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Año 13 / Número
138-139
/ Abril-Mayo 2014 /
ISSN 2346-9080 >
REVISTA
DIGITAL |
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> SUMARIO |
Ambiente
y Política
de las ciudades |
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Inundación
y complejidad en La
Plata
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La
lluvia no asesinó a nadie, la ciudad sí
I
Por
Olaf
Jovanovich |
Lluvia. Mucha agua.
La ciudad se inunda. Una persona muere, otra persona
muere, muchos mueren. La Ciudad y su complejidad que
se devora a sí misma. Pasó poco más de un año.
La
Ciudad
es
un sistema complejo. Se define por la relación que
se construye entre sus elementos, entre sus partes,
partes que a su vez se (inter)definen entre sí. La relación
que hay entre el soporte físico y las infraestructuras,
entre éstas y los fenómenos económicos, entre las instituciones
y los fenómenos sociales, y así…. Éstas son las relaciones
que conforman y estructuran al Sistema Ciudad como tal,
que construyen la ciudad como la conocemos.
2 de abril de 2013;
llovió, y mucho, las infraestructuras no alcanzaron. ¿Alcanzan? ¿Para cuánto tienen que
alcanzar? ¿Qué tienen que cubrir? ¿Es un problema
cuantitativo? ¿Existen infraestructuras que “alcancen”
para los que viven en el borde inundable de los arroyos?
¿Son las infraestructuras las que tienen que alcanzar,
o se deben modificar las relaciones que construyen
un tipo de urbanidad determinado, o la necesidad
de infraestructura es siempre absoluta e indiscriminada,
se necesitan siempre, todas, y punto?
Días después del suceso
muchos plantearon que la las infraestructuras no estaban
preparadas para tantas lluvias, que el suceso extraordinario
había sido el culpable máximo; por definición no se
puede estar preparado para lo inesperado. La ciudad
es una productora de inesperados, casi como cualquier
sistema complejo. El debate se dio en términos cuantitativos,
como si fuera una cuestión de adición. ¿Si hubieran
llovido 300 en vez de 400 mm, hubiera muerto menos
gente? ¿Eso nos basta? ¿Es una cuestión de números?
En la mitología griega
existe la leyenda del “Lecho de Procusto”, leyenda que cuenta como Procusto, dueño de una
posada, alojaba a los viajeros en una cama en la que
si la estatura del visitante era más larga que la del
catre, simplemente, le serruchaba los pies para que
se amoldara a la longitud de la cama y, por el contrario,
si el viajero era más pequeño, le estiraba las extremidades
para equipararla con ella. Esta historia cuenta de manera
muy simple el pensamiento, o mejor dicho, la forma de
hilvanar pensamientos que tienen muchas personas. La simplificación de la realidad a una hipótesis
previa, a una idea previa, o la sencilla y rudimentaria
simplificación de la realidad, a secas (cabe aclarar
que la suerte de Procusto fue sometida a su mismo procedimiento,
forzado a acostarse en su propio lecho, una vez capturado
por Teseo).
Buscar la causa de
lo que sucedió en la Ciudad de La Plata el 2 de abril del año
pasado en uno sólo de los procesos que se dieron simultáneamente
(la lluvia, o la falta de infraestructura, o la negligencia,
o cualquier otro tomado en cuenta de manera aislada)
es simple y llanamente acostarnos en el Lecho de Procusto.
La lluvia no asesinó
a nadie. La ciudad, sí. Los procesos que se dieron el
2 de abril fueron muchos y relacionados entre sí. Cada
uno de ellos no fue una foto estática sino que fue el
proceder de actores, situaciones y decisiones tomadas
a lo largo de una línea temporal; fue la concatenación
de accionares y de decisiones la que construyeron el
2 de abril del 2013. Estos procesos, de diferente índole,
se encontraron en un punto exacto, posible de definir,
de reconstruir, de comprender. Tan exacto, tan real,
tan concreto que murió gente. El 2 de abril fue un
punto de una red de procesos dinámicos que tuvo un resultado
concreto y responsabilidades concretas.
Me pregunto: ¿cuáles
fueron esos procesos que tuvieron una participación
necesaria para que ocurra lo acaecido el 2 de abril?
