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Favelas en la
ciudad: articular, no separar
Los muros de
la vergüenza (II).
Por
Jorge Mario Jáuregui
El
gobierno del estado de Río de Janeiro anunció
a mediados de abril su intención de construir muros de
3 metros de altura alrededor de 4 favelas
(Rocinha, Vidigal, Parque da Cidade y Chácara del
Cielo) donde las peleas internas de
los narcotraficantes han originado una ola de violencia. El arquitecto
del programa Favela Bairro
opina sobre esta propuesta.

Es desde todo
punto de vista inadmisible que autoridades responsables de la conducción
de las políticas públicas del Estado y de la Ciudad
de Río de Janeiro, hagan demostraciones públicas de
su desconocimiento de cuestiones básicas relativas
a los graves conflictos socio-económicos que la sociedad
carioca viene evidenciando desde hace ya mucho tiempo. Pienso que
la sola mención de la idea de "amurallar" las favelas
es para avergonzar a cualquiera, mucho más a quien fue
uno de los impulsores del programa de urbanización denominado
Favela Bairro, que consiste justamente en buscar articular las áreas
informales (favelas) con las áreas formales de la ciudad.
Lo que implica básicamente la idea de construir canales de
conexión (no de desconexión, como sería un
muro) entre las partes excluidas de los beneficios de la urbanidad
y el resto de la ciudad.
Como sabemos,
y como vengo haciendo en ya más de 25 favelas de la ciudad
de Río, esta conectividad se da a través de la extensión
de las infraestructuras básicas (cloacas, agua , iluminación
pública); la reformulación del sistema vial y de accesos;
la introducción de edificaciones para la generación
de trabajo y renta, y edificaciones para la prestación de
servicios de interés social (guarderías, puesto de
salud, centro de atención para la obtención de documentación,
centros de capacitación educacional y de mano de obra, etc);
un plan de tratamiento de la basura; la regularización
de la propiedad de la tierra y, justamente relacionado con esto,
la delimitación de lo público y lo privado,
que tiene que ver con la cuestión de los "límites"
de cada favela.
Los proyectos
de urbanización que he realizado hasta ahora siempre consideran
la cuestión de la formalización de los límites
como una de las tareas más relevantes desde el punto de vista
de la creación de "pasajes" de lo informal a lo
formal. Se trata no solo de identificar los límites existentes,
sino, en la medida de lo posible, reducir las áreas ocupadas a
través de medidas como la concentración de edificaciones
de realojamiento dentro del área de la propia comunidad.
Por este motivo, la definición de marcos de referencia claros,
visibles e "inmodificables", es un factor muy importante de
las intervenciones de urbanización. Estos marcos visibles
pueden ser, como ya hemos hecho en algunas ocasiones, una especie
de caminos bajos de piedra (de más o menos 80 cm. de altura
y entre 80 a 100 cm. de ancho) que sirven para hacer el recorrido
de fiscalización posterior a las obras. Esto es, que
en ningún caso debería tratarse de "ocultar" lo que
está por detrás de las áreas urbanizadas sino,
por el contrario, permitir la permeabilidad visual y funcional
entre la favela y su entorno, a partir del estudio minucioso
de la topografía, de las condiciones del suelo, de las formas
de acceso al lugar y de los usos establecidos por la población
residente, todo lo cual debe ser sintetizado en un esquema de
lectura de la estructura del lugar. Es a partir de la realización
de estos estudios que se está en condiciones de elaborar
la propuesta urbanística, esto es, el esquema organizativo
que estructurará toda la intervención a ser realizada,
y que busca es justamente articular lo que está desarticulado
y nunca separar, como sería en cambio el caso de la construcción
(acto brutal) de muros como los de Palestina, Berlín o el
ghetto polaco.
Es claro que
las políticas de urbanización de áreas carentes
deben ir acompañadas de políticas de creación
de empleo, sobre todo focalizadas en los jóvenes y en
las madres solteras, y junto con eso articular programas de seguridad
ciudadana que enfoquen el problema de la violencia y el tráfico
de drogas desde una perspectiva amplia, no solo como una
cuestión de represión sino sobre todo de prevención.
Lo que implica tener programas de corto y medio plazo en las áreas
de educación (inclusive ambiental), generación de
empleo, y financiamiento habitacional adecuado a la realidad. Algo
que casi nunca sucede, pues la desarticulación entre
las diferentes instancias del poder público (federal, provincial
y municipal), así como dentro y entre las propias secretarías
municipales (responsables directas por el control del uso del
suelo dentro del municipio) constituye un serio obstáculo.
