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AÑO 7 - NUMERO 69 - Julio 2008

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Título Subtítulo Ciudad
Número Revista
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Terquedades

Una mirada arrabalera a Buenos Aires

Terquedad de las villas y los funcionarios I Columna a cargo de Mario L. Tercco

“...Terquedades será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)

 

El Jefe de Gobierno acaba de anunciar, o más bien sugerir, la realización de un plebiscito para que los ciudadanos porteños decidan si aceptan pagar un aumento de sus contribuciones (o resignarse a que no se hagan otras obras) para así poder solventar los gastos de urbanización de las villas miseria de la Ciudad. Según lo declarado por Macri en la entrevista que publicó La Nación el pasado domingo 8 de junio, la medida no incluye a las Villas 31 y 31 bis de Retiro: “creemos que ese asentamiento no se puede urbanizar, por el peligro de su ubicación [junto a las parrillas ferroviarias] y porque se trata de un lugar insalubre”. Sin embargo, a escasa distancia de la villa, en el exclusivo vecindario de Palermo Chico, los contrafrentes de la calle Juez Tedín limitan sin demasiado escándalo con la misma parrilla ferroviaria, como en tantos barrios de los más variados estratos sociales en la ciudad. 

 

La mítica villa del Padre Mujica y la obstinada recurrencia de su reconstrucción y crecimiento es con seguridad, y parafraseando a J. W. Cooke, el “hecho maldito de la ciudad burguesa”… Su actual proceso de densificación en altura, y su extrema visibilidad desde puntos tan estratégicos como la autopista Arturo H. Illia y la Terminal de Ómnibus, le dan además un plus de molestia, reflejada en cartas a los diarios, editoriales e informes periodísticos que oscilan entre la preocupación por la estética urbana y las dudas sobre la estabilidad y seguridad de las construcciones en marcha (“rascacielos”, según alucinó Joaquín Morales Solá hace algunas semanas).

Macri propone en la entrevista el traslado y reubicación de los habitantes de la “31”; “pero es un proceso que hay que realizar de a poco, mediante el diálogo con la gente, y con el compromiso de darles vivienda en otro lugar. Ellos deben tener confianza en la palabra de este gobierno. (…)Yo puedo mandar a los inspectores a verificar construcciones peligrosas en altura, que aparecen todos los días, pero no tengo poder de policía para ordenar el desalojo”, debido a la jurisdicción del Estado Nacional sobre las tierras.

Ya hemos analizado en el número anterior las consecuencias de que una administración aplique modelos políticos que no le son propios; en este caso, el sesgo ideológico de la actual administración influye en sus consideraciones sobre la Villa 31 pero también en este aparente impasse sobre las anteriores promesas de urbanización para las villas del sur (incluso aunque el macrismo obtiene en ellas alguna satisfacción, como su victoria en las elecciones para la Junta Vecinal de la 21-24 de Barracas).

 

La propuesta de plebiscito es claramente una tentativa de manipular a la opinión pública. Realizarlo implicaría dividir a la sociedad sobre una cuestión presupuestaria, tensar peligrosamente la convivencia ciudadana a partir de las campañas en uno u otro sentido, y dar pie para una discusión casi asamblearia de prácticamente cualquier medida más o menos trascendente de gobierno. Como señala el Equipo de Sacerdotes de Villas de la Arquidiócesis de Buenos Aires en la Carta Abierta que hicieran llegar al Jefe de Gobierno, “es el Ejecutivo de la Ciudad el que tiene que tener una mirada más global de la situación de estos barrios más postergados de la Ciudad. Ya en el año 1968, durante el gobierno de facto del general Onganía, se planteó un “plan de erradicación de las villas de emergencia de la Capital Federal y Gran Buenos Aires”, y mientras se reubicaba a la gente, se decretó un 'congelamiento' de las villas por el cual no podían realizarse nuevos asentamientos, construir, o albergar nuevas familias. Evidentemente fracasó porque no tuvo en cuenta que la causa real del crecimiento de las villas no es la falta de decretos, sino la falta de trabajo y de posibilidades de vida en los lugares de origen de los habitantes. Creemos que el marco de solución de este problema es más amplio y tiene que articular la participación de las provincias, el estado y la ciudad”.

