UPC (2006) en los cursos “La casa sin género” y “Urbanismo participativo”.

Blanca Gutiérrez Valdivia es Socióloga (2006) por la Universidad Complutense de Madrid.  Máster en Gestión y Valoración Urbana (2007/08) por la Universidad Politécnica de Cataluña, donde actualmente realiza la tesis doctoral “El género del espacio: calidad de vida urbana y roles de género”. Trabaja como investigadora en el Centro de Política de Suelo y Valoraciones, donde desarrolla investigaciones sobre inmigración, segregación, condiciones residenciales y uso del espacio público. Es también docente del Máster Laboratorio de la Vivienda del Siglo XXI, FPC-UPC (2011) en el curso  “Urbanismo participativo”.

Ambas integran el Col·lectiuPunt6 (2006), grupo que trabaja en la aplicación de la perspectiva de género en el urbanismo y en la arquitectura.

 

De Adriana Ciocoletto, ver también en café de las ciudades:

Número 9 | Lugares 
La transformación del espacio representativo | Plaza de Mayo (I), Buenos Aires, Argentina. | Adriana Ciocoletto | 

Número 32 | Cultura de las ciudades 
La casa sin género es la casa del género | Proyectar con otra visión. | Adriana Ciocoletto 

 

Y sobre urbanismo y perspectiva de género:

Número 49 | Política de las ciudades (I) 
Ciudad próxima | Urbanismo sin género. | Por Zaida Muxí Martínez

 

Bibliografía

Ana Falú, ed. “Mujeres en la Ciudad. De violencias y derechos”. Red Mujer y Hábitat de América Latina. Ediciones SUR, 2009.

Col·lectiu Punt 6. “Mujeres Públicas, Urbanismo y género”. café de las ciudades Nro.65. Políticas de las ciudades. 2008.

Col·lectiu Punt 6; Zaida Muxí Martínez, Roser Casanovas, Adriana Ciocoletto, Marta Fonseca y Blanca Gutíerrez Valdivia. “¿Qué aporta la perspectiva de género al urbanismo?” Revista Feminismo/s 17. Universidad de Alicante. 2011

Col·lectiu Punt 6; Zaida Muxí Martínez, Adriana Ciocoletto, Sara Ortiz, Blanca Gutíerrez Valdivia, Roser Casanovas, Marta Fonseca y Tania Magro Huertas. “Construyendo entornos seguros desde la perspectiva de género”. Col·lecció Grana número 29. Ciutats i Persones. “No surtis sola. Espais públics segurs amb perspectiva de gènere”. Ed. Maria Freixenet. ICPS.

Eva Kail.Gender Implementation in Vienna – an overview”. En Jornadas Estudios Urbanos, género y Feminismo: Teorías y experiencias. Barcelona, octubre 2011.

INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010.

Plan Urbano Ambiental. La Ciudad de Buenos Aires en el Sistema Metropolitano. Diagnóstico y Perspectiva. Secretaría de Planeamiento Urbano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. FADU. 1999.

Red Mujer y Hábitat de América Latina. Varios artículos y documentos.

Zaida Muxí y Adriana Ciocoletto. “La Ley de Barrios en Cataluña: la perspectiva de género como herramienta de planificación”. Revista Feminismo/s 17. Universidad de Alicante. 2011.

Planes y Proyectos de las ciudades
Un reloj blando acecha a Rio de Janeiro
Visiones del mañana carioca I Por Alberto Lopes

Como si no bastara todo el capital competitivo acumulado por la ex-capital del país, el petróleo reveló extraordinarias reservas en la costa del estado, ampliando el potencial de ingresos pero también las exigencias de inversiones de los royalties en la prevención de sus impactos. En junio de este año, en la Conferencia Rio+20, la ciudad va a ser una vez más sede de un encuentro mundial sobre medio ambiente. Además de la Copa del Mundo de fútbol de 2014, será sede de las Olimpíadas y Para-Olimpíadas de 2016, competiciones inéditas en América del Sur. El carioca va a renovar su costado cosmopolita bajo la afirmación genuina de su identidad. Miles de millones de dólares están siendo invertidos en la ciudad. El próximo Alcalde o Alcaldesa de Rio tendrá estos mega-eventos como vidriera de amplia visibilidad internacional, menos por lo que ya se ha hecho y más por lo que aún se espera que se haga en la construcción del futuro de la ciudad (sin ilusiones fáciles, en este momento de la ciudad, del país y del mundo). Después de todo, Atenas, creadora y última sede de las Olimpíadas, parece probar ahora que un mega-evento, por sí solo, no es capaz de salvar una ciudad de su contexto.

Política de las ciudades (I)
Políticas de hábitat y movilidad en la Ciudad de Buenos Aires en el 2011
Exclusión, subsidios y tragedia I Por el área de Hábitat y Movilidad del Centro de Estudios Perspectiva Sur: Geraldine Oniszczuk, Luna Miguens, Nicolás Ferme, Luis Cecchi, Ignacio Puente, Jordana Timerman, Lucila Capelli y Gabriela Tavella

Sin embargo, luego de la tragedia de Once, desde variados sectores se observa con razón la profunda negligencia de las empresas concesionarias, la falta de inversiones y los deficientes controles estatales. En respuesta a las falencias manifiestas y las terribles consecuencias que todas estas debilidades produjeron, el gobierno nacional dispuso la intervención de la empresa concesionaria hasta que la justicia se expida sobre la causa del accidente. En este contexto, el necesario reordenamiento del sistema ferroviario podría sostenerse mediante políticas ya impulsadas tímidamente por el gobierno nacional y a través del fortalecimiento de los órganos de control de los tres poderes del Estado.

