¿De
qué se trataba?
Luego de la II Conferencia de
las Naciones Unidas por el Hábitat (Estambul, 1996)
se decidió organizar cada dos años fórums
urbanos mundiales (WUF, en inglés) en los que los
diferentes actores de la ciudad se reúnen para intercambiar
experiencias de la manera más amplia posible y sin que
ello obligue a conclusiones que sean vinculantes
para el sistema de las Naciones Unidas.
La obligatoriedad del cumplimiento de las conclusiones
siempre es un asunto delicado en las naciones. La primera
Conferencia de las Naciones Unidas por el Hábitat (Vancouver,
1976) sirvió para poner en la agenda mundial el tema
del hábitat y la realidad de los barrios populares,
asunto más complejo que el de la vivienda o la ciudad
a secas. Los foros paralelos y no oficiales tuvieron
una gran importancia. Fue allí donde las barriadas de
Lima y Arequipa sirvieron de ejemplo al mundo entero
de la importancia de las iniciativas populares
en urbanizar y la potencia de las familias al edificar
sus viviendas paso a paso. El inglés John
Turner (“Libertad para Construir”)
fue uno de los gurúes que
allí sentó cátedra con ese ejemplo.
Hábitat II en Estambul significó un retroceso para ONU-Hábitat. Si bien
se avanzó en dejar de hablar solamente de la vivienda
y abarcar a las ciudades, la batalla de la sociedad
civil y de varios países consistió en que se adopte
claramente el derecho
a la vivienda en la declaración final de la asamblea.
Ello no se logró por la férrea oposición de varios países.
Triunfó el Banco Mundial con la receta de de Soto en que todo se resolvería entregando títulos de propiedad para que los pobres
accedan al crédito hipotecando su terreno. ONU-Hábitat
–el propio organismo mundial–
no goza hoy de los recursos de otras agencias de las
Naciones Unidas, lo que es muy grave en un mundo en
el cual 3,8 de los 7,3 billones de habitantes del planeta
vive en ciudades. Como se sabe, más del 70% de la población
de América Latina ya vive en sus ciudades.
El año 2016 se hará Hábitat III, la Tercera Conferencia
de la ONU
sobre la materia, en una ciudad aún a designar. Este
séptimo foro tuvo en fijar los contenidos del próximo
Hábitat III su telón de fondo. También lo fue el evaluar
los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”, compromiso
adoptado por las naciones al año 2000
a alcanzar el año 2015. En
lo que al medioambiente y en particular a las ciudades
se refiere, los Objetivos del Milenio han ido mal desde
el principio. La “Agenda del Desarrollo Mundial
Post 2015”
a ser adoptada en 2015 está en la agenda de las naciones
y debiera estar en la de los peruanos y no sólo de los
funcionarios peruanos a cargo.
Medellín
y su gente
La modernidad de Medellín
es apabullante para un peruano. Los
profesionales y las burocracias colombianas son muy
innovadoras en sus acciones. Lo caro y nuevo, por
ejemplo, no ha sido construir el metro elevado sino
los dos teleféricos no turísticos que conectan las partes
bajas de Medellín con sus partes altas y de muy bajos
ingresos (y de allí con los buses alimentadores), empezando
a atender problemas de transporte en esas dos laderas.
Se aprecia también que las torrenteras de Medellín,
que traen el agua desde las alturas a la ciudad, no
han sido entubadas y proporcionan anchas áreas aprovechadas
ahora de muchas maneras.
La
cortesía de las personas (¡y de los taxistas!), los
modernos edificios, la seguridad reforzada
en la ciudad y la organización en evento produjeron
un clima favorable a que los 22.000 participantes (más
de 12.000 provenientes de 136 países) se dedicaran a
intercambiar ideas. ¡Gracias, Medellín!
En la Plaza Mayor de la ciudad se sitúan el Palacio de
Exposiciones y el Centro de Exposiciones, amplísimos
y equipados espacios que dieron cabida de manera holgada
a los participantes. Más de 4.000 jóvenes voluntarios
participaron en la traducción simultánea de más de 50
actividades al mismo tiempo, en la orientación al visitante,
la seguridad, las emergencias de salud y, por cierto,
en la atención de los dispensadores gratuitos de café,
cremolada de café (¡deliciosa!) y de agua fría. La aseguradora
SURA aseguró a todo participante extranjero contra riesgos
dentro de las instalaciones del evento; el Metro de
Medellín entregó tarjetas con pasajes gratis de metro
y cable durante los días del Foro.
