Lo macro, lo
mezzo, lo micro
Edward Soja:
"nosotros hemos producido nuestros espacios y podemos cambiarlos".
Entrevista
por Mariona Tomàs
Traducción
al castellano: cdlc
Edward Soja
es profesor del Departamento de Planificación Urbana de la
Universidad de California en Los Angeles (UCLA). En los últimos
veinte años, sus investigaciones se han centrado en el análisis
crítico de las ciudades y las regiones, especialmente de
Los Angeles, ciudad que ha aglutinado un grupo de autores bajo el
nombre de "escuela de LA" (el mismo Soja, Michael J. Dear,
Allen J. Scott, entre otros). Soja se interesa particularmente por
la relación entre el espacio y algunas variables como la
clase, la raza o el género, configurando lo que él
que denomina espacialidad de la vida social. Esta entrevista
fue realizada en el marco del congreso Urbanalización,
celebrado en Barcelona en junio de 2003 (durante la entrevista,
el autor hace referencia a algunos de los asuntos debatidos en dichas
jornadas) y fue publicada en idioma catalán en la revista
Àmbits de Política i Societat, N°. 29, Verano
2004, con el título "De la Ciutat a l'Urbà",
páginas 62-75.
Como aclaración previa sobre esta traducción al castellano:
hemos preferido traducir como "territorio" y "territorial"
los términos space y spatial, respectivamente,
salvo en aquellas expresiones donde el sentido de la palabra en
inglés se aproxima más a la acepción que tienen
en nuestras disciplinas las palabras "espacio" y "espacial"
en castellano. Por motivos similares, la palabra governance,
sobre la cual consideramos que aun no está suficientemente
dilucidada la cuestión sobre si debe traducirse como "gobernabilidad"
o como "gobernancia" (términos que con frecuencia
designan conceptos distintos) se deja en su original inglés.
Otras palabras en inglés a lo largo del texto se trascriben
en su idioma original, junto a la traducción propuesta por
cdlc.

Vista
nocturna de Los Angeles
ES:
OK, empecemos. En la jornada de hoy estuvimos hablando de diferentes
visiones de la ciudad y de cómo se la estudia en la actualidad,
e hice una observación sobre la diferencia, en cierto modo
sobresimplificada, entre una aproximación desde arriba
hacía abajo y otra aproximación de abajo a arriba,
siendo la visión de Manuel Castells un ejemplo de esa aproximación
de arriba a abajo, con énfasis en la globalización,
en ciertos temas regionales, y en las transformaciones del capitalismo
nacional. Grandes temas, mirados desde una escala global, mientras
que la otra aproximación, si tú quieres de abajo a
arriba como yo le digo, es una aproximación orientada a la
gente, donde entras en los procesos sociales, de clase, género
y etnia, y en el desarrollo de los cambios en la microescala.
Pero el problema
es que si desarrollas la visión más amplia, la macrovisión,
hay cientos y cientos y cientos de lugares para hacer aproximaciones
empíricas, las microvisiones. Entonces, como resultado, hay
una colisión que con frecuencia ocurre, y yo tomo una posición
particular al respecto: tienes que tener ambas. Si empiezas
contemplando sólo una y niegas la otra, te pierdes una gran
parte de la cuestión. Por eso yo recomiendo una aproximación
muy comprehensiva. Aquella que, yendo desde la influencia más
grande de la globalización, "baja" a algunas cuestiones
de microescala sobre diseño, seguridad, comunidades cerradas,
luchas de comunidad. Esto me lleva al trabajo que estoy haciendo
ahora, relacionado a algunos de los temas locales, donde si me preguntas
sobre Los Angeles, tus preguntas estarán con frecuencia expresadas
como: "bueno, yo no estoy tan interesada en la visión
de la macroescala más grande. Yo quiero entender ciertos
buenos ejemplos empíricos de Los Angeles que puedan ayudarme
a entender ejemplos empíricos de Barcelona", por ejemplo,
y esto está bien. Pero esa es justamente la razón
por la que no me gustan los libros que solo hablan de Los Angeles...
MT:
Entonces
usted enfatiza la importancia de la dialéctica entre las
aproximaciones micro y macro en las ciencias sociales, y especialmente
en lo que respecta a estudios urbanos.
ES:
Sí, es correcto. Yo estoy muy involucrado en esa dinámica
o dialéctica entre lo global y lo local, lo macro y lo micro.
Eso es central en el modo en que yo miro las ciudades. Y, por ejemplo,
yo critico en los estudios culturales y en la sociología
esa visión romántica de "o una cosa o la otra",
esa visión altamente política de la mirada desde abajo.
Tú sabes, si miras desde arriba, puedes ver las luchas reales
de la vida, ¿sí?, y los aspectos culturales realmente creativos.
Ese tipo de situación simple "lo uno o lo otro"
existe en muchas disciplinas, en demasiadas áreas, como lo
micro y lo macro. En geografía, por ejemplo, existe aun esa
gran división entre aquellos que piensan el espacio y
los que piensan el lugar. Algo así como que aquellos
que enfatizan el lugar, piensan que son los únicos que estudian
cosas reales, que el espacio es abstracto. Y no sólo que
es abstracto, sino que a veces hasta dicen que "el espacio
es para el capital, es el mal, fluye, da miedo".
Entonces la
idea es mantener las dos miradas, pero esto se relaciona con otro
aspecto de mi trabajo, una especie de crítica a ese pensamiento
binario. Fue algo que quise elaborar hoy en relación a un
comentario de Jordi (Borja), porque el polariza demasiado
fácilmente el argumento de que el Postmodernismo rehuye cualquier
cosa que tenga que ver con la historia y el pasado y ¡oh! el Modernismo
no observa los cambios en absoluto. Estas maneras simples de pensar
son viejas y oscurecen cosas muy importantes. Por eso yo siempre
quiero lograr una combinación interactiva de miradas en sí.
Y lo hago a través de la búsqueda de una especie de
tercera vía, buscando una resolución que vaya más
allá de simplemente reconocer una dialéctica, pero
aceptando que algo nuevo puede salir de eso y que está más
allá de los dos lados de lo binario.
