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    > Año 9 / Número 90 / Abril 2010        > REVISTA DIGITAL / Aparece el primer lunes de cada mes
 
 
Número 4
"Muros y fronteras"
La problemática de la segregación socio-espacial en el territorio urbano.

Próximamente
2ª edición del
Curso Intervención y Gestión de la Ciudad

 > SUMARIO
mensajes al café
 

 

Los lectores/as enviaron estos mensajes a cartas@cafedelasciudades.com.ar

(los mensajes para la columna de Mario L. Tercco se envían desde Terquedades)

 

Soy arquitecta. Estudié en la UBA, trabajo y vivo en la ciudad de Buenos Aires. Me da mucha tristeza ver lo que está pasando con las calles empedradas. Por eso les mando esta carta y estas fotos (tengo muchísimas más). Tal vez podemos hacer algo. Saludos cordiales.

Destruyendo Buenos Aires

La imagen de la montaña de adoquines en las esquinas se volvió algo común en Buenos Aires. Por qué los sacan y qué hacen con ellos es un misterio.

Dicen que los juntan en el ex Parque de la Ciudad. ¿Y después? Corren muchas versiones. Entre ellas, que los venden a barrios cerrados, que los tiran al Río de la Plata (esto me lo dijo un operario mientras amontonaba adoquines), que los llevan a Italia.

Es loco pensar que los adoquines viajan a Europa. Algunos de ellos llegaron de España en la época del virreinato, la mayoría vinieron de Inglaterra más tarde y algunos son de acá. ¿Vuelven a cruzar el océano en el año del bicentenario? ¿Son mitos urbanos? ¿Es cierto? Lo cierto es que en otros lugares del mundo valoran mucho las calles empedradas. Porque son más lindas, mucho más lindas que las asfaltadas.

Y además las empedradas actúan como reductor de velocidad. Al asfaltar las calles, aparte de la pérdida visual pierden esta gran ventaja. Sobre todo si consideramos que las calles actualmente empedradas se encuentran en barrios donde no hay semáforos en las esquinas.

Por otro lado, hay ambientalistas que dicen que las calles asfaltadas emanan gases tóxicos al entrar en contacto con el agua los días de lluvia. Y los días de calor levantan mucha temperatura.

Otra virtud de las calles empedradas es que permiten que el agua drene. Las asfaltadas no, porque el asfalto es impermeable. Lástima que no saben esto en una ciudad que tiene tantos problemas de inundaciones. Y lástima que se use tanto presupuesto en sacar los adoquines y reemplazarlos por asfalto. Pero parece que usar el presupuesto en esto se ve más. Lo ven más todos los que quieren que sus autos transiten por superficies lisas y no ven que en los hospitales faltan insumos, que a los maestros les pagan mal, que se recorta el presupuesto en espectáculos públicos…

¡Me da lástima ver a los adoquines amontonados!

Alejandra Ethel Kozak, Buenos Aires  

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Este 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, aniversario del golpe de estado de 1976 en la Argentina, comparto con ustedes este excelente trabajo del fotógrafo Gustavo Germano.

Norberto Iglesias, Buenos Aires





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Excelente y escalofriante comparación entre imágenes de Avatar y de Andalgalá.

Omar David Varela, Buenos Aires

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El 24 de marzo, Aldo y Moro Flores y dos muchachos de apellido Luna, todos integrantes de la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá, fueron arrestados por averiguación del delito de violación de propiedad privada. Están incomunicados. En la comisaría de Andalgalá no dan información alguna. La detención de los compañeros de Andalgalá es un acto de represión y de provocación, adjudicándoles hechos que no cometieron, ya que el propósito de los asambleístas consistió en inspeccionar las roturas del mineroducto, cuyos derrames y contaminación niega Mina Alumbrera. Uno de los hermanos Luna detenido es miembro de gendarmería nacional y vive en Buenos Aires. Se hallaba con los otros tres asambleistas midiendo la contaminación del río de Villavil con un detector de metales pesados. Por ese motivo fueron apresados.

La compañía minera es quien comete reiterados delitos por el vertido de la sopa química que acompaña los lodos de lixiviacion del cobre y de otros metales pesados, pruebas concluyentes obtenidas por funcionarios judiciales que procesaron en su momento a los responsables mineros. El mineroducto colapsado y sus derrames están siendo ocultados por la empresa Mina Alumbrera.