Pajarito:
otro lado de la medalla
Arriba, donde termina el Metro-cable, empezó
la visita organizada el domingo 6 por HIC, el CEHAP
y organizaciones que trabajan con residentes del sector
(la Fundación Social entre ellas). Se vienen edificando
miles de departamentos de interés social y de interés
prioritario (VIS y VIP, las últimas sin costo para las
familias de muy bajos ingresos). Pero no
hay tantas escuelas como niños, el hospital recién funciona
hace un año y no se han diseñado los centros comerciales.
Se trata de edificios-dormitorio en la típica “ciudad
instantánea” de la periferia de la ciudad que, si bien
tienen mejor diseño que en Chile, tienen
poco de urbanismo. Ya se aprecian numerosos problemas
sociales en familias que han sido desplazadas del centro
de la ciudad –su medio de vida–
hacia pequeños departamentos a los que no estaban acostumbrados
en urbanizaciones que no conforman una verdadera ciudad.
Como fue sugerido, se les traslada de una economía de subsistencia en el centro de la ciudad
a una periferia del mercado, “pero sin mercado”.
¿Qué fue de la “ciudad productiva” de la que se habló
tanto en 1996? El productivo negocio pertenece ahora
a quienes quieren los contratos para seguir levantando
edificios a costa de la zona rural que provee de agua
y alimentos a la ciudad.
Otrosí: No había “gamines”
en las calles ni drogadictos bajo los puentes de Medellín;
cada taxista tenía su propia versión de cómo se hizo esta labor de “limpieza
social” en vísperas del Fórum.
Medellín
y su POT
La legislación de muchos países (y la peruana)
estatuyen que es obligatorio consultar los planes urbanos
antes de aprobarlos. Para muchos eso es un odioso formalismo.
Las grandes ciudades colombianas tienen una larga experiencia
en discutir públicamente sus Planes de Ordenamiento
Territorial (POT), el equivalente al Plan Urbano o al
Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima, actualmente
en elaboración. La discusión del Plan es
mucho más que “quiero un parque en mi barrio”; se trata
del destino de la ciudad, del modelo de ciudad.
En el Perú se discute poco o nada sobre los grandes
proyectos urbanos que hacen los presidentes (sin consultar
con las municipalidades, por cierto) y las municipalidades.
Peor aún es el caso de la discusión pública de las grandes
alternativas de desarrollo de nuestras ciudades y el
modelo de ciudad que oriente los grandes proyectos urbanos.
Esto es muy grave, ya que las urbes peruanas han entrado
en una nueva etapa de desarrollo y deben redefinirse
sus tendencias futuras. Sin embargo, es patente que
a puertas cerradas
se discuten y acuerdan proyectos público-privados, eufemismo
para enmascarar las iniciativas privadas que priman
sobre las públicas y que tienen enorme impacto en
la ciudad. Como ejemplo del nivel de la discusión pública
sobre el modelo de ciudad, veamos lo que se señaló en
Medellín por el “Foro social alternativo y popular”:
“Dos
modelos de ciudad: La mayoría de procesos organizativos
de distintas ciudades del país no se sienten identificados
ni sus reivindicaciones recogidas en el foro de la
ONU Hábitat porque, como lo expresa
Carlos Velásquez, de la Mesa Interbarrial
de Desconectados de Medellín, “En
el Foro de la
ONU se discute el modelo de ciudad
para la venta de servicios, para el gran capital
y el foro alternativo discute en función de tener ciudades
de derechos y el mejoramiento de las condiciones de
vida para todos” (semanariovoz.com).