En un modo menos
filosófico, yo me defino como un regionalista, más
que un urbanista. Veo el pensamiento regional como un mezzo
– hay macro y micro, pero también mezzo –una especie
de síntesis creativa de lo macro y lo micro. En cierto
sentido, de manera similar a lo que decía Henri Lefebvre.
El sostenía que eran necesarias esas grandes teorías,
la macropintura de lo urbano, y al mismo tiempo el estudio de la
vida cotidiana. El decía "no puedes estudiar solamente
la vida cotidiana, tienes que estudiar ambas conjuntamente".
Y resolvía esto diciendo que la manera en la cual vinculas
a las dos es a través de la noción del espacio
social de la producción.
Nosotros producimos
los macro y los micro espacios. Y los integramos. Y de ahí
el énfasis en la perspectiva espacial. Así resumo
la respuesta a tu pregunta del principio sobre cómo miro
las ciudades... Yo miro las ciudades en esta perspectiva macro-mezzo-micro,
y sostengo que debes conseguir observar los tres aspectos en movimiento.

Niños
afroamericanos en South Central Los Angeles
MT:
¿Cómo
toma usted en cuenta estas dialécticas en un caso de estudio?
ES:
Esta es, de nuevo, una de esas cuestiones sobre las que he estado
escribiendo mucho. Pero básicamente, mi argumento es que
hay dos, o mejor dicho, tres poderosas fuerzas (la globalización,
la formación de una nueva economía o reestructuración
económica, y las nuevas tecnologías de la información
o la comunicación) que en conjunto son las fuerzas mayores
que han estado cambiando las cosas. La siguiente parte de mi argumento
es que yo divido lo que han sido los cambios mayores (aunque los
mantenga en asociación cerrada) entre la reestructuración
social y sus efectos, y los efectos territoriales, y los veo como
un entretejido muy estrecho. Una vez, hace mucho tiempo, escribí
un informe sobre la dialéctica socio-territorial diciendo
que las relaciones sociales forman el territorio, pero que a
su vez las relaciones territoriales forman las relaciones sociales
y de clase, y que esto ha sido en parte la razón de mi
alejamiento de una perspectiva marxista más explícita,
porque por muchos años yo fui un geógrafo marxista
"duro". Yo no he rechazado el marxismo en todo, yo me
considero todavía de algún modo un geógrafo
marxista, pero no sólo un geógrafo marxista. En parte
porque era muy difícil para los marxistas entender y aceptar
este poder de lo espacial para cambiar la vida social.
Pero para empezar
a dar una respuesta directa: lo que ha estado ocurriendo a través
de estas 3 fuerzas, la aparición de grandes cambios en la
estratificación social, en la organización de los
mercados de trabajo, en las ciudades (inmigración, heterogeneidad
cultural, los flujos del trabajo) crea una nueva división
étnica del trabajo en ciudades como Los Angeles, que está
dando forma a mucho de lo que la sociología está haciendo
y está también creando sus nuevos términos.
Algunos de estos son ahora tan familiares que no los reconocemos
como términos que han provenido de la reestructuración
de la sociedad urbana: yuppie, underclass, homeless;
hay otro término, no sé si lo conoces: DINK, double
income, no kids (doble ingreso sin niños).
En los Estados
Unidos aparecen el inusual alargamiento de la jornada laboral, el
crecimiento del trabajo part-time y la desaparición
y reorganización del Estado de bienestar a nivel local (en
los Estados Unidos más que en el sistema de bienestar europeo),
la crisis masiva de salud, la crisis del seguro de salud, la expansión
de la cantidad de gente sin hogar, la carencia masiva de viviendas,
el crecimiento de la cantidad de trabajadores pobres. Este es otro
concepto, el trabajador pobre, un tema que está llegando
a ser importante en los Estados Unidos, no tanto en los estados
del este o en Chicago sino en Los Angeles y el oeste. Aunque esto
ha ocurrido también en New York, es algo que va mucho más
allá de la vieja división entre la ciudad de los negros
contra la ciudad de los blancos y de una simple división
racial, es mucho más complejo que eso.
Todo esto forma
parte de esos cambios sociales, cambios en la sociedad urbana y
en la estructura de la sociedad urbana, que también se pueden
vincular a la globalización, la reestructuración económica,
las nuevas tecnologías, las discusiones sobre la división
digital. La conclusión más importante, para mi, a
partir de la nueva literatura sobre la reestructuración (quiera
uno llamarla postmetrópolis o no) y de todos los cambios
que han tenido lugar en los últimos 30 años, el más
importante descubrimiento para mi es que, insertos dentro de estos
procesos de cambio, hay grandes fuerzas conduciendo a una polarización
social en aumento, ensanchando las brechas de ingreso, y la creación
de lo que yo llamo la ciudad fractal. Que no es simplemente
una ciudad dual, sea burguesa o proletaria, o negra o blanca, o
simplemente de ricos y pobres, esto es algo mucho más complicado.
Los viejos y
simples dualismos que gobernaban nuestras vidas no son ahora tan
aplicables como alguna vez fueron. Este es entonces el aspecto clave,
lo que es realmente importante en la parte teórica de lo
que estoy haciendo, y también en la práctica o en
el aspecto político, porque esto deviene en un tema político
muy interesante, como puedes suponer, al tratar el control de la
globalización. Ahora bien, los efectos de las manifestaciones
antiglobalización son muy importantes porque están
diciendo, y ahora lo estamos reconociendo, que la globalización
es algo que está afectando profundamente nuestras vidas y
nuestras ciudades, y que si se la deja sola ("esto está
ocurriendo, así que es natural" o "no, esto es
solo el capitalismo haciéndolo de nuevo", que no ayuda),
si se deja sola a la globalización sin ninguna especie de
reacción, va a crear cada vez peores problemas.
Lo que debemos
hacer es entonces encontrar modos de controlar la globalización,
para crear sociedades más democráticas y equitativas.
Porque esto es posible; nosotros hemos producido nuestros espacios
y podemos cambiarlos. Esto es una parte vital de todos los efectos
territoriales, el entorno sobre el que me preguntabas. Los temas
ambientales son aquí de varios tipos. Esta polarización
y esta geografía, las ciudades divididas en coronas en las
que se necesitan dos horas y media para ir a trabajar, todo esto
está creando situaciones que tienen impactos muy negativos
sobre el medio ambiente.