La gente ha ido a manifestarse a la plaza, en búsqueda de información. Se calcula una concentración semejante a la que ocasionó la represión brutal sufrida por ese pueblo del oeste catamarqueño. Las asambleas de todo el país se hallan en estado de alerta exigiendo la intervención de defensores del pueblo y de la justicia para lograr la libertad de los asambleístas.

Red Nacional de Acción Ecologista de la Argentina (RENACE)

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Les escribo con el interés de poder encontrarme con ustedes, a raíz de que un grupo de docentes tenemos interés de organizar una charla en una escuela de La Matanza, de Rafael Castillo, en función de lo que consideramos la problemática de diseño urbano desde los problemas sociales y de “seguridad”, ante la emergencia de nuevas gestiones integrales con las que formar nuestros barrios en el año del Bicentenario. Nuestra gran preocupación como docentes es contribuir a evitar la baja de la edad de imputabilidad de los “menores”, ya que nuestra condición docente es crítica de una suerte de demagogia y estigmatización de la pobreza que nos dan los medios, porque creemos en las políticas preventivas, donde la educación y el diseño social urbano son fundamentales. Les envió algunos de nuestros trabajos desarrollados. Soy Sociólogo de la U.B.A. y trabajo en escuelas medias de La Matanza desde hace quince años. Encontramos su sitio hace unos años en el marco de nuestras inquietudes. Por su respuesta, muchas gracias.

Andrés Machuca, Buenos Aires  

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Les reitero mis felicitaciones por las publicaciones que mantienen, tanto café de ciudades como el Carajillo, las cuales son de permanente referencia en mi trabajo cotidiano, académico y profesional.

Oscar Olinto Camacho, Caracas

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El sábado 27 de marzo, el diario La Nación publicó un editorial titulado “Un fallo contra la soja”. Se refiere al fallo de la Cámara de Apelaciones en la Civil y Comercial de Santa Fe, que dio lugar al amparo presentado por los vecinos, ordenando que no se fumigara a menos de 800 metros de las casas por vía terrestre y a menos de 1500 metros por vía aérea. El subtítulo del editorial es: “La prohibición de emplear el glifosato en una zona de Santa carece de base científica y perjudica a los productores”.

El editorial contiene muchas expresiones que faltan a la verdad, y no tiene en cuenta la insustentabilidad ambiental, social y económica del sistema transgénico de producción agraria. No digo que mienten, por que mentir es faltar a la verdad a sabiendas, lo que no me consta, pero es muy posible que los que escribieron el artículo también mientan.

En primer lugar, el fallo de la Cámara tiene toda la base científica que necesita y aplica el principio de precaución, sustentado en documentos internacionales y legislado en la ley 25.675, denominada “Ley General del ambiente”, que en su artículo 4º dice: “Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente”.

Lo que el fallo de la Cámara dice es que hay numerosas investigaciones independientes que asocian a los agroquímicos a daños y riesgos a la salud, y que antes de seguir fumigándolos hay que demostrar que no lo producen esos daños. E invierte la carga de la prueba, ordenándole a la Provincia que lo demuestre, eximiendo a los vecinos de demostrar los daños padecidos, ya que no están en condiciones de hacerlo.

En segundo lugar, el fallo no es en contra de la fumigación con glifosato, sino de todas las fumigaciones. El glifosato no se fumiga como tal, sino en formulados que lo combinan con otras sustancias que potencian su toxicidad. Por lo que las categorizaciones toxicológicas del glifosato no tienen sentido. Tampoco lo tiene decir que el glifosato es inocuo, más allá de que esto no esté demostrado.

En tercer lugar, señala que la virtud del glifosato es destruir todas las malezas sin afectar la soja, el maíz y el algodón; sin señalar que genera un desierto de biodiversidad por un lado, y por el otro induce la aparición de supermalezas resistentes, para eliminar las cuales hay que fumigar cada vez mayor cantidad de agroquímicos. Además, tanto el algodón como la soja transgénica tienen como finalidad principal la lucha contra insectos, y no la resistencia al glifosato.

En cuarto lugar el editorial engaña o miente cuando dice que un Consejo de Expertos del Conicet hizo saber que el herbicida utilizado bajo las normas establecidas, no acarrea riesgos para la salud humana. El trabajo a que hace referencia este comentario, termina sus conclusiones diciendo: “Aunque existen estudios para evaluar los impactos del glifosato en las especies no blanco, la mayoría de ellos no considera importantes aspectos ecológicos. Entre ellos, los impactos indirectos, los acumulativos, los de largo plazo, ni las reacciones sinérgicas que el agroquímico puede tener en el ecosistema y en las redes tróficas”. En Argentina no existen suficientes datos sobre los efectos del glifosato en la salud humana, por lo cual sería importante promover la realización de los estudios pertinentes.

