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Año 12 / Número
133-134
/ Noviembre-Diciembre 2013 /
ISSN 2346-9080 >
REVISTA
DIGITAL / Aparece
el primer lunes de cada mes
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> SUMARIO |
Urbanidad
contemporánea y Política
de las ciudades |
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Antropolog?a
de lo urbano
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Los
vecinos y los ?otros?
I
Por
Ariel
Gravano |
N. de la R.: El texto de esta nota reproduce un fragmento del libro Antropolog?a
de lo urbano, recientemente publicado por UNICEN y distribuido por Editorial
caf?
de las ciudades.
?
Lo
urbano como objeto antropol?gico
El
contexto en el que se publica este libro es, en Argentina
y Latinoam?rica, el de un
reverdecer de la problem?tica socio-econ?mica, pol?tica
y cultural como
urbana. Maras (pandillas), narcotr?fico y violencia
en las calles; tr?nsito ca?tico, servicios inexistentes
o carentes y espacios p?blicos en decadencia, invasi?n
y privatizaci?n; venta ambulante encubridora de desempleo;
segregaciones guetizantes
y discriminaciones estigmatizantes hacia el migrante,
hacia los j?venes de clases populares; inseguridad
de los unos por los otros o de todos contra todos; seguridades de 4x4 y claustro enrejado;
militarizaciones barriales; legitimidades ilegales en
reclamos por vivienda, por consumos colectivos, por
el uso de las
ciudades, que son cada vez m?s para casi todos.????????

?El
Indoamericano para los indoamericanos?
?La gente est? enojada. Imaginate que labur?s
todo el d?a, no ten?s nada, viene alguien, hace algo
ilegal y tiene m?s derechos. Pasa en Argentina nom?s
eso?.
?Boliviano de mierda, hay que matarlos a todos,
hace cu?nto que viv?s gratis, negro villero? A la noche
buscamos todos los fierros en casa y los matamos a todos?.
?Ellos nos invadieron, son millones, vas a la
escuela y no pod?s anotar a los chicos porque hay 600
bolivianos, vas al hospital y no hay camas por culpa
de estos negros?.
?Ellos tienen todos los derechos humanos, ?y
nosotros qu???
??Qu? pa?s generoso que es ?ste!?
A
principios de diciembre de 2010, la ciudad de Buenos
Aires se conmov?a. Varias centenas de familias, residentes
en la regi?n metropolitana, incluidas algunas migrantes
de Bolivia y Paraguay, hab?an ocupado el predio llamado
Parque Indoamericano, en la zona
sur, un lugar con funci?n de recreaci?n y espacio verde,
que se hab?a transformado en un atr?s para la parte digna de la ciudad ?barrios de donde se extrajeron las expresiones
del p?rrafo anterior.
El
gobierno de la ciudad no lo hab?a mantenido en condiciones
de habilitaci?n y era usado los fines de semana en forma
precaria por parte de los sectores habitantes de villas
miseria cercanas.
Ahora ?stos lo
hab?an ocupado para reclamar no haber sido contemplados
en planes de vivienda prometidos o ausentes. Tambi?n
se dec?a que hab?an sido empujados a realizar la acci?n
por la suba del costo de los alquileres en las villas
y por promesas de personajes ?influyentes?, incluidas
las palabras de alg?n ministro de la ciudad, anunciando
por lo bajo que se otorgar?an t?tulos de propiedad en
las mismas villas, de modo que el eje de la prometida
?urbanizaci?n de las villas? pasara ?para la visi?n
neoliberal del gobierno de Mauricio Macri? por la propiedad individual otorgada a discreci?n,
lo que hizo que prevaleciera esta racionalidad de ocupaci?n
y luego reclamo.
El
gobierno nacional (neo-desarrollista inclusivista
en lo econ?mico, peronista en lo partidario y progresista
en su orientaci?n general considerando el contexto hist?rico
nacional), contrario a la gesti?n local (cuyo Jefe de
Gobierno acus? a los inmigrantes de ?narcotraficantes
y delincuentes?), termin? realizando un censo de los
ocupantes y responsabiliz?ndose por la seguridad, intentando
superar incluso el papel represor inicial de su propia
polic?a federal. La presidenta de la rep?blica, Cristina
Fern?ndez de Kirchner, asumi? en forma expl?cita un
discurso contra la discriminaci?n hacia la poblaci?n
boliviana y paraguaya. La ciudad pareci? dividirse
en dos: la parte de ?vecinos?, indignada por las
invasiones a lugares que ellos no frecuentaban, con
rancias asunciones racistas, y la
parte de los otros, v?ctimas de la discriminaci?n
discursiva y de hecho.
