Buenas y Malas
prácticas urbanas
Las primeras
presentaciones.
Ya estamos
recibiendo (y comenzamos su publicación en este número)
las presentaciones de buenas y malas prácticas urbanas, "aspirantes"
al premio que café
de las ciudades otorga anualmente a ambas categorías.
Se podrán presentar experiencias de cualquier ciudad del
mundo, las que competirán entre sí en el orden internacional.
Aquellas ciudades para las que se presenten más de 5 ejemplos
para alguna categoría tendrán premios locales. Se
elegirá entre las presentaciones llegadas antes del 15 de
diciembre a cartas@cafedelasciudades.com.ar;
la elección será realizada por los propios lectores/as.
La práctica podrá ser descripta mediante imágenes
de baja definición, textos, o su combinación; se deberá
especificar ciudad, ubicación, tema, autores, y un breve
comentario explicativo de las razones que inducen a su presentación.
Rambla de Mar del Plata, Argentina
Presenta
como buena práctica: Marcelo Robutti, Buenos Aires

Me gusta Mar
del Plata en general. Es la ciudad donde, como en una palestra,
los habitantes de mi país, durante las décadas del
Estado de bienestar, con la excusa de mirarse unos a otros haciendo
vacaciones, se sentían más o menos iguales, más
o menos hermanados. Del ´50 al ´80 algo quedaba de la aristocracia,
sus casonas y sus piedras, mucho departamento de alquiler para la
clase media en ascenso, y mucho hubo de hotel sindical para los
trabajadores de variados gremios.
Me gusta la
rambla en particular. El escenario por antonomasia donde sucedían
esas ceremonias no programadas, citadas arriba. La postal perenne
de esa ciudad, y la gran muchedumbre de gente, más o menos
igualada, diciéndose unos a otros: "¡Viste, yo también
estoy de vacaciones!". Y por eso, queridos parroquianos, la
propongo como candidata al premio a las buenas prácticas
urbanas de este año aunque, la verdad, viene de hace muchos
años...

El diseño
arquitectónico del Casino y el Hotel Provincial es dignísimo.
Sus composiciones clásicas, sin ser anticuadas, con sus ladrillos,
piedras y pizzarras, han sobrevivido más de 60 años
a la inclemencia marina. Son la imagen postal de la ciudad, marca
en todo el mundo.
Pero lo que
me admira hasta la emoción, es el planteo urbano y la
calidad genética del espacio público propuesto
por el arquitecto Alejandro Bustillo. Este hombre "entendió"
que estaba frente al mar, y que por detrás tenía una
ciudad amanzanada. Se genuflexó frente al eterno océano
curvando sus edificios, y a la ciudad le dio un remate impecable,
continuando incluso la alineación de sus edificios en algunas
calles.
Y sin ninguna
teoría del siglo XXI sobre espacio público, generó
una diversidad de funciones en sus terrazas que bajan escalonadas
al mar, en la plaza entre los dos edificios, en las recovas, en
las escalinatas, en el playón (actual techo de un "shopping"
del 2000, devaluado), en las piletas.
Así es
la rambla. No se sabe cuando empieza ni cuando termina en el espacio.
No tiene muros, ni garitas de seguridad controlando ningún
acceso. Esta abierta a toda hora, y no hay que pagar nada por un
lugar bajo el sol ni por sacarse la foto en las estatuas de los
lobos marinos.
Tampoco se sabe
cuando empieza y termina en el tiempo. Mi abuelo fallecido se sacó
una foto con mi padre de 11 años, mi tía de 8 y mi
tío de 5, hace apenas 55 años atrás. El padre
de mi suegro alquilaba su carpa todos los veranos, desde el ´51.
Hoy la están remozando un poco con la excusa de la visita
del presidente más poderoso del planeta. Las personas pasarán
y la rambla seguirá allí…
Por supuesto
que no me gusta nada el olor a orín en los rincones de las
recovas, ni los kioscos de lata desparramados sin ton ni son, ni
las mesas berretas de ambiciosos concesionarios de fondas de dudosa
calidad en las plantas bajas, ocupándose todo el espacio
de paso. Mucho menos, que la burocracia del Estado Provincial haya
dejado caer esos calificadísimos edificios, o que permita
"decorar" sus fachadas con cartelones efímeros
y espantosos.
Pero igual,
cuando camino por la rambla, sobre todo en los meses fuera de la
temporada alta, me siento un tipo feliz. Me siento cerca de la naturaleza,
aún estando en un espacio urbanizado. Recuerdo la perpetuidad
del territorio y lo limitado de mi existencia. Me siento mas o menos
igualado al resto de la gente que camina por ahí, sin animo
de exclusivismos, me gusta ver los jubilados y los adolescentes
disfrutando y, no se… el viento me pega en la cara, sin cobrar ticket
ni consumición.