Como hemos dicho, la
ciudad es un sistema complejo, lo que implica que no
es una cosa, no
está constituida como una unidad sustancial (no
es un sustantivo), sino que se construye como una unidad relacional;
esta unidad está regida, regulada, fomentada, sustentada,
ordenada, articulada, por las relaciones de y entre
las dimensiones territoriales, jurídicas, económicas,
sociales, etc. Estamos hablando de relaciones, no solamente
de lo jurídico, de lo social, de lo económico en sí
mismo como hecho, como acción permitida dentro de cada
una de sus especificidades.
En un Sistema Complejo,
la relación entre las partes –subsistemas–
produce
Propiedades Emergentes en el Todo, esto se traduce en
propiedades que no existen en las partes, pero que
nacen de las relaciones entre ellas. Disueltas o
transformadas éstas relaciones, las propiedades emergentes
dejan de existir. Estas propiedades son lo que comúnmente
atribuimos como calidades o características urbanas,
como por ejemplo, la ciudad difusa, disfuncional, o
la que pertenece a cierto slogan: “La
Plata ciudad sustentable”.
En convivencia y cooperación
con el concepto de emergencia, el Sistema Ciudad limita
las capacidades y propiedades de las partes, los subsistemas
son restringidos en algunos aspectos. Así las ciudades
son más, y a la vez, menos que las partes que las conforman.
Una vez construido cierto tipo de urbanidad hay limitaciones,
surgen regulaciones, normas, incompatibilidades, ineficiencias
que hacen de ciertos hábitos imposibles o innecesarios.
Esta doble
condición sistémica de emergencia y restricción
hace de la unidad un Todo con características propias,
innovadoras, nuevas, únicas en cierto sentido, donde
la emergencia innovadora es tan verdadera como las restricciones.
Así es que en algunas ciudades las relaciones entre
el mercado inmobiliario, las instituciones, el territorio,
los fenómenos sociales, las lógicas de ocupación pueden
generar ciudades seguras, regulando y articulando fenómenos
y procesos de distinta índole, cantidad y calidad; y
en otras pueden generar ciudades excluyentes, inseguras,
que son funcionales solamente a un estrato social, lo
que produce como cualidad emergente una profunda fragmentación
socio espacial, o ghettos, o cualquier otra patología
urbana que conocemos. La relación sigue siendo la que estructura, la que produce orden, restricciones
e innovaciones. No las partes.
En los sistemas complejos,
en las ciudades,
no existe la condición de equilibrio estático. En
esta clase de sistemas existen condiciones de estabilidad
dinámica, estados estacionarios, donde el sistema se
mantiene dentro de ciertos parámetros sin perder la
estructura que lo organiza. Esta estabilidad temporal
implica cambios constantes, regulaciones dinámicas que
mantienen el orden establecido entre el mismo sistema
y sus condiciones de bordes (sus límites). Cuando alguno
de los parámetros o de las relaciones que estructuran
el sistema sobrepasa cierto umbral, el sistema se reestructura
y se reorganiza, conformando un nuevo orden, adquiriendo
una nueva estructura; ergo, emergen nuevas cualidades
y nuevas restricciones. Por ejemplo, si a una pequeña
ciudad compacta le inyectamos una cantidad importante
de gente, digamos que por un nuevo yacimiento de petróleo,
y sobrepasamos el umbral de la capacidad de recepción
que tenía esa ciudad, el Sistema modificará su relación
con el territorio, y probablemente perderá su característica
de compacidad para comenzar procesos difusos de ocupación
del suelo. La
estructura general se modifica y se construye un nuevo
orden. Los umbrales que el orden antiguo poseía
fueron sobrepasados y se generó un nuevo proceso de
reorganización, con todo lo que esto incluye, desde
los desplazamientos hasta los nuevos y más abultados
costos para producir ciudad servida de infraestructura.