Varios asuntos de gran importancia para el Perú
se han constatado en los diversos foros y reuniones
de Medellín. Ellos son el punto de partida de los debates,
más que su punto de llegada. El primero es la constatar
que las ciudades
cometen errores que ya eran conocidos en otras ciudades
(el millón de lotes con vivienda en Sudáfrica). El segundo
es que las políticas
actuales no producen vivienda social en las magnitudes
que requiere la demanda. El Perú está en el extremo
de esta situación. Si se comparara la cantidad de viviendas
producidas con apoyo de Techo Propio con el déficit
existente, serían necesarios más de 60 años para cubrir
el déficit, sin considerar el crecimiento de la demanda
por aumento de la población.
En tercer lugar está la crítica a lo que se llama la “ciudad instantánea”, importantes mega
proyectos que producen cientos o miles de viviendas
en lotes o edificios y que devienen en estruendosos
fracasos a la hora de habitarlos. El ejemplo de
México, que ha producido (y pagado) cinco millones de
viviendas que están desocupadas, produce pavor. El negocio
reside en construirlas pero no en habitarlas, ya que
se hace vivienda sin equipamientos o en áreas muy alejadas
de la ciudad para quienes –precisamente–
dependen de la cercanía a los servicios y las fuentes
de empleo para sobrevivir. Luego está el reclamo unánime
(aunque sea formal) de una mayor transparencia y participación
de la ciudadanía en las decisiones sobre la ciudad.
Por último, países como Brasil y Colombia, considerados
exitosos en sus acciones en torno a la ciudad y a la
vivienda, señalan que ellos se dotaron de
instrumentos legales y financieros apropiados que han
dado el marco para la producción del hábitat y de ciudades.
Estos instrumentos son objeto de continua crítica y
actualización.

Consulta
sobre el plan de acondicionamiento del río Aburrá,
que atraviesa Medellín.
Lecciones
aprendidas: dos temas emergentes
Entre los profesionales y las autoridades se
abren camino dos asuntos nuevos, que son vistos con
mucho interés:
El primero de ellos consiste en revalorar la vivienda de alquiler. Una ciudad
no funciona sobre la base de soñar que las familias
más jóvenes y las familias más pobres deben tener una
vivienda propia al empezar su vida productiva. El “sueño
de la casa propia” siempre estará presente, pero es
conveniente promover la vivienda adecuada en alquiler
para quienes se mudan de una ciudad a otra o aún no
tienen los recursos que en las ciudades del Norte se
logran cuando la familia ya tiene una historia de trabajo
y de crédito establecida. Como se sabe, donde
no hay alquiler, aumentan los “alojados”. ONU-Hábitat
ha venido promoviendo el tema desde hace más de una
década. El BID presentó en el FUM el libro Se
busca vivienda en alquiler en América Latina con
estudios en nuestro continente, incluyendo el Perú.
En el Perú mucha vivienda se alquila en los pueblos
jóvenes consolidados, aliviando las necesidades de la
movilidad residencial. Pero ello se hace sin subsidios,
sin apoyo técnico y sin supervisión adecuada.
El segundo tema tiene que ver con las políticas de suelo en América
Latina. El Lincoln Institute
for Land
Policy y,
más recientemente, ONU-Hábitat promueven mecanismos
que ayuden a recuperar para la ciudad las inversiones
públicas que luego de efectuadas solamente aumentan
el valor del suelo privado. Distintos mecanismos para
compartir las ganancias de la inversión pública van
ganando la atención, siguiendo los ejemplos de Norteamérica,
Europa y, en especial, de la vieja escuela española
sobre la materia. La municipalidad de Lima viene presentando
al Concejo dos ordenanzas sobre este asunto. La primera,
poniendo en vigencia la inaplicada “contribución especial
por mejoras”, y la segunda, que permite la transferencia
de derechos de edificación en beneficio de los monumentos
históricos y las áreas de protección agrícola.
La
Agenda mundial para 2015
y 2016
Muchos debates y reuniones más pequeñas tuvieron
que ver con la necesidad de asegurar la más amplia participación
de los especialistas, de los gobiernos locales y de
asociaciones y organismos privados independientes (la
llamada sociedad civil) en la elaboración del temario
de la reunión que aprobará la
Agenda del Desarrollo Mundial Post
2015 (2015) y de la Conferencia Hábitat
III.