El medio ambiente
incontrolado que los globalistas quieren no sólo va a intensificar
las desigualdades sociales, sino también la degradación
ambiental. Por esas mismas razones necesitamos empezar a desarrollar
algún grado de control sobre estas fuerzas que vienen desde
arriba hacia abajo, y también sobre algunas de las fuerzas
que vienen de abajo hacia arriba, como gran parte de la reestructuración
de la economía. Yo no me focalizo en eso, pero es parte vital
del argumento que estoy planteando.
Yo estoy interesado,
en particular en lo que concierne al ambiente, en el desarrollo
de lo que en los Estados Unidos se llama movimiento por la justicia
ambiental, y mi atracción aquí tiene varios motivos.
Como geógrafo, en particular, porque el movimiento por la
justicia ambiental, si lo miras de cerca, trata realmente sobre
temas geográficos, no solamente sobre el ambiente físico
sino también sobre la localización de la industria,
los equipamientos públicos, los residuos peligrosos, y el
famoso NIMBY, not in my back yard (no en mi patio trasero).
Todo esto tiene relación con la geografía, por eso
he estado desarrollando un concepto para algunas investigaciones
que estoy haciendo (como así también para mis propias
visiones políticas) sobre la noción de justicia territorial.
Aquello por lo que necesitamos luchar, y por lo que el movimiento
por la justicia ambiental está trabajando, es para producir
geografías socialmente más justas. Esto es un
aspecto poderoso y central de todo lo que hago.
Todo este conocimiento
sobre la globalización es cada vez más aburrido. Yo
enseño medio ambiente urbano porque lo hago en un programa
urbano, con estudiantes orientados a la práctica. Si yo enseñara
en un programa de geografía o en un departamento de sociología
podría ser teórico todo el tiempo, pero mis estudiantes
de un programa urbano ambiental no me dejarían serlo. Por
eso, siempre tengo que concretar mis teorías en algo realmente
utilizable, y entonces lo que estoy tratando de hacer es, en un
modo práctico, teorizar esta noción de justicia territorial.
Porque esta se está convirtiendo en una fuerza en la práctica,
no solo para el ejercicio de la planificación. Estoy hablando
de organizaciones comunitarias, sindicatos y coaliciones que están
comenzando a formarse en las ciudades, algo que es muy "sociológico".
Esto es lo que
los buenos sociólogos deberían estar mirando, esas
nuevas clases de coaliciones y nuevas organizaciones que
se están formando en las ciudades. Un sindicato, un grupo
comunitario local, una asociación residencial, pueden hacer
muy poco o casi nada por si mismas. Esas ciudades que yo mencioné,
dispersas y encalladas en California, con esos largos viajes al
lugar de trabajo, por si mismas no pueden hacer nada. Lo que hace
falta es construir una especie de coalición entre el gobierno
de la jurisdicción, por un lado, y las organizaciones no
gubernamentales por el otro: organizaciones comunitarias, sindicatos,
organizaciones de la sociedad civil, organizaciones étnicas,
organizaciones de inmigrantes, organizaciones religiosas, etc.,
apuntando a trabajar juntas para pelear por lo que yo llamaría
justicia territorial y democracia regional. Mencioné
lo regional porque es mi vínculo con Cataluña, porque
no estoy aquí solo para dar unas conferencias, sino que estoy
trabajando con Barcelona Regional en nuevas formas de pensar el
planeamiento regional en Cataluña. Esto tiene entonces una
finalidad.

El
Downtown de Los Angeles
MT:
¿Que piensa sobre la noción de governance
y su relevancia para analizar las dinámicas urbanas y metropolitanas?
ES:
Bueno, no sé qué decir al respecto, porque yo también
uso la palabra governance, y debería haberla usado
aquí. Pero en un modo específico, porque es un aspecto
de lo que estaba diciendo recién sobre las coaliciones locales.
Y esto tiene que ver con el hecho de que todos estos cambios
sobre los que estuve hablando están creando una crisis significativa
en la governance, pero esto es algo que tiene que ser
reconocido como existente a una escala múltiple. La crisis
de la governance a escala global fue demostrada por el tremendo
fracaso de las Naciones Unidas y otras organizaciones de governance
en escala internacional, debido a los problemas en el Medio Oriente
y otras regiones. Hay una crisis de governance en escala
nacional en muchos lugares.
Yo estoy particularmente
interesado en lo regional, lo regional metropolitano, y mi trabajo
con Barcelona
Regional
gira sobre temas de governance. Y uno podría hablar
sobre eso también en la escala local. De alguna manera el
argumento es que el cambio económico y social ha ocurrido
con mucha más rapidez que los cambios en la manera de gobernar,
y entonces tenemos una vieja gobernabilidad en estas nuevas condiciones,
y según los años pasan se crea una brecha más
y más profunda que yo creo que puede ser resumida útilmente
como una crisis de governance. Yo también tengo una
especie de supuesto teórico cuando uso la palabra: el gobierno
es el foco tradicional, por supuesto; la governance se extiende
en temas más grandes que están más allá
de las estructuras administrativas formalizadas y de las estructuras
de gobierno, y por supuesto esto conduce a una aun más amplia
teorización sobre la governance en un sentido foucaultiano,
que tiene que ver con la construcción del sujeto humano en
el más amplio sentido filosófico.
Estoy entonces
muy interesado en la governance, pero solo en este contexto
lógico. A veces esto se convierte (creo que la palabra está
banalizada) en algo que realmente es repetición sin sentido,
y por lo tanto entiendo que es un problema. Creo que la governance
es una parte vital de todo lo que estoy diciendo.
MT:
¿Y
como analiza usted la relación entre las instituciones europeas
y las ciudades u otros niveles subnacionales de gobierno?
ES:
La Unión Europea es comprensiblemente un lugar líder
en esto, porque está experimentando y tratando de construir
nuevas formas de governance fuera de las viejas formas conocidas.