El conocimiento de
estos procesos de estabilidad en los sistemas nos permite
tener una herramienta importante en el estudio de los
procesos urbanos territoriales; sirve, entre otras cosas,
para verificar la idea o hipótesis que se tenía planteada
sobre una determinada estructura urbana. En el caso
que nos atañe podríamos hacer el siguiente ejercicio:
se creía que La Plata tenía determinadas características
como ciudad, las cuales, como venimos exponiendo, emergen
de las relaciones entre el soporte físico, los fenómenos
económicos, el sistema que estructura los fenómenos
sociales, etc. Cuando ocurrió la inundación creímos,
por lo menos yo, sin dudarlo, que se habían traspasado muchos de los parámetros
límites que puede albergar una ciudad con las características
de “segura” – murió gente–, “sostenible” –muchos
son los que perdieron todo, incluso la misma ciudad
en su rol de capital económico de un estado–, “de baja
vulnerabilidad” –muchos enfermaron y quedaron expuestos
por mucho tiempo a enfermedades–; y así podemos seguir
enumerando cada una de las cualidades estructurales
de la ciudad y en relación a ellas el impacto que tuvo
la inundación.
Ahora, si pensamos
que la ciudad no estaba preparada para ese terrible
hecho, que ocurrió lo que Nassin Taleb llama Un Cisne
Negro y que los parámetros de tolerancia eran mucho
menores, me pregunto: ¿por qué las relaciones estructurales que existen entre las partes de
la ciudad no se modificaron? ¿Por qué las lógicas
de ocupación – que son parte de la relación entre el
sustento físico, los fenómenos sociales, económicos
y jurídicos– no se modificaron un ápice? ¿Por qué se hizo hincapié solamente en una cuestión cuantitativa de infraestructura
sin modificar las relaciones que hacen de esas infraestructuras
una necesidad, una necesidad real dentro de una
lógica de sustentabilidad humana y no económica?
Estamos ante un dilema
del que nos tenemos que hacer cargo y es el siguiente:
si después de un hecho como el del 2 de abril no cambió
ninguna relación estructural –entre lo jurídico, lo
económico, lo social, el soporte físico, etc. – si lo
único que cambio fueron cuestiones cuantitativas sobre
partes específicas de la ciudad, como por ejemplo la
cantidad de reservorios, la cantidad de m2
de entubamiento de arroyos, y no cambió la relación
de las lógicas de ocupación, las formas de tomar decisiones
entorno a la ciudad y sus códigos, las relaciones entre
norma y especulación inmobiliaria, etc., estamos frente
a una dolorosa verdad: el sistema Ciudad de La Plata sí estaba preparado para la inundación, si soporta que muera gente,
dentro de las variables que maneja la estabilidad de
su sistema estaba contemplada la catástrofe. Si la especulación
inmobiliaria puede seguir su curso sin modificar la
relación que tiene con la norma, con el territorio,
si las decisiones urbanas pueden seguir siendo tomadas
en contra de la sustentabilidad, si las lógicas de ocupación
siguen construyendo desastres potenciales, la
Ciudad de La
Plata sí estaba y está preparada para
todo esto. Los
que no estaban ni están preparados son los que perdieron
su vida o la perderán en un próximo hecho inesperado.
La ciudad sigue su curso, estable; no hemos sobrepasado
su umbral.
Piensen en la posibilidad
cierta que existe de parar todas las obras de la ciudad
(cómo se hizo y no se pudo sostener más de un mes),
en la posibilidad de bajar la rentabilidad depredadora
de muchas de las fuerzas económicas que influyen en
nuestra ciudad, piensen en la posibilidad de poner en duda el derecho absoluto de la propiedad
privada de la tierra. ¿Cuántas relaciones deberíamos
modificar para que se modifique el sistema? ¿Qué meteorito
debería caer en nuestra ciudad para poder siquiera plantearlo?
Lo más triste es que
ese meteorito ya cayó y mató a mucha gente. Lamentablemente
ni una millonésima parte de las relaciones que se deberían
modificar se modificaron, porque el meteorito estaba
dentro de las expectativas posibles en la urbanidad
que se creó, dentro del Sistema Ciudad.

La Plata sigue siendo la ciudad que puede dejar que la gente muera ahogada, pero
no puede poner siquiera en duda la rentabilidad de los
grandes grupos económicos. Esa
es la ciudad que debemos cambiar, la ciudad nunca nos
abrigó a todos y sigue sin abrigarnos, solamente nos
soporta mientras le seamos útiles; ahora pregunto, ¿qué
hace falta para que la transformemos?