Aún así,
con todas estas restricciones, jamás puede pensarse (si es
que eso puede llamarse "pensamiento"...) en proponer aislar
lo que ya está absolutamente aislado; por el contrario,
lo necesario es encontrar y materializar los puntos de anudamiento,
aquello capaz de constituir un lazo social. Desde mi punto
de vista eso solo puede pasar por la estructuración en torno
de los intereses comunes entre la favela y su entorno, que consiste
en la prestación de servicios de la población
de la favela a los barrios y juntamente con esto en llevar
los atributos de la urbanidad al interior de la favela. Estos
centros de generación de trabajo y renta pueden constituir
especies de "faroles" urbanos, de "mojones" orientadores, promotores
y atractores de convivencialidad.
Mas allá
de los traficantes, hay en las favelas de Río una rica urdimbre
social y organizada, que forma ya parte de la historia de la ciudad.
Es preciso respetar esta población específica, con
tantos derechos al uso de los beneficios de la vida en ciudad como
cualquier otro sector. Y además, contribuyentes fundamentales
de su construcción.
Por eso es absurdo
pensar que un pedazo de material (un muro) dará "solución"
a la cuestión del narcotráfico. Aislar el problema
no es la solución, es preciso en cambio encararlo de frente
en todas sus vertientes. Cercar las favelas con muros con la excusa
de la destrucción de la Floresta de Tijuca es ridículo.
No es la Mata Atlántica lo que está en cuestión,
sino la vida de personas.
Declaraciones
trasnochadas y apresuradas, sin reflexión, de autoridades
culposas o interesadas políticamente (prometerle a la
clase media cosas que por otra parte nunca podrán realizar) no
son nunca un buen referente. Es verdad que en el estado al
que han llegado las cosas en Río no pueden ofrecerse
soluciones milagrosas, que de un día para el otro resolverán
los problemas. Durante mucho tiempo no se quiso reconocer la
gravedad de la exclusión social que se había producido
y el profundo malestar que se estaba incubando del lado de los excluidos.
Hoy las soluciones serán caras y a largo plazo pero no pueden
dejar de encararse, y eso no es una cuestión militar. Es
una cuestión de tener las políticas públicas
adecuadas a las exigencias del momento, que es muy grave por
cierto.
Por lo tanto
la cuestión es en realidad derrumbar todos los muros
(a través de una ecología mental, social e ambiental) que
impiden el pensamiento y el tratamiento consistente (y
desde nuestra disciplina, el approach proyectual) de nuestra
sociedad dividida.
JMJ
El
autor es arquitecto y responsable de numerosas realizaciones del
programa Favela Bairro en Río de Janeiro (ver su página
WEB).
Ver
también la entrevista a Jorge Jáuregui "Políticas
para construir ciudad, no para hacer casitas",
en el número 12 de café
de las ciudades.
Sobre
los "Muros
de la vergüenza (Berlín, barrios privados, Palestina)",
ver nota en el número 14 de café
de las ciudades.
Fragmentos periodísticos sobre la propuesta
de separar las favelas con muros:
En La
Vanguardia del 14 de abril:
"Será
un parque temático de la cocaína para los criminales,
el ‘Cocaína World’", dijo con ironía el alcalde
de Río de Janeiro, César Maia, al expresar su rechazo
al anuncio de la gobernadora Rosinha Garotinho de construir un muro
de tres metros de alto –similar al que Israel levanta en Cisjordania–
que cerque la favela Rocinha, en la que residen unas 120.000 personas.
(...) Río de Janeiro se encuentra en estado de alerta debido
a la guerra desatada el viernes por un grupo de narcotraficantes,
cuando miembros de una banda de la favela Vidigal intentó
invadir zonas en Rocinha para tomar el control de la venta de drogas.
Según "Jornal do Brasil", sólo en febrero,
el mes del carnaval, en Rocinha la venta de drogas supuso un negocio
de 15 millones de euros. Más de mil policías ocuparon
las dos favelas para sofocar los cruentos enfrentamientos entre
bandas rivales que ya han provocado diez muertos y han sembrado
la zozobra en los barrios vecinos. Los policías se desplegaron
sobre las callejuelas ondulantes de Rocinha y Vigidal, ubicadas
sobre las colinas que dan hacia las zonas de clase alta y playas
que forman parte del panorama turístico de Río. A
poca distancia hay hoteles, tiendas y viviendas de lujo.