En
esos acontecimientos (que tuvieron como saldo tres muertos
y numerosos heridos) se pusieron en cuesti?n el derecho
al uso de los servicios de la ciudad, el ?derecho? a
violentarse al extremo de matar en forma justiciera para defender un territorio
nacional invadido (?nuestro barrio?) y el derecho
al reclamo, con diversas variables pol?ticas como el
manejo del Estado, la discriminaci?n de clase encubierta por ropajes de supuestas identidades
barriales y/o vecinales enfrentada al concepto de identidad
ciudadana, y el racismo de marras.

Interpelados,
esperamos unas semanas y nos propusimos hacer p?blica
nuestra posici?n al respecto, apuntando a lo que ?no
se dec?a? hasta ese momento en los medios y en el discurso
pol?tico. Lo hicimos en el diario ?P?gina 12? (Suplemento
Cash del 26 de diciembre de 2010, p?g. 5),en una nota a la que el peri?dico
retitul? con la c?lebre frase del franc?s Henri Lefevbre:
?El derecho a la ciudad?, y que a continuaci?n reproducimos.
La
ciudad es un hecho y un derecho. Es una de las consumaciones
m?s notorias de la producci?n material y simb?lica,
en un proceso de transformaci?n y socializaci?n permanente.
No se reduce al mero espacio f?sico de aglomeraci?n,
sino que adquiere valores, identidades e imaginarios
construidos hist?ricamente. Por lo tanto, no s?lo se
vive en la ciudad sino que se vive la ciudad. Y parte de ese vivir significa producirla, gozarla, sufrirla, reivindicarla
y lucharla.
La
ciudad tambi?n implica una cuesti?n de derecho que,
por las mismas razones, trasciende su mera realidad
como espacio f?sico y adquiere valor de uso concreto
y p?blico. Si se la define como parte del sistema de
servicios y consumos colectivos concentrados que hacen
posible la producci?n y reproducci?n de la vida social,
la cuesti?n del derecho aparece n?tida cuando se detecta
que hay quienes quedan ?al margen? del efecto de los
satisfactores de esos consumos necesarios. ?Cu?les son
los derechos de la ciudad? Precisamente los que se derivan
del hecho de vivir en ella, produci?ndola y consumi?ndola,
cuyo valor asociado es el ejercicio de la ciudadan?a:
el derecho a la vivienda, a una vida digna, a usar los
servicios que la ciudad brinda o debe brindar para todos,
como ?mbito p?blico socializado de la producci?n humana.
Como
esto no se da, ese derecho es reivindicado y se lucha
por ?l, en t?rminos de legitimar hasta acciones que
son ilegales, como la usurpaci?n del espacio p?blico
o privado desocupado, pero que en el fondo implica
una lucha por el derecho al uso de la ciudad misma.
Estas situaciones se dan de hecho, en principio por
la relaci?n de dominio que implica la apropiaci?n del
excedente urbano, cuando ?ste se distribuye por el valor
de cambio de la ciudad, transformada en mercanc?a. Es
as? que la m?xima socializaci?n p?blica de la producci?n
cultural humana deviene en apropiaci?n privada, cuyo indicador es la
fragmentaci?n y segregaci?n urbana, sobre la base del
valor del espacio.
Seg?n
el flamante censo, hay en nuestro pa?s una vivienda
cada tres habitantes. Lo que implica pensar que quien
no tiene acceso a ella es porque ha sido despojado del
derecho a tenerla, ni m?s ni menos. Y esto tiene ra?ces
estructurales en el surgimiento hist?rico de lo urbano
y de la ciudad.