Y, aunque con alguna ambivalencia, en el corazón de la Unión
Europea hay un desafío a los gobiernos nacionales para tratar
de crear identidades supranacionales, mercados, flujos monetarios,
y constituciones sociales que están aprovechando la oportunidad
de un nuevo experimento en la historia humana, y que están
tratando de integrar a países industriales avanzados en una
nueva especie de unidad supranacional.
Es completamente
comprensible que la governance sea uno de los temas principales,
correcto, pero lo que está ocurriendo también en Europa
como parte de esta reestructuración de los gobiernos nacionales
(lo estamos viendo estos últimos treinta años) es
una gran reestructuración del capitalismo nacional que ha
dominado al mundo por un centenar de años o más, la
división internacional del trabajo. Se trata de capitalismos
nacionales, tanto como de nacionalismos en términos de cultura
e identidad, y esto es lo que está siendo desafiado por una
gran variedad de cambios.
Uno de ellos
es el crecimiento del regionalismo supranacional, y el otro
es el renacer de los regionalismos subnacionales: Cataluña,
el País Vasco, Québec, Escocia, Gales, y en un modo
más oscuro, Lombardía, y en un modo aun más
oscuro, los Balcanes, con Yugoslavia, Bosnia y Serbia. Hay una especie
de resurrección de muchos viejos regionalismos culturales
del siglo XIX y nuevas especies de regionalismos están emergiendo
(de nuevo, relacionados con lo que estoy haciendo en Cataluña).
La Unión
Europea, la Europa de las regiones (como a veces es llamada) y nuevas
especies de contactos interregionales están siendo creados,
y hay ahora un argumento que es similar, a nivel europeo, hay ahora
una frase peculiar pero maravillosa que agrada a geógrafos
y pensadores del espacio, algo que no podría haber existido
diez años atrás, pero que ahora es una política
normal en la Unión Europea, la perspectiva de desarrollo
espacial.
Los sociólogos
tienen hoy dificultades porque ahora se utiliza el concepto de
desarrollo territorial, que mira el territorio como un proceso,
y nosotros los científicos sociales y geógrafos estamos
acostumbrados a mirar el al territorio como un background,
algo fijo, muerto, natural, que está allí afuera,
contenedor; eso es el territorio, eso es lo que son las geografías.
Pero ahora estamos tratando de pensar en un modo más dinámico
sobre territorio y políticas y sobre territorio y sociedad,
y esta es la perspectiva real. Entonces se trata de alentar un modo
de mirar el mundo que se focaliza en la práctica en esta
noción de desarrollo espacial como una fuerza integrada para
la planificación en la Unión Europea.
Y de nuevo,
esto se relaciona con temas como la governance. Se intenta
crear algo especial para esta nueva forma de governance en
la escala supranacional, que sea sensible a las regiones, y que
trata casi de sustituir a la nación, el concepto de nación
que era tan dominante, cuando todo el planeamiento era virtualmente
planeamiento nacional.
MT:
¿Pero no piensa usted que la región es un concepto o definición
que puede llevar a conclusiones erróneas, dado que cambia
de acuerdo al marco legal nacional?
ES:
Es otro concepto sobre el que la gente tiene una gran confusión,
en parte porque el mismo concepto tiene múltiples definiciones,
y la gente quisiera que tuviera solamente una. Y yo pienso que esta
perspectiva regional..., yo uso una palabra clave aquí, porque
el concepto regional es aplicable a todas las escalas. Esta capacidad
de entender la escala es uno de los aspectos más difíciles
de la perspectiva espacial. Porque, intuitivamente, la gente reconoce
que hay diferentes escalas, pero encuentran difícil observar
estas en términos de complejas interacciones de escalas o
de cosas operando en modos similares más allá de la
escala. Por tanto el concepto de región se aplica a escala
global. Hay teóricos hoy en día que están tratando
de re-teorizar como la economía global ha sido regionalizada,
por ejemplo, las viejas regiones norte-sur, primer mundo, segundo
mundo, tercer mundo.
Estas clasificaciones
se mantuvieron estables por una centena de años o más,
desde fines del siglo XIX (la era del imperialismo si tu quieres),
pero ahora están siendo reestructuradas. Hay un teórico
de los negocios internacionales, Felix Yomai, que sostiene que el
mundo está ahora dividido en lo que el llama una Tríada:
de un lado Norteamérica, Sudamérica y Europa; de otro
lado Africa y el Medio Oriente; y luego Asía, Japón
y Oceanía, el Pacífico. Por lo tanto hay regiones
supranacionales como la Unión Europea, que es el centro de
atención, pero cosas similares ocurren con el NAFTA o la
organización comercial del Mercosur. Luego está la
nación, también como una región en si misma,
aunque el concepto regional ha sido raramente aplicado a la nación.
Uno podría hablar de ello, aunque no es muy fácil,
tampoco a este nivel.
Pero la región
subnacional está tomando dos formas que de muchas maneras
se conectan ente ellas. Está por un lado el desarrollo de
los viejos nacionalismos o regionalismos culturales, el País
Vasco, Cataluña, como he dicho. Estos están jugando
un rol económico, cultural, social y político de creciente
importancia en el mundo de hoy. Y por otro lado, está el
regionalismo metropolitano. Treinta años atrás,
el regionalismo metropolitano era mucho más fácil
de distinguir de estos regionalismos subnacionales. Pero ahora,
en la mayor parte del mundo, con el masivo crecimiento urbano de
las que ahora llamamos ciudades-región globales, esas que
ahora contienen el grueso de la población mundial, estas
se definen en términos mucho más amplios. Por ejemplo,
Castells las llama megaciudades o megaciudades-regiones, y él
habla de las dos megaciudades chinas, Shangai y el delta del río
Pearl, como ciudades-regiones de 60 millones de personas. Algo que
no podríamos imaginar que pasaría con las ciudades.
Pero ahora tenemos ciudades regionales, urbanizaciones regionales,
redes regionales policéntricas de ciudades. Si tomas la isla
Hong Shue en Japón, Tokio, Yokohama y sus órbitas
o ámbitos metropolitanos, y la región de Osaka, Kobe
y Kyoto, y las combinas en conjunto, tienes 60 millones de personas.