Tras cuatro días de tiroteos surgió la idea de cercar
las principales favelas para separarlas como sea del resto de la
ciudad. Según el vicegobernador Luiz Paulo Conde, arquitecto
y urbanista, el muro podría "contener la violencia y
el crecimiento de las favelas", así como proteger la
vegetación. Para rodear las villas miseria asentadas en los
morros del sur de Río –la zona turística en que se
concentran Ipanema, Copacabana, Leblón–, el muro tendría
que tener como mínimo cinco kilómetros de largo, según
el proyecto en el que trabajan las autoridades del estado.
"Con el muro vamos a evitar que las favelas sigan invadiendo
terrenos, destruyendo las zonas de protección ambiental",
explicó Conde. El vicegobernador dio la orden de levantar
el muro en cuatro favelas: Rocinha, Vidigal, Parque da Cidade y
Chácara del Cielo.
Por
Joaquim Ibarz
En Clarín:
(...) Conde,
quién además ejerce la función de secretario
provincial de Medio Ambiente, sostuvo que se trata de un "plan
de emergencia que será iniciado inmediatamente". Y dispuso
que el tendido de muros se complemente con la vigilancia policial.
Sin embargo, el gobierno federal rechazó la propuesta y no
descartó el envío de efectivos militares. El ministro
de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, en conferencia de prensa, sumó
la voz del gobierno a las críticas que recibió esa
propuesta en distintos sectores políticos y sociales. "No
me gusta esa idea, no le encuentro utilidad", señaló
el ministro.
Legisladores, políticos, funcionarios y hasta especialistas,
denunciaron como "aberrante" la elevación de muros para encerrar
las favelas. Los críticos advierten que los civiles, afuera
y adentro de las favelas, son rehenes de la guerra entre traficantes
y de éstos con la policía. "Los muros representan
separación, apartheid", denunció Leonarda Musumeci,
investigadora de la Universidad Cándido Mendes y profesora
de la Universidad Federal de Río de Janeiro.
La especialista se interrogaba: "¿Cómo es posible reducir
la atracción que ejerce el narcotráfico sobre la muchachada
de las favelas si éstas carecen de perspectivas y de otros
estímulos que les permitan salir de eso?".
Hasta los violentos episodios del fin de semana, Rocinha era considerada
un barrio relativamente calmo, habitada inclusive por sectores de
clase media. Es la comunidad elegida para el turismo de aventura
que promete introducir al visitante extranjero "en el otro Río".
Hay propagandas de agencias que rezan: "Visite la mayor favela
en América latina en un tour conducido por estudiantes de
la Rocinha. Es un lugar absolutamente seguro donde los locales dan
la bienvenida a los turistas".
Por
Eleonora Gosman.
En La
Nación:
(...) La idea
de cercar toda la favela Rocinha, en la que viven alrededor de 130.000
personas, y otros asentamientos de la zona sur de Río de
Janeiro fue anunciada por el vicegobernador de ese estado, Luiz
Pedro Conde, y cuenta con el apoyo de la gobernadora del distrito,
Rosinha Matheus. La propuesta provocó fuertes controversias
y ya fue rechazada por el gobierno del presidente Luiz Inacio Lula
da Silva.
(...) Según
el vicegobernador, que es arquitecto y urbanista, el muro -similar
al que Israel construye en Cisjordania- podría "contener
la violencia y el crecimiento de las favelas", así como
proteger la Mata Atlántica (vegetación semiselvática
típica de una parte de la costa brasileña) y favorecer
el control policial.
(Con el muro)
"vamos a evitar que las favelas continúen expandiéndose
y destruyendo las zonas de protección ambiental, y además
que los traficantes usen la vegetación para sus incursiones",
explicó Conde durante una entrevista con una radio.
(...) Las favelas
en Río de Janeiro tienen más de ciento veinte años.
En un comienzo, debido a su acceso escarpado, eran el lugar en que
se instalaban desertores del ejército y marginales de todo
tipo. Con el tiempo las favelas se convirtieron en el único
lugar accesible para los inmigrantes del interior, y fueron transformándose
en grandes asentamientos.