Si la discusión sigue
manteniéndose en el cuánto, deberemos resignarnos a seguir hallando “el
incluido y el excluido” de la historia, historia
que cada día tiene menos de los primeros y más de los
segundos. Los cuántos no nos llevarán a una nueva ciudad,
sino solamente a una ciudad con un poquito más de tolerancia
numérica, a aguantar unos milímetros más, pero lo límites
siempre serán los mismos. Necesitamos cambiar la frontera, modificar
la concepción de ciudad, y dentro de ella, la concepción
de ciudadano, de profesional, de comerciante, de
ganador y perdedor, de educación, pero sobre todo de
ciudad, y hacer una ciudad democrática, segura, sustentable
y socialmente justa.
OJ
El
autor es Arquitecto. Integra los equipos técnicos de
la Subsecretaria de Planificación Territorial de la
Inversión Pública de la Nación (Argntina) y es docente
de la FAU-UNLP.
Sobre
la inundación del 2 de abril de 2013 en La
Plata, ver también en café
de las ciudades
la presentación
del número 127-128
y
las notas:
Número
127 | Ambiente
y Política de las ciudades
La
Plata, después de la inundación | De
las soluciones mágicas al acuerdo social sobre un proceso
de mejoras continuas | Instituto de Arquitectura, Urbanismo y Ambiente del CAPBA
DI (Guillermo Curtit, Soledad Del Cueto, Jorge Grandal
y Roberto Saraví)
Número
127 | Terquedades
Una
mirada arrabalera a Buenos Aires | Terquedad de las inundaciones (política y territorio) | Mario L. Tercco
Número
127 | Ambiente y Política
de las ciudades
Pensar
Buenos Aires en clave metropolitana, la invocación de
Bergoglio antes de ser Francisco | “Un
Estado presente y responsable del desarrollo integral
y la dignidad humana” | Artemio
Pedro Abba
Subsistemas:
Según el tipo de análisis, algunos de los subsistemas
que conforman la estructura interna de la ciudad, y
que a la vez son sistemas de un nivel inferior de complejidad,
pueden ser: Sistema normativo y político institucional
(estructuras y procesos culturales, procesos normativos
políticos e institucionales), sistema territorial geográfico
(soporte natural, fenómenos ambientales), sistema económico
productivo, sistema de ciudadanía urbana (fenómenos
funcionales, estructuras y procesos sociales), etc.
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Planes
y Política de las ciudades (I) |
“Los
gobernantes deben sostener el conflicto que significa
transformar la realidad” |
Entrevista
a Fredy Garay I
Por
Marcelo Corti y Demian Rotbart |
Hay
un contexto de incertidumbre respecto de cuál es el
modelo de desarrollo adecuado para una ciudad. Las características
del desarrollo industrial sustitutivo de importaciones,
que caracterizó las décadas de los ’50 a los ’70, los
proyectos de modernidad latinoamericanos, hoy en día
parecerían estar muy cuestionados conceptualmente. En
general el discurso sobre la ciudad es el del crecimiento
de los servicios, con una especie de abandono resignado
a que la industria se va a producir en los países asiáticos.
Con lo cual aparece implícita una cierta voluntad de
abandonar el desarrollo tecnológico y productivo en
otros ámbitos, para tener una especie de ciudades parásitas
y administrativas. En ese sentido, la presencia de los
gobiernos locales ha tomado un protagonismo novedoso
respecto de lo que era la historia de nuestros países.
En Argentina, en la década del ’70, la figura predominante
eran los dirigentes sindicales y los intendentes eran
figuras políticas de segundo o tercer nivel.
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Cultura
de las ciudades |
El
fin de Macondo
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Algunas
hipótesis controversiales sobre Cien años de soledad I
Por
Luis
Elio Caporossi |
En
contraste, en el final de Cien años…García Márquez convierte
y amplifica el fin de una estirpe familiar en una apocalíptica
catástrofe ambiental, destructora simultánea de personajes
y de su propio soporte territorial, Macondo, en un perfecto
final cerrado. Este final clausura a futuro “segundas
oportunidades”, ya sea literarias o con la historia,
ya que en esta, si bien todo cambia y se transforma
en continuidad como en la lengua y las ciudades, al
mismo tiempo y misteriosamente todo de algún modo permanece.
