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    > Año 13 / Número 135-136 / Enero-Febrero 2014 / ISSN 2346-9080 > REVISTA DIGITAL / Aparece el primer lunes de cada mes
 
 
 
 

 > SUMARIO
Ambiente y Política de las ciudades

Nuestras frágiles ciudades penden de cables

Sobre la crisis de provisión eléctrica en Argentina I Por Norberto Iglesias

Vistas las consecuencias que la ola de calor más extensa de la que se tenga registro imprimió sobre los servicios de provisión eléctrica de la mayoría de las grandes ciudades argentinas, podemos afirmar que las categorías producidas por la disciplina  urbanística o el marketing político, tales como “Ciudad Viva”, “Ciudad Inteligente”, “Ciudad Inclusiva”, “Ciudad Global”, “Ciudad Verde”, “Ciudad Jardín”, “Ciudad Conquistada”, “Ciudad Accesible”, “Ciudad Compacta” y hasta “Ciudad Dormitorio”, carecen de sentido y que la situación nos obliga a revisar prioridades. Hasta el Derecho a la Ciudad pierde entidad en tales circunstancias.

Sólo habría que describir el drama singular por el que atravesaron -y todavía atraviesan- miles de compatriotas que viven en las grandes ciudades, con especial exposición mediática en el área metropolitana de Buenos Aires, para dimensionar la gravedad de la situación. Los reiterados y prolongados cortes en el suministro eléctrico y sus consecuencias en otros servicios públicos esenciales han puesto a prueba la paciencia colectiva y la cohesión social, sometiendo a nuestra población urbana a graves padecimientos por falta de agua, por dificultades para la movilidad de los que moran en altura, por la ruptura de la cadena de frío alimentaria, por los déficits en la atención hospitalaria, por el incremento de la sensación de inseguridad ante la falta de alumbrado público, entre otros.

Esta crisis ha nutrido el debate público sobre las responsabilidades de las empresas que brindan servicios públicos, el derecho de los consumidores y el compromiso del Estado en la materia. Sin embargo, poco se ha dicho respecto del modelo de crecimiento de nuestra sociedad, de las modalidades que adopta el desarrollo urbano o del rigor del cambio climático mundial, todas materias que, especialmente los arquitectos, tenemos la obligación de abordar.

En orden a delimitar las causas del colapso del sistema de provisión de energía eléctrica, hay consenso mayoritario en la flagrante responsabilidad de las concesionarias privadas que no invirtieron en las redes de distribución en correspondencia con el fuerte incremento del consumo ni acompañando las inversiones estatales en los sistemas de producción y transporte.

Sin embargo, los hechos ponen en evidencia las complejidades y contradicciones de este diagnóstico primario al comprobar que las empresas provinciales de energía eléctrica (estatales) o muchas cooperativas eléctricas tampoco estuvieron a la altura de las exigencias del clima. Desde su privatización –y aún desde antes–, las distribuidoras de electricidad se han limitado a realizar tareas de mantenimiento y a incrementar la potencia de sus redes para hacer frente al crecimiento promedio del consumo, pero no para atender los picos de demanda. En términos técnicos, las redes de distribución se construyen con “margen de redundancia”: tener una capacidad de atención más elevada que la demanda potencial. La infraestructura del sistema urbano nacional está funcionando al límite.

 

Esta crisis suma un eslabón más en la discusión ya iniciada –no sólo a nivel local– sobre los alcances de la actuación directa del Estado en áreas como la salud, la educación, la seguridad social, el monopolio de la fuerzas de seguridad, los recursos naturales, el transporte, la energía y los servicios básicos, entre ellos las telecomunicaciones, el saneamiento y la electricidad. En otros países y aquí, en el pasado y en el presente, sólo el Estado invierte en obras de infraestructura con proyecciones a largo plazo, porque su objetivo es obtener rentabilidad social y productividad económica antes que retorno económico-financiero, como sí exige la libre empresa.