En ciudades que están sobre-diagnosticadas,
lo que se necesita son nuevos enfoques
para enfrentar los retos que se presentan, más que nuevos
y alarmantes datos sobre la realidad. Ello
no se logrará repitiendo las recetas que sabemos que
no funcionan, sino apelando a la inventiva y la experiencia
más amplia de todos los ciudadanos. La selección
tecnocrática de los temas
para estas conferencias –hecha por burócratas internacionales–
induce a muchos y graves errores.
En los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015),
por ejemplo, se
usó una sola expresión (“slum”
en inglés) para denominar al hábitat popular, como
si los tugurios (slum), los
pueblos jóvenes consolidados, los llamados nuevos “asentamientos
humanos” (eufemismo incorrecto desde todo punto de vista),
las barriadas internas de la ciudad, así como las cooperativas
y asociaciones de vivienda fueran idénticas entre sí
y merecieran el mismo tratamiento. El arquitecto Enrique
Ortiz recordó a su audiencia que en Alaska –territorio
del hielo y la nieve– los
esquimales tienen 5 palabras distintas para expresar
lo que nosotros conocemos como el color “blanco”…
El Ministerio de Relaciones Exteriores es conocido
por su profesionalismo. Es el encargado de trabajar
las propuestas de la República del Perú
en las cumbres de 2015 y 2016. Será muy bueno que convoque
a un amplio debate y no solamente a los funcionarios
de siempre para formular las propuestas que el Perú
llevará a los próximos foros mundiales.
La
equidad y la igualdad, los grandes temas. Algunas conclusiones
Si bien hay un debate
conceptual y político sobre estas dos expresiones,
es evidente a lo que aluden cuando se habla de la “(in)equidad”
y de “(des)igualdad” de las ciudades. El hecho es que
la desigualdad
en la ciudad atenta contra la propia convivencia y sostenibilidad
urbanas. Aunque las declaraciones
oficiales siempre cuidan mucho sus palabras,
vale la pena leer párrafos de las declaraciones de diferentes
eventos oficiales, en traducción libre del inglés.
“Una sola disciplina no nos dará las respuestas.
Se requiere lo multidisciplinario” (Mesa de universidades).
“La juventud está inventando maneras novedosas de compromiso por la inclusión
cívica, que necesitan ser reconocidas (…) Necesidad
de atacar las inequidades y la marginalización que enfrenta
la gente joven” (Mesa de juventud).
“Los patrones actuales de urbanización generan
abruptos retos. La ciudad ha perdido su escala humana
a través de espacios segregados que a menudo se diseñan
a la escala de los autos y no de las personas. (…) Dada
la escala actual de la urbanización, los profesionales deben repensar las densidades urbanas, el espacio público,
el uso y desarrollo mixto de los servicios a medida
que la ciudad crece” (Mesa de profesionales).
“La descentralización del poder y de los recursos
continúa siendo clave para promover el rol de los gobiernos
locales, en el contexto de la cooperación descentralizada.
El diálogo entre las regiones fue considerado como importante”
(Sesión especial sobre la cooperación Sur-Sur).
“Establecer estructuras y mecanismos a todo
nivel: global, regional y local, que faciliten la participación de verdad de las mujeres en las estructuras de toma de decisiones
(…) Sin equidad de género no hay equidad en la ciudad”
(Mesa de género y mujeres).
“Es necesario hacer las inversiones correctas
en infraestructura física y social para reducir la desigualdad.
Sin embargo, las ciudades enfrentan numerosas dificultades
para atraer la inversión. Algunas maneras innovadoras
para hacerlo son: las asociaciones público-privadas;
la captura de plusvalías urbanas; la sinergia entre
entidades prestadoras; mejorar los sistemas fiscales
y bancarios existentes para atraer la inversión privada”
(Sesión especial sobre el financiamiento de la
agenda urbana).
“La crisis
financiera [de USA en 2007] no fue una simple crisis
de vivienda, sino una crisis del planeamiento urbano;
y el planeamiento urbano es una herramienta del desarrollo
económico (…) Es posible intervenir en tres escalas:
(1) renovar viviendas, con estrategias de revitalización
a través del empoderamiento del tercer sector para incluir a las familias
pobres en el proceso de seguridad de la tenencia…” (Mesa
redonda de ministros).