En
la amurallada ciudad de la Antig?edad, la protecci?n
y la pertenencia eran garantizadas materialmente por
las castas de guerreros, sacerdotes y bur?cratas, y
concebidas como algo dado desde la autoridad sagrada
estatal y emanaban como un don del templo central y
del palacio, pero no para todos por igual. Los esclavos
no eran concebidos como ciudadanos, a pesar de ser quienes
hab?an construido la ciudad y sus muros. Tampoco en
la ciudad medieval se conceb?a que esos sectores estuvieran
al margen del goce del derecho a la ciudad misma, pues
su situaci?n de subordinaci?n se consideraba parte del
orden natural.
Es la ciudad de la Modernidad la que universaliz? el derecho de todos
los ciudadanos a hacer uso de ella, trascendiendo su acotamiento amurallado, y es reci?n a partir de esta
premisa que el ?quedar al margen? se pudo convertir
en un problema a resolver institucionalmente por el
Estado. A su vez, es el inter?s dominante el que necesita estructuralmente de una fuerza
de trabajo migrante, a la que ?parad?jicamente?
los imaginarios hegem?nicos tardar?n en considerar (o
no considerar?n nunca) leg?timos destinatarios de la
ciudad misma, o sea, ciudadanos al fin.
As?
que la lucha continuar? y el papel del Estado seguir?
siendo crucial en funci?n de los intereses que ampare.
Seguir? ?spera, compleja, con atajos ideol?gicos enlodados
de discriminaci?n y racismo, de ocultamientos y manipulaciones,
con contradicciones e impurezas, para quien pretenda
idealizar un equilibrio que, en todo caso, ser? siempre
un estado provisorio del conflicto.

Lo
urbano est? formado por este sentido de conflicto permanente,
por un lado, en el plano de lo existente, y ?como veremos
en pr?ximos cap?tulos? por la necesidad (tambi?n permanente)
de orden, de cosmos integrado en una centralidad, en
el plano de la tendencia o de las intenciones hist?ricas
de los actores sociales. Por eso, la
principal contradicci?n inherente a lo urbano consiste
en esa existencia (el caos) y esa tendencia (el cosmos).
Y el principal desaf?o de todo gobierno de lo urbano
se establece en esa tensi?n entre el dejar hacer a la
correlaci?n de fuerzas dominante (mercado de bienes,
de transacciones pol?ticas, de flujos de poder local-institucional)
o el planeamiento y la acci?n preventiva integral.
Y
profundizando en el terreno de los qu?-haceres
contempor?neos respecto a lo urbano, nos encontraremos
?m?s tarde o m?s temprano? con la
necesidad de la participaci?n activa institucional que
supere la universalidad del derecho abstracto de la
democracia representativa, aunque esta pueda seguir
siendo el sost?n de la tensi?n con la contemplaci?n
reactiva que generan los mensajes hegem?nicos y la mera
formalidad del voto.
Quisimos
dejar planteado, con la reproducci?n de la nota de arriba,
la importancia de la relaci?n entre ciudad y construcci?n
de la ciudadan?a, entre derecho y hecho, entre conflicto
y regulaci?n, pero en t?rminos estructurales y no dejando
librado el an?lisis de las pujas y contradicciones a
la mera representaci?n que los actores se hacen de ellas,
o al voluntarismo de los mensajes antidiscriminatorios
que apelen solamente al pensamiento ?tico o ideol?gico,
sino acompa?ando ese tratamiento con la
visualizaci?n de las contradicciones hist?ricas de fondo,
que condicionan y determinan las representaciones y
que, en tanto no se superen, seguir?n reflejando las
mismas asperezas en la textura social.
AG
El
autor es Antrop?logo, doctorado en la Facultad de Filosof?a
y Letras, UBA. Es Investigador Independiente del Consejo
Nacional de Investigaciones Cient?ficas y T?cnicas (CONICET),
y Director del N?cleo de Actividades Cient?ficas y T?cnicas
(NACT) Grupo Producciones e Investigaciones Comunicacionales
y Sociales de la Ciudad Media (PROINCOMSCI). Es Profesor
titular de la C?tedra de Antropolog?a Urbana de las
carreras de Comunicaci?n Social y Antropolog?a Social,
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos
Aires, Facultad de Ciencias Sociales, Olavarr?a. Consultor
y facilitador organizacional. Entre sus libros y publicaciones
pueden mencionarse: El barrio en la teor?a social. Espacio
Editorial, Buenos Aires (2005), Antropolog?a de lo barrial,
estudios sobre producci?n simb?lica de la vida urbana.