En la ciudad
de Río de Janeiro existen 513 favelas, en las que vive el
25% de la población carioca. La ausencia prácticamente
total del Estado en las favelas fue concentrando miseria y marginalidad,
y el narcotráfico terminó ocupando las funciones del
Estado ausente. En épocas menos turbulentas, son los jefes
del narcotráfico los que dirimen disputas entre vecinos,
los que financian regalos para los chicos en el Día del Niño
o gestionan la construcción de canchitas de fútbol.
Por
Luis Esnal
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Sumario
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Economía
de las ciudades
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El
problema de los "con techo"...
Alfredo
Rodríguez describe las paradojas del subsidio
habitacional en Chile.
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Y
se dio cuenta que en verdad estábamos persiguiendo
fantasmas, ¡porque el negocio ya se había
hecho! Desde el momento en que por un acto administrativo
del Ministerio (alguien que dice "tiene que ser
acá") esas tierras habían pasado
de una zonificación que permitía una densidad
de 10 personas por hectárea, a otra de 100 personas
por hectárea, los dueños habían
ido a los bancos, habían conseguido fondos, y
ya los tenían invertido en otro sector de la
economía.
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Paisaje
de las ciudades
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Arquitecturizar
el paisaje y naturalizar la arquitectura
Sobre
la obra de Carlos Martner.
Por
Humberto Eliash Diaz
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Siguiendo
la huella de los paisajes creados por Burle Marx o Barragán,
su posición es la creación de entornos
absolutamente culturales, donde la mano del hombre denota
una intención manifiesta que no admite copia
o imitación de la naturaleza. Es también
una alusión a los grafismos precolombinos que
marcan la presencia humana como una forma de delimitar
el vasto territorio americano.
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Arquitectura
de las ciudades
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Obra
pública, experimentación proyectual, identidad
urbana
El
IMRVL por Claudio Vekstein y Marta Tello (I). |
Los
autores consiguen incorporar a la operación no
solo un fuerte contenido de innovación y reflexión
proyectual, sino un claro compromiso intelectual y profesional
con las condiciones económicas del encargo, con
el lugar en el que se implanta y (muy especialmente)
con el público al que está destinada la
obra: discapacitados motores en proceso de rehabilitación
de esta obra singular.
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Política
de las ciudades
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Los
políticos piden SOS ante los SMS
Las
nuevas tecnologías de la comunicación
revolucionan las formas de la movilización social.
Por Alberto Hernández Ibarzábal
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Una
de las tantas lecciones que deja la experiencia española
en campañas electorales, es que los SMS pueden
jugar un papel fundamental en la transmisión
de mensajes a través de redes de la sociedad
civil. Los mensajes de texto tendrán un mayor
impacto si existe un detonante, un evento, una causa
(en este caso fue un atentado terrorista mal manejado
por el gobierno) que favorezca o justifique la movilización
social.
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Cultura
de las ciudades
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¿Diversidad,
o una casa en los suburbios?
"Mi
novia Polly" y la variedad del Downtown neoyorquino.
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Ha
comprado una casa en los suburbios de New York para
vivir con su flamante esposa Lisa, de quien sin embargo
se separa en plena luna de miel (tranquilos, no contaremos
la película...). En el amargo regreso, al visitar
su casa soñada, un patrullero lo acosa con luces
y altavoces y le hace saber dos cosas: que estará
seguro y bien vigilado... y que al elegir esa vida en
los suburbios ha dicho adiós a su privacidad
y al apacible anonimato metropolitano.
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Nuevo
y exclusivo de
café de las ciudades
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Proyecto
Mitzuoda
Una ficción metropolitana contemporánea
(por entregas).
De
Carmelo Ricot, con Verónicka Ruiz
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Entrega 1: SOJAZO!
Un gobierno acorralado, una medida impopular.
Siembran con soja la Plaza de Mayo; Buenos Aires arde.
Y a pocas cuadras, un artista del Lejano Oriente deslumbra
a críticos y snobs.
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Café
Corto
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IV°
Concurso Fotográfico Mercociudades - Café Martínez
en San Isidro - Un siglo de Vivienda Social en la Ciudad de
Buenos Aires - X-BOYS Architectures - Coast2Coast - La gestión
del Patrimonio, centralidad y periferia - Espacios y lugares
colectivos - La comunicación en el reciclado de residuos
urbanos - Concurso para un nuevo barrio en Lugano (Suiza)
- "La cultura arquitectónica hacia 1900, revalorización
crítica y preservación patrimonial" - Locos
por el diseño
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