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Año 12 / Número
130
/ Agosto 2013 >
REVISTA
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Política
de las ciudades |
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Buenos Aires, Metrobus
y nostalgia. ¿Un pesimismo de la voluntad?
I
Por
Marcelo Corti |
Los
candidatos y candidatas que se presentan en las próximas
elecciones primarias son una muestra clara del escaso
interés que las cuestiones estrictamente urbanas generan
en la política de la Ciudad de Buenos Aires.
No sabría decir si es un sentimiento de inferioridad
o soberbia lo que lleva a la ciudadanía porteña a
aceptar que su política sea vista solamente como un
trampolín hacia escenarios nacionales. Pero un análisis
más amplio, que incluya la reflexión cultural sobre
la capital argentina, nos muestra una orfandad llamativa de producción intelectual
sobre la
Reina del Plata. ¿Cuánto
hace que no aparece una lectura global de la ciudad
como la que en su momento aportaron, con las limitaciones
del caso, Martínez Estrada en La cabeza de Goliat
o Sebreli en Buenos Aires:
vida cotidiana y alienación? Por eso resulta interesante
la lectura de un reciente artículo del sociólogo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional
y referente del grupo de reflexión Carta Abierta,
alineado con el peronismo gobernante y en particular
con la actual Presidente Cristina Fernández y su antecesor
y esposo Néstor Kirchner.
Metrópolis,
el texto en cuestión, fue publicado por Página
12 el pasado 16 de julio y es una estimulante mezcla
de reflexiones sobre temas de la actualidad porteña
con un intento más ambicioso de identificar el
destino posible de la gran metrópolis argentina.
Sin embargo, como intentaré mostrar en estos comentarios
que siguen, la mirada de González parece estar condicionada
por un pesimismo militante
sobre la condición general de la ciudad de la que
escribe.
El texto de González arranca muy fuerte: “La vida se hizo penosa en la ciudad de Buenos Aires”. Cabría preguntarse
cuándo se hizo penosa,
que tan penosa y cuanto más o menos penosa que en
otros lugares de la Argentina. Obviamente, lo penoso o alegre de una vida no depende solo del
sitio donde esta se lleva sino también de muchos otros
factores, entre los cuales no es el menos importante
la pertenencia de clase y el status social. González
elige para confirmar su postulado una situación cuya
penosidad no puede eludirse, el barrio Carlos Mugica de Retiro. Tiene además la honestidad intelectual
de describirlo desde afuera, desde la mirada del
viajero que llega a la
Terminal de Ómnibus. Y lo describe
muy bien, sintetizando en pocas frases la casi totalidad
de los “atributos” de la villa argentina y latinoamericana:
la aparente fragilidad constructiva, “las tradiciones generacionales,
los flujos de llegada, el tipo de organización, el
trabajo social de entidades públicas y la existencia
de cadenas de ilegalidad”; a mi gusto, no
hubiera estado de más alguna reflexión sobre el porqué,
perdidos por perdidos en una vida penosa, sus habitantes
han preferido la pena en el Barrio Mugica
a la que podrían soportar en una periferia de Rosario,
Formosa o, para no ir más lejos, Lomas de Zamora o
Tigre.

De Retiro, González
se mueve unas cuadras (como “caminante o automovilista”)
a la 9 de Julio, donde queda absorto por la “destrucción del viejo paseo público en nombre
de un pensamiento mecánico”, el Metrobus,
que asocia a la
Metrópolis de Fritz
Lang (de paso, es la primera
referencia al concepto que da título a su escrito
y así lo impregna de connotaciones inquietantes).
A mi juicio, González exagera tanto la nostalgia de un paseo público que la 9
de Julio nunca fue (el tratamiento de los canteros
es muy reciente, del 2006) como las maldades
del Metrobus
(una versión berreta del BRT,
mal planificado y mal ejecutado, pero en modo alguno
lo peor que le pasó a Buenos Aires, y ni siquiera
lo peor que le hizo el actual gobierno). Me señala
un amigo con quien comparto estas reflexiones que
la 9 de Julio fue un gran paseo público en las fiestas
del Bicentenario, en 2010. Es cierto, y también lo
es en cada festejo deportivo o movilización política
que la utiliza. Pero nada del Metrobus
impide que se vuelva a hacer un festejo semejante.