Espacio Editorial, Buenos Aires (2003) y El silencio
y la porf?a. Corregidor, Buenos Aires (1985).
Antropolog?a de lo urbano. Ariel Gravano. UNICEN
(Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires), Tandil, 2013. 216 p. 24 x 17 cm. ISBN: 9789506583293.
?Hasta
la aparici?n de este libro, no exist?a en el medio nacional
(y de muchos pa?ses latinoamericanos) un texto que pudiera
ser caracterizado como una introducci?n a la antropolog?a
urbana. Las fuentes m?s recurrentes para docentes e
investigadores interesados en la perspectiva antropol?gica
del fen?meno urbano se corporizan en traducciones o
versiones espa?olas, am?n de alg?n texto brasile?o de
no f?cil acceso. Y en muchos de ellos el sesgo tem?tico
tiene la l?gica impronta del contexto de origen. Antropolog?a
de lo Urbano apunta a satisfacer la carencia se?alada,
pero a la vez a profundizar cierto enfoque espec?fico
de la disciplina, con el acento puesto en c?mo se vive
la ciudad, adem?s de c?mo se vive en la ciudad, aspecto
crecientemente valorado por arquitectos, urbanistas
y planificadores, por comunic?logos, polit?logos y soci?logos
y tambi?n por abordajes de intervenci?n como el de los
trabajadores sociales y gestores de lo urbano?.
Disponible
en editorial@cafedelasciudades.com.ar,
CP67, Concentra, Amerindia, Quade, Ant?gona, De la Mancha,
Mal de Archivo, Yenny, C?spide, Galerna y otras librer?as
en toda la Argentina.
Sobre
el conflicto en el Parque Indoamericano de Buenos Aires
en diciembre de 2010, ver tambi?n en caf?
de las ciudades:
N?mero
99 | Pol?tica de las ciudades (II)
Villa
Soldati y la necesaria reforma urbana en Argentina | Sobre
la funci?n social de la ciudad | Ra?l Fern?ndez
Wagner
N?mero
99 | Pol?tica de las ciudades (III)
La
ausencia de pol?ticas de suelo urbano en la Argentina | Emergentes
de Villa Soldati | Marcelo Corti
N?mero
99 | Terquedades
Una
mirada arrabalera a Buenos Aires | Terquedad
Soldati | Mario L. Tercco
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Urbanidad contempor?nea |
Ciudades
inteligentes o cursiler?a interesada |
?Hubo
alguna vez ciudades tontas? I
Por Jordi
Borja |
?Habr?an
sobrevivido las ciudades, la construcci?n humana m?s
compleja, si no hubiera habida mucha inteligencia colectiva?
Solamente la distribuci?n de las aguas blancas y negras,
la iluminaci?n y la energ?a, la eliminaci?n de residuos,
la construcci?n en altura, el abastecimiento de alimentos,
la organizaci?n el transporte, etc., suponen tecnolog?as
y modos de gesti?n de inteligencia acumulada y de capacidad
de innovaci?n permanente. Ahora la moda es descubrir
que las ciudades pueden ser inteligentes. Si no lo fueran
no existir?an. En realidad?
se trata de un reclamo publicitario. ?De las
ciudades? Aparentemente s?, pero la fama dura poco.
Ha habido tantas ciudades adjetivadas para llamar la
atenci?n que ninguna ha arraigado. Por la sencilla raz?n
de que todas m?s o menos se pueden aplicar el adjetivo
prometedor. Y adem?s el dicho adjetivo casi nunca ?es el calificativo m?s definidor de la ciudad.
?Ciudades patrimonio de la humanidad? La Unesco ha encontrado
un nicho bastante lucrativo, se hace pagar el t?tulo.
En todas partes encuentras dicho patrimonio.