Y también,
cuando trato de hablar sobre Cataluña hablo de la ciudad-región
global de Barcelona, la defino como de múltiples escalas
repartidas, pero básicamente la unidad es de algo así
como seis millones de personas. La población entera de Cataluña
está dentro de esta ciudad región global en red, y
podríamos ir más y más allá sobre esto.
Esta región tiene a Barcelona como centro, pero ahora estas
regiones están en red, por lo tanto tenemos una gran cantidad
de lugares que es preciso reconocer. ¿Cómo evitamos la hegemonía
de Barcelona?, es un tipo interesante de pregunta, y también
tenemos el concepto regional en escala que comienza a converger
en algunos lugares. Y también hay otro tipo de escala (de
nacional a supra-nacional), lo que alguna gente llama salto de escala
(scale jumping). Pero ahora estamos tratando de comprender
las dinámicas de escala.

Plan
Director del Area Metropolitana de Barcelona (1968)
MT:
Pero los planificadores urbanos todavía formulan políticas
teniendo en cuenta los límites administrativos, en lugar
de pensar en escalas.
ES:
Es cierto. Y eso está también empezando a producir
alguna de las cosas de las que estoy hablando. Yo lo extiendo un
poco, porque la escala local es aquella sobre la que el planificador,
o el activista progresista, tiene que trabajar. Y esto no está
ocurriendo en todos lados. Pero en Los Angeles estamos viendo una
conexión entre la comunidad, la escala local y la escala
regional, que nunca había existido antes. Y para mí,
esto es uno de los aspectos más interesantes e importantes
de observar al mundo a través de esta particular perspectiva
espacial de la que hemos hablado.
En Los Angeles
se ha desarrollado algo que se denomina la escala regional basada
en la comunidad. Esto está ocurriendo también en otras
áreas, como por ejemplo en San Francisco y otras ciudades.
Y es exactamente eso de lo que yo estaba hablando antes. Estas nuevas
coaliciones tratan de desarrollar lo que otro escritor, proveniente
de las ciencias políticas, llamó Metropolitans,
en las cuales las unidades locales, los municipios, del lado gubernamental,
y las comunidades, sindicatos, otros grupos organizados y ONGs de
todas clases, se están organizando en coalición para
desarrollar estrategias regionales.
El mejor ejemplo
de estas coaliciones ha sido el desarrollo de lo que se llama la
Unión de Pasajeros de Bus en Los Ángeles. Hay ahora
hasta algunas películas sobre este tema, es un desarrollo
destacable, que está generando interés alrededor de
todo el mundo. Esta era una organización de 75.000 trabajadores
pobres, en su mayoría inmigrantes, que se llaman a si mismos
"tránsito-dependientes"; esto es, que son demasiado
pobres para tener su propio auto y conducirlos, para ir a trabajar,
en el sistema de autopistas de Los Ángeles, y están
forzados a depender del transporte público. Pero principalmente
en buses, porque los buses tienen la flexibilidad necesaria como
para tomar las rutas complejas que muchos de ellos tienen. Tienes
que entender que mucha de esta gente tiene 2, 3, 4 trabajos. Y entonces
su jornada de trabajo no es como la que se hacía del viejo
suburbio a la ciudad, o dentro de la ciudad a una fábrica
cercana. Ahora todo está fragmentado, escindido y disperso,
y entonces el traslado a los lugares de trabajo es muy difícil.
Lo que ellos
hicieron fue iniciarle un juicio al Plan de la Autoridad de Transporte
Metropolitana por realizar un sistema de metro fijo. Ellos argumentaron
en la Corte, con fundamento legal en los derechos civiles, que este
plan era discriminatorio racialmente, porque favorecía a
la gente blanca más que a la gente de color. Este argumento
fue probado unas pocas veces en otras ciudades de los Estados Unidos
y no tuvo éxito. Pero en Los Angeles ellos agregaron otra
dimensión en su argumento, que pienso que fue un punto de
vuelco.
Ellos también
arguyeron -y la corte lo aceptó- que este plan, en otras
palabras, estas rutas en las que se estaban gastando miles de millones
de dólares, era "territorialmente injusto", que
era geográficamente discriminatorio, que favorecía
a la gente en los suburbios y en la periferia de la ciudad más
que a la gente que vive concentrada en el interior de las ciudades
(inner cities), y que servía a aquellos sectores mejor
que lo que servía a los barrios pobres de esa ciudad interior.
¡Y ellos ganaron el caso! Ahora se están invirtiendo millones
de dólares en mejorar los buses y el sistema ferroviario.
No es solo por el juicio, hubo otras acciones políticas que
pararon esto, pero ahora todo el dinero en la Autoridad Metropolitana
de Transporte se está utilizando en incorporar nuevos buses
y nuevas rutas de bus, controlar la criminalidad, controlar el tiempo
de espera en los buses, hacer más flexibles las rutas de
los buses, etc. Y esto fue logrado por una especie de estructura
regional. Ya hay otras coaliciones haciendo algo similar, tratando
de organizarse alrededor de una forma mucho más sofisticada
de conciencia territorial, la estructura espacial.

Una
autopista de Los Angeles
Estas coaliciones
se relacionan con el corazón de la sociología, con
los viejos conceptos de movimientos sociales y con la literatura
del movimiento social que ha sido tan poderosa. Lo que argumento
en mi nuevo trabajo es que los movimientos sociales tradicionales
se han movilizado primariamente alrededor del pensamiento histórico,
y que esto ha ayudado a que cada uno de estos movimientos sociales
tendieran a esencializar su propia lucha. Sea esta de género,
clase o raza, o violencia, cada uno de estos movimientos parece
mirarse a si mismo y su propia idea como el problema central. Y
cuando esto necesitaba conectarse, la construcción de coaliciones
con otros movimientos sociales se hacía muy difícil.
En la práctica, colisionaban con frecuencia sobre sus esencialismos,
lo que hacía muy difícil realizar la combinación.
Y lo que nosotros queremos hacer es pelear una política de
equidad, para de algún modo hacer desaparecer la diferencia
en salarios, ingresos o lo que sea, para que la estructura de clase
se transforme y que el proletariado adquiera poder. Estas fueron
las políticas de equidad en los movimientos sociales canalizados,
basados en una filosofía histórica.
