“...Terquedades
será una tribuna de doctrina” (C. Ricot)

Dos
notas recientes de café
de las ciudades planean enfoques ciertamente
optimistas sobre la actualización del Plan Integral de Saneamiento
Ambiental (PISA) de la cuenca Matanza-Riachuelo. En enero, Artemio
Abba sostiene en “Amanece, que no es poco” que “este
inédito interjuego de la
Administración, los Legisladores y la Justicia abre en materia
de interjurisdiccionalidad nuevos
caminos que parecían cerrados en un Estado de organización federal
como el argentino”. Al mes siguiente, Grisela
García Ortiz escribe en su nota sobre la actualización del PISA:
“si al Plan consensuado
le sumamos los avances relacionados con el crédito del Banco
Mundial para las importantes obras hidráulicas cuyo proceso
licitatorio ya fue lanzado por AYSA a finales del año 2009,
el panorama permite vislumbrar una luz de esperanza que esperemos
pueda sortear las contingencias políticas del período venidero”.
Las
conclusiones de un análisis circunscripto
al puro y duro texto del Plan podrían chocar con las miradas
de Abba y Garcia Ortiz. De la lectura de la actualización
del PISA presentado al Juez Luís Armella el 1º de
febrero pasado surgen por ejemplo las siguientes consideraciones:
-
La metodología de marco lógico utilizada ha requerido un gran
esfuerzo intelectual y de tiempo para su implementación, recursos
ambos extraídos a otras instancias indispensables del Plan,
en especial la integración de componentes o mandas y la profundización
de las conceptualizaciones sobre sus diversos aspectos. En definitiva,
“inflación” metodológica y debilidad conceptual.
-
El Plan resulta así un compendio de componentes parcelarios
fragmentados, no concurrentes en una estrategia integrada.
-
Los distintos componentes presentan grandes divergencias en
cuanto a su desarrollo y precisión, en especial en cuanto a
la consistencia metodológica e intelectual, índole de las tareas,
indicadores de cumplimiento, requerimientos presupuestarios,
etc. Hubiera sido quizás preferible realizar en primer lugar
la integración estratégica de las diversas mandas para recién
entonces recurrir al enfoque de marco lógico.
-
Falta asimismo una mayor claridad en cuanto a la forma de integración
y participación de las distintas jurisdicciones y competencias
y el status jurídico de ACUMAR.
Sin
embargo, existe una “diagonal” que puede explicar esta aparente
contradicción entre el optimismo de la voluntad de los articulistas
de cdlc
y el pesimismo de la razón técnica que surge del
análisis del Plan (pesimismo que hasta podría cuestionar la
propia naturaleza de “Plan” que se atribuye al documento). Todo
lo deshilvanado que se quiera, el PISA constituye una notable
articulación de tareas entre tres jurisdicciones estatales:
la Nación,
la Provincia
de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. Aún en épocas en que estas jurisdicciones coinciden
en su color político, resulta difícil ponerlas de acuerdo en
un objetivo de planeamiento y gestión del territorio; las fuertes
diferencias que en la actualidad existen entre la
Nación y la
Ciudad, el rol subordinado del gobierno provincial
y los particularmente problemáticos momentos políticos de los
tres actores hacen que sea particularmente sorprendente la coincidencia
en la formulación del Plan (para que quede claro: soy de los
que creen que la dificultad de coordinación no es un atributo
exclusivamente argentino y que en la mayor parte de los países
del mundo es igualmente dificultoso lograr un acuerdo inter-jurisdiccional
del tipo del que hasta ahora estaría evidenciando el PISA):.
Se
dirá que existe un mandato judicial que inclusive a partir de
la coerción punitiva de las multas incide en la voluntad de
las autoridades políticas. Es cierto, aunque sobran en la Argentina ejemplos de desobediencia
manifiesta de los poderes ejecutivos a los mandatos de la Justicia. Aun cuando se desconfíe
(con justa razón) de la judicialización
de las decisiones políticas (particularmente evidenciada en
recientes cuestiones de ordenamiento territorial y ambiental,
como por ejemplo la cuestión de “las torres” en la
Ciudad de Buenos Aires) este episodio de coordinación
interjurisdiccional forzada resulta
de singular interés, en especial en el marco de una región metropolitana
tan necesitada de ella como es la bonaerense.

Se
ha dicho que Dios escribe derecho sobre renglones torcidos;
algo semejante podría decirse de este raro episodio de lucidez
política (forzada…) que están exhibiendo las jurisdicciones
clave en la gobernabilidad de la Región
Metropolitana de Buenos Aires. Creo que esta
situación puede entenderse como una bisagra hacia la institucionalidad
metropolitana de una ciudad que la necesita, y de allí el optimismo
de las notas citadas, que comparto.
MLT
Ver
la actualización del Plan
Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanza
- Riachuelo.
Sobre
el Riachuelo, ver también en café
de las ciudades:
Número
3 | Ambiente
La
cuenca del Riachuelo | Consensos
para la acción en el sector más postergado de Buenos Aires.
| Marcelo Corti
Número
32 | Recorridos
El
Riachuelo recobrado | La ilusionada navegación
de una utopía urbana. | Marcelo Corti
Número
88 | Planes de
las ciudades (II)
La
actualización del Plan Integral de Saneamiento para la Cuenca
Matanza Riachuelo | Hacia
la reversión de una deuda ambiental y social | Grisela García Ortiz
Mensajes
Terccos>
Terquedades
anteriores:
Presentación
editorial (número 65)
Terquedad
de los residuos
Terquedad
de las clases medias (y sus críticos)
Terquedad
del Instituto
Terquedad
de los modelos
Terquedad
de las villas y los funcionarios
Terquedad
del Cartel
Terquedad
de “los vecinos”
Terquedad
de los votantes
Terquedad
de Norberto Chaves
Terquedad
del Plan Urbano Ambiental
Terquedad
morfológica
Terquedad
de la Emergencia
Terquedad
de Don Julio
Terquedad
Basura Cero
Terquedad
de las Guías (los itinerarios de Eternautas y la ciudad bizarra
de Daniel Riera)
Terquedad
de las políticas urbanas
Terquedad
Electoral
Terquedad
de Puerto Madero y los paseos costeros
Terquedad
del Fútbol (dePrimente)
Terquedad
de los vecinos y los medios
Terquedad
Catalinaria
Terquedad
2-13-31
Terquedad
bicentenaria
Terquedad
del gorilismo (y de las palabras)