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año 5 - número 44 - Junio 2006

Z    I   R    M   A
desarrollos urbanos y ambiente sostenible
Tendencias  


El movimiento en el corazón de la modernidad

La urbanidad latente en los espacios del desplazamiento.

Por François Ascher
Traducción: Andrés Borthagaray

N. de la R.: Esta nota reproduce el texto de introducción a la exposición Arquitectura en Movimiento, Ciudades y Movilidad, exhibida en París, en otras ciudades europeas, asiáticas y americanas, y recientemente en Buenos Aires.

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Centro de Operaciones de Autopistas,
bajo el viaducto A14 en Nanterre, Francia (obra terminada en 1998).
Odile Decq, Benoît Cornette, arquitectos. Foto: Georges Fessy.


El movimiento se ha convertido en un valor fundamental, condición de cambio, de progreso, de desarrollo económico y de la aspiración de los individuos a elegir los lugares y los contenidos de sus actividades, a construir ellos mismos, tanto como sea posible, su vida: movimientos de bienes, de personas y de capitales ligados al crecimiento de la economía y su globalización, movimientos físicos y movimientos de información hechos posibles por el progreso de la ciencia y de la técnica, movimientos de ideas, movimientos cotidianos de personas en sociedades cada vez más urbanizadas.

Indispensable para ir al trabajo, aprovisionarse, formarse, divertirse, curarse, el desplazamiento es un elemento cada vez más importante en la vida de los individuos y de las colectividades. Poder desplazarse se ha convertido en eso que podríamos llamar un "derecho genérico", es decir una condición necesaria para acceder a los otros derechos: el trabajo, la vivienda, la educación, la salud.

Permitir a todos desplazarse tan libremente como sea posible, hacer compatibles y complementarios los diversos modos de transporte individuales y colectivos, hacer accesibles los equipamientos y los servicios urbanos a todos y, si fuese posible, en todo momento, dar calidad a los tiempos y a los lugares del movimiento, incrementar la autonomía, el confort, el placer, la calidad ambiental y la seguridad de cada uno y de todos en el momento de sus desplazamientos, preservando y poniendo en valor los patrimonios naturales y construidos, economizando los recursos naturales no renovables, limitando los desechos carbónicos en la atmósfera... tantos desafíos para nuestra sociedad, nuevas soluciones a encontrar.

En ese contexto se ha creado el Instituto para la Ciudad en Movimiento (Institut pour la Ville en Mouvement), para contribuir a las dinámicas de la innovación social, científica y cultural que permitirán mejorar la adecuación de los medios de desplazamiento a las diversas necesidades.


Acceso cubierto a la estación de Oozeki en Fukui, Japón (obra terminada en 1996).
Shushei Endo Architect Institute, arquitectos. Foto: Toshiharu Kitajima
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Lugares indignos de ciudades y ciudadanos

Mientras que la calidad de los lugares y de los tiempos de la movilidad es un desafío creciente para aquellas ciudades que se mueven cada vez más -de muchas formas, en todos los sentidos, a todas las horas del día y de la noche-, con demasiada frecuencia las infraestructuras del transporte están todavía concebidas en función de lógicas técnicas estrechas, sin tomar en cuenta la densidad del tiempo que los usuarios pasan en ellas, sus deseos de confort y seguridad, su preocupación por encontrar en los espacios públicos una calidad vecina a aquella que pueden encontrar en los lugares privados, individuales y colectivos.

Con demasiada frecuencia todavía, estas lógicas de transformación segmentan la vida cotidiana de los ciudadanos móviles sin tener en cuenta que de hecho son a la vez y sucesivamente peatones, ciclistas, usuarios del transporte público y automovilistas.

Con demasiada frecuencia todavía las diversas autoridades y los transportistas desprecian la intermodalidad, a pesar de ser clave de la complementariedad que exigen la diversidad de situaciones contemporáneas y la necesaria reconciliación entre los diferentes modos de desplazamiento.

Con demasiada frecuencia todavía, la programación y la concepción de esos lugares del transporte a duras penas articulan las actividades y los espacios dedicados a mejorar los flujos con los espacios que ofrecerán mayor "adherencia" a los territorios del movimiento.

Con demasiada frecuencia todavía, la programación y la concepción de esos lugares del transporte tienen dificultades en poner en práctica esa exigencia moderna de ser "libres en conjunto", es decir combinar las demandas de intimidad y de sociabilidad, de autonomía y de ayuda mutua, de anonimato y reconocimiento.

