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Año 13 / Número
137
/ Marzo 2014 /
ISSN 2346-9080 >
REVISTA
DIGITAL |
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> SUMARIO |
Cultura,
Política
y Economía de
las ciudades |
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Breakiiiing
bad I
Por
Marcelo Corti |
Entre las ventajas
de vivir una época interesante de la historia, como
esta, pocas más evidentes que la
facilidad e inmediatez en el acceso al mejor arte audiovisual.
Un viernes fuimos al cine con mi esposa a ver El lobo
de Wall Street; el sábado y domingo subsiguiente corroboramos
en el living de casa, computadora y wi fi mediante,
la evidente coincidencia de la estructura narrativa
de esta y dos lejanas películas de Scorsese, Buenos
Muchachos y Casino.
En la semana siguiente, algo influidos por la presión
del entorno, nos zambullimos en la historia de los Batman
y Robin del siglo XXI, el profesor Walter White y su
antiguo alumno Jesse Pinkman, antihéroes de Breaking
Bad. Escribo esto sin haber concluido la última temporada,
así que el lector que no haya visto la totalidad de
la serie puede seguir tranquilo su lectura, porque no
tengo modo de arruinarle las delicias del suspenso.
Nuestra primera reflexión
a partir del minifestival tuvo poco que ver con los
méritos artísticos de estas obras y mucho con lo que
ellas dicen de la sociedad estadounidense. Más allá
de la obvia connotación política y de las limitaciones que tiene cualquier pretencioso
psicoanálisis de entrecasa y desde el Sur
a un colectivo de centenares de millones de personas
del país más poderoso de mundo con el solo recurso de
un par de películas y una serie, es bastante evidente
que en ellas resulta un factor común la
subyacente y culpable fascinación del espectador
ante dos maneras similares de ganar dinero en
grandes cantidades y por fuera de la ética del trabajo
que desde Weber suponemos propia del capitalismo: el
narcotráfico y la especulación en la Bolsa (la especulación
fraudulenta, suponiendo que haya otra que no lo sea).
La citada identidad
estructural de las tres películas de Scorsese podrían
leerse como una sutil
identificación entre negocios mafiosos y negocios bursátiles.
Tanto en Buenos Muchachos como en Casino y en El lobo…,
la película es narrada en off (o en brechtianos parlamentos
a la cámara de Jordan Belfort, el lobo) por sus protagonistas,
buenos alumnos de expertos docentes que van ascendiendo
en su carrera hasta llegar a una cima de la que son
desalojados por excesos propios o ajenos. Los finales
son también equivalentes: el protagonista (Belfort,
Henry “desde que tuve uso de razón quise ser un gánster”
Hill o Sam Rothstein) resurge disminuido pero sobreviviente
en una especie de exilio napoleónico cuya Santa Elena
puede ser San Diego, Nueva Zelanda o un desangelado
suburbio del Mid West.

Dos circunstancias
emparentan, a su vez, la película de Scorsese con la
serie de Vince Gilligan: el uso de metanfetaminas por
Jordan Belfort y su troupe y la producción de ellas
como tema de Beaking Bad, por un lado, y la posición
desairada de las “fuerzas del orden”, por otro. En El
lobo…, el agente del FBI que persigue y finalmente atrapa
a Belfort es contrapuesto en dos escenas, una al aire
libre en un mutuo juego de “seducción” (uno intentando
corromper al otro, el otro intentando la autoincriminación
del uno) en el yate de Belfort, otra en el subterráneo
(¿infierno?) de Nueva York, con su presa ya cazada,
en un memorable y expresivo silencio. En Breaking Bad,
el cuñado de Walt es un gordito de la DEA, familiero
y chabacano, que expresa en sí mismo el fracaso de la estrategia bélica estadounidense
antidrogas.
El
esquema empresarial del narcotráfico en Breaking Bad
es post-industrial; dos tipos dotados del conocimiento
necesario para fabricar el producto, con un pequeño
y poco calificado apoyo en las calles, pueden competir
en el mercado con razonable éxito y discutir las condiciones
en que se integran como outsourcers a un "empresario"
mayor. Nada más lejano a la gigantesca estructura "fordista"
del Padrino Corleone, jerárquica,
piramidal y difícil de desmontar, como comprobó
amargamente el propio Michael.
Personajes como Walt
White y Jordan Belfort generan una seducción ominosa,
expresión de la larga desazón por la caída
del pacto social que proponía el Welfare State.