También es espurio el ataque contra Andrés Carrasco, sin nombrarlo, ya que en ningún momento invalidan sus investigaciones. Sino que los ataques se refieren a lo poco ético de publicar un trabajo preliminar, cuando en realidad lo poco ético hubiera sido no publicarlo, dados los resultado obtenidos sobre los daños que causa el glifosato.

Finalmente, manifiesta que de extenderse las prohibiciones, “perderán los propietarios de las tierras vecinas de los pueblos por la desvalorización que sufrirán sus campos, perderá la cadena productiva, el propio gobierno y la sociedad toda.”.Engaña aquí nuevamente el editorial, ya que sólo perderán los que cultivan utilizando pesticidas; esas tierras se podrán recuperar para la variedad productiva, como por ejemplo, con huertas y tambos, y para recuperar soberanía alimentaria. No perderá la sociedad, ya que ganará en salud, en calidad de vida, en sostenibilidad ambiental, social y económica.

El editorial de La Nación pretende sembrar confusión en sus lectores, faltando a la verdad u ocultando información, tanto sobre los conceptos como de los datos que proporciona, abusando de su posición periodística dominante.

Claudio Lowy, Buenos Aires

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Les envío el link de Diario El Sol sobre la propuesta de paradores de transporte público en Quilmes.
Atentamente.

Gustavo Llusá, Buenos Aires  

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Agradecemos los mensajes y el aliento de Majo Beneite, Andrés Machuca, Josep María Montaner, José Ariel Núñez, Eduardo Passalacqua, Eduardo Zanatta y a todos los suscriptos en el mes de marzo.

Con especial agradecimiento a Graciela Silvestri y Martín Prieto

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Cultura de las ciudades (I)
Subiendo el río hacia atrás
Paraná Ra'Anga, Tekooreí y el Tekohá I Por Marcelo Corti

Al salir del puerto esquiva un banco de arena (aparentemente se detecta por el remolino circular del agua) y se detiene unos minutos para desechar un camalotal con forma de letra Y, de unos 10 metros de extensión, que se había enganchado al ancla. El paisaje lo define la línea horizontal de la costa a ambos lados del río, de espesor variable según sea barranca o isla el borde que vemos, y lo que con el cielo ocurra (para el bañero de Saer en Nadie, Nada, Nunca, la percepción es otra y más desolada). Al dejar La Paz tenemos a un lado el perfil urbano, que se va poblando de luces y donde sobresalen sutilmente las grúas, la iglesia, la antena, la Municipalidad y el edificio de la plaza. Del otro lado se construye el crepúsculo, que no tarda en extender sus “rosados dedos” en competencia con una nube negra y cimarrona. A la noche, con la sola molestia de las luces del barco, es posible imaginar el cielo que vieron los chaná-timbú.

 
Gobiernos locales y ciudades digitales

Ambitos urbanos innovadores para la sociedad del conocimiento I Por Susana Finquelievich y Alejandro Prince

Las ciudades innovadoras concentrarían las interacciones de capitales de riesgo, acciones estatales tendientes a convertirse en ciudades claves de la nueva economía, y creación de conocimiento de alta calidad en establecimientos universitarios y centros de excelencia de investigación y educación, además de nuevas formaciones sociales que usan TIC como soporte y espacio de organización de una ciudadanía innovadora. El papel de las ciudades en la Sociedad de la Información es ser medios productores de innovación y de riqueza, capaces de integrar la tecnología, la sociedad y la calidad de vida en un sistema interactivo, que produzca un círculo virtuoso de mejora, no sólo de la economía y de la tecnología, sino de la sociedad y de la cultura. Las ciudades que lo logren ocuparían un lugar central en la nueva sociedad.