Un pequeño y puntual aviso de desajuste es iluminado
en la novela por el incidental y forzado cruce del mundo
de Macondo con el de Rayuela, de una Colombia rural con el Paris de los sesenta. Veamos.
La evidente maestría narrativa de García Márquez parte
de una auto-confesada matriz conformada por los relatos
orales de su abuela, por la lectura temprana de las
Mil y una Noches y por su “querido maestro William Faulkner”,
componentes a los que yo, a mi propio riesgo, agrego
el guionista Cesare Zavattini.
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Política de las ciudades |
Principios
rectores sobre la seguridad de la tenencia para los
pobres de las zonas urbanas
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Parte
integrante del derecho a una vivienda adecuada I
Por
Raquel Rolnik |
Por
seguridad de la tenencia se entiende un conjunto de
relaciones con respecto a la vivienda y a la tierra,
establecido en el derecho codificado o consuetudinario,
o mediante acuerdos no oficiales o híbridos, que permite
vivir en el propio hogar en condiciones de seguridad,
paz y dignidad. La seguridad de la tenencia es parte
integrante del derecho a una vivienda adecuada y un
componente necesario para el ejercicio de muchos otros
derechos civiles, culturales, económicos, políticos
y sociales. Todas las personas deberían gozar de un
grado de seguridad de la tenencia que garantice una
protección jurídica contra el desalojo forzoso, el hostigamiento
y otras amenazas. La difícil situación de los pobres
de las zonas urbanas representa uno de los problemas
más acuciantes de la seguridad de la tenencia, especialmente
en un mundo cada vez más urbanizado. La finalidad de
estos principios es proporcionar orientación a los Estados
y a otros actores para resolver este problema a fin
de garantizar una vivienda adecuada a los pobres y a
las personas vulnerables.
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Planes
y Política de las ciudades (II) |
Reclamamos
el derecho a revertir las dinámicas urbanas
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Informe
sobre el 7º Foro Urbano Mundial (FUM 7), Medellín (5 al 11 de abril de 2014)
I
Por Gustavo
Riofrío |
La
obligatoriedad del cumplimiento de las conclusiones
siempre es un asunto delicado en las naciones. La primera
Conferencia de las Naciones Unidas por el Hábitat (Vancouver,
1976) sirvió para poner en la agenda mundial el tema
del hábitat y la realidad de los barrios populares,
asunto más complejo que el de la vivienda o la ciudad
a secas. Los foros paralelos y no oficiales tuvieron
una gran importancia. Fue allí donde las barriadas de
Lima y Arequipa sirvieron de ejemplo al mundo entero
de la importancia de las iniciativas populares en urbanizar
y la potencia de las familias al edificar sus viviendas
paso a paso. El inglés John Turner (“Libertad para Construir”)
fue uno de los gurúes que allí sentó cátedra con ese
ejemplo. Hábitat II en Estambul significó un retroceso
para ONU-Hábitat. Si bien se avanzó en dejar de hablar
solamente de la vivienda y abarcar a las ciudades, la
batalla de la sociedad civil y de varios países consistió
en que se adopte claramente el derecho a la vivienda
en la declaración final de la asamblea. Ello no se logró
por la férrea oposición de varios países. Triunfó el
Banco Mundial con la receta de de Soto.
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Ambiente
y Paisaje de las ciudades
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Ciudades
sin árboles
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La
calle como espacio de diseño
I
Por
Jorge
Vahedzian |
En
ese contexto de ejecución de grandes obras como excluyente
manifestación real de país desarrollado, los urbanistas
calificaban el tejido utilizando la estructura circulatoria
en todas sus escalas: el pasaje, la calle, el bulevar,
la avenida, la ruta. Esa variedad de tejidos estructuraba
las ciudades con la premisa funcional básica de "conectar".
Sin embargo, consideraban su calidad arquitectónica
y espacial entendiendo la “calle” como espacio de diseño.