Estas últimas frases enlazan con una referencia válida que hay que reconocer en el discurso del gobierno, tanto en las palabras de Macri como en las declaraciones posteriores de su Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta: la persistencia en el crecimiento de la demanda, en muchos casos a partir de las ineficiencias de otras jurisdicciones. Es imposible resolver el problema villero desde el exclusivo ámbito jurisdiccional de la Ciudad, sobre todo si no se logra dotar de calidad urbana a las periferias del Gran Buenos Aires. Como tantos otros, el problema de la vivienda en la Ciudad es un problema metropolitano e incluso nacional, relacionado con la ocupación global del territorio argentino, con la situación de las economías regionales y con el rol de las ciudades y sistemas urbanos intermedios. Pero discutir estas cuestiones implica ir más allá de los prejuicios de clase o de las preferencias estéticas sobre el paisaje urbano del downtown porteño, al tomar la 9 de Julio desde el norte…

MLT

 

Sobre el tema, café de las ciudades realizará la mesa debate “¿Es posible urbanizar las Villas 31 y 31 bis de Retiro?”, el próximo martes 22 de julio a las 19 horas en el auditorio de la Casa de Corrientes (ver café corto).

 

Sobre las villas miserias de Buenos Aires, ver la nota La ciudad del Mundial ’78 en este número de café de las ciudades. Y en otros números:

Número 61 I Economía y Política de las ciudades
Acordate que la tierra no es de nosotros...
I El mercado inmobiliario en las villas de Buenos Aires, según María Cristina Cravino I Marcelo Corti I

Número 56 I Tendencias (I)
Transformaciones estructurales de las villas de emergencia
I Despejando mitos sobre los asentamientos informales de Buenos Aires. I María Cristina Cravino I

 

Mensajes Terccos> 

Terquedades anteriores:

Presentación editorial (número 65)

Terquedad de los residuos

Terquedad de las clases medias (y sus críticos)

Terquedad del Instituto

Terquedad de los modelos

 

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Cultura de las ciudades
Happy together
Cine y ciudad en cinco episodios (y la reconstrucción de Metrópolis en Buenos Aires) I Por Marcelo Corti

Si esa decadencia fuera cierta, y uno la asociara al monopolio de las grandes salas (Buenos Aires, alguna vez capital cinéfila, hoy tiene menos diversidad en su cartelera que en la época de la dictadura…), tendríamos argumento para hablar de las “decadencias” paralelas del cine y de la ciudad. Pero otro argumento posible es que las viejas salas de cine (esas que, según Hitchcock,  “nunca morirán porque las señoras las necesitan para lucir sus tapados”), han sufrido un proceso de reconversión expansiva como el de la ciudad globalizada. El “cine difuso” que se baja por Internet, que se vende en las calles, que se experimenta en cable, sería el equivalente de las urbanizaciones periféricas y la ciudad dispersa.

Cultura y Política de las ciudades
Teoría general de la ciudad perfecta
Fragmentos de la Política aristotélica I Por Aristóteles

No repetiremos por qué la ciudad debe ser, a la vez, continental y marítima, y en relación, en cuanto sea posible, con todos los puntos del territorio, puesto que ya lo hemos dicho más arriba. En cuanto a la situación considerada en sí misma, cuatro cosas deben tenerse en cuenta. La primera y más importante es la salubridad: la exposición al Levante y a los vientos que de allí soplan es la más sana de todas; la exposición al Mediodía viene en segundo lugar, y tiene la ventaja de que el frío en invierno es más soportable. Desde otros puntos de vista, el asiento de la ciudad debe ser también elegido teniendo en cuenta las ocupaciones que en el interior de ella tengan los ciudadanos y los ataques de que pueda ser objeto.