También es evidente que, a nivel ministerial, en los organismos de control o en las empresa públicas que prestan este servicio en muchas ciudades del interior, el aparato estatal requiere de equipos de técnicos, expertos y de la mayor calificación para que cualquier decisión se encuentre fundada y respaldada por una gestión profesionalizada, ética y orientada al bien común y al interés nacional, además de una continuidad programática entre las administraciones políticas sucesivas.

En este contexto, los exegetas del neoliberalismo centran el debate en las tarifas retrasadas y pretenden justificar el colapso en el excesivo consumo energético debido a las bajas tarifas. Por consiguiente aconsejan aumentarlas para que la gente consuma menos electricidad y no ponga en crisis al sistema. Nada dicen que cuando se prioriza este eje de la discusión se está planteando abiertamente que los que tienen recursos tendrán derecho a un mejor servicio y los que no, se olviden de los aparatos de aire acondicionado y de los electrodomésticos a los que están accediendo recientemente.

Tampoco explican como, en aquellas ciudades donde no hay subsidio al consumo eléctrico y las tarifas son muy superiores a las del AMBA, también colapsaron las redes eléctricas. Un servicio público no puede hacer esas diferencias. Con subsidios o sin ellos, el estado debe garantizar a todos sus ciudadanos el acceso a los servicios básicos urbanos, garantes del derecho a la ciudad.

Esta crisis en la distribución, con ser la más aguda de la historia, ha registrado otras interrupciones en los últimos años, por lo que esa inicial responsabilidad empresarial salpica también al estado, nación y provincias, a partir de sus responsabilidades como controladores y reguladores del servicio. Y también a los municipios. Estos últimos se hacen los desentendidos para no quedar involucrados y evitar costos políticos cuando los afectados son los contribuyentes que viven en sus territorios. Es incomprensible la escasa o nula ayuda inicial a los vecinos sin luz (agua, alquiler de grupos electrógenos o asistencia de emergencia a personas de edad avanzada), como si no tuvieran responsabilidad en la jubilosa extensión de permisos de construcción de edificios que incrementan el consumo energético de estas redes colapsadas. Entre las perlas destacadas de estos dislates se destacan la propuesta para que los edificios se equipen con grupos electrógenos propios o se cambie el huso horario en el país.

El operativo de repartir 4.000.000 de lámparas de bajo consumo, ejecutado por el gobierno nacional hace unos años, debiera replicarse en programas para el uso racional de la energía, de carácter permanente y ampliamente extendidos. Este tipo de políticas se practica desde hace años en otras latitudes y han demostrado que, por esta vía, es posible reducir la demanda energética hasta en un 15%. Un cambio de paradigmas de este tipo, proyectado a todas las necesidades humanas y vinculado al consumo responsable, al reciclado, a la ética de lo necesario y al rechazo del despilfarro, es el mayor desafío de concientización individual y social para reducir el consumo, factor clave para garantizar la sustentabilidad planetaria a largo plazo.

 

Frente a fenómenos como éste, la tradición urbanística aporta elementos desde la ecología urbana y el desarrollo sostenible, pero la conceptualización de la sostenibilidad urbana que sigue el discurso ambiental ha ignorado el problema de los desafíos relacionados con la transición energética desde el cenit de la producción petrolera hacia nuevas fuentes sustitutas. La ciudad no se ha pensado desde la perspectiva de la energía que demanda y consume. Tampoco se investigan las complicaciones que pueden presentarse por el encarecimiento o escasez de los recursos energéticos, por la presencia de rendimientos decrecientes y la inevitable entropía o por las consecuencias del amenazante cambio climático. La disciplina urbanística tiene mucho por aportar en este sentido.

Finalmente, nuestros colegas constructores –especialmente los arquitectos– debieran  ejercitar al máximo sus capacidades profesionales y su compromiso con la armonía entre nuestra descendencia y el planeta que habitamos a fin de responder con las mejores respuestas proyectuales, motivados por estos objetivos antes que por acompañar el lucro desmedido del mercado inmobiliario, que no trepida en verticalizar insustentablemente las áreas centrales o en expandir la mancha urbana hasta la frontera rural.