“Las ciudades tienen que enfocarse primordialmente
en el crecimiento y la equidad a la vez (…) Tenemos
que asegurar que la voz de los alcaldes esté presente
y sea escuchada en los niveles de decisión nacionales
y dentro de los organismos internacionales que debaten
el futuro de las ciudades” (Mesa redonda de alcaldes).
“Es importante que los legisladores hagan planes
para el futuro, pero a la vez garanticen oportunidades
equitativas para el día a día de la gente” (Mesa redonda
de parlamentarios).
“No más discusiones sin implementación (…) La
agenda post-2015 debe incluir [entre otros] metas enfocadas a suelo bien ubicado con seguridad de la tenencia”
(Mesa de la sociedad civil).
“Dicho de manera resumida, reclamamos el derecho
de revertir las dinámicas urbanas,
poniendo a la gente y no al mercado en el centro de
la agenda política urbana” (Declaración del Habitat
International Coalition,
HIC. Organismo consultivo ante la ONU).
Coda:
¿Qué pasó con Chile?
El “modelo
chileno” de vivienda social, en el cual el
Estado ponía los subsidios y las empresas hacían la
vivienda mínima ha subyugado a la comunidad internacional.
Muchas autoridades peruanas han viajado invitadas a
conocerlo y copiarlo, aunque siempre se dijo que era
para “adaptarlo”. Los especialistas chilenos ya no están
de moda, aunque en ese país se sigue aprendiendo de
sus costosos errores. No se les vio ni escuchó fuera
de los foros más oficiales. Ahora se sabe que hay proyectos
chilenos de vivienda que están siendo demolidos y que
la vivienda social producida con subsidios
a los productores no tiene precio de reventa. En otras
palabras, nadie la quiere. Mientras tanto, como
se sabe, la vivienda
producida en América Latina por las propias familias
se alquila, se vende o se “traspasa” todos los días,
sin que haya políticas apropiadas para su formalización.
La “resiliencia” de la producción social del hábitat
no deja de ser un tema a examinar con más cuidado.

En
el extremo sudeste de Santiago de Chile, gran cantidad
de edificios con una organización de territorio marcada
por el propietario del suelo y la maximización de la
ganancia. Hay edificios, pero no hay urbanismo. No hay
ciudades para la gente.
Lo
que aún falta ver
Cuando se habla de la ciudad y, en particular,
de la ciudad popular, se sigue aludiendo a la ciudad
por construir y a los edificios y viviendas que se debieran
edificar en suelo nuevo. Esto es válido para las nuevas
ciudades en los países que recién empiezan su proceso
de urbanización o para las ciudades medianas de rápido
crecimiento del Perú. Se olvida, sin embargo, que las
grandes ciudades del país y de América Latina ya crecieron
y se encuentran en avanzado proceso de consolidación
urbana. Utilizar el escaso nuevo suelo es totalmente
diferente que reutilizar el suelo ya ocupado y hacer
renovación y regeneración urbanas; inventar
una nueva ciudad es distinto que reinventarla sobre
la base de lo ya urbanizado; crecer en extensión
y bajas densidades ocupando indiscriminadamente áreas
de la reserva verde o de riesgo no es lo mismo que densificar
la ciudad que ya tiene servicios y ocupa suelo de buena
calidad. Esta última es la realidad de Lima y las grandes
ciudades del Perú, en donde la mayoría de las actividades
urbanas (la residencial entre ellas) ya se desarrolla
dentro de los límites de lo ya urbanizado desde los
años sesenta.
La
ciudad de hoy no consiste en una hoja en blanco en la
que hay que escribir un bello poema, sino un ente vivo
y consolidado en constante proceso de transformación.
Así como se transforman los distritos que empezaron
como “residenciales”, también se transforman aquellos
que empezaron como “pueblos jóvenes”. Sin embargo, las
políticas de nuevos edificios para clases medias no
se repiten en distritos populares donde no es la gran
inmobiliaria sino la
pequeña producción progresiva de vivienda la que
viene edificando día a día sin reconocimiento ni apoyo
alguno.