Entendían también su complementaria finalidad social
y cultural, de espacio compartido para las actividades
comunitarias, de lugar de juego y de encuentro en la
vereda de todos los frentistas, de espacio cívico e
institucional. En esas calles y avenidas aparecía, infalible,
el árbol de la vereda, el que proporcionaba el reparo
de su sombra y la magnificencia de su escala urbana
por tamaño, por repetición, por forma, por su aporte
a la continuidad y a la homogeneidad de los recorridos,
por el impacto imprevisto y sorpresivo de sus variados
perfumes y colores: lilas, amarillos, celestes, rosas
y fucsias formaban parte de la estética de las calles.
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Urbanidad contemporánea |
Tendencia
y destino
|
Sobre
ciudad, urbanismo y futuro I
Por
Marcelo
Corti |
A
diferencia de otras disciplinas, la planificación urbana
está ligada estructural y conceptualmente al futuro.
Por un lado, por el hecho obvio de que toda planificación
es una planificación a futuro. Pero especialmente porque
la ciudad, objeto de las operaciones de planificación,
es una organización del territorio sujeta a cambios
permanentes y por lo tanto requiere y motiva reflexiones
sobre su futuro, no solamente en las disciplinas que
la estudian y que intentan programar esos cambios en
un determinado sentido, sino en otros campos de pensamiento
y acción, especialmente el arte y la cultura. Cualquier
forma de desarrollo urbano (la fundación, la expansión,
la densificación, la renovación) requiere la previsión
de etapas, la asignación de usos y dominios del suelo,
la programación de acciones de diverso tipo que se desarrollan
en el tiempo. A esta determinación lógica se agrega
además otra particularidad, en este caso producto de
la conformación histórica de la disciplina. Si bien
ha habido ciudades desde el comienzo de la historia
humana entamiento, hace ya unos 6.000 o 7.000 años),
el urbanismo y la planificación urbana son disciplinas
mucho más recientes.
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Planes
y política de las ciudades (III) |
¿Puede
Buenos Aires “crecer de golpe”?
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Mirada
metropolitana de la demografía de la ciudad central
I
Por
Artemio
Pedro Abba |
Correspondería
dar vuelta la proposición y plantear la mejora de la
oferta urbana de la ciudad, de modo de propiciar la
captación de una porción modesta de los alrededor de
1,3 millones de personas con que crece la Región Metropolitana
de Buenos Aires cada década, mediante un proceso de
densificación selectiva (tal como lo propone el Consejo
de Planeamiento Estratégico - COPE). Con este objetivo,
la ciudad debe recuperar la urbanidad escamoteada por
el modelo de torres country+shopping, patrón adoptado
con el vano intento de competir con la periferia con
sus mismas armas, internalizando la sociabilidad de
la vida colectiva. Para recuperar ese segmento poblacional,
Buenos Aires debe ofertar su tradicional estructura
de espacios públicos y trama de vía pública confiable
rodeada de actividades comerciales y de servicios sobre
la calle, que constituían un ámbito universal y practicable
hoy debilitado. Esto va en línea con propuestas que
incluyen al urbanismo como importante componente en
las políticas de seguridad.
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POSICiones
cordobesas |
El
espacio urbano de la adolescencia
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“Una
forma de adueñarnos del espacio”
I
Por Juana Garabano |
Las
y los adolescentes nos relacionamos con la ciudad de
diferentes formas. Individualmente, cada uno tiene particularidades
con respecto a este tema, ya que nuestra personalidad
se refleja en la forma de conectarnos con el espacio
en que vivimos. Uno puede encontrarse solo en la ciudad,
sea por el simple placer de pasear sin rumbo, abierto
a las impresiones que salen al paso, o porque el espacio
público sirve de conexión o "pasaje” entre dos
actividades prefijadas, haciendo un descanso (o todo
lo contrario...) dentro de un horario concreto. Pero
cuando estamos en grupo, las similitudes entre adolescentes
hacen que tengamos características particulares cuando
nos encontramos con lo urbano. Tenemos una forma de
adueñarnos del espacio que hace que cada rincón, cordón,
vereda (siempre que estés en buena compañía) sea el
lugar perfecto para conversar, escuchar música o estudiar.