Es manifiesto el uso que los gobiernos nacional y
citadino hacen de la gran avenida-río de Buenos Aires como un
campo de disputa de sentido, primero con las chicanas
entre stands en el Obelisco vs. reapertura
del Colón, luego con los
carteles de Evita, Sábato y más tarde el Papa Francisco imponiendo
sus mensajes desde los edificios públicos, ahora con
las discusiones de copetín sobre el Metrobus.
No es de extrañar entonces el sobrevuelo de González
sobe el tema. “¡Pobre 9 de Julio!
El tiempo de esta Gran Avenida es otro: era un tiempo
basado en un aire que tiene rango de amable sudestada
y no de ineficaces pragmatismos, además de inconsultos”, dice más adelante mezclando peras con manzanas. Es más inteligente
cuando apela a la
“lenta acumulación sedimentaria” que caracteriza a
la apropiación popular de la ciudad: “La Avenida 9 de Julio, cuyo obelisco fue criticado por los porteños
viejos por su aire geometrizante,
su punta insípida y trivial, su alusión inocentemente
pornográfica, tardó años en ser absorbido por la
Ciudad. Podemos definir una ciudad,
entonces, como un mecanismo de absorción, lento y
gradual”. Mecanismo que considera
incluso para las bicisendas:
“cuestan ser aceptadas sin que dejen de ser una futura buena idea”
(aquí cabría preguntarse: si
serán una buena idea en el futuro, ¿por qué
no lo son ahora?).
La prosa de González vuelve una y otra vez a ese
tono desencantado que recuerda, paradojas de la intelectualidad
política, al de Martínez Estrada. “Se
está gestando un ensayo general de ciudad antagónica a los
hombres”, la cita de Manzi al comparar las “gastronomías
de la globalización” con el Ouro
Preto o el La
Paz, “Todo ha muerto, ya lo sé”,
y una contradicción asombrosa para un intelectual
militante: “La Ciudad está sin gobierno, y ésta no es una frase
política”. ¿Decir que “la ciudad está sin
gobierno” no es político? “Tiene señalética”, dice en alusión
a los nuevos carteles indicadores de los nombres de
calles, “pero no señales que digan que hay una razón
política que la conduce”. Esto es otra
cosa, y está bien.
En
la lectura general de la Buenos Aires
2013 y en algunas
visiones estratégicas de una ciudad futura (aun cuando
pareciera dudar de ese futuro) es donde González
es más afortunado. “Digo
que una ciudad es un equilibrio entre su orden demográfico,
su productividad de servicios y su democracia habitacional”,
por ejemplo, es una proposición interesante para pensar,
como también es interesante y propositivo
(aunque muy general) decir que “Su Plan no consiste
en aniquilar su paisajística, zonificar imitando a
Tokio o a Amsterdam, sino convertirse en una ciudad latinoamericana
moderna y cosmopolita, sin fronteras políticas con
la circundante región metropolitana, más allá de las
que indique el trazado administrativo correspondiente” (aquí hay que volver a señalar que las fronteras, aunque sean “administrativas”,
son siempre políticas).
El
horror de González a las frases cortas (que comparto)
lo lleva a componer una frase de difícil lectura,
que supongo manifiesta una opción por el transporte público: “Derrocar el carácter de paseo público de la Avenida 9 de Julio” (“Dale
Juana con la canasta”, diría el Bustos Domecq
bioy-borgeano) “lo que ya implicaba un racionalismo urbano
junto al edificio Comega
y su antecedente, el agraciado Kavanagh,
implica el modesto sadismo de quienes no se animan
a hacer planeamiento urbano sobre el automóvil individual,
y el consiguiente desequilibrio que en los derechos
de circulación se introducen sobre el territorio que
debe ser regido por la imprescindible producción colectiva
de transporte público”. Por suerte, el González
más útil vuelve enseguida con una referencia a lo
económico de lo urbano: “es necesario contemplar la Ciudad con otras consideraciones
no meramente reproductivas (lo que lleva a verlas
como objetos rentísticos o impositivos), sino generadoras
de ciudadanías heterogéneas e interconectadas por
un saber urbano que no está mal llamar utópico,
alimentado por la idea de plaza pública no cercada,
circulación descentralizada, respeto paisajístico,
apego patrimonial colectivo y justicia distributiva
de la renta urbana. Una investigación rigurosa sobre
la renta urbana debe ser precedida por el cálculo
proveniente de asignaciones de derechos colectivos
fundados en el urbanismo democrático, respecto del
uso de las estructuras y equipamientos públicos. Los
regímenes impositivos no pueden desaprovechar las
experiencias participativas, la ley debe considerar
como no foraneidad la de los usuarios de los servicios que no habitan
en ella”.