Por necesidad en un caso, por ambición psicópata en
otro, ambos generan en el espectador una culpable empatía,
que pone en cuestión
las reglas básicas que legalizan al capitalismo:
la riqueza como premio al esfuerzo; esa riqueza y ese
mismo esfuerzo que la genera como motores del beneficio
final de la sociedad. Algo de eso puede haber también
en el éxito local de El patrón del mal, la serie televisiva
colombiana sobre Escobar Gaviria, o en las fantasías
sobre el recientemente atrapado Chapo Guzman.

Más modesta, más oscura,
la crónica local nos entrega en Córdoba un caso fallido,
el de CBI Cordubensis SA, financiera
investigada por la justicia provincial y federal
luego de la muerte de su vicepresidente Jorge Suau.
CBI, desalojada del shopping en que funcionaba su sede
principal, recibía depósitos de grandes empresarios
y propietarios rurales. Según un testigo anónimo presentado
por la televisión local, la financiera trabajaba mediante
cheques que entregaba para cobrar en un plazo determinado,
con el interés aplicado al dinero original que los clientes
depositaban. La información sobre los movimientos de
dinero era almacenada en pen drives y en planillas,
con “nombres de fantasía” que encubrían la identidad
de los clientes. Cuando estos se enteraron de su desalojo,
comenzaron a reclamar infructuosamente sus dineros (negros
y “de todos los colores”, según el proverbial humor
cordobés). El suicidio de Suau y el pase a la clandestinidad
del CEO de la financiera (que reportó amenazas contra
su vida y su familia) pusieron el tema en la primera
plana mediática.
CBI Cordubensis parece
haber comprendido a fondo la necesidad de insertarse
en la sociedad local… Según el diario La
Voz del Interior del jueves 27 de febrero,
“la Municipalidad
de Córdoba confirmó que existía
un vínculo contractual entre Red Bus, concesionaria
del sistema prepago del transporte urbano capitalino,
y la financiera CBI Cordubensis SA. Además, el
ex intendente Daniel Giacomino dijo que el financista Jorge
Enrique Suau era la persona encargada de la logística
de la recaudación de los fondos originados en la venta
de pasajes”. CBI, junto con otra empresa, era la
encargada de recaudar el dinero por la carga de tarjetas
para ómnibus en las bocas de expendio de Red Bus.
MC
Sobre
las limitaciones que tiene cualquier pretencioso psicoanálisis
de entrecasa y desde el Sur, pero en sentido contrario
(o sea, las limitaciones de entender el Sur desde el
Norte con más prejuicios que información), ver Periodismo
de paracaídas, de Carlos Bravo Regidor, en
El Universal del pasado 25 de febrero.
Sobre
la obra de Martin Scorsese, ver también en café
de las ciudades la presentación
del número 4-5 y:
Número
22 I Nuestros antepasados (IV)
Taxi
Driver I
¿Me
estás hablando a mí? I Marcelo Corti
Número
53 | Cultura de las ciudades
Scorsese,
el premiado | Un
cine de incertidumbre, redención e individualismo | Carmelo
Ricot
Y
sobre series televisivas:
Número
31 | Cultura de las ciudades
24,
el ojo global | Paranoia
neoconservadora, real time y crisis de las matrices
espaciales en la serie de FOX. | Por Carmelo
Ricot
Número
117 | Cultura de las ciudades (I)
Mad
Men | A cinco
minutos del postfordismo | Carmelo Ricot y
Carola Inés Posic
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Lugares |
Fragmentos
de Japón |
La
lógica de los layers urbanos
I
Por
Demián Rotbart |
La ausencia de envoltorios de mochi, colillas
de cigarrillo o boletos de tren resulta sorprendente
ante otra ausencia; en Tokio no hay tachos de basura,
a excepción de unos contenedores para tirar latas y
botellas, maridados con las máquinas expendedoras de
bebidas –omnipresentes en las calles de Japón–, pero
que no invitan a empujar una cáscara de banana por los
escasos centímetros de sus bocas circulares. Esta aparente
fobia por los tachos se inició luego de los atentados
en la red de subte en 1995, cuando entre las medidas
adoptadas por el gobierno se retiraron los cestos de
lugares públicos, a pesar de que no habían sido usados
en el atentado. Frente a la ausencia total de tachos
públicos, en los comercios, hoteles y viviendas el sistema
de residuos roza lo agobiante. Leyes sobre reciclaje
y manuales de uso interminables configuran un sistema
que –aunque varía entre municipios– se basa en cinco
tachos separados para papel, envases de PET, vidrio
y aluminio (a veces metal), incinerables y no incinerables.