Con demasiada frecuencia todavía, les cuesta conciliar esas "cuasi-oposiciones" que hacen la riqueza de las ciudades: la velocidad y el paseo, la eficacia y la errancia, la funcionalidad y lo superfluo, lo programado y lo inesperado.

Con demasiada frecuencia todavía, consideran que lo bello viene después de lo funcional, que la arquitectura se reduce a la decoración, que el diseño urbano es un lujo, que el paisaje consiste en poner un poco de perejil sobre el hormigón, que los sonidos y los olores son asuntos despreciables…

Es posible, sin embargo, concebir estaciones, aeropuertos, puertos y plataformas multimodales, playas de estacionamiento, rotondas, puentes, pasarelas, ascensores, calles boulevards y parkways, funcionales, económicos, bellos, confortables, seguros. Es posible hacer la vida ahí también: muchas realizaciones recientes son la prueba.

Algunos han calificado a estos lugares como "no lugares": tienen razón en la medida en que estos lugares fueron muchas veces despreciados; pero también se equivocan, dado que si miraran de más cerca, hubieran comprendido que esos lugares son ricos en potencialidades, que algunos comitentes han sabido tomar partido de la urbanidad latente de esos territorios y que quienes los concibieron han sabido hacer de ellos verdaderos lugares para la ciudad contemporánea.

Hace mucho tiempo que la arquitectura se ha apropiado exitosamente de algunos lugares del movimiento, incluyendo a la ciudad moderna, como lo demuestran las estaciones, los puentes y los boulevards del siglo XIX. Hoy está confrontada a nuevos desafíos, a las movilidades cada vez más variadas, que combinan una gama extendida de velocidades, de modos, de motivos, de viajeros.


Desarrollo de dos líneas de tranvía en las ciudades de Bron,
Villeurbanne, Saint-Priest y Lyon, Francia
(Línea 1 completada en 2000, Línea 2 completada en 2003).
Bruno Dumétier - AABD, Diseño de proyecto urbano;
Ferrand y Sigal, Mantenimiento de edificios;
Jean-Michel Wilmotte - AABD, Diseño de estaciones y de equipamiento urbano;
Gilles Clément, Arquitecto paisajista.
Foto: Gilles Aymard.



Sociedad hipertexto, "metapolis" e hiperlugares públicos

La sociedad contemporánea es, en efecto, cada vez más dilatada y compleja. Con el desarrollo de los medios de transporte y telecomunicaciones, las formas urbanas cambian. La ciudad compacta, densa, continua, deja lugar a una "metapolis" discontinua, heterogénea, multipolar, en la cual pierden su importancia las diferencias entre la ciudad y el campo, entre la ciudad grande y la ciudad pequeña. Al mismo tiempo, la accesibilidad de los lugares y la movilidad de las personas, los bienes e informaciones se convierten en factores de diferenciación de espacios cada vez más determinantes.

En esta sociedad sobremoderna, los individuos pertenecen simultáneamente, y cada vez más, a una multiplicidad de medios sociales, organizados en torno al trabajo, la familia, al barrio, a los ocios, los valores comunes, etc., que tienden a estar todavía más separados unos de otros. Los ciudadanos frecuentan así una gran variedad de territorios, reales o virtuales, y pasan sin cesar de uno al otro, desplazándose físicamente o por telecomunicación. La sociedad tiende entonces a parecer un hipertexto, es decir un texto "numerizado" a N dimensiones, donde los diversos textos están unificados por palabras que les son comunes, que constituyen "vínculos" pero que toman, en el seno de cada uno de ellos, significados diferentes.

En las metapolis de esta sociedad hipertexto, los individuos se mueven entonces permanentemente, en todos los sentidos, real o virtualmente, cambiando rápidamente de estatus, de actividad, incluso de personalidad, librándose simultáneamente o sucesivamente a todo tipo de tareas, "des-sincronizando y sincronizando" al movilizar las técnicas del transporte y almacenamiento a su disposición, en particular las tecnologías de la información y las telecomunicaciones.

Por supuesto, no todos participan de la sociedad hipertexto, ni tienen un acceso parejo a la metapolis. De hecho, las diferenciaciones sociales y los "handicaps" se expresan en este nuevo funcionamiento de la sociedad y es una de las razones que, hoy, hacen del derecho a la movilidad, real o virtual, un desafío mayor de la sociedad.

Por otra parte, esta sociedad en movimiento no puede reducirse a una del chip o del zapping. Tiene igualmente necesidad de nuevos puntos de apoyo colectivo, de nuevas referencias comunes, de momentos y de lugares donde se manifiesta concretamente el "estar juntos". Lo demuestra el boom de todo tipo de eventos colectivos, desde fiestas de barrio a las copas del mundo, pasando por las rave parties, Halloween, los desfiles de todo tipo, los festivales, que inscriben de un modo renovado a la sociedad en los territorios.