Política de las ciudades (II)
Metrociudadanía
Un requisito para superar opacidades de la gestión en las grandes ciudades I Por Artemio Pedro Abba

En los 3 primeros trimestres del año 2011 “se registraron 47 arrollamientos que ocasionaron la muerte de 30 personas y 19 colisiones con vehículos que produjeron dos muertes”. A pesar de que un hecho reciente (y posterior a la redacción original de esta nota) como la evitable tragedia de Once, que dejo el luctuoso saldo de 51 muertos y más de 700 heridos, escapa al trimestre comentado, no puede pasarse por alto por constituir una dolorosa comprobación del diagnóstico de usuarios y especialistas sobre la obsolescencia global del sistema ferroviario metropolitano. Lo sucedido el 22 de febrero puso en evidencia las fallas de la gestión de la empresa concesionaria y del sistema de control estatal aplicado (que se originó en las reformas neoliberales de los ’90) pero fundamentalmente la falta de objetivos de mediano y largo plazo para recuperar el componente principal de la movilidad pública y masiva de la Buenos Aires Metropolitana.

Movilidad de las ciudades
Ordenar las prioridades
Medidas básicas y reflexión a largo plazo para la red de transporte de Buenos Aires I Por Andrés Borthagaray

Un orden de prioridades claro debería ayudar a poner en perspectiva las medidas que entran en consideración. En el accidente anterior, cuando un colectivo quedó atrapado en un paso a nivel, se sugirió que la causa era la postergación del soterramiento. Puede ser a largo plazo -y hay razones para proponer la alternativa en trinchera- pero por las sumas de inversión que requiere y los plazos prolongados de ejecución no es una alternativa a arreglar las barreras, el mantenimiento del material rodante, la infraestructura, los controles técnicos y financieros. En el corto plazo, las prevenciones básicas a costos accesibles e imprescindibles para el servicio no admiten postergaciones y todo lo que se interponga en su realización termina siendo una distracción de las prioridades. Dicho de otro modo, los proyectos deben sumarse a las medidas básicas y no ser utilizados como coartada para justificar su postergación.

POSICiones cordobesas
La sensación de un contrato roto
De ciudades, trenes, tormentas y catástrofes I Por Carola Inés Posic

Hace muy poco compramos nuestra casa. Una de las virtudes principales por la que la elegimos es su ubicación frente a una gran plaza-parque. Espacio verde que se genera en uno de los tantos puntos donde la topografía de Córdoba se quiebra y la trama no resuelve la continuidad. Cuando la visitábamos antes de la compra, la plaza-parque lucía perfecta. El día que nos mudamos, al mes de la “gran tormenta cordobesa”, el pasto estaba notoriamente crecido, las ramas inundaban la plaza y la basura empezaba a asomarse entre los árboles. Mientras nos daban la llave de apuro, ya subidos al automóvil que los alejaría definitivamente de su antigua casa, los dueños anteriores nos dijeron: “y sí… cuando estaba Giacomino la cuidaban, pero ahora dicen que no tienen tiempo. ¿Vieron cómo es la política, no?”. Y con una sonrisa, casi de alivio, partieron a su nuevo domicilio: Housing Los Aromos, uno de los tantos nuevos barrios cerrados que crecen -como el pasto- en la periferia, con nombres tan ambiguos como su origen.

Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

En este número: Terquedad de los que se fueron.

 

El accidente de Once por la Metropolitana, Buenos Aires por Marcos, la (¿)reconstrucción(?) chilena por sus críticos y la minería a cielo abierto por Brailovsky.

 

Encuentros, Jornadas, Seminarios, Congresos: Congreso Latinoamericano de Ecología Urbana, en la UNGS - V° Encuentro Taller de Docentes e Investigadores en Historia del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad, en San Juan - V° Seminario- Taller sobre Espacios Públicos, en Mérida - Jornadas Internacionales sobre las Misiones Jesuitas, en Bolivia - VIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo - XXIV Congreso Panamericano de Arquitectura - Seminarios de Doctorado en Tilcara, programación 2012 Convocatorias y Concursos: Beca Presidente Néstor Kirchner - City to City Barcelona FAD Award 2012 - Lista/mapa de iniciativas ciudadanas - Publicación científica ARQUISUR - Ejercicio colaborativo sobre economía cultural -  Mujeres y Derecho a la Tierra y a la Vivienda - Cuaderno Urbano - Urbe, revista de gestión urbana - Convocatoria de RIUrb Cursos y programas académicos: Master en Gestión de la Ciudad - Maestría en Planificación Urbana-Regional - Programa Latinoamericano de Actualización en hábitat y pobreza urbana, en Buenos Aires - Maestría en Historia y Cultura de la Arquitectura y la Ciudad y Beca Francisco Bullrich, en la Di Tella - Diplomatura en Responsabilidad Social, curso virtual - Maestría en Patrimonio Artístico y Cultura en Sudamérica Colonial - Desarrollo local y estrategias de intervención en las ciudades, en la FADU Exposiciones y muestras: Exposición CON o SIN TECHO, en Madrid - El espejo invertido, en el Guggenheim Bilbao - Mapa radical de los bicentenarios Noticias y publicaciones: “Las políticas de Israel violan el derecho a la vivienda y necesitan una revisión urgente” - Enredados en papel, revista cordobesa - Buenos Aires - El poder de la anticipación, por Margarita Gutman - Para-formal - El autor y el intérprete. Le Corbusier y Amancio Williams en la casa Curutchet - ¿Qué pasa, Riachuelo? - Sobre la minería a cielo abierto: Los números detrás de la furia contra la minería en Andalgalá - Las razones de la minería - Debate - Famatina y cada uno de nosotros.

 

 



 

 


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Diseño: Laura I. Corti
Corresponsal en Córdoba: Carola Inés Posic
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