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Política
de las ciudades |
La
calle y su propiedad
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¿Quién
hace la calle, quién la usa, para qué sirve?
I
Por
Jordi Borja |
El
poder político, sea cual sea, teme a la gente en la
calle. Su vocación es el “control”. En unos casos de
una manera explícita, amenazadora, violenta, propia
de los gobiernos autoritarios (en tiempos del franquismo
en España cualquier un grupo de más de tres personas
podía ser disuelto por las fuerzas policiales; la revista
Ejército publicó en 1972 una serie de artículos sobre
Urbanismo y seguridad en que
proponía concentrar a los sectores populares
en guetos separados de la ciudad formal y que fueran
fácilmente controlados y ocupados por las “fuerzas del
orden”). En otros casos de forma indirecta, priorizando
la circulación, el diseño de espacios públicos que no
permitan las concentraciones (por ejemplo mediante zonas
ajardinadas), permisividad ante la privatización de
las calles por parte de los propietarios u ocupantes
de los inmuebles adyacentes, supresión de elementos
de mobiliario urbano que permiten la convivencia y el
dialogo entre personas (por ejemplo los bancos), etc.
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Territorio
de las ciudades |
La
sección del valle desde las colinas hasta el mar
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“Nuestras
regiones y comunidades con todas sus particularidades
de lugar, trabajo y gente”
I
Por
Patrick Geddes |
Recurramos a una muy evidente interpretación
agrícola. Pensemos en nuestros antepasados en los días
pasados de la colonización de América o Europa. Cada
uno guía su propio arado a través de su propia tierra,
sin colaboración alguna. Cada cual puede silbar esa
vieja tonada “I care for nobody, not I; and nobody
cares for me” (no me importa nadie, excepto yo mismo;
y a nadie le importo yo). Cada uno, para decirlo en
pocas palabras, ‘se ocupa de sus asuntos’ y deja que
los demás se las arreglen por su cuenta. Esta es la
civilización del cultivo del maíz. La tierra es arada
y sembrada por el mismo hombre que siega la cosecha.
Las mujeres y los niños sólo son ayudantes accesorios
durante la cosecha. Aquí, pues, en el cultivo de los
cereales en Occidente, desde la antigua Roma hasta la
América contemporánea, tenemos el factor fundamental
de nuestra moderna concepción occidental de la individualidad
y la independencia. Pero si somos orientales y lo que
cultivamos es arroz, la situación es muy diferente.
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POSICiones
cordobesas |
Paseo
del Buen Pastor
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El
vacío apropiado en Nueva Córdoba
I
Por Marcelo
Corti |
En
una ciudad que ha sufrido en los últimos años una continua
enajenación de su suelo estatal, el programa público
elegido para el Buen Pastor resulta una especie de milagro,
al que muy posiblemente explica la necesidad de tomar
distancia de un emblemático hecho de corrupción de la
década del ´90, cuando un diputado provincial intentó
venderle la cárcel a un millonario alemán para que construyera
un casino… Un programa público y un vacío oportuno en
el tejido urbano más denso
de Córdoba sostienen así
uno de los espacios más usados, apropiados y
vibrantes de la ciudad; un espacio que hasta puede soportar
el kitsch de las aguas danzantes que en diversas horas
del día celebran la música de Queen y otros hits de
todos los tiempos. Se ha criticado al Buen Pastor por
la destrucción de buena parte del edificio de la antigua
cárcel; sin embargo, la misma Marina Waisman sostuvo
en su momento, muchos años antes de la operación, que
solo la capilla mantenida por el proyecto tenía algún
valor patrimonial. A cambio, la intervención genera
sitios convocantes, donde un mínimo mobiliario urbano
pero, especialmente, la fuerza de ese vacío permiten
la conformación de un espacio representativo.