Este nuevo contexto socio-espacial obliga a los arquitectos, a los desarrolladores, a los transportistas y los urbanistas a renovar sus conceptos, sus herramientas y sus proyectos. Se trata, en particular, de realizar nuevos tipos de espacio público, en cierto modo "hiperespacios" adaptados a una multiplicidad de usos, propicios al desplazamiento como al estacionamiento, al encuentro como al evitarse, donde puedan existir individuos en grupos diversos y cambiantes, combinarse transportes y telecomunicaciones variadas. Porque el espacio no es solamente el receptáculo de todas estas actividades, es también una de sus condiciones y uno de sus factores.

Y es la principal razón de ser de esta exposición que se esfuerza en mostrar como la arquitectura de los lugares del movimiento puede contribuir a hacer emerger estos nuevos lugares urbanos.


Diseño urbano como parte de la instalación del tranvía en Nantes, Francia
(obra finalizada en 1992). Bruno Fortier y Italo Rota, arquitectos;
Yann Le Cam, Jefe de Proyecto; Roger Narboni, Iluminación;
Jean-Claude Hardy, Arquitecto paisajista.
Foto: Philippe Ruault.

 

Una exposición manifiesto

El Institut pour la Ville en Mouvement se ha dado por misión actuar para la innovación, la investigación, los intercambios y la información para facilitar las movilidades urbanas, hacer las ciudades accesibles a todos, hacer del transporte un derecho y un placer.

De hecho, desde la primera acción lanzada en 2000, ha tenido en cuenta el desafío de la calidad de los lugares del transporte para la mejora de las movilidades urbanas, otorgándole el primer premio de un concurso destinado a los estudiantes a un equipo de aprendices de arquitecto.

Con la exposición Arquitectura en Movimiento, ha decidido ir más lejos, haciendo conocer realizaciones arquitectónicas y proyectos que brindan una calidad nueva a los espacios del transporte y favorecen las movilidades urbanas multimodales. Se trata de sensibilizar al público no especializado, a los comitentes y a los profesionales acerca de lo que puede aportar una verdadera aproximación urbana a la movilidad.

La exposición ha así puesto en escena de manera variada a los desafíos de la movilidad y las soluciones que pueden ser aportadas no solamente presentando proyectos y realizaciones de edificios y de infraestructura, sino también fotografías que expresan la percepción de esta ciudad en movimiento a través de artistas, de paisajes sonoros, de análisis de críticos de arquitectura y de sociólogos.

El éxito de esta exposición ha conducido al Instituto a presentarla en varias ciudades de Europa, de Asia y, más recientemente, de América. Cada una de las ciudades que recibe la exposición tiene la posibilidad de enriquecerla con proyectos de realizaciones locales inscriptas en esta misma lógica. De hecho esta exposición se ha convertido en una suerte de manifiesto.

FA

El autor es Presidente del Consejo Científico y de Orientación del Institut pour la Ville en Mouvement, profesor del Instituto Francés de Urbanismo (Universidad de París 8).

El Institut pour la Ville en Mouvement es una asociación francesa sin fines de lucro. Difunde experiencias, suscita investigaciones e incentiva proyectos innovadores de acuerdo a tres prioridades: el acceso a la movilidad para las personas con necesidades especiales; la mejora de los espacios y de los tiempos de movilidad, especialmente por medio de la intermodalidad y de la multimodalidad, o bien por medio de la valorización arquitectónica de los lugares de movilidad y de los sistemas de informaciones; la valorización y la difusión de experiencias y conocimientos sobre la ciudad en movimiento, sus culturas y valores cívicos: una cátedra universitaria, concurso de estudiantes, seminarios internacionales, ediciones de libros y revistas o bien catálogos.

 

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Lugares

Bajo el sol, la Revolución
Turismo, solidaridad y picaresca: crónicas de viaje de La Habana a Santiago de Cuba.
Por Argemino Barro García

Hay un sentimiento de impotencia colectiva, generado por un extraño tipo de pobreza. Todos los nacidos en Cuba van a ir al colegio, y a tener la oportunidad de licenciarse en la universidad independientemente de los recursos de sus familias. Si te pones enfermo, tienes atención médica de calidad. La tasa de mortalidad infantil de Cuba sólo se puede comparar, en el continente americano, con la de Canadá. El ochenta por ciento de los cubanos son propietarios de su casa y, según las Naciones Unidas, Cuba es el único país de América Latina donde no existe la desnutrición. Pero está el salario.