Lo que está
ocurriendo ahora es la aparición de nuevas clases de movimientos
territoriales, movimientos socio-espaciales, o movimientos sociales
territorializados, que están empezando a ver la necesidad
de hacer conexiones entre canales, y comienzan (entre otras cosas)
a cambiar desde un pensamiento histórico hacia un nuevo pensamiento
territorial. Porque todos los modos de opresión comparten
el hecho de que el territorio contribuye a la opresión.
Por lo tanto esto se convierte potencialmente en una especie de
conexión entre los movimientos sociales que no tenían
un pensamiento territorial en el pasado.
Una vez que
empiezas a pensar espacialmente, en un sentido político amplio,
comienzas a entender que esta no es la única causa de nuestra
opresión. Pero si piensas que nosotros produjimos estas geografías,
y que estas geografías son injustas, y que contribuyen a
prostituir a las mujeres, a la explotación de los trabajadores,
a la injusticia ambiental, a que la gente pobre muera por los residuos
contaminados; nosotros produjimos estas geografías, y empezamos
a comprender que no podemos pelear solo contra ellas, que necesitamos
unirnos para formar grandes coaliciones y luchar en una escala geográfica
más grande para rehacer nuestra geografía.
Entonces aquí
es donde lo territorial en la escala local está virando hacia
lo social, lo político, lo económico, lo cultural,
y de alguna manera desarrollando un nuevo nivel de pensamiento territorial
que realmente no existía con anterioridad. Y en cierta forma,
los términos territoriales, que solían ser académicos
en la teoría y en las disciplinas académicas, están
ahora "bajando" hacia la política local.
En cierto sentido
veo que esto está ocurriendo en Los Angeles, en parte porque
los problemas sobre lo nuevo, la globalización y la nueva
economía, han sido desarrollados más intensamente
en Los Angeles. Los Angeles y New York tienen ahora las más
altas tasas de disparidad en Estados Unidos entre ricos y pobres,
son iguales a las de Karachi, México DF y las ciudades más
pobres del viejo tercer mundo. Los Angeles tiene hoy polarizaciones
e inequidades extraordinariamente intensas. Y por eso no es sorprendente
que algunas de las nuevas ideas provengan de estas dos ciudades.
Pero en muchas
maneras, si tu saltas hacia aquí donde estamos ahora, esta
es una de las cosas más interesantes sobre Cataluña.
Porque los catalanes tienen una tradición, que ahora vuelve
a surgir otra vez, de núcleos regionales creativos y progresistas.
Parte de la razón por la que estoy aquí viene del
hecho de que una persona como (el ex Alcalde de Barcelona y,
luego de esta entrevista, Presidente de la Generalitat catalana)
Pasqual Maragall, que tiene estrechos lazos y conexiones con la
geografía, está emergiendo como una fuerza poderosa
a nivel estatal, mientras que los pensadores en Barcelona y otros
dentro del partido socialista están creando en conjunto una
fundación que está abierta a las nuevas ideas regionales.
Josep Anton Acebillo (Comisionado de Infraestructuras y Urbanismo
de Barcelona), que había leído mi libro Post-Metrópolis,
me dijo: "Soja, esto es realmente interesante, porque no trasladas
toda ese asunto teórico a la práctica y nos das algunas
líneas básicas, tú sabes, para ayudarnos a
hacer un mejor planeamiento regional". Esto tuvo que ver con
esa conciencia territorial pero, de nuevo, también con la
multiescala o lo regional. No sólo es conciencia territorial
localizada, sino una clase diferente de conciencia territorial.


Accesibilidad
en automóvil y en transporte público
desde la Plaza Cataluña de Barcelona (líneas isócronas)
MT:
¿Usted cree que es necesario crear una nueva autoridad supra-local
para administrar el área metropolitana de Barcelona, o piensa
que hoy en día ésta es una solución anticuada?
ES:
En parte una de las cosas sobre las que estoy hablando y que estoy
sugiriendo es que no es necesario formar primero una única
estructura institucional regional. Esta es entre otras cosas la
era de la flexibilidad, y necesitamos incluir la flexibilidad también
en nuestro sistema de gobierno. Y entonces debemos tener las oportunidades
de encontrar la región en una escala múltiple, debemos
evitar que
la gente
que intenta hacer una urbanización rápida de Barcelona
concentre todo el crecimiento en el área de Barcelona. Pero,
sabiendo que tenemos que crear aquella unidad más grande
que ustedes tenían hasta mediados de los ´80 (la Corporación
Metropolitana de Barcelona), que era de alrededor de 4 millones
de personas, necesitamos también alguna clase de reconocimiento
de las múltiples formas regionales y, en verdad, ir más
allá de Cataluña también. Hay incluso regiones
transfronterizas con Francia. Por eso tenemos que tener governances
regionales, sistemas de governance que no necesariamente
se institucionalicen en gobiernos regionales únicos, porque
un único gobierno regional es el viejo regionalismo, y la
pelea por ese tipo de unidad es algo que yo recomendé debería
ser evitado tanto como sea posible. Se ha de intentar desarrollar
un tipo múltiple con diversas formas de planeamiento regional,
de modo tal que tuviéramos regiones que den forma a su sistema
de transporte, regiones para el ambiente, regiones en múltiples
niveles, y dentro de ellas redes especializadas. Yo no soy capaz
de recordar todos los detalles acerca de las distintas ciudades
que están involucradas en Cataluña, pero se debería
tratar de desarrollar un nuevo modo de pensamiento regional que
fuera flexible para tratar con algunas de estas cuestiones.
Cataluña
es muy interesante, porque desde el XIX y hasta este momento, Cataluña
y particularmente Barcelona, ha sido muy innovadora en actividades
regionales y en la creación de conexiones regionales. Particularmente
dentro de la Unión Europea, creando y conectando redes de
ciudades y confederaciones de ciudades. Ahora está experimentando
con una región transfronteriza en Francia, esto es el centro
de lo que está evolucionando como arco del Mediterráneo
Occidental...
MT:
En efecto, no solo Barcelona sino también Cataluña
están participando y liderando varias redes de ciudades y
regiones, como Eurocities y los Cuatro Motores de Europa.