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La
mirada del flâneur
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Escritos
fronterizos (II)
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Experiencias
y experimentos pre-porteños
I
Por
Carmelo
Ricot |
El
mal que aqueja a la Argentina es su derecha. Solitaria
ocupante del espectro ideológico, en sus múltiples versiones
la fuerza que pregona la reivindicación de los privilegios
y la profundización
de las relaciones de poder existentes tiene dominado
el debate sobre cuanto tema o circunstancia se establezca
en nuestra sociedad. Si por cortas etapas del devenir
histórico ha quedado acorralada en sus propias mentiras
y en los recurrentes fracasos a los que ha arrastrado
al país, su capacidad de regeneración le permite, como
al poeta niño de Baudelaire, nutrirse de las mismas
escupidas que recibe en repudio a sus calamidades, de
las mismas heces con que ahoga a un pueblo humillado
por sus desatinos ("en todo lo que come, y en todo
lo que bebe, vuelve a encontrar el néctar bermejo y
la ambrosía"). Sin otro prejuicio que el de su
propia perpetuación, la derecha argentina no escatimará
contradicciones, mentiras ni felonías en su afán de
reacomodar los ires y venires de la política a los intereses
parasitarios de los sectores que acumulan la riqueza
de la sociedad (una riqueza, quede esto claro, que no
generan ni estimulan).
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Terquedades |
Una
mirada arrabalera a Buenos Aires
I
Columna
a cargo de Mario L. Tercco
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En
este número: Terquedad
recurrente de las ocupaciones
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Fábio
Duarte sobre los rolezinhos y el modelo de desarrollo
brasileño, y un Comunicado sobre la reconstrucción post-terremoto
en Chile.
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Encuentros,
Jornadas, Seminarios, Congresos: Teorías
Urbanas Contemporáneas,
en la UBA - Ciudades Vivibles, en Guadalajara - Proyecto,
Participación y Habitar, Seminario en FADU-UBA - Megaeventos,
en Rio de Janeiro y Niteroi - VIII Encuentro Argentino
de Transporte Fluvial, en Rosario - Visita técnica a
Freiburg - VI Encuentro de Docentes e Investigadores
en Historia del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad,
en La Plata - 51° Congreso Mundial de la IFLA, en Buenos
Aires - UPE11- Conducir las transformaciones urbanas,
en La Plata - IX Bienal Iberoamericana de Arquitectura
y Urbanismo, en Rosario - Congreso Latinoamericano de
Transporte Público y Urbano, en Rosario
Convocatorias
y Concursos:
Critical Housing Analysis
- City to City Barcelona FAD Award 2014 - Concurso Buenas
Prácticas Dubai - Concursos Holcim de construcción sostenible
- riURB, nuevo número y seminario - Convocatoria de
artículos para Arquisur - Convocatoria Revista Apuntes,
Patrimonio Arqueológico Cursos
y programas académicos:
Master
en Gestión de la Ciudad - Maestría en Planificación
Urbana-Regional, en la UBA - ITEMCIUDAD, Capacitación
en Planificación Urbano Territorial en Municipios -
Diplomatura en Catastro aplicado al Desarrollo Urbano,
en Córdoba - Maestría en Economía Urbana en la Di Tella
- Taller Libre de Proyecto Social, en la FADU-UBA -
Licenciatura en gestión de negocios inmobiliarios y
proyectos de desarrollo urbano, en la UMET - Especialización
en Política y Planificación del Transporte Instituto
del Transporte – UNSAM
Exposiciones
y muestras: Con o Sin Techo, exposición
itinerante - Otto Karvonen; jaulas para inmigrantes
en Madrid - Justo
delante de nosotros. Otras cartografías del Rif, en
el MACBA - Esther Pizarro. Un Jardín Japonés, Topografías
Del Vacío en Madrid - Nueva York, Fukushima y Australia
por Wenders, fotos en Lleida
Noticias y publicaciones: Seguridad de la Tenencia,
por Raquel Rolnik - Interconexión
de los Sistemas Eléctricos en Chile - Documentos
Académicos de Arquitectura - Subdivisiones zombies en Land Lines - Espacio público, urbanismo y movilidad,
4 conferencias en la Web de FIU - Transbordering Latin
Americas. Liminal Places, Cultures, and Powers (T)Here
- Evolución
de los Servicios Públicos de Transporte de Pasajeros
por Ómnibus en la Argentina - De California a La Pampa, por Molina y Vedia - Zona Urbana, ciudad
en formato de radio - Grandes Projetos Urbanos
- Cuaderno Urbano 14 - Revista
URBAN - ARQA Comunidad - El concurso de Brasilia - Lecciones del Támesis, por José Luis Lezama
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
*Marca en trámite
*Las notas firmadas no expresan
necesariamente la opinión del editor.
STAFF
Editorial Café
de las ciudades
ISSN 2346-9080
Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en Córdoba: Carola Inés Posic
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco > 
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