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Planes
y Pol?tica de las ciudades |
El
Programa de Cr?dito Argentino del Bicentenario (Pro.Cre.Ar)
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Cr?dito
hipotecario para sectores medios y populares
I
Por
Juan Ignacio Duarte |
A
poco m?s de un a?o de su puesta en marcha y a la luz
del anuncio de nuevas modalidades de cr?ditos, se repasan
las principales caracter?sticas del programa y se analizan
algunos de los impactos que los ?ltimos anuncios est?n
teniendo
en relaci?n al suelo urbano.El
Pro.Cre.Ar es un programa
de cr?dito hipotecario lanzado en junio de 2012, que
apunta a entregar 400 mil cr?ditos hipotecarios hasta
diciembre de 2015. Esos cr?ditos est?n destinados a
las familias argentinas que no tengan vivienda propia
o que teni?ndola necesiten realizar refacciones o ampliaciones
de la misma, ya sea a trav?s de la construcci?n de viviendas
nuevas en terreno propio, la adquisici?n de una vivienda
construida en terrenos del Estado, o bien la refacci?n
y/o ampliaci?n de viviendas existentes. Recientemente
se agregaron dos nuevas modalidades de cr?ditos, una
permite comprar viviendas reci?n terminadas o pr?ximas
a terminarse por desarrolladores privados, mientras
que la otra financia, adem?s de la construcci?n de la
vivienda, la compra del terreno.
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Pol?tica
de las ciudades (I) |
C?rdoba
saqueada
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Preguntas,
desazones, pistas
I
Por
Marcelo Corti |
Las
preguntas, y sobre todo las desazones, son m?s abundantes
que las certezas. ?Qu? internas y externas pol?ticas
esconde el reclamo de una instituci?n policial cuestionada
(muy especialmente en las ?ltimas semanas) por su vinculaci?n
al narcotr?fico y por la facilidad de su gatillo hacia
j?venes y pobres? ?En qu? punto entre el mero lumpenaje y la organizaci?n pandillera o directamente mafiosa
se puede ubicar a los grupos de saqueadores? ?Son exclusivamente
sectores marginales o excluidos, o incluyen algunas
capas de la clase media menos acomodada, como las que
algunos amigos identificaron en sus barrios? ?Cu?l es
el l?mite en el que la organizaci?n defensiva de vecinos
y comerciantes contra los saqueadores mantiene su legitimidad
y cuando pasa a liberar y potenciar expresiones de racismo
y odio de clase? Una mujer trabajadora me dijo que en
su casa no tuvo problemas porque los ladrones de su
barrio ?saben robar??, queriendo decir que robaban supermercados
y no las casas de sus vecinos.
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Movilidad
de las ciudades
|
La
producci?n social de la movilidad
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Pr?logo
a La f?brica del movimiento
I
Por
Jean Pierre Orfeuil |
Un
an?lisis sistem?tico y transversal de estos trabajos
ha hecho aparecer cuatro registros de motivaci?n y de
sentidos subyacentes a la acci?n p?blica: la urgencia,
el brillo internacional(con frecuencia asociadas a una investigaci?n
de calidad de vida para los habitantes), las necesidades
de puesta a nivel en la organizaci?n de los sistemas
y su modernizaci?n, las dependencias frente a los actores
hist?ricos, a su peso institucional, a las trayectorias
que nos incitan a tomar. Esta tipolog?a, provisoria,
puede ser enmendada, enriquecida. La identificaci?n
de ?cuestiones hu?rfanas?, importantes para los analistas
pero ignoradas por las pol?ticas, es m?s arbitraria
dado que depende del juicio de los expertos. Tres tem?ticas
sin una relaci?n aparente han salido a la luz: la calidad
de los espacios ordinarios (que no impide una investigaci?n
de calidad en ciertos espacios emblem?ticos o identitarios,
como lo han mostrado, entre otros, los estudios de caso
para M?xico, Lima y Shangh?i), la movilidad de las categor?as
m?s modestas, las nuevas cuestiones planteadas por la
utilizaci?n de los veh?culos de dos ruedas.
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Planes
y movilidad de las ciudades |
Los
flujos de movilidad territorial
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Un
an?lisis de la poblaci?n y la movilidad en el ?rea metropolitana
de Buenos Aires
I
Por
Sebasti?n Anapolsky |
De
cualquier manera, desde el punto de vista de la planificaci?n
urbana, es sumamente importante comprender no solamente
cu?ntas personas duermen en una ciudad, sino conocer
cu?ntas personas realizan actividades y circulan durante
el d?a. De hecho, podr?a considerarse que es mucho m?s
relevante conocer la cantidad de personas durante las
horas pico del d?a, cuando las calles y los servicios
est?n en pleno funcionamiento, que a mitad de la noche
cuando la mayor parte de la poblaci?n est? durmiendo
y los distintos servicios no est?n siendo plenamente
utilizados. De todos modos, no es sencillo saber la
cantidad de gente que hay efectivamente en la ciudad
a una determinada hora del d?a. Las personas circulan
a lo largo y a lo ancho del ?rea metropolitana, traspasando
los l?mites jurisdiccionales, utilizando una variedad
de modos de transporte, incluyendo colectivos, trenes,
autos, motos, bicicletas, incluso a pie. Las ciudades
se vuelven cada vez m?s complejas y se multiplican los
flujos de personas con una l?gica que ya no obedece
los viejos esquemas pendulares de viajes hogar-trabajo.