¿Incorporaremos los conceptos de ahorro y sustentabilidad energética en nuestros proyectos? ¿Podremos formatear las normativas urbanas para densificar adecuadamente nuestras ciudades con la dotación de las infraestructuras necesarias y pertinentes? ¿Podremos confiar en las prefactibilidades de prestación de servicios que extienden estas prestadoras de servicios públicos?

Como muchas veces me ocurre, tengo más preguntas que respuestas…

NI 

El autor es arquitecto con Maestría en Administración Pública Local (Universidad Carlos III, Madrid). Preside el Instituto Territorio, Municipio y Ciudad (ITEMCIUDAD), es colaborador de la Fundación Metropolitana, Consultor, Docente de Planeamiento urbano en la cátedra Garay (FADU-UBA) y Asesor dela Federación Argentina de Municipios. Fue organizador, para el Municipio de Malvinas Argentinas, de los primeros seminarios sobre Barrios Cerrados dadas en el país, en los años 1998-2001.

De su autoría, ver también en café de las ciudades:

Número 11 | Tendencias 
"La mundialización como nosotros la queremos" |
 Recomendaciones para las ciudades globales del Mercosur. | 
Norberto Iglesias

Número 26 | Proyectos de las ciudades (II) 
El impacto metropolitano de los grandes proyectos urbanos | Los casos de Puerto Madero y la Nueva Centralidad de Malvinas Argentinas. |Norberto Iglesias

Número 44 | Arquitectura de las ciudades 
Burguesía porteña: ¿culta? | Los límites de una clase: el propietario y los compradores de la torre Grand Bourg y de Nordelta. | Norberto Iglesias

Número 89 | Lugares 
Cidade Livre, hogar de los trabajadores que construyeron Brasilia | Un campamento provisorio que se transformó en ciudad | Norberto Iglesias| 

Número 90 | Política y Planes de las ciudades 
¿La muerte del urbanismo “petista”? | El debate disciplinario en Brasil | Norberto Iglesias y Alexandre Benoit

Número 91 | Planes de las ciudades (I) 
Programas municipales de viviendas para sectores medios | Experiencia alternativa en la Municipalidad de Malvinas Argentinas, AMBA | Norberto Iglesias

Número 100 | Política de las ciudades (I) 
Los barrios cerrados en la agenda pública y política | Contra la privatización de la ciudad | Norberto Iglesias

 

Sobre infraestructuras urbanas en Argentina, ver también entre otras notas en café de las ciudades.

Número 27 | Política de las ciudades 
El sistema urbano – regional de redes de servicios e infraestructuras | La visión sistémica de Pírez, Rosenfeld, Karol y San Juan. | Marcelo Corti

Número 66 | Planes y Política de las Ciudades (II) 
El Plan Estratégico Territorial y la construcción de la Argentina deseada | La búsqueda de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública | Marcelo Corti

 

Sobre el tema, ver también  Infraestructuras Urbanas en América Latina, libro coordinado por Jaime Fabián Erazo Espinosa a partir del Seminario Internacional sobre Infraestructuras Urbanas organizado por FLACSO Ecuador, con apoyo del Banco del Estado de Ecuador, en el año 2011. Escriben, entre otros, Fernando Carrión, Marluci Menezes, Marcelo Corti, Ramiro Segura, Andrea C.Catenazzi, Pedro Pírez y Bernardo Navarro Benítez.

