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Año 9 / Número
88 / Febrero 2010
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REVISTA
DIGITAL / Aparece
el primer lunes de cada mes
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Número
4
"Muros
y fronteras"
La
problemática de la segregación socio-espacial
en el territorio urbano.
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> SUMARIO |
Terquedades |
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Una
mirada arrabalera a Buenos Aires.
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Terquedad
del gorilismo (y de las palabras)
I
Columna
a cargo de Mario L. Tercco |
“...Terquedades
será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)

El
cordón que se desató del conurbano,
nota de Alejandra Dandan en Página
12 del lunes 1º de febrero, estudia la correlación
socio-territorial y política entre los llamados cordones
del Area Metropolitana bonaerense y el voto en las distintas
elecciones nacionales. De su lectura, que no carece de
interés, me molestó sin embargo un fragmento, no atribuible
en principio a la autora. De ese fastidio surge esta Terquedad
de febrero, dedicada al habitual (y creo que no inocente)
equivoco alrededor de una palabra del lenguaje político
argentino.
Resulta
que Isidro Adúriz, “consultor político” entrevistado para
la nota, describe así el voto del segundo cordón metropolitano:
“Salvo la porción
de San Isidro que pertenece al segundo cordón, parte de
San Fernando, parte de Morón e Ituzaingó, el resto del
voto del segundo cordón, a mi entender, no tiene nada
que ver con la
Capital. Si hay cambios, pueden ser a
futuro, pero de momento me parece que el voto es bien
peronista, mientras que el voto de la Capital y del primer cordón es tradicionalmente gorila en sus diferentes
variantes: conservadora o progresista”.
Quiero
(como Girondo) dejar algo perfectamente aclarado: el uso
de la palabra “gorila” no me molesta por su connotación
peyorativa sino por la intención encubierta con la que
suele endilgarse a cualquier persona que no milite o simpatice
con el peronismo. Es el sentido con el que lo usa Adúriz
en su intervención y abreva en una vieja fuente no exenta
de fundamentación histórica, pero convertida ahora en
un estereotipo peronista: la asimilación del “resto” del
pensamiento político argentino a un maridaje profundo
de izquierdas y derechas (categorías políticas que en
la tradición interpretativa de Arturo
Jauretche no resultarían de utilidad para explicar
la compleja realidad socio-política argentina) contra
el “pensamiento nacional”, agotado y resumido (según otra
vertiente autosatisfactoria de la misma escuela) en el
propio peronismo.

Alguien
dirá que la palabreja tiene, en la frase de Adúriz, una
simple connotación folklórica, no demasiado distinta a
la que en la jerga futbolera tiene el uso de palabras
originalmente despectivas (cuervo, leproso, quemero, bostero,
gallina, canalla) que terminan siendo asumidas con orgullo
por los hinchas a los que se pretendió ofender en algún
momento. Contra esto tengo dos objeciones. Primero: Adúriz
está hablando de un tema que se supone es su especialidad
profesional; no parece haber mucho lugar para la chicana
de café. Más importante: solo un pequeño porcentaje del
universo no peronista podría asumir con algún cariño la
denominación de gorila. Decir de alguien que es “radicha”
o “radicheta” por su adscripción a la Unión Cívica
Radical no es en principio ofensivo, y más de un radical
se autodefine con esa metáfora vegetal… Progre, conserva,
trosko, peruca, pueden ser usados con algún sentido despectivo
(sobre todo si se dicen en un contexto de gentes que no
comulguen con las militancias a las que aluden) pero en
general sus destinatarios no opondrán demasiado reparo
a esas formas coloquiales de identificarlos.
Otras
palabras, sin embargo, tienen valencias más discutibles.
Decir de un peronista que es “peroncho” es una forma de
asociar la identidad política con la discriminación étnica
que algunos sectores profesan para con los “negros” (sin
embargo, el “cabecita negra” o el “grasita” terminaron
siendo aceptados por el propio peronismo con una orgullosa
reivindicación de clase). La palabra “zurdo”, referida
a militantes de izquierda, está asociada en general a
las persecuciones y amenazas: el “fuera zurdos” de las
internas sindicales o las expulsiones colectivas de Lorenzo
Miguel en el `83 o el propio Perón en el `74.
