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AÑO 7 - NUMERO 66 - Abril 2008

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Título Subtítulo Ciudad
Número Revista
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Terquedades

Una mirada arrabalera a Buenos Aires

Terquedad de las clases medias (y sus críticos) I Columna a cargo de Mario L. Tercco

"...Terquedades será una tribuna de doctrina" (C. Ricot)


Muchos han sido los que han criticado a la clase media argentina y a su metonímico símbolo, la clase-media-porteña (en adelante en esta nota, CMP). Cuando era de izquierda, Juan José Sebreli llegó a justificar su supuesta propensión masturbatoria (trampas del lenguaje: "su" propensión es de la clase media, no de Sebreli) en Buenos Aires, vida cotidiana y alienación con el argumento de que el tipo de trabajo de carácter abstracto que esa clase realiza en oficinas y estudios profesionales la aleja de la acción física que sí desarrolla el obrero en la fábrica o en el taller. Desde las posiciones de la centro-derecha nacional y popular, Arturo Jauretche describió en El medio pelo en la sociedad argentina las falacias de un sector social que, más que a nuestra pequeña-burguesía criolla, corresponde a cierto sector del Barrio Norte y de San Isidro. Recientemente, Horacio Verbitsky ha hablado de un "bienpensantismo clasemediero" (y más recientemente, se ha complacido en exabruptos como "las personas más banales que perversas de las clases medias, para las que ante todo cuenta su casa, su familia, su seguridad, su auto y, como en la tira del dibujante francés Maurice Siné, su culo" o "el paladar de las clases medias, en las que el sentimiento gorila sigue idéntico a sí mismo, pese a la mutación del peronismo en una mera cáscara electoral").

Es más fácil rastrear en los anatemas al uso la huella de una pedantería oligárquica elitista y anti-inmigratoria (rastreable en La Bolsa, aquella novela de Julián Martel de 1891) que una verdadera reivindicación de las clases populares: éstas se limitan, en todo caso, a desentenderse de las mitologías de la CMP, más que a criticarla o a acusarla de su postergación.

Durante los tumultos de 2001 y 2002, que algunos quisieron ver como una emergencia revolucionaria, se inventó aquella consigna de que "piquete y cacerola, la lucha es una sola". Los recientes acontecimientos en las calles de Buenos Aires han tenido en ese sentido el mérito de desprestigiar a la vez el recurso pinochetista de las cacerolas y la fascinación de laboratorio por los piquetes. Quizás ahora se pueda hacer memoria y recordar la absoluta heterogeneidad y disímiles intereses de los que salían a las calles en aquellos días. Se ha dicho que lo que tengan de verdaderamente popular y de izquierda los gobiernos krchneristas vienen de aquellos mandatos desordenados que sintetizaba el "que se vayan todos"; el argumento olvida que el matrimonio platense-santacruceño era parte de ese "todos" y que la victoria del 2003 estuvo a punto de ser solo una utopía histórica, de haberse dado la segunda vuelta electoral entre dos neoliberales como estuvo muy cerca de pasar.

Se acusa a la CMP de veleidosa y malagradecida o, por el contrario, se la señala como una inteligente constelación de librepensadores cuyas alternancias electorales responden a un sesudo análisis renovado elección a elección en función de la supuesta independencia de caudillos y clientelismos. Ni lo uno ni lo otro. Tomemos por ejemplo la acusación que se lanza hoy desde alguna centro-izquierda y peronismo acerca de la supuesta traición de la CMP al presidente que la salvó de su decadencia.

Un primer análisis demuestra la falacia del argumento sobre la volatilidad de ese voto. Desde 1983 a 2000, y con la sola excepción del voto por Erman González en 1993 (en el momento de mayor popularidad del menemismo y con una candidata radical muy mediocre, además de la aparición de una tercera opción que comenzaba a ser el Frepaso de Chacho Alvarez), el voto capitalino fue tan homogéneamente leal a la Unión Cívica Radical como es peronista hasta hoy el voto de algunas provincias de las llamadas "feudos". Ese voto hasta aceptó la primera nominación de Anibal Ibarra a la Jefatura de Gobierno por imperio de esa disciplina partidaria o de pertenencia. Es la debacle radical de la mano de la presidencia de Fernando de la Rúa la que altera el panorama, no solo por el desprestigio del gobierno y la crisis económica, sino por la insistencia de la gestión delaruista en castigar duramente a su propia base electoral. Ahí están por ejemplo la reducción de salarios de empleados públicos, los ataques a la universidad pública y el "corralito" bancario (la debacle del partido radical no se debe tanto a haber promovido un pésimo gobierno como a haber atacado y abandonado de la manera en que lo hizo a la clase social que lo sustentaba). En las legislativas de 2001, los votos por personajes de historieta y otros exabruptos de las boletas electorales tienen que ver no solamente con el descontento ante la crisis sino con la insólita decisión de la intelligentzia delaruista de no presentar candidaturas.