Esto
está claro y el texto podría terminar acá; por desgracia,
pareciera que González se siente en la obligación
de postular un programa político más específico, aunque
en forma de pregunta: “Si en un tiempo muy
próximo no habrá que tratar otra vez la mudanza de
la capital”. Más allá de la
presumible risa de Alfonsín
en su sepultura, ¿el traslado de la
Capital debe ser visto como una
fantasía de equilibrio territorial o como despecho
político hacia una ciudad que no vota como le gustaría
a Gonzalez? “Sería el kairós, el supremo momento de Buenos Aires, con su otro nombre
y trasladando muchas de sus funciones. La oportunidad
de remover los obstáculos que ella misma se ha inferido.
País adentro. Con otros acuíferos, nuevas estatuas
depositarias de múltiples historias y la esperanza
urbana renovada”. González imagina la disolución de la porteñidad
como antesala de la esperanza, en una Buenos Aires
donde los acuerdos de la realpolitik PRO-FPV dejan poco espacio a la construcción política
de una ciudad futura (¡y para terminar de bajonearse,
la alternativa que asoma es Lilita Carrió!).
MC
Sobre
el Barrio Carlos Mugica de Retiro, ver también entre otras notas en café
de las ciudades:
Número
110 | Proyectos de las
ciudades (I)
Barrio
31 Carlos Mugica
| Fernández Castro, Cravino, Trajtengartz
y Epstein exploran las posibilidades
y límites del proyecto urbano | Marcelo
Corti
La
crítica más fundamentada y rigurosa que hemos encontrado
del Metrobús de la 9 de
Julio es la realizada por Francisco
Ortiz y Norberto Spirtu para el Laboratorio
de Políticas Públicas.
Un buen análisis, pensado desde la movilidad, a diferencia de
la crítica filoautomovilística
que ensaya el M2 de Página 12.
Sobre
las disputas de sentido por la
Avenida 9 de Julio, ver también la Terquedad
de Sabato y Evita en el Cartel de Buenos Aires en
el número 108 de café
de las ciudades.
Sobre
la insoportable banalidad de la política porteña de
estos tiempos ver por ejemplo como la mejor Beatriz
Sarlo demuele impiadosamente
a Gabriela Michetti en De
eso no se habla, publicada en La
Nación del pasado 30 de julio. Y
sobre el persistente abandono de la Ciudad por el kirchnerismo, la Terquedad
Ricotista (elecciones,
música popular, tierra urbana y dilemas políticos
en una entrevista con Carmelo Ricot) en el número 106 de café
de las ciudades.
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Ambiente
y Política de las ciudades |
La
inundación de la Brasilia argentina
|
Incorporar
el riesgo en la Planificación
I Por
Artemio
Pedro Abba
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El
trimestre analizado, a pesar de estar al filo de las
elecciones primarias legislativas (PASO), no ha mostrado
aun propuestas para la Buenos Aires Metropolitana, si
bien aparecieron algunos balances por sector de los
cuales se sintetizan los más relevantes: Las dificultades
para el diseño de políticas públicas en materia de transporte
y la demora en la puesta en marcha de la ATM, el balance
del primer año del promisorio Plan Procrear (que aporta
a un sector de la demanda aún no contemplado en las
políticas habitacionales), el anuncio de una normativa
que aborda el problema de la interfase rural-urbana
en la ciudad de Paraná, la continuidad atenuada de la
ACUMAR y el intermitente accionar en materia de RSU
-sin una mirada de largo plazo que apunte a refundar
la CEAMSE. Si bien se creó el 3 de octubre de 2012,
con acto y foto en todos los medios, la Agencia de Transporte
Metropolitana (ATM) sigue sin aparecer en el sector
de las políticas públicas en que pareciera que la coordinación
interjurisdiccional es imprescindible.