 
El juez y el Pompidou
El patrimonio de Buenos Aires y cómo defenderlo I Por Marcelo Corti

Pero, por suerte, queda aun mucho por preservar y renovar (las dos fases de una ciudad que respeta su pasado): no solo los petit hotel de Recoleta y Barrio Norte, sino también los barrios obreros del sur, la buena arquitectura moderna y racionalista (la de los maestros y la de los anónimos), o hasta las fallidas utopías de nuestros conjuntos de vivienda que esperan su apropiación definitiva por la ciudad. Yo aprecio a los que reclaman por la belleza de la ciudad, aunque a veces no coincida en sus argumentos o en sus gustos (cuando por ejemplo el M2 de Página 12 reivindica la Torre Grand Bourg). Por eso me preocupa que lo que voy a decir a continuación se entienda como soberbia de un técnico frente a la legítima expresión de un ciudadano.

 
La ciudad del Mundial ‘78
La fiesta de la dictadura y sus huellas en Buenos Aires I Por Marcelo Corti

La villa miseria del Bajo Belgrano, de donde era originario el formidable “wing” derecho Reneé Housseman, fue compulsivamente erradicada para “limpiar” y dotar de un paisaje “adecuado” el área por donde pasarían periodistas extranjeros, turistas, dirigentes y demás personas “importantes” y “de bien”.  En los terrenos “liberados” se implementó poco después una urbanización especial incorporada al Código de Planeamiento Urbano (sancionado un año antes del Mundial) como “U23”. En pocos años la zona expulsó a la mayoría de sus antiguos vecinos pobres y se pobló de torres de vivienda colectiva de alto standard, privilegiadas por las vistas cercanas al río y a los bosques de Palermo, y de residencias de lujo.

 
La mitad de lo urbano
Algunas proposiciones sobre el espacio público I Por Marcelo Corti

El espacio público es la “mitad” de la ciudad (no siempre en términos cuantitativos, pero sí en lo conceptual), la otra mitad la ocupa el espacio privado, que es en general construido con distintos modos de ocupación del suelo. Ambos se condicionan y conforman: el espacio público es conformado por los límites y continuidades del tejido urbano construido; las construcciones privadas son servidas y condicionadas en su desarrollo por el espacio público. El Estado construye y mantiene el espacio público (por sí o por intermediarios privados y sociales) e interviene sobre la construcción privada mediante la normativa.

 
Mentholiptus
Abolir el deseo y la esperanza I Por Carmelo Ricot

La pasó a buscar por un edificio público frente a Plaza de Mayo, donde ella estaba haciendo una pasantía. Llovía de a ratos, hacía el frío suficiente como para lucir un pañuelo al cuello que a él le parecía buen detalle (ella lo consideraba así, supo un tiempo después). Tomaron un café, más que nada porque el sentía una cierta falta de comunicación y quiso una transición emocional antes de internarse en un lugar donde ella conocía a la gente y podía ejercer un dominio topológico. Aún así, la frialdad (puramente subjetiva, y que no implicaba torpeza ni desatención por su parte) duró un rato más. Ella compró un paquete de pastillas “Mentholiptus” y tomaron un taxi hasta el cabaret.

 

El TransMilenio, un proyecto de ley en Santa Fe, consultas sobre teatro rosarino y torres porteñas, repercusiones de “Mi vida en dictadura” y comentario a una curiosa hipótesis de Joaquín Morales Solá.

 

¿Es posible urbanizar las Villas 31 y 31 bis de Retiro? - Por la Estación Pugliese del Subterráneo de Buenos Aires - La UNGS y la comunidad reflexionan sobre la problemática del suelo urbano - Toni Puig y el rediseño de ciudades desde la cultura (Berlín - Medellín - Buenos Aires) - Jornadas Intermunicipales de Desarrollo Urbano, en Buenos Aires - Imaginarios urbanos y participación social, en Costa Rica - 10º Seminario Montevideo: el anillo perimetral de transporte - Accesibilidad, del gesto al hecho - La ciudad americana, en la Universidad Di Tella - Transformaciones Territoriales, en Curitiba - XIV Encuentro de la Red ULACAV - Jardines históricos y turismo cultural - Subsidios MAPFRE - UCES a la investigación: problemática ambiental urbana y empresaria - Premio UCES “Hacia la Excelencia Ambiental Empresaria” - Turín, biografía de una ciudad - La calle es nuestra.

 

 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño:
Laura I. Corti
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

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