En el 2003, ese electorado "veleidoso" acompañó disciplinadamente a los candidatos que el Presidente Kirchner le recomendó para frenar el avance de un posible competidor de centro derecha, Mauricio Macri. Votaron así la reelección de un poco eficaz Ibarra, acompañado del periodista y empresario Jorge Telerman. Cromañón mediante y con el consejo de aficionados a la política, esa fórmula volvió a repetir en 2005 la abstinencia para las elecciones legislativas. Así le fue a Ibarra, que no tuvo legisladores que lo apoyarán en su juicio político. ¿Qué hizo a todo esto el kirchnerismo con sus candidatos del 2003? Dejó librado a su suerte al Jefe de Gobierno que meses antes aparecía como posible vicepresidente; cerraba toda posibilidad al frívolo vicejefe devenido en el sucesor de Ibarra, pero sin demostrar la necesaria autoridad como para quitarlo de la lucha política para la renovación de la Jefatura en 2007. El mismo espacio político presentó así dos candidaturas a la misma elección y se autoexcluyó de toda posibilidad real de triunfo. ¿Quién es el veleidoso en esta historia, el electorado o los que lo desorientan dejando caer y obstruyendo respectivamente el paso a quienes habían promovido tres años antes?

Tampoco es cierta la falacia ecológica de sostener un cambio de sentido del voto, que giraría de izquierda a derecha de acuerdo a las conveniencias particulares y los azares de la historia. En todo caso, la diáspora radical motiva un desgranamiento de un voto que, en su matriz conservadora y eventualmente antiperonista, va a engrosar las cuentas de la derecha tradicional y sus eventuales aliados peronistas, mientras que en su componente de centroizquierda sufre la desorientación que sus propios referentes le imponen. No hay migración veleidosa, hay sectores ideológicamente definidos y, como en cualquier parte, sectores de escaso compromiso político que votan por conveniencia, moda o presión mediática.

Pregunto, para terminar mi hipótesis y sugerir el debate: ¿será, en definitiva, que este prejuicio anti-clase media es un prejuicio propio de un sector de la clase media?

MLT

Sobre el tema, ver también en café de las ciudades:

Número 15 I Política
Las 10 boludeces más repetidas sobre los piqueteros y otros personajes, situaciones y escenarios de la crisis argentina I Con un prólogo sobre la derecha, otro sobre Jauretche, y un epílogo sobre la consigna más idiota de la historia. I Carmelo Ricot


Mensajes Terccos>

- Propongo que en el artículo mensual del Arq. Tercco se plantee alguna forma para que el lector pueda opinar e idealmente, dialogar con él o con otros lectores. Por ejemplo: esta vez (Terquedad de los residuos) coincido totalmente con Tercco, pero quisiera saber qué propone a corto plazo. Les saluda

Lic. María Esther Fregenal

R: Gracias Maria Esther; la posibilidad de intercambio es fundamental; solo por el apuro de la primer Terquedad no incluimos un contacto en tal sentido, pero lo iniciamos en ésta. Sobre tu pregunta: no tengo una propuesta, en el sentido de un Programa estructural de recolección y disposición final de residuos (tampoco es tan fácil tenerlo y, en todo caso, no soy el Jefe de Gobierno...) pero si puedo señalar algunos puntos fundamentales:

- la necesidad de dicho programa
- la necesidad de reducir, reciclar y reutilizar los residuos
- la necesidad de una fuerte educación en tal sentido, ya que no se puede implementar sin consciencia ciudadana.

Cordialmente - MLT

Terquedades anteriores:

Presentación editorial (número 65)

Terquedad de los residuos

Urbanidad contemporánea
El sprawl de Shanghai
La "corta marcha" de la clase media china a los suburbios I Por Marcelo Corti

El modelo iconográfico de esta dispersión metropolitana no es distinto del de otros procesos contemporáneos similares: casas con jardín en distintas versiones de estilos arquitectónicos historicistas, cadenas globalizadas como Starbucks y Pizza Hut como referencias de servicios y cultura. No obstante, las fotos de algunas de las propiedades mostradas en la nota hacen pensar en una mayor participación del modelo de vivienda agrupada con respecto a la residencia individual de la que predomina en otras "huidas" (en especial, la norteamericana que sirvió de modelo original). Las fotos de Greg Girard que ilustran la versión digital de la nota muestran la convivencia de mansiones individuales junto a edificios en altura y viviendas agrupadas de 4 o 5 pisos de altura.

Economía y Política de las ciudades
Sobre el conflicto agropecuario en la Argentina
Equidad regional, competitividad de las ciudades y calidad institucional: retos para una política económica de objetivos múltiples I Por Fabio Quetglas

Si no queremos caer en los riesgos de la "sobre-especialización" económica, no sólo debemos imponer tributos que socialicen la plus-renta agraria, también debemos fortalecer nuestras otras ofertas económicas. Si en un momento la existencia de bajos costos internos por un tipo de cambio elevado nos dio envión, no es lógico apoyar nuestra competitividad solo en una moneda devaluada. Y la competitividad como Nación depende de la competitividad de nuestras ciudades, que en muchos casos es notablemente insuficiente, sobre todo en el actual proceso de cambio de escala de muchas de ellas.