Cultura de las ciudades
Borges y la arquitectura
Patrones, modelos, objetos y la eterna discusión de dos filósofos…I Por Luis Elio Caporossi

En el Aleph, inversamente, en una suerte de Big Bang reverso procede a comprimir la totalidad del universo en una pequeña esfera de escasos centímetros. Anticipa así lo que en el Google-Earth 3D es una versión tosca y muy primitiva. Un mapa como modelo es siempre una interpretación; un mapa 1: 1, una potencial escenografía, si no habitable, al menos recorrible (recuerdo aquí la maqueta de lona 1:1 de una de las primeras casas de Mies, o las ciudades Potemkin de Catalina la Grande). Creo que esta singular coincidencia escalar entre realidad y representación nos permite instalar el tema del territorio y su percepción y, por tanto, las construcciones sociales de esas representaciones. Es entender que La Mancha para Don Quijote o la Provincia de Buenos Aires para sus habitantes pueden ser entendidas como construcciones virtuales en las que, como toda interpretación, se elige establecer determinados puntos de contacto con el territorio real. Esta construcción origina inevitablemente como contrapartida un status de invisibilidad o puntos ciegos. Estos puntos ciegos son olvidos en un sistema de memoria.

Urbanidad contemporánea
Rolezinhos
A la conquista del espacio urbano… I Por Jorge Mario Jáuregui

Hoy hay una tensión que hace años no existía, precisamente en torno al espacio. Antes las clases dominantes dominaban completamente y los dominados aceptaban su lugar. Hoy ya no es así y las clases más humildes tienen noción del derecho a ocupar y a circular. Por otro lado  hay en la periferia demandas latentes no atendidas; demandas por áreas de esparcimiento y diversión y centros culturales y deportivos, que necesitan políticas públicas específicas para esos lugares. Como dijo el Ministro de la Secretaria General de la Presidencia “Tenemos que tener una aproximación progresiva y con humildad para intentar entender a esos jóvenes y mantener un dialogo para que conquisten aquello que desean. La reacción inadecuada de la policía y de los propios shoppings es colocar gasolina en el fuego”. Los rolezinhos son claramente un fenómeno que reúne el aumento de la utilización de redes sociales por los jóvenes de la periferia, con la inclusión al consumo de las periferias en los últimos 10 años. Es precisamente el periodo de tiempo en que, por ejemplo, el 84% de las inauguraciones de shoppings centers ocurrieron fuera de las “áreas nobles” de Sao Paulo.

POSICiones cordobesas
El reordenamiento del transporte público cordobés
Tiene que haber de todo en una ciudad I Por Celina Caporossi

Es por demás sabido que el desmantelamiento del sistema ferroviario, en sintonía con la fuerte desregulación en los ´90, la descentralización administrativa  y el retiro del estado en áreas claves, crearon políticas recesivas para cualquier intervención en transporte público, que siempre requiere de un fuerte liderazgo y subvención estatal.  Como tal vez no pase en ninguna otra materia –salvo en algunas infraestructuras de servicios–  la actuación en transporte público masivo es siempre de altísimo impacto territorial y de fortísimas consecuencias sociales. Y, sobre todo, es costosa y el tiempo es en ella un factor decisivo. Características que la mayoría de las veces van a contrapelo de políticas cortoplacistas y de bajo impacto, como parece ser “conveniente” en la gestión política del territorio en nuestro país. Porque el problema del transporte no es técnico ni económico  sino esencialmente político.

Política, Movilidad y Ambiente de las ciudades
Flujos, fijos, agua…
Paradojas de la política urbana cordobesa I Por Marcelo Corti

Esto explica seguramente la prudencia, tanto en la comunicación (que avisa sobre los tiempos de adaptación y reconocimiento que el nuevo orden implica para los usuarios) como en la implementación por etapas, lejana a la estrategia de cambio completo en un día que tantos problemas ocasionó en Santiago de Chile, por ejemplo. Mejorar las condiciones de movilidad de la población cordobesa implica una fuerte mejora de la calidad de vida ciudadana, que permitiría a Mestre marcar una diferencia notable con sus pálidos antecesores y posicionarse en el orden provincial y nacional. Lamentablemente, el suelo urbano no tiene la misma prioridad en la agenda municipal… El pasado 19 de diciembre. el Concejo Deliberante cordobés aprobó un convenio urbanístico por el cual se autoriza a Establecimiento Los Ombúes SRL a cambiar el uso del suelo de Industrial-Rural a Urbano con la intención de construir un emprendimiento inmobiliario en un predio de 753 hectáreas.