Nos adaptamos al lugar o, en algunos casos, hacemos
que el lugar se adapte a nosotros. Los mejores lugares
para reunirse son las plazas, ya que no cuesta plata,
estás rodeado de verde, son muy dinámicas y cuentan
con una diversidad muy amplia.
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Terquedades |
Terquedad
de los muros
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Una
mirada arrabalera a Buenos Aires
I
Columna
a cargo de Mario L. Tercco |
Un
video muy corto de Lucrecia Martel, La ciudad que huye,
es casi el mejor argumento que conozco contra los barrios
cerrados y las privatopías en general. Con el simple
recurso de unos travelings que recorren la frontalidad
de unos muros divisorios desde la calle, Martel presenta
un mundo banal y siniestro a la vez. Las imágenes resultan
elocuentes, no "a pesar" del silencio en que
se muestran, sino porque en sí mismas son el silencio.
Los "barrios" (que, como el narrador borgeano
de Funes el memorioso, no tienen derecho a llamarse
así) quedan evidenciados en la esencia de su barbarie.
Calles sin fachada, ni ciudad ni suburbio ni campo,
ni siquiera "no lugares"; en todo caso, antilugares.
Hace unos días tuve que visitar un sitio en la periferia
metropolitana de Buenos Aires. Las fotos improvisadas
que ilustran esta nota muestran (con menos eficacia
que el video de Martel) algo de lo que se percibe al
recorrer esas anticalles... Muros coronados de alambres
que se anuncian como electrificados (¿importa si realmente
lo están?), cámaras enjauladas, veredas inexistentes,
refugios fantasmales para esperar un colectivo surrealista.
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Inundación
y mala praxis, revistas científicas, plan correntino,
autopista ribereña y comentarios sobre notas.
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Encuentros,
Jornadas, Seminarios, Congresos: After Ivens, en Valparaíso - Visita
técnica a Freiburg
- 51° Congreso
Mundial de la IFLA, en Buenos Aires - UPE11- Conducir
las transformaciones urbanas, en La Plata - XVI Congreso
Iberoamericano de Urbanismo, en Cintra - Congreso Latinoamericano
de Transporte Público y Urbano, en Rosario Convocatorias
y Concursos:
Medianeras,
construir sobre construido. Concurso del CPAU - Beca
Presidente Néstor Kirchner
(PNK) 2014-2015 - Cuadernos de Vivienda y Urbanismo
- Critical Housing Analysis - Concurso
Buenas Prácticas Dubai - riURB, nuevo número
y seminario - Quid 16
Cursos
y programas académicos:
Master
en Gestión de la Ciudad - Primeras Jornadas de Arquitectura
y Construcción con Tierra, en La Rioja - Sistemas de
Información Geográfica, en Tucumán - Seminarios de Doctorado
en Tilcara Exposiciones
y muestras: Con
o Sin Techo, exposición itinerante - Yucún, Habitar
el Desierto en el MARQ - Retrospectiva de Yoko Ono en
el Guggenheim Bilbao - Joseph Beuys, en PROA
Noticias y publicaciones: La Planificación General Urbana
y su desarrollo. El caso Corrientes - Pequeñas Ciudades
- Estado, Território & Sociedade - Mapas Sociales
Urbanos - EURE 120 - Agenda de Desarrollo Estratégico
para Villa La Angostura - Gestionar el diseño - Publicaciones
de la Red Mujer y Hábitat - Espacio público, urbanismo
y movilidad, 4 conferencias en la Web de FIU - Transbordering
Latin Americas. Liminal Places, Cultures, and Powers
(T)Here - Armar la Ciudad - Zona Urbana, ciudad en formato
de radio - Cuaderno Urbano 14 - ARQA Comunidad
- Política de suelos (I), ANSES compra lotes - Política
de suelos (II), shale gas y especulación inmobiliaria
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
*Marca en trámite
*Las notas firmadas no expresan
necesariamente la opinión del editor.
STAFF
Editorial Café
de las ciudades
ISSN 2346-9080
Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en Córdoba: Carola Inés Posic
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco > 
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