Ya pasaron casi 7 meses del plazo para la designación
de sus miembros y la fijación de sus prioridades, como
estaba estipulado en su acta de creación.
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Arquitectura
y Proyectos de las ciudades (I) |
Crónica
de un desencuentro |
Una
propuesta para el Concurso de Caballito y la intervención
en las metrópolis post-industriales
I
Por
Tony
Diaz |
Ante
la noticia de los concursos para las playas ferroviarias
de Liniers, Palermo y Caballito,
decidimos participar en alguno de ellos, aun estando
lejos de Buenos Aires. Estos concursos nos interesaron
porque nos podían dar la posibilidad (además de contribuir
a resolver problemas concretos de vivienda, etc.) de
verificar algunas ideas respecto a la intervención en
las Metrópolis post-industriales. En este caso, de una
Metrópolis que conocíamos bastante bien y que siempre
nos interesó de manera particular; obviamente, una ciudad
a la que queremos. Además, a diferencia de otras Metrópolis,
su tejido principal, la manzana, es consistente, extenso
y generalizado. Tejido que, en el caso de estos concursos,
se había ido acomodando alrededor de las grandes infraestructuras
pre-existentes de la ciudad industrial y esto representaba
un desafío agregado en el momento de desarrollar nuevas
propuestas para aquellos sitios. Desde el punto de vista
de la arquitectura, la Metrópolis es una composición
abierta, configurada por montajes de elementos diversos
y diferentes.
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Arquitectura
y Proyectos de las ciudades (II) |
El
híbrido urbano |
La
“manzana latinoamericana” de MVRDV para Emmen
I
Por
Marcelo Corti |
No
es difícil encontrar en Villa Urquiza, Nueva Córdoba
o Pichincha ejemplos muy parecidos: un polígono de alrededor
de una hectárea de superficie, con acceso por calle
desde sus cuatro lados, albergando unas dos o tres decenas
de edificios simples, de superficies y alturas parecidas
pero no idénticas, con patios propios, trabados entre
sí a partir de la yuxtaposición de sus paredes laterales
(que en el caso argentino, coincide además con la división
por medianería). Para las alturas que maneja el proyecto
de los holandeses, hasta cuatro niveles, esta disposición
permite una relación casi óptima entre densidad habitacional,
aprovechamiento inmobiliario y calidad ambiental. Es
una disposición que permite alojar de 250 a 400 personas
por hectárea con buen asoleamiento y ventilación, privacidad
familiar, amenidad barrial y uso de tecnologías constructivas
económicas y de fácil resolución y aprendizaje. Si las
plantas bajas se destinan a usos comerciales, la disposición
de la manzana permite además nuclear en la unidad básica
de la urbanización un 80 o 90 % de las funciones requeridas
de un barrio o sector urbano.
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POSICiones
cordobesas |
En
torno a la ex Cárcel de Encausados
|
La construcción social del Paseo Güemes
I Por
Carola Inés Posic |
El
concurso de la ex cárcel deja en este sentido
algunas esperanzas pero también algunas dudas.
Es muy auspicioso el llamado a concurso, que permite
discutir previamente la forma que adopta el cambio,
como así también la propuesta elegida
para el primer premio. Un trabajo muy preciso en diferenciar
y definir lo público en la complejidad de un
programa mixto. Una plaza urbana claramente definida
como el vacío resultante del completamiento del
volumen de la ex cárcel, da garantía de
uso y puesta en valor. Quedan serias dudas con el programa,
que obliga a incorporar residencias (unos 10.000 metros
cuadrados) para "gestionar" con posterioridad
con el sector privado, en un área con altas posibilidades
de renovación a través del mercado inmobiliario.
Los mismos desarrolladores que seguramente ya deben
haber comprado a precios muy bajos muchas casas del
sector, sin que exista ningún mecanismo previo
o posterior de recupero o plan sectorial mayor. El antecedente
más cercano, la ex cárcel de mujeres Buen
Pastor, realizada en la gestión anterior de De
la Sota, fue un caso de gestión y usos exclusivamente
públicos.