ES:
Sí,
ya se están haciendo muchas de estas cosas, y sin que haya
un gobierno, excepto para Barcelona. Pero Barcelona ha tratado de
estimular una especie de sistema cooperativo dentro de la región.
Por esto volvemos a aquel problema de cómo controlar la hegemonía
de Barcelona, sin perder las ventajas.
Aún así,
temo no tener muchas respuestas, yo solamente he sugerido que ustedes
reconozcan esto como un problema. La única respuesta, mínima,
que he sugerido es que Barcelona Regional debería cambiar
su nombre a Cataluña Regional. Porque, como regionalista,
uno de los grandes problemas que existen, particularmente en ciudades-regiones,
es que la ciudad hegemónica, en especial si es tan
hegemónica
como Barcelona, crea resquemores, recelos, angustias y reacciones
en las regiones más periféricas, y entonces necesitamos
encontrar mejores modos de integrar y obtener juntos una especie
de cohesión. Lo cual puede ser relativamente fácil,
dada la conciencia regional de Cataluña.
Son temas complejos,
pero es cuestión de no volver simplemente atrás a
las viejas regiones. Aunque estoy de acuerdo en que el esfuerzo
que ahora se ha acumulado en el camino de crear una especie de Región
Metropolitana interna de Barcelona, y conferirle poder, es algo
que en cierto modo va contra alguno de los argumentos que yo he
dado.

La
Región Metropolitana de Montreal
MT:
Pero usted no puede olvidar un elemento crucial: la historia y la
cultura política del lugar concreto, que puede explicar algunas
decisiones polémicas. Por ejemplo, en Montreal han creado
una nueva ciudad tras la fusión de 28 municipios, a pesar
de la negativa de las ciudades que fueron forzadas a amalgamarse.
Y nosotros estamos hablando de una solución "anticuada",
una excepción en el mundo, pero en ese contexto fue pensada
como la única forma de abordar los problemas metropolitanos.
ES:
Eso nos hace revisar tu pregunta, que es cualquier cosa menos inocente,
acerca de la governance. Hay ahora una seria crisis de governance,
que está emergiendo por lo que antes dije: las viejas
estructuras no se adaptan a las nuevas formas, y entonces tenemos
que experimentar sobre la adaptación a las nuevas formas.
Pero mucha gente no ve las nuevas formas. Tout ça change,
tout c’est la même chose, y entonces no ven ninguna crisis
de governance. "¿Por qué? ¿Qué crisis?
Nosotros sólo hacemos unas pequeñas reformas…"
Y luego, la
otra parte de esto es que esas formas de gobierno han estado atrincheradas
durante 100 o 200 años, y es extremadamente difícil
pelear contra los poderes existentes que quieren mantener esas viejas
estructuras. Esta es la razón por la que no han cambiado
en 120 o 200 años: porque están poderosamente atrincheradas.
Y esto está ocurriendo y lo puedes ver en cualquier parte
del mundo. En Los Angeles, por ejemplo, tenemos un gobierno del
condado, y los pensadores regionales están diciendo que el
condado tiene que ser reducido en su poder para darle así
más poder a la región. Pero los lideres del condado
son muy poderosos. Y si ellos dicen "nosotros somos la ciudad,
nos negamos", tú no puedes hacer nada al respecto.
La discusión
de Barcelona y ésta sobre una metrópolis interior
(inner metropolis) corresponden a las viejas fuerzas que
a su modo tratan de resistir lo nuevo, pero sienten la presión.
Yo les hablo sobre flexibilidad, pero ellos están realmente
reestableciendo alguna de esas viejas estructuras, otra vez. La
situación americana es también la reafirmación
del nacionalismo contra la reestructuración del capitalismo
nacional. Ahora está esa clase de patriotismo fundamentalista
casi paranoico que hace que haya una xenofobia norteamericana extraordinaria,
pero esto es de nuevo, en otra escala, la persistencia de estas
poderosas formas políticas del pasado, en una especie de
nuevo mundo global.
Por eso es que
la disyuntiva política es tan importante, sea que la llames
una crisis de governance o no, pero está ocurriendo
a múltiple escala. Y es bueno que tu menciones Montreal.
Tengo una estudiante que está haciendo una comparación
de Los Ángeles y Montreal, no por estas coaliciones progresistas,
sino por unas coaliciones locales de poderosos y realmente
privilegiados, que tratan de reafirmar su poder en la escena local.

Imagen
satelital de Montreal
En Los Angeles
ella está estudiando los esfuerzos de algunas secciones de
Los Angeles para separarse y establecer su propia ciudad. Hollywood,
por ejemplo, aunque no la mayor: el Valle de San Fernando es la
mayor.
La principal
fuerza detrás de ellas fue la riqueza local (aunque no la
única fuerza): grupos de ricos propietarios locales, organizándose
en una escala local y diciendo "queremos protegernos de lo
que está ocurriendo". El desarrollo de gobiernos privados,
tú sabes, esas privatopías, esas comunidades cerradas.
Y hay también intentos de crear formas de gobierno. Quiero
decir que estos son microgobiernos que están tratando
de salvarse a si mismos de esta postmetrópolis tan difícil
y volátil que tienen alrededor.
En Montreal,
ella estudió los esfuerzos de la comuna anglófona,
que estaba siendo integrada en un gobierno metropolitano de habla
francesa, para retener cierta autonomía para sí, como
una especie de pequeña isla dentro de la gran región
francófona. Tienes estas luchas locales, entonces, no solo
a cargo de fuerzas progresistas, sino también como una especie
de reafirmación de los más poderosos (no quiero llamarlos
conservadores, pero ciertamente no son comunidades pobres), de las
comunidades más ricas intentando adaptarse a la nueva situación.
De paso, hay
algo en lo que estoy particularmente interesado, que se relaciona
con todo esto, y que fue muy central a algunos de los debates recientes
en Francia: el concepto de desterritorialización y re-territorialización.