En
un sentido similar, ser gorila no es lo propio del no
peronista (vale decir, de al menos el 60 de la población
argentina, vote circunstancialmente o no al peronismo)
sino la actitud cerril y visceralmente antipopular de
una derecha a la vez cultural y política (y generalmente,
económica). Es el mismo sentido que tiene la expresión
en la mayor parte de América Latina (similar por ejemplo
al “momio” chileno). Ser gorila es ser golpista, es ser
intolerante con la diversidad social y política, es negar
el derecho ciudadano del pobre o del mestizo y su acceso
al espacio público, es apreciar el autoritarismo político
y la violencia puesta al servicio del poder. El gorila
argentino avala y reivindica los bombardeos del ´55, los
fusilamientos de José León Suárez, las proscripciones
y las desapariciones, pero también el acoso a los gobiernos
democráticos, los golpes contra Illia y Frondizi, las
campañas sucias contra Alfonsín y la noche de los bastones
largos contra la universidad pública. El gorilismo argentino
no abarca todo el no-peronismo (ni excluye a todos los
peronistas).

Las
palabras, consultor Adúriz, no son ingenuas (y menos lo
son los consultores). Hoy se pretende que nuestra elección
política y ciudadana está entre unos especuladores de
Calafate y unos estancieros de Carlos Tejedor, entre Carta
Abierta o el grupo Aurora, entre Moreno (Guillermo, no
Mariano) y Posse (Abel, no Gustavo, aunque en este caso...),
entre Scioli (que todavía no se fue) y Cobos y Redrado
(que se fueron cuando les convino), entre el bigotudo
que maldice y la rubia que predice. No es momento, y en
esto tengamos todo el cuidado del mundo, de aceptar que
nos defina el que nos desprecia.
MLT
Ver
la nota El
cordón que se desató del conurbano, de Alejandra
Dandan en Página 12 del lunes 1º de febrero.
Y
sobre Jauretche y sus usos:
Número
15 | Política
Las
10 boludeces más repetidas sobre los piqueteros y otros
personajes, situaciones y escenarios de la crisis argentina
| Con un prólogo sobre la derecha, otro sobre
Jauretche, y un epílogo sobre la consigna más idiota de
la historia. | Carmelo Ricot
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Terquedades
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IMPRIMIR
NOTA
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Cultura
de las ciudades |
De
los barrios al centro
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Imaginarios
del habitar según las letras del tango rioplatense
I
Por
Mario Sabugo |
El
barrio es un paraíso perdido. La imaginación del regreso
es una imaginación del descanso, del alma abrumada y
escéptica que ha ascendido volando, y ahora trata penosamente
de descender, como Odiseo,
al barrio de donde ha salido. El barrio es lo que ya
no existe. El barrio es el sitio que está iluminado
en general por la luna y por las estrellas de modo tenue,
tibio y silencioso. Debajo el farol, con su luz mortecina,
luz de intimidad. Hay barrio siempre y cuando un farol
alumbre en la noche. Las luces satánicas del centro
“embarullan”, quitan la cordura, hacen de imán de la
locura. En el centro no hay más que locos y ciegos.
El barrio es donde están los pájaros quietos, pájaros
de nido que cantan. El héroe tanguero
por excelencia, Carlos Gardel, es un zorzal que toma
por asalto el centro y el mundo, cantando el tango,
sin renegar del barrio.
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Hacia
la función social de la actividad urbanística en la Provincia de Corrientes |
Nuevas
reglas, otros desafíos.Un
análisis crítico de la legislación argentina (VII)
I
Por
José Luís Basualdo |
Alegar
la función social de la actividad urbanística equivale
en primera instancia a la limitación expresa a la institución
de la propiedad al ponerla en función de de la dimensión
social de la actividad urbanística. Pero la apuesta
sube cuando se habla de la posibilidad de intervención
por parte del Estado en el mercado de tierras a través
de la recuperación de plusvalías generadas por la intervención
del Estado, tanto sea por aplicación de normativa como
de la ejecución de obras públicas. Ahora bien, entendiendo
al Estado como la instancia colectiva de la sociedad,
creemos que le corresponde al mismo (al Municipio en
el caso de las ciudades) la competencia en lo atinente
a la recuperación de las plusvalías generadas por el
proceso de urbanización.
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La
mirada del flâneur |
Pinche Enchilada Chilanga
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Lo
chingado y lo torcido en la ciudad sobre el lago
I
Por
Sergio Zicovich Wilson |
Los
sacerdotes lo deben haber puteado en varios idiomas,
aunque para adentro, ya que no era un dios muy tolerante
que digamos. Fuera porque la fiereza demostrada por
esta gente metió miedo a los vecinos, fuera porque la
islita interesaba poco, el caso es nadie les impidió
hacerse fuertes en ese sitio que, con el tiempo, empezó
a quedarles chico. Como su proceso de construcción imperial
estaba aún demasiado en pañales como para vivir del
laburo ajeno, no tuvieron
más remedio que crecer ganándole al lago tierras de
cultivo. Así es como llegamos a las chinampas, que eran
como balsas sobre las que se colocaba una capa de tierra
y se cultivaba. Las raíces bajaban a través del agua,
anclaban la balsa al fondo del lago y, con el tiempo,
el agua se hacía barro y la balsa lograba una cierta
apariencia de tierra firme. Solo una apariencia.