Política de las ciudades

Ley de Acceso Justo al Hábitat en la Provincia de Buenos Aires: nuevas reglas de juego en las políticas de suelo
Un análisis crítico de la legislación argentina (XVII) I Por Laila Robledo

Ante todo, vale subrayar que el objetivo principal de la Ley Nº 14.449  es la promoción del derecho a la vivienda y al hábitat. Entre otros aspectos, procura regular aquellas acciones dirigidas a resolver el déficit urbano habitacional, tanto desde el fomento de proyectos habitacionales, y urbanizaciones sociales, como desde la generación de instrumentos de intervención dirigidos a reducir las prácticas especulativas respecto a la valorización del suelo. No será tarea sencilla; de hecho, la misma promulgación y reglamentación de la Ley tampoco lo fue. Esta última, por Decreto Nº 1.062,  se produjo inmediatamente después de un período de pujas, propias de las campañas legislativas, en las que no faltaron agoreros que no hacían más que distorsionar el contenido y espíritu de la Ley, en defensa de intereses privados. En efecto, había pasado un año desde su aprobación y, a pesar de la emergencia habitacional imperante, no podía aplicarse: ni siquiera había sido publicada en el Boletín Oficial.

Economía y Planes de las ciudades
El mercado de suelo en Moreno, Buenos Aires
La influencia de las intervenciones territoriales públicas en la estructura de precios de la tierra I Por Alejandra Gambino

Este es el soporte indispensable, la base material para la producción de la ciudad y la producción en la ciudad. Y las distintas formas de acceso al suelo urbano se encuentran definidas por los precios de la tierra, por el régimen legal de propiedad y por las normas que el Estado implementa para regular el funcionamiento del mercado de tierras urbano y periurbano y que inciden, asimismo, en la definición de los precios (Clichevsky et al, 1990). En este marco, y ante un escenario de especulación inmobiliaria ocurrido en la RMBA durante el período 1940-1970, el Gobierno Municipal consideró la necesidad de intervenir activamente en el mercado local de tierras, a través de una dependencia específicamente dedicada a la gestión del territorio: el IDUAR, Organismo Descentralizado que recibió la misión de impulsar un programa de movilización de suelo urbano, consistente en la recuperación de tierras ociosas para su aplicación en distintos emprendimientos municipales.

Planes y política de las ciudades
Nueva estructura territorial del consumo energético metropolitano
Colapsa una vetusta red de distribución que creció sobre la antigua trama barrial I Por Artemio Pedro Abba

Recién después de la aun persistente crisis energética se plantean planes de obras que incluyen no solo el mantenimiento de lo existente sino repontenciar los diferentes niveles de la red de distribución. Esto se da en un contexto de debate entre quienes sostienen que existe un problema de oferta del sistema energético nacional y aquellos que consideran que la oferta se ha incrementado suficientemente en la última década. El debate se centraliza entre el Ministerio de Planificación Federal, Infraestructura y Servicios por parte del Gobierno Nacional, y el Grupo de los 8 Ex-Secretarios de Energía por la otra. Este Grupo expone (Grupo de Ex Secretarios de Energía, 2014) que “en 2003, año del inicio de la actual gestión en el área energética, la potencia instalada era de 25.678 MW; en la década precedente la potencia instalada había tenido un incremento del 66,3 %. A fines de 2013 la Potencia Instalada alcanza los 31.399 MW, ello significa que el aumento entre 2003 y 2013 fue del 22,3 %. Una cifra marcadamente inferior al incremento de la década precedente”.