Esto es, para mí, una parte de lo que he estado hablando
recién: estamos viendo un desatarse de unidades territoriales
a múltiple escala de lo global hacia lo local. No es la eliminación
de fronteras, no estamos yendo hacia un mundo sin fronteras con
el fin del estado-nación (ahora hay libros que hablan de
eso...) pero estamos ciertamente viendo un grado de cambio que no
tiene precedentes en al menos un siglo
Y estamos viendo
también el comienzo de nuevas estructuras que son por completo
diferentes de lo que habíamos visto antes, como la misma
Unión Europea. Simplemente, nunca hubo algo como esto. Hubo
tal vez intentos de hacerlo, pero que no podían ser exitosos;
pero como en esta era de globalización y desterritorialización
la oportunidad para esa clase de experimentos está surgiendo,
entonces repentinamente existe por primera vez la posibilidad (no
recuerdo otra, todos han estado buscando ejemplos) de, por ejemplo,
esta secesión de Los Angeles. De haber ocurrido, podría
haber sido la primer gran ciudad que se partiera a si misma en dos.
Tú sabes, esto nunca ocurrió antes. ¿Qué es
lo que está causando esto? ¿Por qué estas cosas comienzan
a emerger? Por eso es que en el centro de muchas cosas que estoy
haciendo y en las que estoy interesado –y esto se vincula mucho
con vuestros intereses en la ciencia política- está
la comprensión de las dinámicas del territorio.
Pero la cuestión
del territorio es vital para entender estas nuevas políticas,
porque lo que está ocurriendo es que el estado nación
–yo lo llamo región, pero ha sido siempre un estado, un territorio-
es solo una de las muchas unidades de control, economía e
identidad en la vida humana, y las políticas territoriales
ahora están cambiando, porque los flujos económicos
ocurren más rápidamente. Pero ahora, estos "tercos"
territorios están siendo reconocidos como un problema real,
y a veces se "despiertan" y cambian, y a veces retroceden
y las viejas estructuras se reafirman a si mismas. Esta es una de
las mayores ventanas para observar las dinámicas de lo que
está ocurriendo en el mundo de hoy, como digo, desde la escala
global a la escala más local, conectando de nuevo con alguna
de las cosas de las que hablamos al empezar.

Mapa
de Los Angeles
MT:
Entonces
usted sugiere la necesidad de que los investigadores urbanos integren
todas las dimensiones y escalas territoriales en su análisis.
Esto implica una amplia aproximación a los estudios urbanos,
que con frecuencia está faltando.
ES:
Sí, es cierto. Y no sólo han contribuido los geógrafos,
todos han contribuido a esto. Esto ha sido una cuestión principal
de esta cuestión de lo "espacial", comenzando por
reconocer los poderes del Estado que configuran las elecciones de
género, patriarcales, etc. Pero también es importante
conectarlo con otras cosas, y no mantenerlo exclusivamente a
un nivel, ese es el problema de decir una y otra y otra vez,
por ejemplo, que las ciudades son masculinas en lo que respecta
a sus espacios, sin decir: bueno, ¿qué hacemos al respecto?
¿Cómo reaccionamos a esto? ¿Es a cambiar esto a lo queremos
dedicar todas nuestras fuerzas? ¿Sólo a reducir las barreras
de género en nuestras ciudades? ¿O queremos conectarlas con
otros aspectos?
De paso, si
yo pudiera en alguna forma en el final volver a hablar sobre la
sociología... En los Estados Unidos, y esto está relacionado
con esta peculiar pérdida de contacto con lo urbano en la
sociología, no hay una sociología urbana fuerte, en
esta etapa casi ha desaparecido. Y en muchos aspectos, la sociología
en los Estados Unidos (y un poco menos en Gran Bretaña) está
volviendo a si misma. A veces mirando nostálgicamente su
pasado.
Y al mismo tiempo,
y volviendo a las viejas teorías, hay una especie de divorcio
de la sociología con las nuevas teorías y especialmente
con las relacionadas con el territorio. Tengo una pequeña
teoría sobre esto: la sociología, particularmente
en los Estados Unidos, ha sido el arbitro sobre cuanto del territorio
entra en las ciencias sociales. Pero ahora los sociólogos
han perdido el control, el territorio se ha escapado por
todos lados, y no a través de la guía de la sociología
y la teoría social.
Y entonces hay
casi una especie de contragolpe contra la tendencia espacial en
la sociología americana, y un poco menos en la sociología
británica. Pero en los Estados Unidos es difícil ver
algún departamento de sociología haciendo cosas interesantes
en esta área. Particularmente cuando yo pregunto a alguno
de mis colegas en sociología en la UCLA sobre esta falta
de interés en la sociología urbana, ellos me explican
que esta fue desintegrada (esa es la palabra) en los años
70, entre estudios de género, estudios étnicos, estudios
de migración, criminología, delincuencia juvenil,
estudios sobre la juventud, gerontología.
La suposición
era que todas estas se agregaban a la sociología y entre
todas configuraban lo urbano. ¿Cómo hacían para configurarlo?
Simplemente se reconocía que estas cosas ocurrían
en las ciudades la mayor parte del tiempo. Por lo tanto, "sí,
es urbano". Entonces la idea de que lo urbano tiene una importancia
específica se perdió, y también la atención
sobre los temas llamados específicamente urbanos. A la sociología
no le preocupaban. Esto se relaciona también con lo que le
ocurrió, aunque en un modo diferente, a la geografía
urbana.
MT

Pintura
mural en South Central Los Angeles
Mariona
Tomás es socióloga, de Barcelona. Actualmente vive
en Montreal y realiza un Doctorado en Estudios Urbanos, con una
tesis sobre la reorganización del área metropolitana
de Montreal. Ver sus notas "La marquetización de las
ciudades", "La seducción del Marais" y "¿Vulgar o extraordinario?"
(entre otras) en los números
6, 13
y 21,
respectivamente, de café
de las ciudades.
Ver
la página
Web de Barcelona Regional.
Sobre
la governance metropolitana, ver la nota "La construcción
de un gobierno democrático metropolitano" en el número
18 de café
de las ciudades.
Sobre
la "ciudad global", ver la entrevista digital a Saskia
Sassen en el número
10 de café
de las ciudades.
Sobre
Barcelona, ver la nota
de Jordi Borja
en el número 21 de café
de las ciudades.
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