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Pol?tica
de las ciudades (II) |
Derecho
Urban?stico e informalidad
|
Algunas
notas sobre el caso argentino
I
Por
Guadalupe
Granero Realini |
Respecto
a las facultades de los respectivos niveles administrativos
en el ejercicio del DU, Adriana Taller expone en El
derecho urbano debe afianzar el ejercicio del derecho
a la ciudad la existencia de tres tipos: por un lado,
aquellas concurrentes de la Naci?n y de las Provincias
en relaci?n a la cl?usula de progreso (como, por ejemplo,
el poblamiento del territorio); por el otro, aquellas
referentes a la protecci?n ambiental, respecto a las
cuales las provincias establecen normas y objetivos
de acuerdo a los presupuestos m?nimos determinados por
el Congreso Nacional; finalmente est?n aquellas exclusivas
de las provincias, como la determinaci?n del r?gimen
del uso del suelo, c?digos de edificaci?n, el ejercicio
del poder de polic?a. En el ?mbito de la Ciudad Aut?noma
de Buenos Aires (administrativamente presenta un r?gimen
an?logo al de una provincia) esta articulaci?n normativa
es reconocible en la formulaci?n de la Ley 2930 de 2008
que constituye el Plan Urbano Ambiental, que en su primer
art?culo se declara como ?ley marco a la que deber?
ajustarse la normativa urban?stica y las obras p?blicas?.
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Cultura de las ciudades |
Ficci?n
Inmobiliaria
|
La
gentrificaci?n en el cine
I
Por
Left
Hand Rotation |
El derecho a
la ciudad de las clases bajas ha inspirado innumerables
pel?culas de ficci?n. Boyz?n
the Hood (estrenada en Espa?a como Los chicos del barrio) intenta recoger
en dos horas de metraje un amplio abanico de las problem?ticas
que a finales de los ?80 sufr?a la marginada comunidad
negra de South Central, en la ciudad de Los ?ngeles. Entre ellas la gentrificaci?n,
que no ha tardado en llegar al Inglewood de
la esfera
real, en la actualidad demandado por artistas
blancos de clase media que t?midamente se van instalando
en la zona. Algunas ficciones transcurren sobre el tel?n
de fondo de los fuertes intereses que los barrios populares
de las ?reas centrales despiertan en los villanos, para
los que el territorio es s?lo un suelo que rentabilizar
y sus habitantes molestos estorbos a la inversi?n. Life
Stinks (estrenada en
Espa?a como Qu? asco de vida) sugiere que aquellos
que controlan el mercado inmobiliario, se ver?an menos
propensos a la especulaci?n tras una larga exposici?n
a la realidad de los m?s desfavorecidos. Quiz? esto
s?lo sea posible en la ciudad de Los
?ngeles, cuna de Hollywood,
la gran f?brica de ficciones, que, por otro lado, debe
su nombre a una promotora inmobiliaria.
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POSICiones
cordobesas |
Ciudad
de barrios
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Juego
interactivo sobre el Espacio Urbano
I
Por Celina Caporossi, Agust?n Cano, Fernando
Vanoli, Alejandra Llugdar,
H?ctor Paez Ferreyra
y Emilia Davezola |
Ciudad
de barrios se mueve en el borde entre el medio y la
universidad, partiendo de un diagn?stico: muchas de
las cuestiones urbanas que se estudian o se desarrollan
en la academia pocas veces tienen vinculaci?n con los
actores sociales que construyen la ciudad diariamente.