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El
espesor del lugar: la falda del Cerro y el sector oeste
de la Bahía de Montevideo |
Logística
y conformación del territorio
I
Por
Lina Sanmartín Sangiao |
Al
consignar las localizaciones preferenciales de las que
la logística se apropió históricamente, es posible reconstruir
la selectividad territorial que se produjo. Los itinerarios
que vinculaban sus interacciones, los sectores de ciudad
que la acogían y los sectores de ciudad de los que era
expulsada, ocasionaron tensiones en el territorio que
aún hoy son perceptibles. La legislación fue uno de
los factores que apoyó la segregación de la logística,
en función del status de la actividad. La segregación
no sólo puede visualizarse específicamente en algunas
ramas de la logística, sino en las trayectorias que
ha desarrollado en el espacio. Permanece al presente
la estigmatización de esos espacios y el evitar su atravesamiento.
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La
actualización del Plan Integral de Saneamiento para la Cuenca
Matanza Riachuelo
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Hacia
la reversión de una deuda ambiental y social
I
Por
Grisela García Ortiz |
Finalmente,
el día 29 de enero de 2010, el
Consejo Directivo de la Autoridad de Cuenca Matanza
Riachuelo se reunió para
aprobar el
nuevo Plan Integral de Saneamiento Ambiental, cuya presentación
se hizo efectiva ante el Juzgado Federal de Quilmes,
a cargo del
Dr. Luis Armella, al finalizar la feria judicial el día lunes 1º de febrero de
2010. El cuidado del ambiente no es una actividad gratuita,
rápida ni simple. Requiere inversiones y políticas globales
de premios y castigos y en especial un cambio cultural
importante por parte de todos los agentes. Mientras
que la Justicia ha planteado
las bases del qué hacer, las distintas Jurisdicciones
que integran ACUMAR continúan dirimiendo el cuando y
el cómo.
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Ganar
la calle, aquí y allá |
Una
visión integral del transporte urbano y la ciudad
que genera: los libros de Manuel Herce y Andrés
Borthagaray I Por
Marcelo Corti |
Los
enfoques más innovadores de la movilidad urbana
superan en la actualidad la visión aislada del
transporte que caracterizó algunas décadas
atrás a la planificación mecanicista.
Como estructurante de la ciudad, el área destinada
al movimiento de las personas y las cargas constituye
el espacio público por excelencia y define la
ciudad contemporánea. La publicación de
dos libros sobre el tema, en Europa y en Latinoamérica,
coincide en su consideración desde estos enfoques
integrales. Sobre la movilidad en la ciudad, de Manuel
Herce, incorpora desde su mismo subtítulo la
idea de derecho ciudadano aplicado a la cuestión.
¡Ganar la calle!, dirigido por Andrés Borthagaray,
rescata la conformación física, el diseño
urbano de la vialidad, como un factor esencial de urbanidad.
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Agradecimiento
del Parque; problemas con navegadores, su solución en
curso y una advertencia sobre el Paseo de la Costa de Vicente López.
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Jóvenes
arquitectos y arquitectas, una investigación de PresS/Tfactory - Bienal Iberoamericana de Arquitectura
y Urbanismo, en Medellín - Concurso internacional para
la selección del Director del CREAA - Rauschenberg en Bilbao - Especialización en Servicios Municipales,
en Lima - Maestría en Ordenamiento del Territorio,
en Mendoza- Maestría
en Economía y Desarrollo Industrial, en la
UNGS - Mitteleuropa
con Eternautas - Concurso
estudiantil sobre Vivienda Social, desde Rosario - Barcelona:
el archivo del CCCB, abierto a consulta pública - Fórum
Urbano Mundial, en Río - Seminario de antropología,
ciudad, arquitectura y territorio, en París - Curso
de Rehabilitación de los Centros Históricos y Barrios
Degradados en La Habana - XI Coloquio Internacional de Geocrítica, en Buenos Aires - Ciudades para todos, en Viena - Bicentenarios en acción - El Bicentenario
en Córdoba - Los niños destructores y el Rally Dakar.
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
Marca en trámite
Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco
Las notas firmadas
no expresan necesariamente la opinión del editor.
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