Política y Planes de las ciudades
Buenos Aires: ¿cuál es el piso de la discusión?
O contra quién corría Usain Bolt… I Por Pedro C. Sonderéguer

En cualquier caso, sin duda, todos los problemas urbanos de la mediana y gran escala siguen siendo los mismos: necesidad de actualizar las infraestructuras y equipamientos de Buenos Aires (puerto, ferrocarriles, aeropuerto, hospitales, escuelas), desarrollando su potencialidad como gran ciudad-puerto del Cono Sur, y enfrentando los problemas derivados de los nuevos escenarios internacionales, que al precarizar el trabajo y debilitar el estado tienden a deteriorar, en todo el mundo, el espacio urbano: servicios, espacio público, espacio construido. ¿Qué deriva ha realizado Buenos Aires que ha dejado de discutir sus mayores problemas de fondo -gobernabilidad, relación con la periferia, puerto, conexión norte-sur, financiamiento de los hospitales públicos- y celebra un carísimo reordenamiento de colectivos en unas 20 cuadras, pero deja sin solución y sin siquiera hipótesis de solución los principales temas estratégicos? ¿Cómo hemos llegado, en la ciudad del 25 de Mayo, el 3 de Febrero y el 17 de Octubre, a centrar la discusión en el recorrido del colectivo?.

Terquedades
Terquedad Capital
Una mirada arrabalera a Buenos Aires I Columna a cargo de Mario L. Tercco

Julián Domínguez, Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, sostuvo algo muy inteligente hace unos días. Dijo: “Daniel Scioli no me representa para [la candidatura presidencial en] el 2015; prefiero a un candidato que tenga unidad básica, militancia y experiencia en la pelea política”, en relación al que probablemente sea el peor gobernador legítimamente electo de la Provincia de Buenos Aires en toda su historia. Pocos días antes, Domínguez había declarado públicamente la necesidad de “volver a repensar la Argentina, repensar si la capital política argentina debe estar en Buenos Aires o en el norte argentino. Estoy convencido que este modelo de Estado fue concebido hace 200 años con su capital en el puerto y los países que tienen proyectos grandes no tienen sus capitales en los puertos, solo las colonias”. Esta declaración de Domínguez no tuvo repercusión en el ámbito político (de hecho, ni siquiera es fácil encontrarla en su propia Web oficial, como tampoco sus opiniones sobre el gobernador bonaerense), pero disparó algunas interesantes reflexiones técnicas, como por ejemplo las de Fabio Quetglas y Héctor Zajac en Clarín.

 

Brailovsky, Cassatt, Mark Twain y el verano; Montenegro y los niños de Bouwer.

 

Encuentros, Jornadas, Seminarios, Congresos: Ciudades Vivibles, en Guadalajara - UPE11- Conducir las transformaciones urbanas, en La Plata - Visita técnica a Freiburg - Megaeventos, en Rio de Janeiro y Niteroi VI Encuentro de Docentes e Investigadores en Historia del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad, en La Plata - IX Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, en Rosario - Congreso Latinoamericano de Transporte Público y Urbano, en Rosario - Vivienda Colectiva Sostenible, en Barcelona Convocatorias y Concursos: City to City Barcelona FAD Award 2014 - Concurso Buenas Prácticas Dubai - Concursos Holcim de construcción sostenible - riURB, nuevo número y seminario Cursos y programas académicos: Master en Gestión de la Ciudad - Maestría en Planificación Urbana-Regional, en la UBA - Maestría en Economía Urbana en la Di Tella - Licenciatura en gestión de negocios inmobiliarios y proyectos de desarrollo urbano, en la UMET - Especialización en Política y Planificación del Transporte Instituto del Transporte – UNSAM Exposiciones y muestras: Con o Sin Techo, exposición itinerante - Esther Pizarro. Un Jardín Japonés, Topografías Del Vacío en Madrid - Nueva York, Fukushima y Australia por Wenders, fotos en Lleida Noticias y publicaciones: Espacio público, urbanismo y movilidad, 4 conferencias en la Web de FIU - Transbordering Latin Americas. Liminal Places, Cultures, and Powers (T)Here - Evolución de los Servicios Públicos de Transporte de Pasajeros por Ómnibus en la Argentina - De California a La Pampa, por Molina y Vedia - Zona Urbana, ciudad en formato de radio - Grandes Projetos Urbanos - Cuaderno Urbano 14 - Revista URBAN - ARQA Comunidad - Fábricas abandonadas, fotografías de David Lynch

 

 

 

 


 

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