En otras palabras, nos planteamos un espacio de vinculaci?n
del conocimiento cient?fico-tecnol?gico con las problem?ticas
sociales. Pero buscamos que adem?s se entable un di?logo,
una discusi?n, a trav?s de lenguajes comunicacionales
asequibles, entre los distintos actores o sectores sociales
o etarios que viven en entornos barriales (escuelas,
centros vecinales, agrupaci?n de vecinos, comerciantes
locales, etc.). La intenci?n de proponer esta ?zona
de juego? es reforzar el espacio urbano, analizando,
problematizando y reflexionando sobre las pol?ticas
urban?sticas que rigen nuestra ciudad. Ciudad de Barrios
es una frase que adoptamos para sintetizar una postura
con relaci?n a la ciudad que se pretende promover.
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Terquedades |
Terquedad
del colectivo en la autopista
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Una
mirada arrabalera a Buenos Aires
I
Columna
a cargo de Mario L. Tercco |
La
Jornada tuvo dos hechos destacables: por un lado, la
alta representatividad pol?tica, t?cnica y sectorial
de los concurrentes, entre quienes se encontraban funcionarios
nacionales, provinciales y locales (como por ejemplo,
Rub?n Guill?n, Director Nacional de Coordinaci?n y Planificaci?n
del Transporte, y Guillermo Dietrich,
Subsecretario de Transporte del GCABA), operadores,
empresarios, dirigentes de c?maras y asociaciones, t?cnicos
y especialistas en movilidad. Por otro lado, el llamativo
consenso de todos estos actores respecto a la necesidad
de impulsar esta iniciativa. Alberto Corcuera Ib??ez,
por ejemplo, record? la reticencia de los concesionarios,
en la d?cada de 1990, a incorporar paradas de colectivos
en las autopistas; en cambio, las discusiones que se
mantuvieron en esta Jornadas fueron sobre temas como
el trazado de los carriles exclusivos (en el eje central
de las autopistas o en sus laterales y colectoras) y
no sobre la idea misma de incorporar esos carriles.
En la Jornada se presentaron los pasos a seguir para
avanzar en un estudio que eval?e la concreci?n de este
sistema de transporte p?blico.
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Luis
Caporossi agradece a la FAU-UNLP,
dudas de Brian Thomson sobre la Ciudad C?vica en Resistencia,
Botnia vs. Ledesma y el Monumento
a Col?n.
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Encuentros,
Jornadas, Seminarios, Congresos: Megaeventos,
en Rio de Janeiro y Niteroi
- VI Encuentro de Docentes e Investigadores en Historia
del Dise?o, la Arquitectura y la Ciudad, en La Plata
- I Congreso Latinoamericano sobre Conflictos Ambientales
- Vivienda Colectiva Sostenible, en Barcelona
Convocatorias
y Concursos:
Geograficando
- Concursos Holcim de construcci?n sostenible - riURB, nuevo n?mero y seminario Cursos
y programas acad?micos:
Master en Gesti?n de la
Ciudad - Maestr?a en Econom?a Urbana en la Di Tella
- Licenciatura en gesti?n de negocios inmobiliarios
y proyectos de desarrollo urbano, en la UMET - Especializaci?n
en Pol?tica y Planificaci?n del Transporte Instituto
del Transporte ? UNSAM - Carrera de Urbanismo en
la Universidad Cat?lica de Chile Exposiciones
y muestras: Nueva York, Fukushima y
Australia por Wenders, fotos
en Lleida - Kommune, nueva
ciudad en el Matadero de Madrid
Noticias y publicaciones: Gu?a de Arquitectura?
?La Plata Arquitectura Moderna 1950/60/70? -
Proyectos inclusivos en peque?as ciudades - Transbordering Latin Americas. Liminal Places, Cultures, and Powers
(T)Here - El Mercado de suelo
y su ordenamiento en la periferia de las ciudades, de
Cintia Barenboim - De California
a La Pampa, por Molina y Vedia
- Zona Urbana, ciudad en formato de radio - Grandes
Projetos Urbanos - Cuaderno
Urbano 14 - Las ciudades argentinas frente al desaf?o
de las inundaciones
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
|
café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ?cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
* Marca en trámite
* Las notas firmadas no expresan
necesariamente la opinión del editor.
STAFF
Editorial Café
de las ciudades
ISSN 2346-9080
Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en C?rdoba: Carola In?s Posic
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco > 
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