 
Aprobar y mejorar el PUA
Presentación en la Audiencia Pública del Plan Urbano Ambiental de Buenos Aires I Por Marcelo Corti

El resultado ha sido el fracaso de la Ciudad Autónoma en darse un Plan Urbano Ambiental; no es hoy relevante para el futuro establecer quienes han sido los responsables de este fracaso, o cuales han sido las cuotas de responsabilidad de cada sector. La pregunta que deben realizar los legisladores porteños al considerar la sanción definitiva de este proyecto es, en cambio, cómo contribuye la aprobación del PUA a la resolución de este escenario de conflictividad de base urbanística y cuales serían las consecuencias de una nueva dilación. Continuar con la situación actual implica, en la práctica, continuar con el Código de Planeamiento Urbano derivado del Plan de 1962 y su propuesta de sustitución del tejido histórico de la ciudad; una idea de ciudad que hoy resulta obsoleta y que se agrava por el desquicio normativo que las sucesivas y contradictorias modificaciones han ocasionado a dicho Código.

 
El Plan Estratégico Territorial y la construcción de la Argentina deseada
La búsqueda de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública I Por Marcelo Corti

No se trata ya de una mera apuesta neokeynesiana de generación de empleos y corrección de desajustes ocasionados por la economía neoliberal en sus diversas versiones, sino de una vocación política explícita y estructural. Voluntad y prudencia recorren la totalidad del texto; la misma portada describe el avance presentado como un "Proceso de construcción conducido por el Gobierno Nacional mediante la formación de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública". Un texto relativamente breve enuncia a la vez el carácter de proceso en el tiempo y de construcción de lineamientos, la conducción pública que se realiza de este proceso, la importancia de los consensos para su validación, y el rol que se asigna a la inversión pública como conformadora del territorio.

 
Una ciudad amiga de los niños y niñas
"Nos sentimos inseguros cuando las calles están calladas" I Por los Consejos de Niños y Niñas de la Ciudad de Buenos Aires

Para la renovación del mobiliario urbano, diseñamos varios objetos pensando en los deseos de las personas que llegan a un parque. Para los que desean encontrarse con otros diseñamos dos nuevos tipos de bancos públicos. Ellos son: los bancos charleros y los bancos materos. Para los que desean buscar formas en las nubes, los bancos resortines inclinados hacia el cielo. Y para los que quieren escuchar un cuento, los bancos cuenta-cuentos con dispositivos de sonido parecidos a los que hay en el Rosedal. También nos gustaría que en los espacios públicos coloquen teléfonos públicos de nuestra altura. Pensando en las calles nos gustaría que haya asientos en las esquinas para que los vecinos se sienten a conversar y nos cuiden -como en varias ciudades del mundo-, y que algunas veredas estén pintadas de colores.

 
Las movilizaciones ciudadanas en Salta y Tucumán
El Norte argentino en defensa de su patrimonio urbano arquitectónico I Por Marcelo Corti

La naturaleza del fenómeno y de su objeto merecen análisis más amplios: que liguen, por ejemplo, esta defensa de las identidades culturales a la cuestión Global vs. Local, uno de los debates más fuertes de nuestro tiempo. O desde la especificidad patrimonial, la búsqueda de una diagonal superadora entre la indiferencia elitista o comercial de alguna parte de la disciplina arquitectónica y la visión "té canasta" de algunos bienintencionados (como Sergio Kiernan haciendo el panegírico de la Torre Grand Bourg desde el M2 de Página 12). Desde la discusión urbana contemporánea, las noticias que nos llegan del Norte (el nuestro, en este caso...) traen a la memoria la muy reciente y también "espasmódica" (por la rapidez de su gestación, por la virulencia de las protestas, por sus consecuencias sobre la gestión urbana) polémica de "las torres".

 

Consultas sobre escuelas peronistas, cuenca del Riachuelo y la naturaleza en la ciudad; un diario de viaje por Montevideo y un proyecto colectivo sobre hábitat e inclusión.

 

Metrópolis Saludables - A (des)construção do caos: propuestas urbanas para São Paulo - Cursos en ETHOS - Artificialmente Natural, en Santa Cruz de la Sierra - Mesa de trabajo de Antropología Urbana - Hábitat y Pobreza Urbana, en la FADU-UBA - Go Civic, concurso de arquitectura escolar en Prato - Jornadas KRAX 2008, en Barcelona - Gestión Local del Hábitat, en Rosario - Ciudad Inclusiva, en Rosario - Proyectar en ámbito fluvial, en Milán - Imaginarios urbanos y participación social, en Costa Rica - Taller de Teatro en Buenos Aires - Os Urbanitas, revista de antropología urbana - Del río no me río - Inflamable - Estudio del sufrimiento ambiental - Cómo ganar amigos (en una torre country)


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño:
Laura I. Corti
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

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