El FUM 7 aún tuvo la tendencia a ignorar a la
ciudad popular consolidada de América Latina y sus necesidades
específicas. La renovación urbana sin expulsión de sus
actuales habitantes y el mejoramiento de la vivienda
masivamente producida por construcción progresiva no
han sido privilegiados en el 7º FUM.
El
Perú oficial y el FUM 7
El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento
no envió a ningún representante al 7º Foro Urbano Mundial.
Si participó un representante del Ministerio del Ambiente.
La Alcaldesa de Lima y su
delegación no fueron autorizados
a viajar, pese a que se les invitó con los gastos pagados
por los organizadores.
Inmediatamente después de presidir las actividades
del Foro, el Director Ejecutivo de ONU-Hábitat y Secretario
General Adjunto de las Naciones Unidas visitó Lima.
El domingo 13 visitó Comas y los Barrios Altos conducido
por la Municipalidad Metropolitana
de Lima (MML); el lunes se entrevistó con los ministros
del Ambiente y de Vivienda. El martes 15 fue honrado
como Visitante Distinguido por la
MML. Su visita seguramente está relacionada
con la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas,
20ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco
de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP 20,
por sus siglas en inglés) a realizarse durante la primera
quincena de diciembre en el Perú. También es significativo
el hecho que UN-Hábitat no tiene una representación
en el Perú y que la
Alcaldesa de Lima no pudo asistir a
la
Asamblea de Alcaldes de Medellín debido
a la oposición de los regidores municipales que ya están
en la carrera electoral limeña, en particular, la bancada
del PPC.
La ceguera frente a lo que sucede en el mundo
y el encono político han desperdiciado la oportunidad
de conocer de primera mano –al menos en Lima–
la importancia de la problemática de las ciudades y
los resultados del FUM 7. Es de anotarse que de los
28 altos funcionarios del Ministerio de Vivienda Construcción
y Saneamiento, solamente 6 tienen estudios de ingeniería
y arquitectura, generalmente asociados a los asuntos
de las ciudades. Ni el señor Ministro (economista, ex
ministro de Agricultura, ESAN, Proinversión)
ni la señora Vice Ministra de Construcción y Saneamiento (contadora pública,
ESAN, Proinversión) han tenido
estudios o experiencia en el manejo de las ciudades
o del negocio inmobiliario, lo que si acredita el arquitecto
Vidal, Vice Ministro de Vivienda
y Urbanismo. Ninguno de los tres tiene un post grado
en Urbanismo, pero si tienen estudios
de post-grado en grandes negocios inmobiliarios.
En los portales de los dos ministerios no hemos
encontrado menciones a tan importante visita y la prensa
no se ha ocupado del FUM 7, ni de las discusiones mundiales
sobre el futuro de las ciudades, ni de la visita relámpago
de tan importante autoridad mundial a la capital peruana.
Por decoro no señalo cuáles fueron las noticias que
llenaron los titulares de la prensa peruana de esos
días.

El
Dr. Joan Clos, ex alcalde
de Barcelona, Secretario General Adjunto de las Naciones
Unidas y Director Ejecutivo de ONU-Hábitat, recibe de
la alcaldesa Villarán la distinción
de Visitante Distinguido, en el Salón de Recepciones
de la municipalidad de Lima. Ningún “rebote” en la prensa,
excepto en La
República. Un suelto con
“mala leche” en el Diario Correo señaló que las obras
de Barrio Mío en Comas –visitadas por el Dr. Clos–
tienen ¡tres semanas! de atraso. La noticia no era Clos,
sino ese retraso.
¿Por
qué escribo este reporte?
Mucho
se puede aprender de nuestras propias ciudades conociendo
lo que se hace o se discute en otras ciudades del mundo. En reuniones de este tipo se conoce a mucha gente interesante, se captan
ideas, se aprende de los errores ajenos y se valora
lo nuestro.
Este año habrá elecciones municipales en el
Perú. Las constituciones y las leyes de los países occidentales
estatuyen que los destinos de la ciudad dependen de
sus autoridades locales, de acuerdo a ley. Los “dueños”
de la ciudad son sus ciudadanos, que actúan a través
de sus alcaldes y sus respectivos concejos. Sin embargo
nuestros procesos electorales se caracterizan sea por
la improvisación de ideas, o por la demagogia y el engaño
acerca de las verdaderas intenciones de las candidaturas
y de quienes las financian. Se
anuncian obras necesarias pero en desorden y sin un
plan para la ciudad que sea público y abierto al debate.