Cultura de las ciudades

El patrimonio cultural de Buenos Aires
No se cuida lo que no se quiere.
Por Sonia Berjman

El patrimonio es la herencia que toda generación recibe de sus mayores. Es tangible e intangible. Pero no existe uno sin el otro. Y finalmente el círculo se cierra cuando, por ejemplo, uno ve a los cartoneros separar la basura contra una de las fuentes de la 9 de Julio o a los homeless armar campamentos en las plazas públicas, y eso es pérdida de patrimonio tangible e intangible. No puede ser que haya turistas que vienen a Buenos Aires y son llevados a conocer una villa miseria y a "almorzar""con una familia con las necesidades básicas insatisfechas.

Arquitectura de las ciudades

Burguesía porteña: ¿culta?
Los límites de una clase: el propietario y los compradores de la torre Grand Bourg y de Nordelta.
Por Norberto Iglesias

Esta obra, aunque alejada del centro, pone en riesgo de manera descomunal los valores urbanos de Buenos Aires (¡así como son descomunales su extensión y su éxito de ventas!). Pertenece a una corriente de emprendimientos que dicen impulsar el desarrollo urbano y la calidad de vida generando inversiones y fuentes de trabajo, mientras que la verdadera causa de su éxito (¡su mayor incultura!) es otro: solo pretenden, sin confesarlo, construir una ciudad sin espacio público en su seno.

La mirada del flânneur (I) 

Munro: furor y decadencia
Apuntes de viaje de un rally conurbano.
Por Martín Di Peco

Llegamos a Munro, la "zona tricolor": la plaza de la estación es el punto de reunión de la barra de "Cole". Nos alejamos sigilosamente por la Avenida Velez Sarfield hacia el este, donde el festejo del 25 de mayo se (con)funde con el furor pre-mundialista. Las banderas albicelestes dan ilusión de continuidad al paisaje: colgadas por la Municipalidad en los postes de luz, atadas en algún balcón o terraza, y a la venta en cuanto puesto callejero se encuentre. Al llegar a la avenida Mitre, eje del centro comercial Munro, nos sorprende un vecino histórico que nos desborda con sus datos del barrio.

La mirada del flânneur (II)

La Ciudad en el imaginario mundialista
Pasión mediática vs. pasión popular: el Barrio Bonito de Nike en La Boca y la Biblioteca Osvaldo Soriano en Boedo.
Por Carmelo Ricot

Las paredes lisas y austeras, despintadas, de un bloque de alquiler, con su cálida promiscuidad de ropas tendidas y la huella de los desventramientos urbanísticos, rodean el surrealista reparto de estrellas entre los dos niños. En una publicidad local de Quilmes, el emporio cervecero argentino, las imágenes muestran la reunión de un grupo de vecinos en la vereda de un barrio popular, mirando un partido de Argentina por televisión. Luego aparecen los bloques desangelados de un conjunto de vivienda social, probablemente un FONAVI.

Nuevo y exclusivo de
café de las ciudades

Proyecto Mitzuoda
Una ficción metropolitana contemporánea (por entregas)
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De Carmelo Ricot, con Verónicka Ruiz

Entrega 23: Suite Mediterránea
Mujer en el balcón - Vernissage - Lo útil y lo agradable - La entropía de un matrimonio feliz - Animales - Los caminos del arte contemporáneo - Hipertexto y collage

Mensajes al Café

Nos presentan el Atlas Ambiental de Buenos Aires, nos reenvían un proyecto para Dubai, nos recomiendan no comprar Kleenex y contradicen a Ricot por Cantona y Ronaldinho.

Café corto

Las Crónicas Urbanas de Berto Montaner, en Canal á - Jornada de trabajo por la Reforma Urbana en la Argentina - Puerto Madero, ahora en la Web - II Foro Social Mundial de las Migraciones, en Madrid - Llamado a ponencias para el Seminario sobre Asentamientos Informales - Arquitectura de autor vs. Modelos de ciudad, en Barcelona - Eco-Imagine, en Cork, Irlanda - Ciudades globales, en Liverpool - La Venecia Barroca - Seminario Docomomo Sur, en Porto Alegre - Congreso de la Asociación Internacional de UrbanismoCiudad y Territorio Virtual, en Bilbao - VIII Congreso Iberoamericano de Municipalistas, en Guayaquil - Convención Científica de Ingeniería y Arquitectura, en La Habana - Dott, innovación social y diseño - Nuevo sitio de urbanismo del CPAU en la Web.

 

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