Política y Planes de las ciudades
¿La muerte del urbanismo “petista”?
El debate disciplinario en Brasil I Por Norberto Iglesias y Alexandre Benoit

Desde la salida de los militares, una generación de arquitectos fue construyendo una propuesta urbanística ampliamente difundida, que ocupó todos los círculos de debate sobre la ciudad y finalmente se impuso como el único medio de combate a la “ciudad mercadería” en el Brasil. Fue esta generación la que levanto la bandera de la Reforma Urbana y del derecho a la ciudad. Fue este grupo el que desarrollo un urbanismo “de acciones y propuestas”, para usar una expresión de Erminia Maricato, que se consolidó como oponente radical al urbanismo moderno y a las advertencias hechas por Engels en el siglo XIX sobre la cuestión de la vivienda. El urbanista de la reforma urbana no se canso de repetir que el modernismo era externo a la realidad brasilera y que la propia historia lo mostró como irrealizable.

 
Necrolandia
Historia, patrimonio y turismo en Florencia I Por Sergio Zicovich Wilson

Es más, es tal la necesidad y urgencia de trucho-florentinos que a varios los han reclutado -a la apurada y pichuleando- entre los miembros de la populosa comunidad de ilegales chinos de Prato. Pésimo casting. Como visitante, la situación puede resultar hasta graciosa. En el peor de los casos, frustrante. Desde el punto de vista de los florentinos, que no están ahí porque les cuesta vivir en su propio centro urbano con el que ya no se identifican, porque lo han entregado en sacrificio al Moloch del turismo, la cosa tiene un costado bastante amargo, un tanto fáustico. ¡Qué paradoja! Semejante pérdida de identidad justo en uno de los “paraísos” de la preservación del patrimonio histórico artístico y construido lo que, se supone, es la piedra angular de la identidad de una ciudad. Tal vez habría que revisar el supuesto, arriesgándose más allá de los límites de la corrección política. 

 
La foto de la calle México
En donde se asoman los valores del barrio porteño I Por Carmelo Ricot

La edificación privada conforma los planos límite del espacio público a ambos lados de la calle, con una proporción de 1 a 3 entre altura y ancho que con los años tendería a igualarse con el crecimiento de los árboles. Son casas chorizo, quizás haya alguna casa colectiva de las que hoy se llaman PHs o departamentitos “tipo casa”, tipologías que repetidas en la manzana permiten densidades brutas de entre 150 y 200 habitantes por hectárea con un tejido de baja altura y patios intercalados. Algunas con sala (según Roberto Arlt, aquellas donde era necesario conseguirle marido a alguna hija y se necesitaba un ámbito para recibir, indagar y presionar al candidato) y fachada italianizante con 3 vanos verticales: la puerta con zaguán y dos ventanas; pilares símil-piedra, zócalo y cornisa con balaustrada, todas ellas de altura uniforme.

 
De la construcción de la Muralla China
La Dirección eligió deliberadamente el sistema de construcción parcial” I Por Franz Kafka

La intensa propaganda sobre la construcción de Brasilia y las ventajas tributarias ofrecidas lograron que el flujo de personas fuese aumentando con el pasar de los años. Los campamentos no tenían comodidades suficientes para abrigar a los trabajadores que llegaban, en muchos casos, con sus familias. Comenzaron a surgir, entonces, los asentamientos informales y las llamadas invasiones (tomas de tierra) alrededor de los campamentos de las constructoras. Antes de la inauguración de Brasilia, Cidade Livre ya contaba con una población de 12 mil personas, asentadas irregularmente en los propios comercios, hoteles y también en las tomas de tierra. Para solucionar el problema de estas y otras invasiones fueron creadas las ciudades satélites de Gama y Taguatinga.

Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco.

En este número: Terquedad de la no-Ciudad Universitaria

 

Congreso Hábitat e Inclusión, en Quito - Presentación de libros de Javier Fernández Castro y María Cristina Cravino - Segunda Exposición Federal de la Vivienda Social, en Buenos Aires - Convocatoria de RIUrb - Derecho Urbanístico y Gestión de Suelo, en Rosario - Aprendiendo de Medellín, en Rosario - Postgrado sobre Patrimonio y Turismo Sostenible de la Universidad de Tres de Febrero - Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, en Medellín - Seminario de antropología, ciudad, arquitectura y territorio, en París - XI Coloquio Internacional de Geocrítica, en Buenos Aires - Ciudades para todos, en Viena - Menos tiempo que lugar - El Arte de la Independencia, en el Palais de Glace - Bicentenarios en acción - Convocatoria de la Revista Transporte y Territorio - El Universo Futurista, en Proa - Vivienda en el aire, por FM La Isla - Dos versiones de las políticas de vivienda en Buenos Aires.

 

 


 

> ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño:
Laura I. Corti
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

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