Los “programas de gobierno” de la ciudad son meros “planes
de acción inmediata”, o consisten en promesas muy sonoras
que esconden el verdadero programa para la ciudad que
tienen los poderes fácticos. Muchas veces estas promesas
ni siquiera constituyen un plan; sólo buscan disimular
la falta de ideas sobre el futuro de nuestras ciudades
en la etapa actual de su desarrollo. En otros casos
al alcalde no le importa la ciudad, sino la usa como
trampolín para alcanzar puestos más jugosos. Como se
sabe, nadie mira hacia el trampolín que deja cuando
se tira a una piscina.
Veamos: ¿Qué sector social se apropiará del
inmenso espacio en medio del Cusco
que quede libre cuando el nuevo aeropuerto entre en
funciones? ¿Serán las familias sin techo las que accedan
a las viviendas de la futura “Villa Panamericana de
Lima” cuando los atletas dejen de usarla en 2019? ¿La
ciudad debe ocupar nuevos valles, cerros o desiertos
o será mejor crear espacios públicos, re-equipar, densificar
y edificar para las mayorías en aquellas zonas que ya
cuentan con servicios y equipamiento? ¿Por qué el tema
de la producción de viviendas para los sin techo es
un asunto que preocupa a las autoridades y pobladores
de las ciudades en los más de 100 países que asistieron
al 7º FUM y no es un tema político en el Perú? ¿Necesitamos traer más agua a nuestras ciudades
o invertir en sistemas más eficientes de uso del recurso?
¿Etcétera?
Pienso que hay poderosos intereses económicos
y políticos que no desean que se discuta abiertamente
sobre el futuro de la vida en las ciudades del Perú,
ni que se aprenda de manera colectiva a interrogarse
sobre nuestra vida urbana. Así ellos seguirán decidiendo
en un aparente clima de democracia.
Tenemos
necesidad de repensar la ciudad, de pensarla bien. Espero que este relato del evento –al que
no asistieron las autoridades del Ministerio de Vivienda
ni dejaron que la Alcaldesa de Lima asista– ayude a motivar a los ciudadanos sobre algunos de
los temas programáticos sobre los cuales necesitamos
reflexionar y decidir en el momento de elegir a nuestras
próximas autoridades.
GR
Lima,
25/4/2014 “Favor de perdonar las omisiones en el relato,
distribuirlo a discreción y escribirme
con comentarios, ampliaciones y correcciones”.
El autor es Sociólogo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú,
1971) y
Urbanista (Universidad de Grenoble
II, Francia 1981). Fue Director General de la Oficina Metropolitana de Asentamientos Humanos,
Municipalidad de Lima Metropolitana. Miembro de
DESCO, Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo.
Sobre las teorías de Hernando de Soto, ver también en café
de las ciudades:
Número 1 | Economía
Clandestinos
en la ciudad del Tercer Mundo | En
"El misterio del capital", Hernando de Soto
propone algo más inteligente que erradicarlos. |Marcelo
Corti
Sobre Medellín y su reciente desarrollo urbano,
ver en The Cities´ Café las notas Medellín’s
Social Urbanism and the Imaginary of Belonging
- Insurgent spaces and differential citizenship, de
Amanda Bach Smart, y Medellin
Rewrites its Neighbourhoods - Social urbanism
and inclusion of marginalised communities, de Alejandro
Echeverri Restrepo. Y en café
de las ciudades:
Número 115 | Lugares
La
energía de Medellín | Esos
cambios… | Fernando Vanoli
Número 120 | Política, Planes y Proyectos de las ciudades
Especificidades
de una experiencia urbana | A
propósito de Medellín y del XV Congreso Iberoamericano
de Urbanismo | Lorena Vecslir
Sobre el debate conceptual entre “equidad” e “igualdad”, ver Ciudades,
una ecuación imposible
(Belil, Borja y Corti, 2012).