Voto
a la Rambla de Mar del Plata como buena práctica urbana
Voto
a la Rambla de Mar del Plata como mala práctica urbana
(los votos pueden
fundamentarse opcionalmente, si coinciden con el sentido de la propuesta,
y obligatoriamente, si la contradicen)
Control urbano en Córdoba, Argentina
Presenta
como mala práctica: Arquímedes Federico, Córdoba

Les estoy enviando
estos archivos adjuntos sobre un tema que no es específicamente
lo que la estupenda café
de las ciudades desarrolla, pero que tiene mucho que
ver con nuestra forma de hacer ciudad, el rol del municipio y la
ausencia de nuestras instituciones profesionales. Esta historia
empieza allá por el 2003, más precisamente el 29 de
mayo (fecha de aquellas para los cordobeses - N. de la R.: es
la fecha del Cordobazo de 1969) con una presentación
al municipio. La falta de respuesta motivó agotar las instancias
administrativas y recurrir a la Justicia con un amparo. Esto motivó
que en febrero se aplicara una medida cautelar que el Juez de la
causa levantó a partir de un recurso que presentó
la Municipalidad de Córdoba. Apelamos a Cámara y ésta
ordenó al Juez restituir la cautelar. Esto sucedió
hace unos pocos días y tuvo una fuerte repercusión
en los medios, más precisamente en La Voz del Interior con
todo lo que ello implica. Más, terminó editorializando
el tema y haciéndolo propio.

Voto
al Control urbano en Córdoba como mala práctica urbana
Voto
al Control urbano en Córdoba como buena práctica urbana
(los votos pueden
fundamentarse opcionalmente, si coinciden con el sentido de la propuesta,
y obligatoriamente, si la contradicen)
Proyecto CityLife, en el área de la Fiera di Milano, Italia
Presentan
como mala práctica: Franca Ponti, Sergio
Brenna,
Milán, por la Asociación "Vivi e progetta un´altra
Milano"

El Grupo CityLife
tiene un proyecto para realizar un millón de metros cúbicos
sobre cien mil metros cuadrados de superficie en el área
de la Fiera di Milano, cubriéndose tras los grandes nombres
internacionales de quienes han propuesto tres bizarros rascacielos
(Daniel Libeskind, Arata Isozaki y Zaha Hadid). A este proyecto
se oponen muchos ciudadanos de Milán y los mejores arquitectos
y críticos italianos e internacionales (Gregotti, Botta,
Gardella, Sudjic, etc.).
Muchos ciudadanos
milaneses desean contrastar, por ejemplo, los argumentos que el
Arquitecto Maggiora ha manifestado en su exposición en la
Bienal de Arquitectura de Buenos Aires, en relación al proyecto.
La tradición de la bella Italia se ve comprometida a causa
de una selección de el grupo vencedor según un criterio
casi puramente económico de la mayor oferta de dinero (536
millones de euros). No fue un concurso de arquitectura, fue una
competencia económica. Otros proyectos eran mucho mejores.

No deseamos
imitar la experiencia de Shangai: nuestras ciudades pueden desarrollarse
juntando
armoniosamente
lo moderno con las estructuras urbanas que hemos heredado y que
representan nuestra cultura.
Ese proyecto
tiene muchos errores: el plan general del proyecto que no se inserta
en el tejido urbano, la excesiva densidad y altura de los edificios,
que están demasiados cercanos entre ellos, el parque, que
es un jardín fragmentado y sombreado por los altos edificios
que están alrededor.

Voto
al Proyecto CityLife en Milán como mala práctica urbana
Voto
al Proyecto CityLife en Milán como buena práctica
urbana
(los votos pueden
fundamentarse opcionalmente, si coinciden con el sentido de la propuesta,
y obligatoriamente, si la contradicen)
Ver los
premios del año 2004
en el número 27 de café
de las ciudades.
Otras
Buenas Prácticas, en Medellín: Pablo Trivelli, lector
y amigo de café
de las ciudades, nos informa que la Fundación
Hábitat Colombia, el Foro Iberoamericano y del Caribe Sobre
Mejores Prácticas y la Alcaldía de Medellín
impulsan el Premio
Medellín de Buenas Prácticas.
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