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Planes e Historia de las ciudades |
Fragmentos
de la Real Ordenanza del 3 de mayo de 1576
|
Normas para descubrimientos,
poblaciones y pacificaciones en “Indias”
I
Por Felipe II |
La plaza sea en cuadro, procurando que por lo menos tenga de largo una vez
y media de su ancho, porque este tamaño es el mejor
para las fiestas de a caballo y cualquiera otras que
se vayan a hacer. La grandeza de la plaza sea proporcionada
a la cantidad de los vecinos, teniendo en consideración
que en las poblaciones de indios, como son nuevas, se
van, y es con intento de que han de ir en aumento y
por eso, la plaza será teniendo en cuenta que la población
habrá de crecer. La plaza no será menor de 200 pies
en ancho y 300 pies en largo, ni mayor de 800 pies en
largo y 600 en ancho. De mediana y de buena proporción
es de 600 pies de largo y 400 de ancho. De la plaza
salgan cuatro calles principales; una por medio de cada
costado la plaza, y dos calles por cada esquina de la
plaza. Las cuatro esquinas de la plaza miren a los cuatro
vientos principales, porque de esta manera, saliendo
las calles de la plaza, no están expuestas a los cuatro
vientos principales, que serían de mucho inconveniente.
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Una
mirada arrabalera a Buenos Aires
I Columna
a cargo de Mario L. Tercco.
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En
este número:
Terquedad
sin visitantes
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Proyectos
de LDB Arquitectura en Costa Rica, Borges, el hecho
estético y la neurociencia, y una merecida distinción
a Alfredo Rodríguez.
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Encuentros,
Jornadas, Seminarios, Congresos: Espacio
Público. Urbanismo y Movilidad, on line con la
FIU - World Town Planning, congreso on-line - Francisco
Bullrich y la arquitectura contemporánea, por
Claudia Shmidt - Encuentro Nacional de Arquitectura
Comunitaria, en Tucumán - Arqueología
de la contemporaneidad, en La Plata - Congreso Virtual
La Forma. Aportes Disciplinares - Congreso Latinoamericano
de Sociología, en Santiago - Vivienda Colectiva
Sostenible, en Barcelona
Convocatorias
y Concursos:
Pasantía Medellín 2013 - Concurso
de fotografía "Renueva tu Ciudad" -
Concursos Holcim de construcción sostenible -
Anales 43, IAA - Premio Nacional de Pintura Banco Central
2013 - IV Premio Internacional Alfonso E. Pérez
Sánchez - Arte del Barroco - RIUrb - Revista
URBANA - Cuadernos de Vivienda y Urbanismo
Cursos
y programas académicos: Master
en Gestión de la Ciudad - Planificación,
Territorio y Políticas Públicas, en el
CPAU - Introducción a la Arqueología de
Buenos Aires - Desarrollo Local. Estrategias de Intervención
en las Ciudades, en FADU-UBA - Carrera de Urbanismo
en la Universidad Católica de Chile
Exposiciones
y muestras: CON
o SIN techo, en el CPAU - Sulcis, fotografías
de Davide Pagliarini - PASOLINI ROMA, en el CCCB - Razón
y ciudad, Manolo Laguillo en Museo ICO - ¿Cuándo
habrá arquitectura? Aizpurua y Labayen, exposición
en Navarra - Chicago. Impediré que el viento
salga, fotografías de Raul Urbina en Madrid
Noticias
y publicaciones: Grandes
Projetos Urbanos - Armar la ciudad Nº 4 - Cuaderno
Urbano 14 - Componente Participativo del Plan Integral
de Movilidad de Rosario - PLANEO Nº 11 - Cuadernos
de Vivienda y Urbanismo Nº 11 - Análisis
Comparativo sobre el Impuesto Predial en América
Latina - Agenda Pendiente, nuevo libro de Fernando Diez
- Ciudad Legible, presente en las calles - Registro
Urbano - Paul Krugman: el sprawl mató a Detroit.
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
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puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
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entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
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Corresponsal
en Córdoba: Carola Inés Posic
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Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco > |
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